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Taehyung pasaba un pañuelo húmedo por los brazos de su Alfa. Esa era la única forma que había encontrado para mantenerlo limpio.
Desde hace una semana, se ocupa de todo lo que tenga que ver con su Alfa. Lo cuida, lo asea, está al pendiente de él. Sale únicamente para ir hasta su habitación a tomar un baño y cambiarse de ropa, luego regresa y no sale en todo el día.
Algunos días Jimin le llevaba comida, en algunas otras ocasiones Seokjin y así. Pues ellos sabían que si no le llevaban comida, Taehyung no iría por ella y no comería.
El Omega termino de pasar el pañuelo, suspiro y dejó todo lo que utilizo a un lado. Tomo asiento en la orilla de la cama y tomo la mano de su amado.
- Estoy esperando por tí amor mío, despierta por favor - Susurro el Omega.
Cada día, a cualquier hora, Taehyung solo podía pedirle a la diosa luna que le ayudara con su Alfa, así como le hablaba diariamente a su amado, para que regrese con él.
Afortunadamente la herida de su pierna estaba sanando satisfactoriamente, aunque Mark le explicaba que aún cuando despierte, no puede ejercer mucha presión, debe recuperarse al cien por ciento.
- Hace una semana los Reyes Jung se fueron a su Reino, la verdad es que se siente un poco la ausencia de ellos - El Omega hablaba a su Alfa mientras lo cubría con las sabanas y acomodaba las almohadas - Probablemente regresen cuando la Reina de a luz.
Tae llevo lo que anteriormente había utilizado hasta el baño, lavo los pañuelos y dejó todo en orden. Luego regreso a la habitación.
- Jiminie comienza a tener unos antojos un poco extraños - Tae sonrió - Justo ayer por la noche, despertó al Rey por qué tenía muchas ganas de comer fresas con miel. Aunque eso suena bien. Fue divertido ver al Rey con sueño y detrás de Minnie.
Taehyung suspiro y tomo asiento nuevamente. Le gustaba hablarle a su Alfa, aunque este probablemente no lo escuche, pero quería que Jungkook dentro de él, sepa que está a su lado y no se moverá de ahí nunca.
- Hay tantas cosas que debes saber mi amor. Tanto que quiero hablar contigo, tengo muchos planes y no los podré hacer... Si no estás aquí.
El Omega bajo la mirada y jugo un poco con la mano de su Alfa.
- Hay un local en el pueblo, está bastante cerca del castillo a decir verdad. Incluso hay un camino que se puede mejorar para llegar más rápido, en menos de cinco minutos. Quiero... En verdad quiero abrir una boutique, un lugar donde pueda exhibir no solo mis diseños, también Jiminie quiere crear joyas que el resto de personas pueda comprar. ¿Crees que es una buena idea?
El Omega volvió a suspirar por enésima vez, nuevamente bajando la mirada y sintiendo sus lágrimas acumularse en sus ojitos.
- Lo... Es...
Taehyung sintió su corazón detenerse, así como su aliento pausar. Escucho aquella voz que tanto ama, elevó la mirada y lo vio.
Jungkook comenzó abrir sus ojos lentamente, con un poco de dificultad y en el proceso, se aferro a la mano de su Omega.
- Kook... - Tae sintió su voz quebrarse y solo pudo lanzarse a los brazos de su amado y llorar sobre el pecho de este.
- Mi bonito... - Susurro Jungkook, logrando corresponder al abrazo de su Omega. Había extrañado tanto poder sentirlo.
- D-espertaste... - Decía entre hipidos el Omega - Estás bien, estás despierto... No sabes cuánto te extrañe, cuanto miedo tuve.
- Lo lamento cariño... Lamento haberte hecho pasar por tanto - Hablaba el Alfa, con un poco de dificultad. Pero sintiendo su corazón y a su lobo más tranquilos.
Ahora comprendía que logro sobrevivir y su hermano pudo rescatarlo. Solo recuerda como aquellos hombres lo apuntaron con un arco y luego perdió el conocimiento.
- No es tu culpa mi Alfa. Estás aquí, con vida, estás bien... - Tae se alejo un poco y pudo apreciar los ojos de su Alfa, acarició su rostro y lo admiro - No me vuelvas a dejar así... Por favor.
- Jamás mi bonito - Jungkook le sonrió a su Omega y lo abrazó nuevamente.
Jungkook le agradeció a la madre luna por aquella nueva oportunidad en su vida. Vio la muerte ante sus pies, pudo haber perdido la vida en más de una ocasión, pero siguió luchando y ahí estaba, con vida.
- Te amo Kookie, te amo mucho.
- También te amo mi osito. Tranquilo amor, estoy bien, estoy contigo ¿Sí?
Tae asintió y limpio sus lágrimas. Aún sin poder creer que su Alfa por fin despertó y parecía estar bien.
Luego de unos minutos, logro llamar a Mark, quien estaba en el comedor, el médico Omega se levantó y corrió hasta la habitación cuando se le fue notificado que el Príncipe Min había despertado.
Reviso la visión de este, le hizo preguntas rutinarias para asegurar que no haya alguna secuela y después pudo dar su diagnóstico.
- Estás en perfecto estado. Solo recuerda que tu pierna sigue delicada, así que deberás apoyarte de algún bastón para caminar, mínimo un mes.
- Entiendo, así será. Gracias Mark, gracias también a ti por salvar mi vida.
- Tendré que hacer alguna lista de las veces que lo he hecho - Bromeo el médico y luego salió.
Entonces pudo entrar Yoongi y Jimin a dicha habitación. El Rey Alfa, intento ser fuerte, vaya que puso todo de su parte para no romperse en el momento, pero... No lo logro.
Al ver a su hermano, aún sobre aquella cama, pero con sus ojos abiertos y ver cómo le sonreía con calidez. Min no pudo más que soltarse a las lágrimas.
Jimin lo empujó un poco, para que llegará hasta Jungkook. Así que el Alfa menor, tomo la mano de su hermano y lo jalo, logrando que este se sentará en la cama y solo así, Yoongi pudo abrazar a su hermanito.
Min lo abrazó fuertemente, asegurándose que realmente está ahí, con vida. Mientras Jungkook debía admitir que estaba sorprendido, jamás su hermano había llorado por él, siempre lo reprendía o le daba órdenes, pero esto era algo nuevo.
- Perdóname por haberte enviado a ese lugar. No debí de enviarte a tí, jamás volverá a ocurrir hermano.
- No pidas perdón Yoongi, no es tu culpa. En verdad, estoy bien. Además, debemos buscar siempre el lado bueno, si todo esto no hubiese ocurrido, no sabríamos que los Park tienen a mucha gente de su lado.
- En eso tienes razón. Pero mírate, casi mueres, si no hubiese llegado a tiempo...
- Pero llegaste, así que no te culpes más, no lo hagas. Por favor.
Yoongi asintió y limpio sus lágrimas. De verdad que su frío corazón se había derretido por completo, por qué ahora amaba y protegía más que nunca a su familia.
- Eres mi hermano menor y ante todo debo protegerte, así que no saldrás más a ningún tipo de misión, te dedicarás a deberes del Reino por un largo tiempo. Sobre todo, a estar al lado de tu Omega. ¿Bien?
- Como ordené mi Rey - Jungkook río y Yoongi también.
Entonces Jimin se acercó y le regaló un cálido abrazo a su cuñado.
- En verdad me alegra mucho que estés bien pequeño Kook...
- Soy mayor que tú Jiminie - Bromeo el Alfa.
- Lo sé, pero también eres como mi hermanito, así que me preocupo por ti, por mi Tae, ustedes son nuestros pequeños. Siguen después de nosotros. Saben que si un día nosotros no estamos, ustedes deben tomar el Reino.
- Pero eso jamás sucederá, así que no se preocupen más. Estoy bien, que es lo importante.
- Por lo pronto, descansa Kook, prepararé una deliciosa sopa para tí. Debes reponer energías.
- Gracias Jiminie.
La pareja de Reyes salió de la habitación, dejando a Tae y Jungkook dentro.
El Omega ayudó a su Alfa a sentarse en la cama, luego le dio agua y acomodo las sábanas, mientras Jimin llegaba con algo de comida para Jungkook.
- ¿Tú sabes si hay más información sobre quienes están detrás de la emboscada? - El Alfa preguntó a su Omega.
- Bueno, al día siguiente que te trajeron. El Rey Min trato de sacarle información a un tipo que habían traído con ellos. Era parte del enemigo, hasta donde se, lo torturo e hizo de todo para sacarle algo, pero... Pues el hombre no dijo nada, se mordió su propia lengua así que...
- No lograron nada - El Alfa suspiro y Tae negó.
- No. No tenemos pistas reales de que los Park estén detrás de todo esto, todos esos hombres murieron.
- ¿Han hablado con Jay-B?
- Yo no, no podría decirte nada de él. No lo he visto ni una sola vez, pero puedo pedirle a Chanyeol que lo llame.
- Sí, por favor cariño. Quiero hablar con él.
- Bien, iré ahora. Luego iré con Jiminie por si necesita ayuda.
- Ve con cuidado.
Tae asintió y dejó un suave besito en los labios de su Alfa. Salió de la habitación y justo se encontró con Chanyeol.
- Channie - Llamo y el Alfa se detuvo - ¿Puedes decirle al guardia Lim Jae-Beam que el Príncipe Min quiere verlo? Por favor.
- Claro, yo le digo.
- Gracias - Tae se fue a la cocina.
Mientras Chanyeol fue en busca del guardia. Entró al área de habitaciones de empleados, fue hasta la de Jay y tocó dos veces.
- Jay-B, el príncipe Min despertó y solicita verte ahora mismo.
El guardia salió de inmediato, con sus ojos muy abiertos de la sorpresa.
- ¡¿De verdad ya despertó?! - Preguntó el guardia.
- Sí, hace como una hora. Ve, que quiere hablar contigo.
- Sí, voy... Yo voy enseguida.
El guardia se cambió enseguida y salió casi corriendo de su habitación, llegó hasta donde sabe es donde el príncipe está y tomo aire, tocó un par de veces y pronto escucho el "adelante" desde adentro.
Abrió lentamente y entró, su corazón estaba acelerado. Se inclinó ante su majestad y luego se irguió.
- Majestad, es un gusto saber que está bien.
- Gracias Jay. Ven - Jungkook llamo y el guardia se acercó - Siéntate.
El guardia observó el asiento y luego a su majestad. Jungkook le señaló, que tomara asiento y un nervioso Jae-Beam así lo hizo.
- Dígame majestad. Estoy a sus órdenes.
- Primero, me alegra saber que estás bien y que lograste escapar, se que no fue fácil para ti y también sufriste mucho daño. La verdad es que al inicio no confiaba mucho en tí, pero demostraste tú lealtad hacia el Rey, el Reino y hacia mi. Te debo una Jay.
- Es mi deber majestad. Tenía que llegar a como diera lugar e informar sobre la situación.
- Dime Jay. Mientras venías hacia acá, ¿No escuchaste o te enteraste de algo que pueda ayudarnos para saber más del enemigo?
El guardia pensó un poco, recordó lo que aquellos hombres que lo golpearon, dijeron.
- Sí, unos hombres dijeron que no debían dejar a nadie con vida. Que debía evitar que el Reino de Daegu siga intentando reclutar a más Reinos para apuntarnos. Qué solo así, lograrían ganarse lo que les prometieron.
- ¿Sabes que les prometieron?
- Mencionaron oro, diamantes, perlas y no recuerdo si también zafiros y todo eso.
- Entiendo. Tú sabes muy bien, cual es el único Reino que crea todo eso ¿No?
- Sí...
- El Reino de Busan - Jimin entró junto a Taehyung - Busan es conocido por su elaboración de joyas desde hace décadas. Aunque su producción a bajado, siguen siendo los creadores de ello.
- Entonces, ¿Podríamos decir que... El Reino de Busan está detrás de todo esto? - Preguntó Tae, dejando la bandeja de comida a un lado.
- Aún sin la pista que acaba de mencionar el guardia Lim. Para Yoongi y para mí, es más que obvio que mis padres y hasta Park Seo-joon están detrás de todo esto. Y es más que claro por qué lo hacen.
- ¿Por qué? - Tae preguntó.
- No quieren que Daegu siga siendo el Reino líder - Comenzó Jungkook - Además... Quieren a Jimin de vuelta.
- ¿A Jimin? Pero... - Entonces Tae comprendió mejor la situación, había estado tan preocupado y abrumado por lo de Jungkook que no pensó en todo ello antes.
- El Reino de Busan comenzó a deteriorarse desde que salí de ahí. Soy la razón del por qué no pueden producir más joyas. Pero... Se que Yoongi jamás dejará que regrese, así que no deben preocuparse, encontraremos la forma de evitar que Busan siga intentando atacar.
Aunque Jimin se veía tranquilo, Tae se dio cuenta que no era así. El Rey Omega les sonrió, mostrando tranquilidad. Una que no posee realmente.
- Por ahora come algo Kook, luego descansa, tú también TaeTae, lo necesitan.
Jimin salió de la habitación y se dirigió a su quiosco. Estando en la soledad de este, pudo soltar el aire que tenía retenido.
Siente miedo y no por él. Por su bebé.
Tiene miedo que su bebé sea un hijo de la luna y nazca con sus mismas habilidades, de ser así no irán solo tras él, también tras su bebé.
No sabe que planea Busan exactamente. Pero debe confiar... Confiar en su Alfa.
- Hace casi tres años que perdiste la pista del inútil de Eun-Seok - Dijo el Alfa Rey.
- Ya lo sé. Todavía no estoy seguro de dónde puede estar, perdí todo rastro de él. Aunque realmente ahora es lo de menos.
- Por ahora - Dijo la Reina - Recuerda que tenemos algo que le pertenece. Mejor dicho... A alguien.
- Por ella regresará, vendrá a nosotros y entonces... Podremos usarlo a nuestro favor. Eun-Seok era muy conocido por sus habilidades, es un entrenador de guardias y soldados. El mejor se podría decir, así que nos puede beneficiar - Comento el Rey.
- ¿Olvidas que también fui un jefe de guardia hermano? Puedo entrenar al que sea...
- Se que puedes. Pero tienes otra misión que cumplir y la de rango A, así que deja de intentar ser fuerte y creer que puedes con todo imbécil - Dijo con molestia el Alfa mayor - Debes concentrarte únicamente en tu misión.
- Estoy cansado de eso...
- Si tú fallas... - Se acercó la Reina - Perderemos no solo a mi querido Jimin, también a su maldito cachorro ¿Y sabes lo que eso significa? Perderemos la batalla. Así que deja de jugar, deja de ir y venir y tráeme a ambos.
- Para traerte a ambos, debo esperar a que Jimin tenga al bebé - Intento razonar el Alfa menor.
- ¡Puedes traerlo a él y que tenga al maldito engendro aquí! - Se desespero el Rey.
- Claro - Río con gracia el menor - ¿Sí sabes que Jimin tiene tres meses de embarazo? Traerlo a la fuerza puede provocarle un aborto y si eso sucede ¡Perderemos a ambas mercancías imbécil!
- ¡No me grites pedazo de idiota! ¡Soy tu Rey y tú hermano mayor!
- ¡Basta! - La Reina Eungene interfirió - No me interesa el tiempo que debamos esperar. Solo... Trae a Jimin junto con el cachorro - Suspiro la mujer - Mi Reino se esta cayendo a pedazos, Daegu es cada vez más fuerte y lo saben. Saben lo que necesito, para que el Rey Min se arrodille ante nosotros.
- ¿De verdad crees que tú maravilloso plan funcione? - Park Seo-joon se cruzó de brazos al escuchar a su no tan agradable cuñada.
- Yo pari a Jimin, fui yo quien lo llevo en mi vientre durante casi nueve meses. Así que se perfectamente como funciona su poder, se lo que debo hacer para que me dé más de lo que puede actualmente.
- Solo fuiste un recipiente Eungene, no te ilusiones.
- Sí, fui su recipiente. Pero con ello, también tuve la oportunidad de saber cómo controlarlo y por supuesto... Explotar su habilidad y acabar con él.
- Bien, como quieran. Regresaré, pero deben esperar a que ese bastardo nazca, de lo contrario no puedo traerlo así tan fácil. No tienen idea de la protección que Min le a dado.
- Tú haz lo que debas hacer - Park Joong-hoon hablo - Pero recuerda que no debes ser descubierto. Observa, analiza, escucha su plan, muévete sigiloso y cuando el momento llegue. Actúa, has estado escondido en el castillo de Min durante algunos meses, así que no dejes que te descubran antes ¿Entendiste?
- Lo he logrado estos meses. Nadie me a visto, más que el ex guardia personal de los antiguos Reyes Min. Pero tengo al imbécil de Hee-chul en mis manos.
- Por cierto - Eungene de pronto recordó algo importante - ¿Tú sabes que sucedió la noche antes que nos obligarán a salir de Daegu? - Preguntó la mujer.
- Su querido primogénito perdió al bastardo que llevaba en su vientre - Dijo sin más Seo-joon.
- ¿Qué? - Eungene preguntó en sorpresa - ¿Pero como sucedió?
- ¿No era eso lo que ustedes querían? - Le resto importancia el hermano del Rey.
- Claro, que más da. Sí lo perdió bien por él, tal vez así logremos que regrese y deje a ese bueno para nada de Kim.
- ¿Tú lo empujaste maldito idiota asqueroso? - Eungene enfureció - ¡¿Tú fuiste el responsable de que mi Jinnie casi muera?!
- No lo empuje yo. Solo le di la orden a Hee-chul. El anciano lo hizo, nadie lo vio, nadie dudo de él, por qué sigue siendo parte de los guardias que ahora solo vigila los pasillos. El hombre cumplió con mi orden, le dije que se deshiciera del bastardo que Seokjin llevaba, él solo encontró una manera y listo.
- ¿Cómo está Jin? - La Reina sentía preocupación por su hijo.
- ¿De verdad te interesa?
- ¡Es mi hijo maldición! ¡Mi sangre! ¿Cómo si quiera preguntas si me interesa?
- Por qué tú fuiste la primera en decir que se deshaceria del cachorro. Dejaste que mi querido hermano casi lo matará a golpes y no dijiste nada, ¿Ahora me dirás que te importa su bienestar? ¿En verdad te interesa como está? Solo perdió al maldito cachorro. Despertó dos semanas después y ya.
La mujer empuño sus manos al escuchar todo lo que Seo-joon le dijo. Pero desde que Seokjin escapó con el ex guardia, comenzó arrepentirse de haberle dado la espalda a su primogénito.
- Deja ya eso por la paz mujer - Bufó Joong-hoon - Si el inútil de tu hijo quiso esa vida ¿Qué quieres que hagamos? Déjalo y ya. Sabes que nuestros nuevos planes no nos permiten pensar en Seokjin. Pronto, Jimin tomara el control y sabes muy bien cómo lograremos eso. Así que olvidate de Seokjin de una vez por todas.
- Cuando mi plan funcione - Susurro la mujer, sintiendo rabia en su sangre - Entonces encontraré la forma de que mi Seokjinie regrese a mi, a su hogar, con su verdadera familia.
- Estás loca - Murmuró Seo-joon - Como sea. Regresaré ahora, les sugiero que se mantengan preparados.
- ¿Te irás ahora? - Preguntó Joong-hoon, dejando a un lado a su histérica esposa.
- Sí, mañana temprano partiré, así estaré llegando durante la noche a Daegu y podré ingresar fácilmente.
- No vuelvas a venir hasta que traigas contigo a Jimin y al cachorro. Mantente oculto - Ordeno el Rey Park Joong-hoon.
- Así será, por ahora iré a descansar, no tienes idea de lo complicado que es estando en aquella maldita torre que revisan cada semana.
Dichas sus palabras, Park Seo-joon se fue a su habitación asignada. Cuando entró, una sonrisa ladina se poso en su rostro.
Sobre su cama, se encontraba un mujerón. Totalmente desnuda y a su merced, con sus piernas abiertas y esperando gustosa para él.
- Ven cariño, atiéndeme antes que debas irte otra vez - Puchereo la mujer, llamando seductor al Alfa.
- Vaya sorpresa tan satisfactoria mi querida Suran - Sonrió ladino el hombre.
No espero mucho. Tan pronto como cerró con seguro, se despojo de todas sus prendas, estímulo su miembro y pronto, se subió aquella cama, acomodándose entre las piernas de la mujer y enterrándose en esta al instante, haciéndola gritar de placer y a él gruñir de gusto.
Shin Suran, había logrado escapar con ayuda de Seo-joon. Cuando el Rey Jimin la envío al calabozo en Seul, la noche de la fiesta de la Reina Heize y en medio de todo el casos, Seo-joon fue por ella.
El hombre necesitaría a una moza, una concubina en sus noches de celo. Por eso la saco, además que le serviría más adelante, no pensaba ser él quien críe al mocoso del Rey Jimin.
Park Seo-joon tenía todo perfectamente planeado junto al Rey Joong-hoon y la Reina Eungene.
Seo-joon tiene muchos años trabajando encubierto en el Reino de Seul, siempre bajo el mando de su hermano mayor. Nadie sabía que eran hermanos, Seo-joon siendo un bastardo claro, justo como los que Eungene odia.
Pero el Alfa les a sido fiel durante años, cumple con sus órdenes, los caprichos de Eugene y aunque los Reyes son tan idiotas que han cometido varios errores, Seo-joon siempre los arregla por ellos.
Cómo el haber permitido que el Rey Min se llevará a Jimin con él y lo hiciera su esposo.
Entre los planes de Seo-joon era, ser él quien se case con su querido sobrino, total. En esas épocas era común, luego de hacerlo su esposo, lo haría tener tantos hijos como fuera posible y así crear un imperio, pues el don de Jimin no sería solo de él.
Este sería heredado a cada uno de sus hijos.
Y si las leyendas de los hijos de la luna no se cumplen. Jimin sería el primero y el último hijo de la luna, que podría dar a luz a un cachorro y herdar su habilidad a estos.
De lo contrario. Si la leyenda se cumple. Jimin... Podría perder la vida en el parto y quizá hasta su cachorro.
¿Será que eso llegue a ocurrir?
Nadie lo sabía. Pero Eungene, pensaba que como su hijo al final contrajo matrimonio con su verdadero Alfa destinado y su cachorro es deseado, nada de ello ocurra, pues Jimin encontró al amor de su vida y probablemente su vida no sea tan mala como el resto de los hijos de la madre luna.
No se sabe. Pero desde que se enteraron que Jimin está en cinta, los planes de los Reyes cambiaron y dejaron de buscar la forma de traer de regreso a Jimin a pensar en como explotarlo a él y su cachorro.
Por qué querían más, necesitaba más oro, diamantes, gemas, zafiros, perlas y mucha joyería, toda la que sea posible. Para lograr ser mejor que Daegu.
Ahora solo esperaba ver, si sus planes saldrían a la perfección.
Park Seo-joon fumaba una pipa, mientras veía a través de la ventana, solo con un pantalón de pijama puesto y Suran sobre su cama, aún desnuda y con una sábana cubriendo su cuerpo.
- ¿Aún crees que es buena idea tomar como tuyo al inútil de Jimin? Es tu sobrino, eso es asqueroso - Dijo la mujer, poniéndose de pie y cubriendo su cuerpo con la sábana.
- No del todo. Con Joong-hoon compartimos padre, pero él heredó toda la sangre azul y como primogénito al Reino, yo poseo más la sangre de mi madre. Una simple empleada, así que no importa si Jimin es hijo de mi hermano o no. Además, recuerda que quizá ni siquiera posee la sangre de ellos.
- Aún así, no creo que lo logres. El idiota ese, está enlazado al Rey Min - Comento con ironía la mujer.
- Un lazo que yo mismo romperé - Respondió Park.
- ¿En verdad lo harás? ¿Crees poder lograr que tus manos toquen el cuerpo de ese idiota? - Provocó la mujer.
El Alfa se volteó y la miró desafiante. Se acercó amenazador a la mujer y la tomo del cuello, ejerciendo presión y logrando que está comenzará a sentir como el aire se le cortaba lentamente.
- Si logré cogerme a una pobre e insignificante perra como tú, ¿Crees que no lograré llevarme a la cama a ese hermoso Omega?
- D-emuéstrame... ¿Cómo lo harás? - Ataco la mujer, mostrando una leve sonrisa ladina.
Dejo caer la sabana y provocó con su mirada y palabras al Alfa.
Entonces Seo-joon ejerció más presión, luego la lanzo a la cama y disfruto ver cómo Suran tomaba bocanadas de aire. La mujer volteó a verlo y se subió hasta el centro de la cama, una vez más, abriendo gustosa sus piernas, para el hombre.
- Muéstrame Alfa... ¿Cómo lo harás?
El Alfa se lanzo a ella y no la soltó, el resto de la noche.
Pues él, sabía lo que hacía, sabía cómo jugar. Y si a logrado mantenerse infiltrado y oculto en el castillo de Daegu, justo en la torre todo aquel tiempo, a logrado salir y entrar de ahí más de dos veces.
¿Cómo no logrará cumplir con su orden?
De secuestrar a Jimin y a su cachorro a como de lugar.
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¿Qué les pareció este capítulo?
Se que se sorprendieron con la segunda parte del capítulo mis chiquillos. Pero pues así están los planes de Busan y decidí dejárselos para que se muerdan las uñas de la ansiedad cuando el momento se acerqué.
¿Creen que los planes de Busan se cumplan?
Sin más que decir... ¡Nos seguimos leyendo mis chiquillos!
⚠️¡ATENCIÓN!⚠️
En el siguiente capítulo habrán escenas explícitas sexuales, lemon +18, si dichas escenas no son de tu agrado, abstente de leer o dejar tú comentario innecesario. Puedes saltarte el capítulo si gustas.
Nos seguimos leyendo....
No olviden dejar su estrellita si les gusto el capítulo ⭐
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