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👑 ⁶⁵ 👑

Dos semanas tenía el príncipe Park Seokjin de estar inconsciente.

Dos semanas desde que ocurrió el fatídico accidente en donde perdió a su cachorro y lo que es aún peor, él no lo sabe.

Sus signos vitales se habían normalizado, según Mark, el príncipe estaba fuera de peligro, pero aún no estaba seguro de cuando podría despertar y todo ello dependía del estado interno del mismo Omega.

Namjoon, diariamente le hablaba a su amado, le pedía que despertará y que regrese a él. Pero nada parecía cambiar, todo seguía igual y aunque agradece internamente que su amado haya mejorado y que esté fuera de peligro, desea con todo su corazón que despierte y este a su lado, sonriendo y siendo felices.

Todos en el castillo esperaban que Seokjin despierte, regrese a ser él. Sobre todo su Alfa y Jimin, quien todos los días visitaba a su hermano y también le decía palabras dulces y que deseaba verlo despertar.

Sin embargo, nadie sabía lo que Seokjin vivía en su interior, la razón del por qué no despertaba. Solamente él.

Un hermoso bosque con bellas margaritas por doquier.

Un sol brillante, que iluminaba los frondosos árboles, las hermosas flores, el resplandeciente río y los lindos animalitos indefensos.

La fresca brisa acompañado de una calma y tranquilidad tan reconfortante. Que Seokjin jamás quería despertar de esa tranquilidad, sobre todo por qué ahí tenía todo lo que lo hacía feliz.

Su familia.

- Es hermoso - Dijo el Omega a su Alfa.

- Lo es cariño - Namjoon abrazó a su amado y ambos sonrieron al ver a su lindo bebé correr por el pasto y jugar alegremente con las bellas mariposas.

¿Por qué Seokjin querría despertar de ese mundo?

Aún cuando su lobo le imploraba que despertará, que su verdadero Alfa esperaba por él. Seokjin lo ignoraba constantemente.

- Iré por algunas frutas cariño, regreso pronto - Namjoon dejo un dulce beso en la mejilla de su Omega y se levantó.

Junto a su pequeño bebé, fue en busca de algunas frutas, mientras un sonriente Seokjin los veía reír y disfrutar del día.

- Debes despertar Seokjin - El Omega escucho, pero ignoró - Está no es la realidad y lo sabes. Debes afrontar tu vida real...

- No - Respondió Jin y vio por unos segundos a su lobo, quién estaba a su lado - Eso jamás.

- Sabes que para ti han pasado años aquí adentro, allá afuera son semanas. La realidad espera por tí, tú sabes perfectamente por qué no quieres despertar, pero debes hacerlo. Por tu Alfa y por tí.

- Mi Alfa está aquí, mi bebé está aquí. ¿Por qué debería regresar? Tengo a mis dos amores conmigo... Con vida...

Los ojitos de Jin se nublaron al decir aquellas palabras. Pues aunque él no quiere aceptarlo, sabe perfectamente... Que en el mundo real su bebé ya no está.

- Puedes pasar todo el tiempo que desees aquí. Pero en el mundo real, tú Alfa te necesita, llora y te implora regresar diariamente. No tienes la culpa de lo que sucedió...

- La tengo - Los ojos de Jin se oscurecieron - Es únicamente mi culpa, si yo no me hubiese levantado con un absurdo antojo sin decirle a mi Alfa, esto jamás hubiera ocurrido.

- Sabes perfectamente Seokjin... Que iba a pasar.

- ¡No!

El clima de pronto se puso oscuro, las nubes comenzaron a cargarse de agua, el hermoso y brillante bosque se convirtió en un horrible pantano, en un lugar tenebroso y es que era Jin quien controlaba el ambiente y estado de aquel lugar, según sus emociones y sentir, asi era el aspecto del lugar en el cual se encontraba.

- No vuelvas a decirlo - Jin dijo amenazador y su lobo bufó.

- ¿Por qué no quieres verlo? Sabes muy bien que a mí también me duele, soy una parte fundamental de tu vida y te lo dije, te lo advertí, únicamente que tú no quisiste decirle a nuestro Alfa.

- Tenía miedo - Jin susurro con el llanto en su garganta - ¿Y si él me deja al despertar?

- No lo hará, de haber sido así, se habría ido desde que perdimos a nuestro bebé y sigue allá, rogando y esperando por tí.

- Es mi culpa - Seokjin sollozó.

- No lo es Jin - El lobo razonó - Nuestro cachorro no hubiese sobrevivido aún después del parto, venía con muchos problemas cardíacos, respiratorios, de salud en general. Pasamos mucho tiempo huyendo, en medio de climas fríos y nada recomendados para ti. Si no hubiese perdido la vida de esta forma... Lo habría hecho de cualquier otra.

El Omega bajo la mirada y comenzó a llorar, con su corazón roto. Una tormenta se hizo presente y parecía que el cielo se caería a pedazos.

Cuando el corazón del Omega estaba roto, su sueño y anhelo por tener a su familia desaparecía. La ilusión de Namjoon y su bebé se esfumaba.

Como en ese instante. Solo eran él y su lobo, este último tratando de hacerle entender que no estaba bien que siguiera en aquella ilusión creada por su mente y deseos.

- Dame... Dos semanas - Susurro Jin al lobo.

- Dos semanas allá afuera, pero serán más de treinta años aquí adentro - Dijo el lobo.

- Lo sé... - Jin hipeo - Pero solo así podré ver la hermosa vida que mi bebé hubiese tenido de cualquier forma. Solo te pido eso, por favor.

- Dos semanas es mucho Jin...

- Por favor - Rogó el Omega.

- Está bien, prométeme que después de eso, regresaremos - Dijo el lobo.

- Lo prometo - Aseguro el Omega.

Es así, como Jin se mantuvo en aquel profundo sueño durante dos semanas más. En la realidad fueron dos semanas realmente, pero dentro fue más de treinta cinco años.

Pudo ver a su cachorro crecer, pudo ver como se convertía en un adolescente, luego un hombre y como... Finalmente fallecía antes que sus padres.

Entonces Jin comprendió, que lamentablemente su cachorrito no tendría una vida larga, aún si hubiese nacido sano, en su adultez hubiese muerto joven.

Pero logro disfrutar de él, de todas sus etapas y se vio a él y a su Alfa, siendo esposo, buenos padres, una familia feliz. Se vio siendo ancianos y disfrutando de una vida junto a su bebé hasta su último día.

Quizá fue cruel aquel último regalo que la madre luna decidió darle aquel lindo Omega. Pero Jin supo apreciarlo, disfrutarlo y amarlo, valorar lo que la vida le regalaba y que no todo siempre sería perfecto.

Ahora el Omega estaba listo para regresar a la realidad y afrontar el verdadero dolor que sentiría, el vacío de su vientre en sus brazos.

Pero aún, tiene a su Alfa y hermano. Que jamás lo dejarán solo.

Pero, ¿Qué habrá ocurrido en aquellas dos otras semanas?

Las primeras dos semanas que Jin se mantuvo inconsciente, trataron de encontrar al culpable por todos los medios, pero no lo encontraban.

Interrogaron a cada uno de los guaridas y empleados, pero nada dio resultado, todos negaron el haber visto algo y los que debían cuidar el pasillo fueron castigados por el Rey Min.

Pero la duda seguiría, ¿Quién empujó al Omega?

Los siguientes días fueron transcurriendo y aunque parecía todo normal, una tensión se podía palpar en el aire, no todo estaba bien y eso incomodaba un poco a Jimin, quien trataba de distraerse con lo que sea.

Ya sea regando su jardín en el quiosco, tejiendo o practicando un poco con el arco y flecha, algunas veces pintaba o se la pasaba en la cocina. Ayudaba a su esposo con las cartas de aceptación para cruzar entre Reinos. Y entre muchas otras cosas para poder distraerte.

Como en ese momento, se encontraba regando los jardines de la entrada principal. Pero sus hombros pesaban, se volteó para saber quién lo observaba tanto y no vio a nadie.

- Tae, ¿Me pasas más agua por favor? - Pidió a su amigo, quien con gusto lo ayudaba.

- Claro - El Omega le paso más agua.

Mientras Jimin suspiro con cansancio, regreso su mirada al castillo y no vio a nadie, eso no le gustaba, estaba casi seguro que alguien lo estaba viendo y no sabía quién demonios podía ser.

- Quiero ir al pueblo - El Rey Omega habló - Venden un pan muy delicioso, además de comprar algunos ingredientes para la cena que quiero hacer está noche ¿Me acompañas?

- Claro, pero ¿Estás seguro de ir? - Taehyung no estaba tan seguro de ello.

- Sí. Iré a decirle a Yoon, alístate y vamos ¿Bien? - Jimin entró al castillo y Tae aunque no estaba tan seguro de ello, iría con él y no dejarlo solo.

Aunque Tae no podría decirle a su Alfa, pues este había sido enviado a otro Reino por su hermano, para asegurar una alianza más.

Jimin tocó dos veces el despacho de su esposo y luego abrió la puerta. Adentro estaba a su Alfa con Jackson y Namjoon, el Omega mostró una leve sonrisa y después entró.

- Yoon - El Omega se acercó y mientras Namjoon dijo que iría a ver a su Omega y Jackson salió unos minutos.

- Dime cariño ¿Sucede algo mi ángel?

- Es que... Quería saber si puedo ir al pueblo - Jugo con el saco de su amado.

- ¿Al pueblo? ¿Qué necesitas mi amor? Sabes que puedes hacer una lista y alguien más puede ir.

- Pero quiero ir yo, por favor cariño. Quiero comprar algunas cosas, déjame ¿Sí? - Le hizo ojitos a su esposo.

- No mi amor, no hagas esos ojitos mi bebé, sabes que no quiero ponerte en peligro cariño. El imbécil que empujó a tu hermano aún anda afuera, libre como si nada, el pueblo puede ser peligroso para ti.

- Pero Yoonnie, en verdad quiero ir, salir unos minutos. Te prometo que no me alejaré de Yeol, te avisaré por la marca cualquier cosa. ¿Me dejas Yoonnie? - El Omega puchereo y rogó una vez más a su amado esposo.

- Una hora Minnie, no más ¿Está bien? - Sentenció el Alfa.

- Te amo mi amor, ¿Lo sabes? - Chillo Jimin con emoción.

- También te amo mi pequeño ángel. Anda, ve y regresa pronto.

Jimin dejo un dulce beso en los labios de su esposo y luego salió con emoción.

Necesitaba eso, salir al menos una hora y no sentir que se ahoga en el castillo. Sabía que más tarde llegaría la hora en que su cuerpo le exige dormir un poco, así que iría al pueblo en ese instante.

- Vamos Tae, Yoon me dejó ir. Dijo que solo una hora - Sonrió muy emocionado el Omega.

- Que bien, entonces vamos ahora - Ambos subieron a un carruaje del cual Chanyeol iba en un cabello justo al lado de la puerta.

El recorrido fue corto, hasta que llegaron al mercado del pueblo. Jimin bajo junto a su amigo y como la gente del pueblo está acostumbrada a verlo muy seguido, se inclinaban ante él y con gusto lo atendían, como el Rey que es.

Jimin comenzó a comprar todo lo que quería y necesitaba, sonriendo amablemente cuando algún pueblerino quería regalarle lo que él pedía, pero se negaba rotundamente y les pagaba más de lo debido. Argumentando que ese es negocio de ellos y no deben regalar por lo que tanto se esfuerzan.

- Mira, es bellísimo - Jimin tomo un collar con un diamante en tono verde que le gustó mucho.

- Es hermoso - A Tae pareció brillarle los ojitos al ver aquel collar. Le gustaba mucho ese color.

Jimin lo noto, así que sonrió y se lo pidió al dueño del puesto.

- Me lo llevo - Pago el precio y el vendedor se lo depósito en una bolsa de terciopelo rojo muy bonita.

- Aquí tiene majestad - Entrego el vendedor.

- Gracias - Jimin lo tomo y luego se volteó a Tae - Ten osito - Jimin saco el collar y comenzó a colocarlo en el cuello de su amigo.

- ¿Qué? No, esto no está bien, yo...

- Lo está, ¿Rechazaras un regalo de tu mejor amigo? - Jimin achico sus ojitos.

Terminó de colocar el collar y luego vio a Tae sonreír con sus mejillas sonrosadas y apreciando el collar.

- Gracias Jimin... - Tae susurro y el Omega mencionado se sintió feliz de poder darle un regalo a su amigo.

- Vamos, la hora pronto terminará - Comenzaron a caminar y un puesto llamo la atención del Rey.

Se acercó y reconoció rápidamente a la pequeña que estaba tras el puesto. Así que con mayor razón se acercó.

- Hola pequeña, ¿Cómo es que estás aquí? - Jimin preguntó al reconocer aquella niña, como la que una vez vio en el jardín delantero del castillo de Busan.

- Hola mi Rey - La pequeña le mostró respecto al mayor con una leve inclinación - Un gusto volver a verlo.

- Lo mismo digo, ¿Qué haces aquí? - Jimin preguntó nuevamente.

- Bueno, suelo estar en muchas partes para poder subsistir. Pero veo que a usted le va bastante bien - La pequeña sonrió - Felicidades por su bebé, le aseguro que será un pequeño muy bendecido por la madre luna, lleno de abundancia, felicidad y mucho amor.

- Gracias linda - Jimin mostro su bella sonrisa de media luna, algo en su interior sintió calidez y alivio ante las palabras de la pequeña.

- Pero tenga mucho cuidado majestad, no es bueno que salga así de su castillo, de su lugar seguro. Además... - La pequeña se acercó al Omega y le susurro lo siguiente - Es mejor que cambie de habitación, a un lugar más alejado de lo alto del castillo. Le aseguro que cuando su embarazo avance, no será el lugar más indicado para sus reposos y para usted.

Jimin frunció el entrecejo, no comprendió del todo las palabras de la pequeña, pero si lo asustaron un poco.

- ¿Como sabes... Donde está mi habitación? - Jimin comenzaba a sentir un poco de escalofríos.

- Recuerde que la madre luna lo protege, pero usted debe protegerse a si mismo también y sobre todo a su bebé. No le puedo decir más majestad - Dijo con sinceridad la pequeña.

- Entiendo. ¿Puedo decirte una ultima cosa? - La niña asintió - A veces pienso... Que mi querida madre luna se presenta ante mi, de diferentes formas.

La pequeña sonrió y le guiño un ojo. Jimin comprendió, sonrió y asintió. Para luego dar media vuelta y retirarse, subió al carruaje para poder marcharse, cuando regreso la vista al puesto donde anteriormente estaba la pequeña. El puesto no estaba más.

Jimin solo pudo sonreír y hacer como si nada hubiese ocurrido.

- ¿Quién era la señora con quien hablabas? - Preguntó Tae con mucha curiosidad.

- ¿Señora? - Jimin se extraño ante la pregunta de su amigo.

- Sí, la señora con la que te detuviste hablar antes.

Jimin río bajito y entonces supo que no todos pueden tener el privilegio de ver una versión más adorable de la madre luna y la forma en que él, la ve, nadie más puede.

- Solo, una señora - Fue la respuesta de Jimin.

Llegaron al castillo y cuando entraron, Yoongi pudo respirar tranquilo al ver a su amado esposo entrar y acercarse a él.

- Comenzaba a preocuparme por tí mi cielo - Dijo Yoongi, abrazando protectoramente a su esposo.

- Todo está bien Yoon. No debes de preocuparte - Jimin sonrió, se puso de puntillas y dejó un besito esquimal en la nariz de su amado - ¿Te puedo pedir algo Yoon?

- Lo que tú quieras mi vida.

- ¿Podemos cambiar de habitación?

- ¿Cambiar de habitación? - Yoongi preguntó, con el entrecejo fruncido, sin comprender el porque su esposo le estaba pidiendo algo así - ¿Por qué mi amor?

- Te contaré a detalle mi cielo, pero ¿Podemos? - Hizo ojitos.

- Está bien, veré en cual podemos cambiar, pero debes explicarme por que quieres eso, ¿Sí?

- La verdad Yoon, es que quiero alejarme del pasillo que conduce a la punta del castillo - Jimin susurro en el oído de su Alfa al acercarse - No me agrada ese pasillo, me causa escalofríos y una muy mala espina. Sobre todo por qué la mayor parte del tiempo está oscura.

- Cierto, aún cuando se ordenó poner faroles, estos de pronto se apagan. Está bien cariño, nos alejaremos. ¿Que dices de la habitación que está dos más alejadas de la de Jin y Kook?

Jimin lo pensó un poco, recuerda aquella habitación. Está un poco más alejada del resto, tiene una vista que da directo al jardín trasero, cerca de su quiosco, no hay pasillos que conduzcan a la punta del castillo. Está cerca de la habitación de Jungkook con Tae y de Jin con Nam. Pero la separa dos habitaciones más.

Jimin sonrió y asintió más que de acuerdo.

- Me parece Yoon, ¿Puede ser esta misma noche?

- Así será mi amor y debes contarme que te hizo desear ese cambio ¿Bien? No creo que sea solo por el pasillo.

- Te lo diré mi Alfa, pero primero iré hacer la cena. Está noche la prepararé yo.

- De acuerdo mi amor. Justo iba a las caballerizas, si quieres algo, me llamás, ¿Sí?

- Está bien Yoon. Ve con cuidado.

Se dieron un besito más y el Alfa se retiro. Mientras Jimin se fue a la cocina, donde Tae ya estaba ordenando los ingredientes y juntos prepararían la cena.

El resto de la tarde transcurrió tranquilamente. Llegada la noche, Yoongi regreso al castillo, donde al entrar pudo sentir el exquisito aroma de lo que sea, su esposo haya preparado.

Unos minutos antes, una empleada le llevo la cena a Namjoon hasta su habitación, la cual era protegida las veinticuatro horas. Pues no pensaban que ocurriera un nuevo accidente.

Afortunadamente Mark llegaba constantemente a supervisar y revisar el avance de Jin.

- Wow, huele delicioso - Tae se volteó al escuchar aquella voz.

- ¡Kook! - El Omega corrió y se lanzo a los brazos de su amado Alfa.

- Hola mi bello osito ¿Me extrañaste cariño? - Jungkook aspiraba el delicioso aroma de su Omega, mientras lo abrazaban con emoción y sin querer soltarlo.

- Muchísimo mi Alfa, dime qué no te volverás a ir, por favor - Puchereo el Omega.

- Por lo pronto no mi amor. A menos que a mí hermano se le ocurra enviarme a otro lado nuevamente - Tae puchereo nuevamente y el Alfa beso su puchero.

- En unas cuantas semanas no Kook - El mencionado Rey Min llegó y se acercó a su amado, quien terminaba lo último de la cena - Huele exquisito mi cielo, debo decir que eres increíble en al cocina.

- ¿De verdad Yoon? Espero que les guste mucho. Lo hice con mucho amor - Jimin amaba cocinar para su esposo, era algo que le reconfortaba.

- Todo lo haces con amor cariño mío - El Alfa se aferro a su Omega. Le encantaba sentir su aroma natural mezclado con el de leche materna, afirmando siempre que en su vientre de siete semanas se estaba formando su pequeño cachorro.

- Para ustedes que son mi familia. Siempre mi Alfa.

Unos pocos minutos después, estaban en el comedor, degustando la exquisita cena que Jimin preparo para ellos y que dejo mucho más en la cocina, por si algún empleado quisiera probar. Algo que alegro a cada uno de ellos y se atrevió a tomar un poco de lo que su Rey había preparado, incluso la señora Cha.

Solamente se encontraba el Rey Jimin, el Rey Yoongi, Jungkook y Taehyung en la mesa. Los cuatro cenando y platicando de asuntos triviales, entre esos temas variaban algunos importantes y otros que preferían no hablar así frente algunos empleados.

- Majestad - Se acercó Jackson y se inclinó ante sus Reyes. Entregando un sobre al Rey Min.

Yoongi lo tomo y vio que era una carta de Hoseok, se lo mostró a su esposo y este sonrió.

- Es del Rey Hoseok - El Alfa lo abrió y comenzó a leerlo - Oh, dice que vendrán la próxima semana, que desean compartimos una noticia muy importante y que posiblemente se queden un par de semanas.

- Esa es una noticia muy agradable. Ya deseo ver a Heize con su vientre más grande, debe verse hermosa - Jimin chilló de emoción.

- Ojalá que para esos días Seokjinie ya haya despertado - Comentó Jungkook.

- Creeme que es lo que más deseo - Jimin suspiro - No me gusta ver a mi hermano en esa cama, inconsciente. Tampoco ver a Nam Hyung tan triste.

- Cierto, mi hermano todo el tiempo se ve decaído, al menos ahora acepto comer, algunos tiempos se los salta - Dijo Tae.

- Ya es un avance, debe mantenerse fuerte y saludable, para cuando Jin despierte - Razonó Min.

Siguieron platicando algunos minutos, hasta que terminaron de cenar, quedaron más que satisfechos y subieron a sus habitaciones.

Jimin se dio cuenta que iban en dirección al otro lado del castillo y no donde anteriormente estaba su habitación.

- Oh - Jimin señaló el pasillo - ¿Cuando mandaste a cambiar todo Yoon? - Preguntó el Omega.

- Cuando me fui a las caballerizas, mandé cambiar todo, así que de ahora en adelante nos iremos a este lado, ¿Sí? Ya mañana enviaré a revisar muy a fondo el otro lado del castillo.

- Está bien Yoon - Ambos entraron a la que sería su nueva habitación. Quizá temporal o no lo saben.

Era muy evidente que es unos pocos centímetros más pequeña que la otra, pero estaba perfecta, muy cómoda, espaciosa y Jimin tenía una muy bonita vista, sobre todo por que tenía una terraza muy equipada, más pequeña que la anterior, pero igual de comoda.

- Esto se siente más cálido y agradable - Jimin suspiro más relajado - Te juro que sentía que no podía descansar en la otra habitación. Constantemente me sentía observado, muy incomodo y no se, una sensación muy fea - Jimin decía mientras buscaba una pijama y Yoongi lo escuchaba en el marco de la puerta.

- ¿Desde cuándo sientes eso mi ángel? - Preguntó Yoongi.

- No sé, desde un par de semanas desde que regresamos de Seul, no recuerdo mucho.

- ¿Por qué no me lo dijiste antes mi cielo?

- No le tomaba mucha importancia Yoon - Jimin comenzó a cambiarse - No creí que fuera algo importante, dejé de sentirlo por varios días, asi que pensé que podía ser pasajero. Pero hace unas semanas esa incomodidad regreso.

Jimin entró al baño para hacer sus necesidades y luego lavar sus dientes. Mientras Yoongi lo seguía y lo escuchaba.

- ¿Y sientes que está relacionado con el pasillo? - Min comenzó a quitarse sus prendas y a ponerse una pijama cómoda.

- Algo, ese pasillo me causaba escalofríos y confirme que no estoy loco. Una niña me lo dijo cuando fui al pueblo.

- ¿Una niña? - Yoongi observo a su esposo como si realmente estuviera diciendo incoherencias - ¿Qué quieres decir Minnie?

- Mira, te explico... - Y Jimin comenzó a relatarle toda la historia.

Mientras se preparaban para dormir, el Omega le contó desde que conoció a la niña por primera vez. Así como se la había encontrado en otras ocasiones pero con un aspecto diferente, le explico lo que la misma niña le dijo aquella tarde y que debía cuidarse.

Qué la pequeña le dijo que su bebé sería un pequeño saludable y con mucho amor. Pero que debía cuidarse él y a su cachorro, así como que debía alejarse de aquel pasillo y no salir como si nada del castillo.

- Te lo dije Min Jimin, pero a veces eres muy terco y con esos ojitos tiernos que haces, quieres convencerme de todo - Recriminó el Alfa, mientras se metía a la cama junto a su esposo.

- Pero antes de eso yo no creía que algo malo pudiera pasar Yoon - Jimin se abrazó a su esposo cuando este se terminó de acordar.

- Pero pudo pasar mi ángel.

- Pero no paso mi Alfa - Respondió Jimin.

- Bueno, pero de ahora en adelante no saldrás si no es conmigo, ¿De acuerdo Minnie?

- Está bien Yoon. Por cierto, está tarde no vine a dormir, es algo nuevo, todos los días debo tomar una siesta.

- Te mantuviste activo mi amor. Es bueno para nuestro bebé, ahora si debes descansar, duerme cariño, que yo siempre velaré tus sueños.

- Lo sé Yoon - Jimin bostezo - También descansa mi Alfa. Te amo.

- Te amo cariño, duerme.

Min dejo un besito en la frente de su pequeño y espero hasta que esté se quedará profundo.

Yoongi ahora trataría de mantenerse más alerta y cuidar de su esposo hasta en su propio hogar. Pues nadie le quita la idea que hay algún infiltrado o un traidor entre su gente, algún responsable de la caída de Seokjin y alguien que este vigilando a su esposo todo el tiempo. Quizá hasta debe mantenerse oculto en aquella zona tan desolada del castillo.

Una vez envío a revisar, pero no encontraron nada, no debe dejar pasar el hecho de los argumentos de su esposo y que no solo él piensa que ese lado es tenebroso.

Con aquellos pensamientos en mente. Yoongi trato de dormir, aún permaneciendo alerta.

Ya mañana, sería otro día.

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¡Holi mis chiquillos!

¿Qué les pareció este capítulo?

Espero que haya sido de su total agrado. Se que la parte de Jin debió dejarlos sensibles y aún no se los despertaré tan fácil, quiero que ocurran un par de cositas antes de eso.

Pero Hobi llegará a Daegu junto a Heize y... ¿Sí recuerdan con quien más? ¿Saben la sorpresa que llevará hasta Daegu?

¡¡Feliz navidad mis chiquillos!!🎄🎁

Les deseo mucha felicidad y que disfruten de éstas fiestas navideñas al lado de sus seres queridos.🫶🏻

Sin más que decir... ¡Nos leemos pronto mis chiquillos!

Bye💜

No olviden dejar su estrellita si les gusto el capítulo ⭐

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