Marzo, año 2016, Tokio. Japón.

Víctor estaba sinceramente sorprendido. Pese a todo lo que hubiera pensado antes, llegando a creer que permanecería enclaustrado en una celda hasta el fin de sus días, a diferencia de ello, se encontraba siendo vestido para luego ser llevado a lugar donde gozaría de su "nueva libertad". El alfa no imagino que de la nada apareciera un hermoso omega de ojos canela y lo sacara de ese sitio que promovía su claustrofobia, por supuesto, no salía con sus anteriores derechos.

Era claro que en ese país no podía actuar como en Rusia. Antes de salir de la celda hubo venido un intérprete que un fluido ingles le explico a Víctor lo que consistiría su vida de ahora en adelante; desde el momento que pusiera un pie fuera del recinto era propiedad de Yuuri Katsuki, fungiendo como su alfa domestico. No podía salir solo de la residencia sin compañía de su amo omega, siempre debería honrarlo y respetarlo, tenía prohibido hablar o hacer alguna si su debido permiso, estaría vigilado constantemente por una unidad de domesticación alfa al servicio de Yuuri Katsuki. Debía ser sumiso en todo momento, y cualquier signo de rebelión seria severamente castigado. Su vida estaría postrada única y estrictamente hacia su nuevo amo: Yuuri Katsuki, y no había forma de renegar ello.

Cuando el interprete termino de hablar, Víctor casi quiso reír pero se abstuvo a fin de no provocar que lo golpearan nuevamente, las leyes del país asiático le parecían absurdas, semejando de cierta forma el medio oriente pero a la inversa. Pero era cierto que estaba en una total desventaja, seguía débil por aquello que le habían colocado cuando ingreso al país, y también estaba controlado por un collar que estaba seguro, no iba a tenerlo solo como un adorno de mascota. Era una situación complicada para el alfa.

Al cabo de un rato, en compañía aun de los guardias, fue guiado hasta la salida de ese complejo carcelario donde se encontró con el omega de ojos canela, este le veía sin expresión en la mirada pero con unos ojos que dejaron al alfa perturbado y cautivado, tenían un porte fiero y brillante, capaz de someter a cualquiera, y ese fuego interno provoco que Víctor le acompañara sin resistencia. Tenía más dudas e interrogantes que respuestas, el ruso creía que si al menos estaba imposibilitado de escapar por sus propios medios, podría conocer mucho más de ese lugar, estudiarlo y encontrar una forma de comunicarse con su escuadrón. Esa era la intención primaria de Víctor.

El camino hasta su nueva residencia fue a través de un tren con un vagón privado, el coronel ruso observaba todo con extrema curiosidad matizada, Yuuri, como así se llamaba el omega al que debía servir, no le dirigía la mirada, mucho menos la mirada. Se limitaba a mirar por la ventana del vagón mientras era atendido con una calidad casi extrema de parte de los trabajadores del tren, sacando cuentas, Víctor intuía que el joven, que aunque fuera menor que él, tenía el poder suficiente dentro de ese país como para que la gente le siguiera y estuviera atenta a sus deseos, no sabía la nueva estructura gubernamental de Japón por lo que el ruso solo podía hacer conjeturas, pero debía ser cuidadoso. Si jugaba bien sus cartas, tendría el tesoro perfecto para negociar su libertad.

Cuando llegan a la estación final, el omega se levanta y se dirige hasta Víctor, sin inmutarse a la sorpresa que le muestra el ruso, toca un botón del collar de donde sale una correa de la cual jala para levantar a Víctor y llevarlo detrás de él como si estuviera caminando con una mascota. La rabia y la vergüenza es intensa en el alfa que no puede creer como es tratado y degradado, pero sus propios pensamientos se ven interrumpidos cuando al salir de la estación, había miles de casos semejantes al suyo.

Alfas domesticados, sin derechos, reducidos a esclavos que caminaban a rastras detrás de su amo omega como si se trataran de animales a los cuales arrear, un sentimiento desagradable ataco la boca del estomago de Víctor. No podía decir que su país natal era la cuna de la libertad para los omegas, era un asco verdaderamente, pero pese a ello, no podía concebir que esto estuviera ocurriendo. No era humano. Sin embargo, se dice mentalmente que debe ser fuerte y resistir, esto solo era la punta del iceberg, no puede dejar que su orgullo se pisotee por algo como eso.

- ¡Es Yuuri!

- ¡Yuuri ha regresado!

Solo al cabo de unos minutos caminando una gran cantidad de niños, mujeres y omegas se acercan hasta Yuuri Katsuki, quien deja a Víctor a cargo de sus escoltas y va a recibir a quienes les saludan. Víctor no puede creer como ese rostro sin expresión, con toques de dureza ahora se asemeje al de un ángel en la tierra. Sonrisas y sonrisas, habla con todas las personas sin distinción alguna y acepta los abrazos de los niños a su alrededor, los escucha y acepta sus peticiones pidiendo a uno de sus escolta tomar nota de ellas ¿Qué clase de persona era esa?

Su corazón lo abrumaba con ese dolor palpitante, la belleza sin fin de esa sonrisa lo cegaba y le hacía pensar que el omega de ojos canela no era como el resto, que si lo intentaba podría llegar a un acuerdo, si había la posibilidad de dialogar el ruso se planteo tomarla.

Al cabo de unos minutos llegaron al edificio departamental donde residía Yuuri, este vivía en el último piso de un edificio de 20 pisos, un espacio complicado para escapar manualmente pero al menos Víctor pensaba que si lograba dialogar con él, quizás ello no debería ser una preocupación. Una de las escoltas lo tomo del brazo y lo guio por la residencia mientras Yuuri tomaba otro rumbo, seguramente hacia su propia habitación. Allí, el escolta, un chico rubio de su altura, beta seguramente, abrió la puerta de una de las habitación.

- Esta es tu habitación –le hablo en un fluido ingles–. La cena se servirá a las 7 de la noche y será traída a tu habitación. En un rato el señor Katsuki te honrara con su presencia para explicarte lo que tienes que hacer para él, espero te comportes como es debido.

El hombre le dejo solo a Víctor quien observo la habitación, era muy sencilla, toda de blanco con una cama matrimonial, una mesa de noche, un ropero, contaba con un baño propio y una pequeña ventana desde donde podía ver la vista nocturna de la ciudad de Tokio. Era acogedora si el ruso lo comparaba con la cárcel en la que estuvo anteriormente, pero algo pequeño con relación a su propia habitación en Rusia. Por supuesto, allí no tenía derecho alguno a exigir nada, pero al menos tenia aun la libertad de pensar.

De repente la puerta se abrió dejando ver a Yuuri, Víctor lo observo por unos segundos evaluándolo, ya no llevaba sus tacones y eso denotaba la diferencia de estaturas que tenían, el omega no era bajo, mucho menos delgado pero si era esbelto en sus caderas. Desde su espacio lo miraba al igual que él evaluándolo, debe aprovechar ese momento.

- Yuuri, necesito que me escuches, yo...

Pero antes de que pudiera terminar de hablar, el omega le propino un fuerte golpe en el estomago que le saco el aire y lo dejo arrodillado contra el sueño, Víctor alzo la vista con increíble sorpresa y allí la vio, el rostro sombrío de Yuuri que mostraba un increíble asco.

- No te atrevas a mencionar mi nombre con tu asquerosa boca –le hablo en ingles con una voz tan suave como firme, no dando tiempo a Víctor disfrutar de ella por la dureza de sus palabras-. No te he pedido hablar, de hacerlo solo puedes referirte a mí como Amo o señor Katsuki, las cosas son distintas ahora, alfa. Aquí el poder lo tenemos los omegas, si quieres sobrevivir de ahora en adelante, tendrás que hacer todo lo que diga.

Con el dedo índice, Yuuri levanto el rostro de Víctor. Una belleza tan abrumadora, con una sonrisa tan enloquecedora que no tenía miedo en esconder sus ansias de dominación hacía él, casi quiso lamentarse por ello, pero esa misma fuerza le provocaba otro sentimiento más: Ira.

- Haz sido traído aquí con la única tarea de servirme ¿Has entendido, alfa?

Su nuevo infierno había comenzado.

¡Hola! Nuevamente aqui con Omega Domination que tenia algo olvidado, no es porque no quisiera, tengo planificados todos los capitulos pero ultimamente no tengo tanto tiempo para escribir como quisiera por las clases y el trabajo, por otro lado, al menos estoy haciendo lo que puedo para actualizar, dije que iba actualizar el principe del hielo pero seguramente no lo haga ya que aunque adelante el capitulo aun tengo que ponerme a estudiar, tengo examen final de chino y de verdad quiero aprobarlo (ya que lo reprobe el año pasado) y no quiero repetir nuevamente el nivel :(

Les pido sean pacientes, ya pronto seran mis vacaciones academicas y aunque tenga que trabajar aun, tendre al menos más tiempo para actualizar ;) los quiero mucho y se me cuidan bastante, un saludo grande desde Venezuela.

PROXIMO CAPITULO: EROS

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