Capítulo 12: Trato
Mayo, año 2016, Tokio. Japón.
Si algo tenia al alfa preocupado, eran los días de aislamiento.
Al menos una semana había transcurrido desde que se rebeló contra el omega y justamente desde aquel momento Katsuki Yuuri no había entrado a la habitación de Víctor nuevamente. Recuerda que en el momento que el nudo se deshizo y el ruso se levantó del cuerpo de este, esperando cualquier tipo golpeo y/o represalia, ninguna de estas llegó, extrañándole. Yuuri simplemente se levantó de la cama y en un silencio que mantenía en alerta al alfa, pero para su enorme sorpresa, este camino hasta la puerta
Pero lejos de estar asustado de él, era todo lo contrario. Era claro que estando en un mismo departamento, sin importar la distancia entre las habitaciones, Víctor le había escuchado desatar su ira unas horas después. No era común para el sentir cierto escalofrió en su espina dorsal, pero luego de haber escuchado colosal despilfarre de cólera, el coronel ruso temía por su integridad física, especialmente la de su pequeño amigo, porque conociendo lo radical que este podía llegar a ser, no tendría limites en sus castigos. Sin embargo, al paso de sus días su sentido de alerta se convirtió en curiosidad, preguntándose ¿Por qué no le había entregado? Fácilmente podría haberles entregado a las autoridades y estos le devolverían a la cárcel de donde lo habían sacado, mas eso no había ocurrido aun, y estaba de verdad intrigado.
Víctor evaluó diversos factores, las opciones eran reducidas, pero dado su carácter prepotente y explosivo, solo se le ocurría la opción de orgullo. Katsuki Yuuri parecía ser una persona reconocida en la República, su estatus económico y la presencia que imponía al presentarse a un sitió era algo que tomar en consideración, todo ello junto a su carácter le hacia una persona que no explicaría los motivos por los cuales había sido atacado para no sufrir una terrible humillación. No obstante, lo veía capaz de cometer un acto de venganza en relación a sus acciones, pero al llegar a ello Víctor no lograba terminar de entender ¿Por qué todavía no le acusaba?
No sabía cuánto tiempo más tendría para repasar futuras estrategias. Con su plan desecho, solo podía prepararse para lo peor.
De repente la puerta de la habitación se abrió y Víctor se levantó de la cama de golpe, poniéndose en posición de defensa, pero sus músculos se relajaron cuando encontró a Katsuki Yuuri frente a él.
Sin ningún tipo de guardia que pudiera protegerle, tan solo vistiendo un delicado baby doll de encajes color negro, el cual resaltaba claramente las curvas de su cuerpo, el coronel ruso retrocedió un paso sin prever cuál sería su próximo movimiento. La mirada del omega estaba encendida cual infierno y sin temor en su expresión, camino decidido hasta pararse en frente Víctor.
—No pienses que has logrado vencerme Nikiforov. No soy como los omegas a los cuales estás acostumbrado en tú país, yo soy diferente —comenzó a hablar, puntualizando de inmediato el incidente anterior—. Debo admitir que no eres igual a los alfas japonés, tienes las bolas suficientes para enfrentarme, pero no creas que has cantado Victoria. Está en mi mano la oportunidad de regresarte a la cárcel de donde saliste, haciendo que no seas capaz de ver la luz del día nunca más o... tener más libertad.
Víctor le observa, sinceramente sorprendido. No espero que el voluntariamente le ofreciera una segunda opción, revisa su rostro para ver si este se encuentra mintiendo, pero el omega no tiene ápice alguno de querer burlarse, su expresión es serena, bastante seria. Aun teniendo un nudo en la garganta que le impide contestar, el japonés decide proseguir.
—Te propongo una apuesta. Si eres capaz de satisfacerme y hacerme rogar, te proveeré de libertad—indico, contundente—. No puedo ponerte en libertad, mi cabeza caerá primero antes de ello. No obstante, puedo permitirte salir siempre en compañía de uno de mis guardias o junto a mi persona, tendrás permitido estudiar el idioma y trabajaras directamente para mí como un sujeto más que como un juguete sexual, estarás condicionado, pero tu condición de vida puede mejorar considerablemente.
Víctor evaluó los ofrecimientos, eran demasiado tentadores para ser verdad. Si lograba tal hazaña, podría fácilmente ir recolectando información que le llevaran al resto de su pelotón.
—Pero si fallas —apresuro a expresar, el ruso afinca su atención a esas palabras, clave para el seguimiento de ese postulado—... te enviare nuevamente al centro de control. Estarás condenado a una celda de exclusión por el resto de tu vida o en el mejor de los casos, serás puesto a trabajar para ganarte la potestad de ver la luz del sol. Tú eliges.
El alfa analiza sus expresiones, espera encontrar ira e incluso repulsión como en otras ocasiones, pero no encuentra nada semejante solo determinación, tampoco parecen existir trampas en sus palabras, como siempre es honesto en aquello que expresa. El coronel no puede evitar tener dudas, existen demasiadas cosas en juego. Sin embargo, Yuuri espera y no parece muy interesado en ser paciente, por ello decide arriesgarse y esperar que la suerte este de su lado en esa oportunidad.
—Está bien, acepto tu apuesta.
No sabía bien como podría lograrlo, pero si era capaz de romper el estúpido orgullo de aquel omega ganando la apuesta que le permitiría mayor capacidad de movilidad, estaría dispuesto a todo.
El japonés sonrió victorioso ante sus palabras y tan pronto como sellaron su apuesta, este le lanzó contra la cama, posicionándose encima del alfa sin problemas. El reto había comenzado.
Yuuri fue el primero en iniciar el juego, con ojos encendidos, tomo con fuerza la ropa del coronel ruso para romperla y hacerla aún lado de la habitación para luego tomar su cuello para besarlo, Víctor hubiera querido silbar de diversión por la acción tan impulsiva del omega, pero en ese momento no tenía permitido distraerse, estaba en ese momento dentro de una batalla sin cuartel en donde se arriesgaba el cuello y su libertad.
Con una chispa de rebeldía encendiéndose en su cuerpo, convirtiéndose en una llama furiosa, el ruso alzó el rostro de Yuuri para que le viera. Este no pudo evitar verle sorprendido, cambiando su expresión a una colérica, pero antes de que este se atreviera a golpearlo, lo tomo de los hombros y reclamo los labios del japonés. La acción había sido tosca, Víctor debía reconocerlo, pero estaba en una situación donde no podía darse el lujo de ser delicado, y aunque el japonés se resentía ante los besos, aprovechando las ventajas de la ropa que este llevaba, comenzó a pellizcar sus pezones, sorprendiéndolos y arrebatando jadeos que eran callados por sus bocas. Al paso que iban, la ventaja estaba clara para el coronel ruso quien no podía evitar galardonarse, lo que simplemente no espero que el omega tomara su miembro entre sus manos comenzando a acariciarlo. Víctor no quiso quedarse atrás y tomo el pene erecto del japonés entre sus manos, comenzando una masturbación conjunta a la par de sus besos.
Alimentados por el fuego que ellos habían creado, ambos daban lo mejor de sí para hacer caer al otro, pero sintiendo como el calor les consumía de una forma que jamás pensaron sentir con otra persona. Abandonando el pezón izquierdo, Víctor bajo su mano hacia las nalgas del japonés hasta introducir un dedo en su suave interior. De repente Yuuri soltó los labios de Víctor, sosteniéndose de sus hombros como una tabla salvadora, el temblor comenzaba a tomar todo su cuerpo mientras los dedos expertos del ruso acariciaban esa zona que únicamente era tocada por Yuuri cuando este se preparaba a si mismo antes del sexo.
—No... ¿Qué estás? —las palabras apenas salían de la boca del omega, con sus mejillas completamente enrojecidas, se removía ante las caricias, que eran tan diferentes a las que el mismo se daba. Los dedos de Víctor eran más grandes y alcanzaban lugares que el omega no lograba llegar por sí mismo, el ruso pareció notar eso y sonrió victorioso de su descubrimiento.
En aquella ocasión, teniendo al omega frente a sí, con una mayor disposición de su cuerpo, con una mano sostenía su cadera mientras que con la otra comienza a pellizcar su pezón izquierdo mientras mordía el derecho, sus dedos repasaban un movimiento suave pero lo suficientemente profundo para que pudiera alcanzar todos los lugares que el omega ansiaba alcanzar.
Yuuri por su parte ya no sabía qué hacer, aquello era demasiado. Nunca nadie le había hecho sentir de ese modo, tocándolo intensamente, pero con una suavidad tortuosa que, hacia querer mucho más, estaba encontrándose al límite del placer, con su mano empezó a masturbarse rápidamente buscando su liberación, pero su mano es detenida y alejada de su miembro, al alzar la vista, se encuentra con la divertida sonrisa del coronel ruso.
—No, no te correrás aun —estableció y el japonés se encontraba desesperado por la estimulación que sentía en todo su cuerpo.
El omega no puede evitar gemir de insatisfacción, tan cerca, estaba tan cerca del final. Solo un poco más y alcanzaría el cielo, cuando de repente su miembro es sostenido, apretando fuertemente la punta que hace que grite por el dolor que aquello implica. Molesto alza la vista hacia el responsable de su acción, encontrando la expresión burlona de su contrincante.
—Si suplicas que te deje correrte, entonces te soltare —expresó.
Yuuri escucha aquellas palabras que tan cercanas lo llevan al punto que él desea, pero entendiendo lo que implicaría, se niega a decirlo en voz alta. Sabe que desea correrse, su cuerpo se lo pide y está claro que ha perdido la apuesta que el mismo ha llevado a cabo, pero es terco y no quiere dejarse vencer tan fácilmente por un alfa. Mas Víctor sabe que solo falta un poco más para hacerlo caer y logra introducir más sus dedos, acariciando aquel lugar que hace que Yuuri pueda ver las estrellas. Este lo hace un par de veces hasta que la mente de Yuuri deja de funcionar, su cuerpo ya no puede más y solo exige una liberación, ha pedido la batalla.
—Por favor... déjame correrme*
El omega lo dice en japonés, pero el coronel ruso puede entender por su tono aquello que quiere decir y sonríe victorioso, con un estremecimiento recorriéndole la espina dorsal hasta concentrarse en su miembro que se remueve ansioso, suelta el pene de Yuuri para tomarlo de sus caderas, entonces le susurra al oído.
—Es momento de tu recompensa.
Penetrándolo de golpe, Yuuri se viene por la sobre estimulación que implicaba el ingreso de aquel pedazo de carne caliente dentro de él. Víctor, aprovechando el apretar de las caderas del omega, no duda en comenzar su movimiento estando ya pronto al límite de su propia resistencia. Jamás hubiera esperado que los besos y jadeos de aquel omega pudieran llevarlo a un éxtasis tal, capaz de hacer que casi se corriera de solo escucharlo. Empujo sus caderas escuchando los gemidos de placer del japonés que se sostenía fuertemente de su cuello hasta no poder contenerlo más y se corre en el interior de este, el crecimiento del nudo en conjugación del segundo orgasmo de Yuuri hacen que suelte un intenso gemido que solo provoca más placer en el alfa.
Con la habitación nuevamente en calma, apenas escuchándose el sonido de sus respiraciones aceleradas. El joven omega es incapaz de levantar la mirada al verse visto derrotado, sus orejas están rojas de la vergüenza y la presión del nudo de quien fuera su contrincante, le impide alejarse y salir corriendo de esa bochornosa situación. Sabe que ha perdido y no puede encontrarse más decepcionado al respecto, pero evitando que Víctor pueda tomar la delantera ante cualquier palabra, decide tragarse el orgullo y aceptar su derrota.
—Nikiforov ¿No es así? —le llama, Víctor tiene el rostro rojo, pero lo baja un poco para poder ver el rostro del omega, sus ojos brillan cuales llamas del infierno—. Te propondré un trato.
Despues de 84 años, finalmente tenemos por esta semana una actualización de Omega Domination, la habia escrito hace ya unas semanas pero la habia dejado preparada para esta semana de la CristalFest Elle 2019. De verdad lamento la tardanza de casi un año, pero estaba bloqueada con esta historia por a las escenas sexuales, me bloquee y fue gracias al inktober 2019 que pude salir del bloqueo casi por arte de magia, tengo adelantados ya tres capitulos que ire subiendo cada dos semanas para ir avanzando en su actualización. Tengo en emisión al menos 10 historias por lo cual les pido algo de paciencia, quiero terminar las que llevo más avanzadas (como El principe del hielo) por lo cual he estado afincandome en ella tambien.
A lo largo del dia estare publicando aspectos relacionados a los personajes, así que no se extrañen si ven publicaciones del libro durante la mañana-tarde, tambien habran datos interesantes en mi grupo de facebook con el CristalFest, así que esten muy atentos a ella :D les dejare el link del grupo en un comentario si gustan acompañarme esta semana
Pronto se nos vienen capitulos muy interesantes así que esten muy atentas, tambien las invito a pasar por mis otros fics si no los han leido :D
Espero que les haya gustado el capitulo, muchos saludos desde Venezuela.
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