Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

07


ωμέγα φεγγάρι

Las cigarras y los pájaros cantaban en diferentes ritmos, el viento soplaba suave y ameno sobre la hierba, el campo verde lleno de parcelas y árboles. Un chico posado en una escalera cortaba hábilmente los frutos maduros que estaban en el árbol frutal para después colocarlos en una canasta que se estaba amarrada a su fina cintura, tarareaba alegre una canción que se acababa de inventar, a ratos limpiaba su sudor con su antebrazo para impedir que este entrara a sus rasgados orbes. Sonrió cuando a sus espaldas escuchó aquella voz que le alegraba los días de trabajo, giró su torso para verle, cubrió su boca con su pequeña mano y se sonrojó al ver que el joven que venía a verle traía un ramo de flores exclusivamente para él.

—¿Quieres que te ayude bebé?

Ah ese apodo le revolvía las entrañas.

Asintió, vio como su novio se arremangó su camisa blanca dejando ver sus brazos delgados y como dejaba el ramo de flores que traía para él en el pasto. El castaño desamarró la canasta de su cintura repleta de manzanas y se la tendió al joven que ya le esperaba con los brazos abiertos, el rubio la recibió, la cargó para posteriormente dejarla en el suelo, giró su cuerpo y ayudó al delgado a bajar de la escalera en la que estaba sentado.

Llegaste temprano TaeTae.— El omega puso sus manos en el pecho del rubio que le abrazó desesperado por la cintura para después hundir su nariz en la curvatura del cuello del omega, restregándose contra él tratando de marcarle con su aroma, soltó un gemido gustoso al oler el aroma dulzón de duraznos y caramelo en el omega que le volaba los sentidos.

No pude aguantar más tiempo, te extrañaba mucho JiMinnie.— Murmuró el rubio oculto en el cuello del delgado que le acariciaba suavemente su espalda, salió de su escondite e hizo un puchero que pronto se vio desvanecido por un beso que le dio su omega. La pareja sonrió contenta ante el contacto, pero pronto se vieron necesitados de más cariño, sus belfos encajaron y se movieron gustosos más de un par de veces, detuvieron sus caricias hasta que el castaño se apartó sonrojado al escuchar la voz lejana de su abuela llamándole a la distancia.

Debo de llevar las manzanas con Nana.— El rubio asintió mientras veía los hinchados belfos de sus pareja, perdiéndose en el brillo adquirido por la baba. Sonrió levemente y juntó sus frentes perdido en la esencia del chico.

Después de eso podremos irnos.—El omega levantó las cejas sugerente mientras soltaba una pequeña risilla nasal, el alpha aprovechó la posición de su novio y le nalgueó mientras sonreía pícaro, JiMin le golpeó el pecho juguetón.

Tae, ¿me puedes ayudar a cargar la canasta? Pesa mucho.— JiMin formó un puchero y el alpha asintió frenéticamente sonriente, le gustaba ayudar a su omega.

Lo que mi nene pida.— Joder, sí que estaba enamorado.

Como su omega le había indicado cargó la canasta hasta donde estaba su abuela con otras personas cosechando manzanas. La anciana sonrió al ver a la pareja caminar hacia ella.

Taehyung saludó con su usual sonrisa cálida a todos y pronto se robó al pequeño nieto de la anciana.

Ambos jóvenes subieron al caballo del rubio que les llevó a su lugar especial entre las montañas, inmersos en su burbuja armaron un pícnic improvisado cerca del lago en donde solían ir a nadar, nadaron entre el agua y las rocas, sus lobos fueron liberados, dejando atrás a su forma humana para después juguetear entre el verde césped silvestre. Después de un par de horas los lobos se acurrucaron sobre la capa del alpha, vieron el sol esconderse detrás de las montañas tiñendo el cielo de un hermoso violeta, mientras se lamían y ronroneaban gustosos de estar juntos. Sus corazones bombeaban vida a su cuerpo por estar juntos.

El lobo rubio lamió detrás de la oreja del castaño y rozó su nariz húmeda contra el largo pelaje caoba marcando territorio.

Eres mi todo Minie...

JiMin sonrió nostálgico al recordar sus vivencias  con su novio, movía la cuchara dentro de aquella cazuela en la lumbre a la par de que recordaba la voz de su alpha diciéndole que le cocinara su postre favorito. Realmente le extrañaba, hacía tanto que no lo veía y enserio en esos momentos necesitaba de su presencia.

Consternado brincó cuando oyó la voz de una sirvienta alagando su postre. —Vaya realmente huele muy bien, apuesto que será del gusto de todos.— El castaño le sonrió agradecido mientras meneaba la cuchara de madera dentro de la mezcla.

—Mi abuela me enseñó a hacerlo, siempre solía prepararlo en épocas de frío. Aún falta dejarlo reposar para que tome forma.— La beta miraba atenta lo que decía el omega, a ratos preguntaba y opinaba sobre lo que las manos delgadas hacían en la lumbre. El joven con ayuda de la sirvienta sacaron de la lumbre la olla en la que burbujeaba el dulce de frutas, lo colocaron en la mesada de piedra y lo comenzaron a servir en tazones para que enfriara.

La sirvienta veía asombrada como el omega se movía habilidosamente, a sus ojos el niño era una grandiosa persona. —Eres un omega muy lindo. Realmente eres el paquete completo.— La mujer alagó al omega que negaba sonrojado.

—Es verdad, sabes hacer muchas cosas, ¿verdad qué es asombroso Yeri?— Otra mujer que fregaba con fuerza una cazuela en el suelo le miró con el ceño fruncido mientras jadeaba sorprendida.

—¿Qué cosas dices? Él no es asombroso, es una prostituta barata que el rey se dictaminó a salvar. Te apuesto que si no hubiera sido por nuestro rey él seguiría abriéndole las piernas a cualquier alpha que se le atravesase.— La mujer quitó de su rostro el sudor y vio como el omega abrió los ojos ante su comentario, JiMin apretó los labios al recordar las palabras de su mejor amigo. Rechistó y botó el cucharón de madera sobre la mesada para después salir corriendo de la cocina consternado por lo que le acababa de decir aquella mujer delgada.

—¡JiMin! ¡Espera!— La beta trató de detenerle, pero se vio interrumpida por su compañera.

—Déjalo, no vale la pena ir tras él.— La contraria le miró con coraje mientras negaba —¿Qué infiernos dices? Él no te hizo nada, incluso hizo el trabajo que tú no terminaste, deja de ser una perra con ellos.— Yeri aventó el cepillo con el que lavaba la cazuela y se levantó del suelo para enfrentar a la otra beta. —Deja de ser una lamebotas, esos omegas eran y serán unas prostitutas por toda su vida, la marcas en su muñeca son la prueba de eso.

—¡Cállate! ¿Acaso no te enseñaron modales mujer? Es de mala educación hablar a espaldas de la gente.— Yeri abrió los ojos sorprendida al oír la voz de su superior a sus espaldas, giró su cuerpo e hizo una reverencia completa.

—Príncipe YoonGi, discúlpeme. Fui una insolente al decir tales barbaridades.

El pelinegro sonrió macabro al ver la sumisión de la beta. —¿Enserio lo lamentas o sólo lo dices para que te deje ir? Sería una verdadera lástima que tu familia se quedara sin comer por tu culpa ¿no lo crees?

La beta abrió sus ojos oscuros ante la mención de su familia, tembló ante el pensamiento de ser despedida por sus acciones. Llevada por sus emociones se arrodilló ante el alpha pidiendo piedad para que no le echase del castillo.

—Piensa en lo que ellos sufrieron, imagina que mañana secuestraran a tu hermana ¿Qué harías? ¿También la llamarías prostituta? Piensa en eso Yeri, levántate.— El alpha abandonó la cocina dejando a la beta arrodillada en el suelo de la cocina.

Chasqueó la lengua cuando había recordado a qué iba a la cocina, negó con la cabeza y dirigió sus pasos a una sirvienta que limpiaba el piso del pasillo, le dio indicaciones y cuando terminó decidió ir en busca del omega que había chocado con él cuando le vio salir apresurado de la cocina. Paró uno segundos para pensar en donde podría estar el omega, eligió el jardín como primera instancia, dirigió a su cuerpo hacia aquella parte del palacio en donde le había visto repetidas veces.

Las plantas y los árboles le recibieron con sus grandes sombras frondosas, caminó y miró a sus alrededores buscando al omega castaño, el alpha estuvo a punto de irse cuando escuchó a alguien cortar algo, asomó su rostro y le encontró con una rosa carmín recién cortada entre las manos, el omega juntaba sus labios formando un pico a la vez que quitaba con cuidado las espinas del tallo. Alzó una ceja curioso al no ver resentido al omega como él esperaba, se acercó y le llamó suavemente para llamar su atención, cuando el menor le vio hizo una reverencia y no le miró a los ojos como el hubiera querido.

—¿Está bien? Pude escuchar algo de lo que dijo Yeri. No te preocupes será castigada por lo que hizo.

El omega le miró unos segundos antes de negar con su cabeza. —No, no quiero que la despidan por mi culpa, sería una lástima que perdiera su empleo por algo así.

El alpha frunció el ceño y le miró atónito ante lo que decía el omega, mientras el contrario admiraba la rosa entre sus regordetes dedos.

—JiMin-ssi ¿por qué dice eso? Yeri le insultó. ¿No está molesto?

Miró atónito al omega que frunció los hombros restándole importancia al asunto.

—Yeri tiene razón... sólo soy un campesino ignorante que fue abusado. No le encuentro sentido pelear con alguien que tiene razón, además no tengo el derecho de insultar a quien me da techo y alimento.

El omega acarició embelesado la rosa carmín que sostenía en su diestra, no mirando al alpha porque sabría que se intimidaría y se sometería ante los orbes grises que siempre le miraban con destellos.

—No eres eso JiMin-ssi, eres un omega muy fuerte, digno de admirar. T-tu alpha... tu alpha es muy afortunado al tenerte.— Las últimas palabras le quemaron el esófago, su lobo se sentía ofendido y molesto con él al mencionar a la pareja del castaño. Y como si JiMin lo sintiera levantó sus orbes miel para mirarle fijamente.

Las pupilas se le dilataron al azabache al ver una hermosa escena que le revolvió el estómago, JiMin le tendió la rosa y le mostró una sonrisa bonita de labios.

—Gracias su majestad. Gracias por apoyarme.— Hizo una reverencia, le dio la espalda dispuesto a irse, sin embargo el alpha le llamó.

—JiMin-ssi, eres el único omega que no ha contactado a su familia... si gustas podrías escribir una carta para tu alpha.— El menor volteó su rostro interesado ante la mención de Taehyung, asintió con los ojos brillosos, pero pronto un color carmín se apoderó de el cuando cayó en cuenta de algo.

—Su majestad... enserio me gustaría poder escribir una carta, pero hay una cuestión... No sé escribir mi señor.— El alpha le miró unos segundos antes de tocarse la melena nervioso.

—Yo... podría ayudarle a escribir la carta y si gusta también podría enseñarle a escribir y leer.— Su corazón bombeaba nervioso, miró al omega y soltó el aire que retenía al verle. Sus ojos estaban llorosos y le sonreía completamente, sus hematomas ya estaban casi desvanecidos, su melena estaba volando con el suave viento, la camisa vieja que usaba se había movido por el aire dejando una parte de su cuello al descubierto y el sonrojo en las mejillas solo hacía que quisiera besarle hasta quedarse sin aliento.

Él ya tiene un alpha

Él no se fijaría en alguien como nosotros

Su lobo le habló advirtiendo, sin embargo él le ignoró y expectante esperó una respuesta del castaño.

El omega asintió alegre. —Sería para mi un honor aprender de usted mi príncipe.— Hizo una reverencia y el alpha no pudo evitar acercarse para poder tocar la suave melena castaña.

—Llámame YoonGi.






YoonGi es Conan y Tae Heather en esta historia JAJAJJAJA jqjdkwkdkwkd

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro