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(1/7)

Las enormes puertas del palacio Min se abrieron y por ella ingresaron alrededor de tres carruajes con la bandera y escudo del Reino de Seul.

Algunos guardias en sus caballos y protegiendo los carruajes de sus Reyes dentro de estos.

Al detenerse, Jimin esperaba ansioso el poder ver nuevamente a Heize y sobre todo porque ahora eran ellos quienes visitaban su castillo, su Reino. Aunque en pleno invierno, pues desde que Jimin vive en Daegu, está permanece la mayor parte del año en invierno.

Pero de igual forma, la mayoría se había acostumbrado bastante bien al cambiante clima de Daegu. Algunos entendían que se debía por la naturaleza de su Rey Omega.

- Cálmate mi amor, te dará algo de la emoción - Susurro Yoongi a su esposo.

- No puedo detenerme Yoon, estoy feliz de poder verlos otra vez - Dijo un sonriente y emocionado Jimin.

El Rey Min solo pudo sonreír. Le agradaba mucho ver la emoción de su pequeño esposo, si Jimin es feliz, él también lo es. Después de pasar días mostrando tristeza constantemente cada que ve a su hermano aún sin despertar, ni mostrar un avance.

Verlo sonreír y ver su emoción le alivia y le da tranquilidad.

Justo en ese momento, Jimin casi salió corriendo al ver a Heize bajar del carruaje. La chica sonrió en grande y extendió sus brazos y recibió más que feliz el abrazo de su amigo, pues Jimin no solo es su Rey, es su amigo, un chico agradable, adorable y lindo.

- ¡Heize! ¡Estoy feliz de volver a verte! - Dijo un eufórico Jimin.

- Yo también Minnie, no sabes cuánto deseaba poder venir y verte. Mírate, tú cabello a crecido y ya me enteré eh - Los mofletes del Rey Omega se sonrojaron y mostró una tierna sonrisa - Felicidades Minnie, me alegra mucho saber que tendrás un cachorrito que solo será unos pocos meses menor que el mío.

- Gracias Heize, creme que también estoy feliz por eso. Dime, ¿Ya sabes más o menos cuando nacerá tu bebé? ¿Todo a ido bien?

- Pues... - Heize dirigió la mirada hacia su esposo y este asintió - Pues podría decirse que todo a marchado bien, mi bebé nacerá en dos meses aproximadamente, aún recuerdo cuando llegaron y tenía pocas semanas.

- Lo sé. El tiempo pasa demasiado rápido, pero vamos. Entren que aquí afuera es muy helado - Jimin tomo la mano de Heize y comenzaron avanzar.

Pero los pasos de Jimin se detuvieron cuando sintió un aroma nada conocido para él y que además... No le molestó, llamo su atención, el Omega volteó y frunció levemente el entrecejo.

De un carruaje que estaba atrás del que se bajó los Reyes Jung. Bajo un hombre, con un cierto parecido al Rey Hoseok. Un aroma atrayente, que hizo flaquear a Jimin y eso no le agrado, ¿Por qué debería de agradarle el aroma de otro hombre que no sea su esposo?

El Alfa, dirigió su mirada hacia Jimin, sintiendo un exquisito aroma a frambuesas, uno más lejano a vainilla y otro más. A leche materna, este último le desagrado al lobo del Alfa, pero este lo ignoró.

La belleza de aquel Omega lo cautivó, con un cabello largo, blanco, piel nivea y brillante, sus hermosos ojos azules con motitas celestes, unos labios gruesos y rosas y su porte físico encantando al Alfa.

Claro que no era ningún idiota, pues pronto se dio cuenta que aquella belleza de Omega, ya está reclamado, ya está enlazado y no con cualquier Alfa. Si no, que con el mismísimo Rey Min, pues el aroma a menta y vino comenzó a envolver por completo al Omega, oprimiendo un poco el natural del bello Omega.

Siendo así, como Jimin rompió la mirada con aquel Alfa y la dirigió hacia su esposo, Yoongi lo veía con seriedad, la cual pasó de inmediato aquel tipo que reconoció al instante y no entendía ¿Cómo es que estaba con vida? ¿Y por qué veía de aquella forma a su esposo?

Min dio unos pocos pasos y se interpuso entre su Omega y aquel Alfa. No agradándole que aún cuando dejo salir todo su aroma y envolver a su esposo, aquel hombre aún no despegará su mirada de este.

- Eun-Seok, compórtate - Susurro Hoseok a su hermano.

- Vaya, ahora el hermano menor debe controlar al mayor - Río con ironía el nombrado Eun-Seok.

- ¿Cómo demonios es que sigues con vida? - Preguntó Yoongi.

- Si lo preguntas de esa manera, hasta creería que fuiste tú quien mando asesinarme - Sonrió ladino el Alfa contrario.

- En este mismo instante deseo hacer eso, claro que la diferencia es que puedo hacerlo con mis propias manos - La seriedad en las palabras del Rey Min no desaparecía.

Eun-Seok río bajo y asintió. Mantuvo una sonrisa ladina y guardo silencio unos segundos.

- Tanto tiempo sin verte mi querido amigo - Dijo Eun-Seok.

- Lo mismo digo pedazo de idiota - Min sonrió ladino y dió unos pocos pasos, para luego abrazar a su gran amigo - ¿Qué demonios te pasó Eun?

Jimin no entendía nada, él juraba que su esposo estaba listo para matar aquel hombre. Pues este no despegaba su mirada de él. Incluso cuando Yoongi y el nombrado Eun-Seok se saludaron con un abrazo, este último siguió viéndolo. Algo que seguía incomodando al Omega.

- Deja de verlo - Dijo Min a su amigo, algo que solo Eun-Seok escucho y río ante ello.

- Me lo ganaste pedazo de imbécil - Dijo entre dientes el Jung mayor.

- Claro, moriste antes de tiempo. No me culpes, así que deja de verlo así por qué en verdad puedo matarte.

- Quiere decir que encontraste a quien te pusiera en tu lugar, vaya Min, ya era hora - Asintió Eun-Seok ante sus propias palabras.

Jimin por el contrario se molestó un poco, ¿Qué quiso decir ese tal Eun-Seok con "me lo ganaste"?

- Vamos Heize, quiero preguntarte algunas cosas - Le dijo a su amiga y está asintió.

La Reina Jung, le dio una sonrisa a su esposo y este la alentó a seguir a su Rey. Así que la chica sabía que tenía mucho que responderle a su amigo, pues Jimin no es ningún tonto y se dio cuenta de la complicidad de su esposo con el hermano mayor del Rey Jung.

Yoongi vio a su esposo irse y sabía que debía darle muchas explicaciones. Pronto hablaría con él.

- Vamos, creo que debes contarme que sucedió contigo, por qué en verdad te di por muerto - Dijo Min.

- Sí, bueno. Creo que debo contarte la verdad y por eso mi querido hermanito sigue molesto conmigo - Río Eun-Seok.

- Deja de reírte, que tú historia no me causa ninguna lastima - Bufó el Rey Jung.

Los tres Alfas entraron al castillo. Tenían mucho de que hablar y Heize tenía mucho que contarle a su amigo.

La historia real, sería larga.

~Flash Back ~


"Aceptaremos comprometerte en matrimonio con nuestro hijo menor, debes venir a nuestro Reino en una semana y así poder negociar. La unión de dos de los Reinos principales puede beneficiarnos.

Te estaremos esperando, pero recuerda no decir absolutamente nada, no pretendemos que todos los Reinos se enteren del don de mi hijo menor, si alguien más se entera, serás el único al que señalaré de traidor.

Att: Rey Park Joong-hoon"

Eun-Seok leyó nuevamente aquella carta que el Rey Park le había enviado la semana pasada. Había sabido ocultar todo muy bien de su hermano, no deseaba involucrar a Hoseok en aquel tipo de situaciones.

Jung Eun-Seok, Alfa y primogénito del Reino de Seul, el heredero al trono, con 27 años se vio en la obligación de tomar el trono de Seul. Algo que realmente no le molestaba, fue preparado para ello desde que era un niño, así que no fue de extrañar cuando comenzó los preparativos de su coronación.

Pero necesitaría una esposa, así que iba en busca de ello.

Eun-Seok le había dicho a su hermano menor, Hoseok que iría a Gwuanju y que en aquel Reino estaría esperando una bella doncella por él. Con la cual contraería matrimonio y sería su Reina.

Más no le dijo que realmente había conocido a un lindo chico en un viaje a Busan.

Accidentalmente choco con aquel lindo chico en su recorrido por los jardines del castillo de Busan. Eun-Seok logro apreciar la belleza del chico y aunque este simplemente se disculpó y luego salió corriendo, Jung pudo admirarlo a detalle. Con mucha curiosidad lo siguió y sin querer pudo ver como aquel lindo chico de ojos azules podía crear diamantes con sus manos y era al parecer el encargado de la joyería y productividad del Reino de Busan.

Con ello, Eun-Seok supo que se crearía su propia mina de oro. Aunque claramente no pensó correctamente las cosas, amenazó a los Park, les dijo que sabía sobre la grandiosa habilidad de su hijo menor y que debían entregárselo en matrimonio, sería su Rey, su esposo y podrían ambos Reinos beneficiarse del don del chico.

Los Park aceptaron, con mucha dificultad y renuencia, pero al final pensaron que casar a Jimin y convertirlo también en Rey, no era mala idea. Pero jamás querrían que su mina de oro se vaya de bajo su techo.

Es así, como Eun-Seok comenzó a planear su pronta boda cuando regreso a Seul, su error fue no decirle nada a su hermano de sus planes y decirle una versión totalmente diferente.

Justo ese día, se dirigía a Busan, para poder conocer mejor al chico y traerlo consigo a Seul. Presentárselo a su hermano y a su pueblo, como su Omega, su futuro Rey y esposo.

Eun-Seok sonrió satisfecho con su plan, además que se estaría ganando la lotería con aquel bello Omega. Es realmente hermoso, parecía un verdadero ángel.

Sin embargo, sus planes no resultaron como él quería. Pues justo en su viaje hacia Busan, lo interceptaron, intentaron acabar con su vida y él jura y está totalmente seguro que vio el símbolo de Busan en las vestimenta de aquellos guardias.

En su intento de escapar, fue lanzado a un barranco, rodó sin parar, se golpeó su cabeza y no supo mucho después de ello.

Cuando despertó, se sintió desorientado. No entendía nada, su mente estaba en blanco, veía un techo como de paja, frunció levemente el ceño e intentó recordar algo, pero nada parecía funcionar.

- Oh, ¡Por fin despertaste! ¿Cómo te sientes querido? - El Alfa escucho la voz de una señora, dirigió su mirada a ella y la observo.

- ¿Dónde... Estoy? - Fue su primera pregunta - ¿Quién... Es usted?

- Estás en mi cabaña querido, sufriste un fuerte golpe en tu cabeza y al parecer el río te trajo hasta aquí. ¿No recuerdas nada?

- No... Ni siquiera se quién soy - Respondió el Alfa.

- Eso no puede ser posible. ¿No recuerdas tú nombre? - El Alfa negó - ¿No sabes cómo es que sufriste ese accidente o algo de lo sucedido?

- No, en verdad... No se nada.

Entonces la señora decidió llamar al Alfa por el nombre de Seokie. Pues el hombre únicamente le dijo que recordaba algo de Seok, más nada, no tenía recuerdos, no sabía nada de él.

Jung Eun-Seok fue a parar a una lejana aldea, después de su caída, el río lo jalo y la corriente se lo llevo por largos kilómetros, tal parece que su cuerpo se atoro en una balsa y está lo llevo río abajo. Hasta detenerse con unos troncos, justo donde aquella aldea se abastecía de agua.

- Mi nieta te encontró - Comentó la anciana, mientras preparaba medicina para el joven - Llevas tres días inconsciente, por un momento creí que morirías.

- ¿Tres... Días? Eso es demasiado - Dijo Seok. Pero no quiso hablar más.

- Lo sé, pero no debes preocuparte de nada. Hasta que recuperes tus recuerdos, puedes vivir aquí. Solamente somos mi nieta y yo, se que necesitaremos ayuda de un hombre en esta humilde casa.

- ¿Y si alguien está buscandome? - Preguntó el hombre.

- Pues podrás irte con tu familia, por ello no debes temer. Aunque no puedo sacarte de aquí, sería peligroso, no se en qué circunstancias acabaste así muchacho y además, no puedo cruzar entre Reinos. Nuestra aldea, está conformada por pueblerinos que jamás aceptamos las leyes del Reino principal.

- ¿Reino principal? - Al no tener ni un solo recuerdo, Eun-Seok no comprendía nada de Reinos y mucho menos recordaba que él, iba a ser coronado como Rey de Seul.

- Te explicaré... - La anciana tuvo mucha paciencia al explicarle a detalle sobre cada uno de los Reinos, sus producciones y leyes, esperando que el joven recordará algo, pero no fue así.

- Es interesante realmente. Entonces, ¿Ustedes fueron desterrados de sus Reinos principales? - Preguntó el Alfa.

- Así es, nos dieron dos opciones, seguir las leyes al pie de la letra o irnos y jamás regresar, así es como se conformo está pequeña Aldea. No tenemos producciones alimenticias como en Seul, joyas como en Busan, o leyes y mucho dinero como en Daegu, pero somos felices aquí y disfrutamos de nuestra libertad.

- ¿Aún si no pueden viajar a otros lugares?

- No es que lo necesitemos realmente - Frunció los hombros la anciana - Ahora recuéstate, curaré tus heridas, luego te daré un poco de sopa, tus medicinas naturales y debes descansar.

Seok no refutó, obedeció a la anciana. Estaba muy agradecido con ella por su ayuda y cuidados.

Así es como comenzó a vivir en aquella aldea, siendo un miembro más de esta. Seok conoció a la nieta de la anciana. Lin Lany, ese era el nombre de la chica, muy hermosa, atractiva, dulce, amable y servicial.

Comenzó una bonita amistad con la chica, se cuidaban mutuamente y tal como lo dijo la anciana Lin, ellas necesitarían mucho la ayuda de un hombre en casa y así fue. Eun-Seok las cuidaba, las protegía y siempre las ayudaba en todo, mejoró muchas cosas en la cabaña y la gente de la Aldea lo recibió bastante bien. Aunque nadie lo reconoció.

Pues aquella Aldea había sido fundada muchos años antes que el nacimiento de Eun-Seok, y como ellos no podían viajar al resto de Reinos, no conocían sus rostros.

Un día cualquiera, Lany y Seok, fueron por agua al río. Mientras también cortaban algunas frutas de un árbol cercano.

- Lany - Llamo Seok.

- ¿Sí? - La chica volteó ante su llamado.

- Ven - Dijo el Alfa mientras observaba tras los hombros de la chica. Está no entendió, pero aún así, se dirigió hacia él Alfa.

- ¿Qué sucede? - Seok llevo a la chica tras su espalda, para protegerla.

- ¿Quién demonios eres? - Seok uso su voz de mando, lo cual asustó un poco a Lany, quien hasta ese momento se dio cuenta que un hombre los observaba muy cerca de donde anteriormente ella estaba cortando algunas frutas.

- ¿Cómo? ¿No me reconoces Eun-Seok? - El hombre sonrió ladino y salió de tras el árbol.

- ¿Eun-Seok? - El mismo Alfa mencionó su propio nombre en sus labios y aún así, no recordaba nada.

- Me sorprende, tal parece que perdiste la memoria. Mi querido hermano sigue buscándote, creo que se alegrará mucho cuando sepa que te encontré - Sonreía ladino el hombre.

- ¡Dígame que demonios quiere! ¿Quién es? - Eun-Seok estaba furioso. Tal parecía que aquel hombre lo conoce, pero no le daba ninguna buena espina.

- Alguien que logrará que por fin te vayas al infierno y dejes de ser una amenaza - El tipo sonrió una vez más y se fue, por dónde llegó.

- Tengo miedo Seokie, ¿Quién podrá ser ese hombre? Debe conocerte y no se ve una buena persona.

- Tranquila Lany, no debes temer, todo estará bien, ¿Sí? - Seok abrazó a la chica y por más que intentó recordar algo, no pudo.

Al regresar a la Aldea, le contaron todo a la abuela Lin. Lo que había sucedido.

- Solo te diré Seok, que te prepares, cuida a mi nieta ¿Sí? Jamás la dejes sola - La anciana les sirvió té a ambos.

- No las dejaré, a ambas - Aseguro Seok.

- Lo sé querido. Pero recuerda que yo, ya soy una anciana, mi nieta es joven, una chica que aún le falta por vivir.

Seok, sonrió hacia Lany y está le regresó la sonrisa. La anciana asintió para si misma y decidió que mientras ocurra lo que deba ocurrir, adelantaría sus planes con aquel par.

Durante una semana, la abuela Lin, comenzó a darle un té con cierta pócima a Eun-Seok, está logro que su aroma aumentará y Lany comenzará a sentir atracción física por Eun-Seok. Así como el Alfa por la chica.

- Dime abuela, ¿Qué me estás dando? Por qué no creas que no me he dado cuenta de todos los cambios - Enfrentó el Alfa.

- Solo quisiera que te casaras con mi nieta, ella gusta de tí, aunque no se, si tú lo hagas también.

- Lany me gusta, así que deja de hacer eso abuela, no solo estás logrando que Lany sienta atracción por mi, también el resto de chicas de la aldea comienzan a verme mucho. Y eso ya no me agrada.

La anciana río con gracia y sintiéndose satisfecha ante la respuesta de Seok, decidió que dejaría de darle la pócima.

Durante la siguiente semana, la abuela Lin, viajo a una aldea cercana, por provisiones, así que dejo solos a Lany y Seok, claramente las intenciones de la abuela eran otras y esperaba que todo funcionará.

La primera noche que Lany se quedó con Seok, no pudieron resistir su calor, sobre todo por qué el celo del Alfa llegó y aunque se quiso alejar de la chica. Ella no se lo permitió.

- Seokie, me gustas, en verdad estoy muy enamorada de ti, por favor... No me alejes - Dijo la Omega, hacia él Alfa en celo.

- No... Quiero lastimarte Lany - Intentó resistir el Alfa.

- No lo harás - La Omega sonrió, se acercó al Alfa y al darse cuenta que este no se negó, decidió seguir.

Todo inicio con un cálido beso, luego todo fue subiendo de tono, los toques, las caricias, sus ropas comenzaron a estorbar, hasta que quedaron desnudos y a merced del contrario.

Esa noche, se entregaron unos al otro, Lany sintió por primera vez lo que era hacer el amor y con un hombre del que realmente se había enamorado. Por otro lado, Seok se dio cuenta que Lany era la Omega de su vida, su mujer, su chica, solamente suya, la tomo, la amo, la adoro y la marco.

En aquella noche, Lany recibió la marca de su Alfa, ella la acepto con gusto y Seok muy orgulloso, dejo su marca en el terso cuello de su ahora Omega.

La mañana llegó y Eun-Seok fue el primero en despertar. Sonrió al ver a su Omega dormir entre sus brazos, aquella marca rosa en su cuello era ahora símbolo de su unión.

La despertó a besos y una vez que ambos estuvieron despiertos y después de una sesión de amor, se levantaron para iniciar su día.

Pero no todo podía ser felicidad, justo cuando pensaban salir de la cabaña e iniciar su día, un bullicio se escucho. Gritos de los aldeanos, disparos, flechas, caballos, soldados.

- Ven cariño - Seok llamo a su Omega y estaban dispuestos a escapar, pues la lucha por capturarlo había dado inicio.

Salieron por una puerta trasera, y comenzaron a correr, sin pensar en regresar o mirar atrás, hasta que un caballo se interpuso entre su plan.

- ¿A dónde tan deprisa querido Eun-Seok? - El mismo tipo de la vez pasada hablo.

- ¿Qué quieres? ¿Por qué debes atacar la aldea? Si es a mí, a quien quieres, llévame. Pero deja a esta gente en paz.

- Tal parece que mi plan no podrá cumplirse como deseo - Dijo el tipo - Te has enlazado Eun-Seok - Chasqueó el hombre - Así que me veré en la obligación de acabar contigo y tú querida Omega.

- A ella no le tocaras un solo pelo, ¿Entendiste? - Amenazó el Alfa.

Lany estaba aterrada, se ocultaba tras su Alfa, con sus ojitos nublados ante el pronto llanto. Su vida con su amado apenas iniciaba, ¿Y ya debía acabar?

- ¿Eso crees? - El tipo chasqueó sus dedos y de inmediato, Lany fue alejada de su Alfa a fuerza.

- ¡No! ¡Déjenla! ¡Sueltenla maldición! ¡Malditos bastardos! - Mientras sostenían a Eun-Seok, veía como su amada forcejeaba, lloraba y lo llamaba.

- ¿Qué tanto esperan? - Se cansó el hombre.

Justo dispararon una flecha hacia Lany, pero está jamás llegó hacia ella, pues su amada abuela, se interpuso y fue ella, quien la recibió.

- V-ete... - Murmuró la anciana hacia Seok, mientras Lany gritaba horrorizada, llamando a su abuela.

Seok logro soltarse y correr hacia la anciana, la tomo entre sus brazos lloro mientras le decía que no los dejará.

- Vete Seokie... No mires atrás y vete, mi querida Lany estará bien, te lo prometo. Pero... Debes huir.

- No... No puedo dejarlas, no así...

- Vete ahora mismo o... Yo misma romperé su marca y haré que olvides todo de ella... - Sentenció la anciana - Y sabes... Qué puedo hacerlo.

Eun-Seok cerró sus ojos, lloro y asintió. Jamás querrá olvidar a su amada y a su querida abuela Lin. Elevó su rostro hacia su amada Omega y está entre llanto le murmuró lo mismo que la abuela.

- Huye... Vete mi amor... - Dijo muy bajo, pero Eun-Seok la comprendió.

En un descuido, Seok logro correr, por más flechas que le eran lanzadas, ninguna lo alcanzó. Corrió hasta la punta de un acantilado y cuando el tipo en el caballo lo alcanzó, este solo pudo ver como Eun-Seok se lanzo y cayó al fondo de este.

- Maldición... - Murmuró el hombre - Bueno, me llevaré a tu amada, se que en algún momento regresarás e irás por ella. ¡Ya saben dónde llevarla! - Ordeno el tipo.

Lany fue encerrada en los calabozos en Busan, sin poder ver más a su amado Seokie, ni a su abuela.

Por otra parte, Eun-Seok. Logro sobrevivir a la caída. En los meses que vivió en aquella aldea, aprendió mucho de los adultos mayores, y estos le contaron que en el acantilado había como una cueva, donde se podía llegar fácilmente, pero tenía puntos ciegos.

Sin embargo, al caer, nuevamente goleó su cabeza, lo que provocó que se desmayará. Durante aquellas horas, todos los recuerdos comenzaron a llegar a la memoria de Eun-Seok.

Cuando despertó, su cabeza dolió y fue un golpe muy duro, recobrar la memoria y encima, comprender que el amor de su vida, a sido secuestrada.

Una linda chica de una aldea resultó ser su destinada y él tanto que había juzgado a su hermano por amar a una pueblerina.

- Te juro que iré por tí mi amor, no te dejaré, jamás te abandonaré mi amada Lany - Dijo para si mismo el Alfa - Y te haré pagar caro maldito Park Seo-joon.

Por qué sí. Eun-Seok, ahora recordaba que aquel tipo no era nadie más que su jefe de guardia. Park Seo-joon, el hombre que creyó era su mano derecha, es quien lo empujó y quiso matarlo, no una, si no que dos veces.

Jung Eun-Seok, no descansaría hasta ver en el mismo infierno al maldito traidor de Seo-joon y los Park.


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¡Holi mis chiquillos!

¿Qué les pareció este capítulo?

Espero que les haya gustado un poco sobre la historia de Jung Eun-Seok, en este caso el personaje representa al hermano mayor de Hobi.

La foto del personaje la dejé en multimedia.

Damos inicio a una maratón de 7 capítulos mis chiquillos. Por ahora les dejaré solo este, mañana les subiré tres capítulos y el 31 serán los otros tres.

¡¡Feliz cumpleaños a nuestro bello osito de Tae!!🥳🎁💜



Sin más que decir... ¡Nos leemos pronto mis chiquillos!

Bye💜

No olviden dejar su estrellita si les gusto el capítulo ⭐

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