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~ Especial Hopze I~


Hace tres años, cuando todo parecía estar en perfecto orden en cada uno de los Reinos principales, nadie se esperaba que nada malo ocurriera.

Todo era paz, tranquilidad, nadie se atrevía a romper ni una sola de las reglas impuestas por el Reino líder y sus Reyes al mando.

En ese entonces, era Min Ki-Joon y Min So-Yeon. Los Reyes líderes y su heredero al trono, Min Yoongi.

El Alfa que sería nombrado Rey de Seul, al haber fallecido su padre hacia unas pocas semanas. Sería Jung Eun-Seok. Un Alfa fuerte, pero con un corazón noble, bondadoso, amigable y digno del trono, su pueblo lo amaba y ansiaban proclamarlo el nuevo Rey de Seul.

Después de su nombramiento como Rey, tendría mínimo tres meses para encontrar una pareja con quién gobernar. Para que su nombramiento fuera totalmente válido, de lo contrario, los consejeros, se encargarían personalmente de darle una futura esposa.

- Ya te lo dije Hoseok - Señaló Eun-Seok a su hermano menor - No aceptaré que estés con una pueblerina. ¿Es que no conoces las leyes? ¿A caso no temes de los Reyes líderes? Ellos te enviaran a la orca si no te alejas de esa chica. Y yo no podría quedarme de brazos cruzados, después de ver cómo matan a mi hermano menor.

- Pero Hyung. ¿Por qué tú no puedes apoyarme? Heize es mi Omega destinada, la amo, quiero casarme con ella. Y si tú no puedes apoyarme, entonces... Me veré obligado a dejar mi nombramiento como príncipe de Seúl y segundo a la línea de sucesión - Sentenció el Alfa menor.

- Hoseok - Suspiro el mayor - Jamás he fallado a las leyes impuestas por el Reino líder, jamás hemos sido señalados como un Reino rebelde, no permitiré que manches ese estatus. Si tú no quieres entender por las buenas, me veré obligado actuar por las malas.

- ¿Qué quieres... Decir Hyung? - Hoseok frunció el ceño.

- Enviaré a esa chiquilla a otro Reino, lejos de tí. No permitiré que se case con un Alfa de la realeza, mucho menos que de la noche a la mañana se convierta en una princesa. Cuando regrese Hoseok... No te quiero ver más con ella, ¿Te quedó claro?

Dichas sus palabras. Jung Eun-Seok. Futuro Rey de Seul, salió de aquella habitación, dejando a su hermano menor Jung Hoseok, con rabia en su corazón, pero sobre todo, preocupación. Pues Hoseok no era capaz de fallarle a su hermano, jamás lo haría, su hermano mayor siempre fue protector con él, le enseño todo sobre el Reino, los cultivos, las cosechas, los alimentos producidos, la exportación de estos mismos.

Eun-Seok, preparó a su hermano menor, para la vida, por si un día él fallaba en su deber como futuro Rey, al menos quedaría su hermano menor, quien ya sabe todo sobre como llevar un Reino.

Pero el hermano mayor, jamás imagino que su nombramiento nunca llegaría. Pues en su viaje hacia el Reino de Gwuangju, para conocer a su futura esposa y así los consejeros no le impondrían a nadie que no fuese de su gusto, le ocurriría una tragedia.

Durante ese tiempo. Los Reinos de Busan e Ilsan, se mantenían en guerra, pues Busan siempre se caracterizo por poseer las joyas más preciosas e Ilsan se aprovechó de un instante vulnerable, en dónde Busan daría una fiesta de cumpleaños a la Reina Park Eugene, durante esa fiesta, crearon un caos, una pequeña guerra dió inicio entre Reinos, en dónde hubieron muchas muertes.

Justo esa noche, Eun-Seok debía cruzar entre medio de aquellos dos Reinos, para poder llegar a su destino la tarde del día siguiente. Pero no sé imagino que un Reino principal y un Reino secundario, estarían iniciando una guerra en aquellos tiempos en donde todo parecia estar en plena paz.

Desafortunadamente Jung Eun-Seok, se vió acorralado por soldados del Reino de Ilsan, sin darle importancia a la persona que era transportado en aquel carruaje. Detuvieron dicho transporte y en cuestión de minutos, lo arrojaron hacía un precipicio que estaba a pocos pasos.

Esa misma noche... El que sería coronado Rey de Seul, falleció y jamás lograron encontrar su cuerpo.

Hoseok, al enterarse de la noticia; lloro, se culpo y sufrió como nadie, por la perdida de su hermano mayor. Aquel Alfa que amaba y respetaba como a nadie, Hoseok incluso pensó en alejar a Heize, enviarla lejos, hasta que su hermano la aceptará.

Pero aquello jamás ocurrió. Pues su hermano lo dejo antes de tiempo. Jung Hoseok, mando hacer una lápida para su hermano, aunque él no estuviese dentro, le creo un santuario, en dónde dentro permanecía una corona la cual Eun-Seok, hubiese portado al ser nombrado Rey de Seul.

- ¿Quiéres un poco de té cariño? - Susurro aquella suave y cálida vos, la cual Hoseok ama con el alma.

- Lo único que quiero... Es que mi hermano regrese - Susurro Hoseok, con su corazón roto y su alma destrozada.

Heize suspiro, no podía entender perfectamente el dolor de su amado, pues ella creció en un orfanato, nunca supo sobre el amor de padres o hermanos. En aquel orfanato era prohibido crear afecto entre los niños o los cuidanderos.

Ella aprendió poco a poco sobre el amor y afecto hacía alguien más, cuando conoció a Hoseok, de inmediato su lobo y ella supieron que es su Alfa destinado, el hombre que la madre luna eligió para ella, para que amara, cuidará, respetará y adorase por la eternidad.

Así que se sentía impotente, al no poder hacer mucho pero su Alfa, más que abrazarlo, consolarlo y estar a su lado.

- Se que... Aún te sientes triste cariño, pero... ¿Qué pasará con el Reino? El pueblo se encuentra de luto, dolidos aún pues todos ansiaban el día en que tú hermano fuese nombrado el Rey. Y ahora... - La chica detuvo sus palabras.

- No lo sé - Hoseok tomo las manos de su amada - Pero no pretendo tomar el puesto, no, si no es a tu lado - Dijo con firmeza el Alfa.

- Sabes que eso es imposible cariño. No creo que una simple plebeya, tome un lugar tan importante en la realeza. Es que... Piénsalo cariño, ya no sería una princesa, jamás lo fuí. De plebeya a Reina, ¿En verdad crees que algo tan ridulo ocurra? Tú... Deberías estar con alguien a tu nivel, de tu misma clase - Bajo la mirada.

- Ni siquiera lo pienses Heize - Se negó el Alfa - Jamás mis ojos se posaran en nadie más que no seas tú. Jamás me veré en matrimonio con otra mujer que no seas tú, si el consejo y los Reyes líderes no te aceptan como mi esposa y futura Reina, entonces no tomaré ese puesto.

- Hoseok... - Heize tomo las mejillas de su Alfa - No solo pienses en ti y en mi cariño. Piensa en el pueblo, tu pueblo - Recalcó la chica - Deben tener un gobernante y si no está tu hermano, pues claramente ellos te elegirán, por qué no hay nadie mejor para el puesto que tú. El único Jung que sabe cómo manejar el Reino de Seúl.

El Alfa pensó sobre las palabras de su amada y en verdad Heize creyó que había logrado hacer entrar en razón a su Alfa, pero no fue así.

- Pienso en mi pueblo. Pero siempre Heize, siempre priorizare mi vida y la tuya y si el pueblo y los Reyes líderes no nos aceptan juntos, entonces... Olvídare que soy el único Jung y el único que puede tomar ese puesto. Además... Mi hermano reviviría, me mataría y volvería a morir si se entera que te convertí en Reina, si nadie lo acepta, pues yo no aceptaré ese puesto, es mi última palabra.

Heize sabía que su Alfa es un hombre obstinado, cerrado y decidido ante su palabra. Siempre lo supo, su hombre no es nadie fácil de convencer o dominar. Pero así mismo, ama su forma de ser, pues no solo tiene sus lados negativos como todo el mundo, Jung Hoseok, es su Alfa, ese hombre que la enamoro con su dulzura, carisma, alegría, energías positivas y le brindo todo su amor sin pedir nada a cambio y sin importarle quien es y de dónde viene.

Hoseok ignoró por completo que su amada chica es una huérfana de padres, que no tiene familia y solo trabaja para ella misma, que es una plebeya, una pueblerina. Ignoro todo ello y se centro en la mujer. En la chica linda, dulce y cálida de la cual su lobo y sus ojos se cautivaron al instante en que la conoció.

Se conocieron cuando Heize tenía solo 15 años y Hoseok 16. Ahora que ella tiene 22 y él 23, la vida les pone una prueba muy grande, la cual no saben cómo manejar.

La puerta de la pequeña casa en que vive Heize fue tocada. Hoseok sabía que se trataba de Seo-joon. El jefe de guardia el que fue guardia personal de su hermano.

El guardia se lamentaba no haber estado al lado del joven Eun-Seok en el momento de su altercado. Él estaba seguro que si no hubiese sido enviado a otra misión, él hubiese protegido a su futuro Rey.

Ahora será el guardia personal del Principe Hoseok, el posible futuro Rey y al que le deberá su lealtad hasta la eternidad. Por esa razón, jamás se opone a las decisiones de este y mucho menos a su deseo de contraer matrimonio con Heize, aquella chica pueblerina, sin un apellido.

- Ese debe ser Seo-joon. Ve con el cariño, debe ser algo importante, ve a casa, date un baño y relajate un poco, ¿Sí? - Sugirió Heize.

- Lo haré. Pero vendré mañana a verte, cuídate, cierra muy bien las puertas, ¿De acuerdo? - Heize asintió y Hoseok tomo sus mejillas, dejo un calido y profundo beso sobre los belfos de su chica y después de despedirse, se marcho.

Hoseok salió de aquella casita la cual estaba más alejada del resto. Para seguridad de la chica, el mismo Hoseok se la había conseguido hace unos pocos años, así nadie se daría cuenta de sus constantes encuentros y nadie del pueblo la humillaria.

Afortunadamente les había funcionado bastante bien. Nadie jamás descubrió que Heize a sido la pareja destinada del principe Hoseok durante años.

- ¿Qué sucede? - Pregunto Hoseok al jefe de guardia cuando salió de la casita.

- Majestad...

- Príncipe Jung. No soy Rey, así que no te dirijas de diferente forma hacía mi - Corrigió el Alfa.

- Perdóne Príncipe - Se inclino el guardia.

- ¿Qué ibas a decirme? - Pregunto Jung.

- Me notifican que los Reyes líderes están llegando al Castillo junto al consejo - Informo el guardia.

- Ya se habían demorado - Bufó Hoseok - Andando. Asegúrate de dejar suficiente vigilancia de confianza en este lugar, no puedo permitir que dañen a mi Omega.

- Como ordene principe.

Jung, subió a su caballo y en cuestión de segundos, se encontraba cabalgando lo más rápido posible hasta el castillo. Para estar antes que los visitantes en este mismo. Al llegar, bajo del caballo y lo envío a los establos con los empleados. En ese instante, alrededor de cuatro carruajes ingresaron al castillo Jung.

Hoseok tomo aire y lo soltó lentamente. Tratando de sacar todo el valor posible de sus adentros y tener las palabras correctas ante aquella situación.

El Alfa vió como del primer carruaje baja los Reyes de Daegu. El Rey Min Ki-Joon y la Reina Min So-Yeon, pero lo que más causó escalofríos en Hoseok, fue ver al príncipe Min Yoongi.

Aquel Alfa que a pesar de ser un año menor que él. Impone una presencia y un aura tan pesada, que le hizo erizar la piel y aunque su Reino de caracteriza por ser cálido, comenzó a sentir un fuerte aire helado, como si un balde de hielo hubiese sido lanzado sobre él. Sintió su cuerpo congelarse al conectar miradas con el Príncipe líder heredero al trono de Daegu.

Detrás de los Reyes y el Príncipe Min. Venían los consejeros, quiénes eran conformados por; Cha Eun-woo, líder de los consejeros, Yoon Sanha, Kim Myung-Jun y Jin-woo. Todos ellos siendo unos betas mayores de 40 años.

Al llegar hasta la entrada, que es donde se encontraba el príncipe Jung. Todos detuvieron sus pasos, Hoseok se inclino ante la presencia de sus líderes, aunque claro, estos no regresaron el gesto. Pero los consejeros si se inclinaron ante el joven, así como Hoseok les mostró respeto.

- Pasen por favor. La sala de juntas está lista, así como una taza de té espera por ustedes para tratar los asuntos que nos interesan - Claro, eso no quita que Jung Hoseok siempre, pero siempre fue un caballero y mostró mucha más madurez que su hermano mayor en asuntos de suma importancia.

Los Reyes y principe líderes se adentraron, junto al consejo y fueron guiados hasta la sala de reuniones. Hoseok entro detrás de ellos y tomo el puesto que hasta hace unos días, fue de su hermano.

- Príncipe Hoseok - Inicio el Rey Min - Lamentamos su perdida, pero creo que es momento de hablar de un asunto más que importante.

Hoseok asintió. Aunque por dentro hubiese deseado un poco más de respeto hacía su hermano por el resto, pues nadie pareció darle mayor importancia a su perdida.

- Príncipe Jung - Tomo la palabra el líder de consejos, el señor Cha Eun-woo, sabemos que era su hermano el príncipe Jung Eun-Seok quien tomaría el puesto como Rey, tengo entendido que se dirigía al Reino de Ilsan en busca de su futura esposa, para poder tomar el trono junto a ella, pero ocurrió un desafortunado suceso.

- Es usted quien se encuentra en la lista de sucesores después de su hermano - Dijo Min So-Yeon - La fecha de coronación puede ser la misma que se le había puesto a su hermano. En dos semanas será coronado como Rey de Seul.

- Así es. Usted es el único Jung que queda y el que puede seguir con el legado, un Reino tan importante como Seúl, no puede quedar sin su Rey, afortunadamente, usted fue entrenado por su propio hermano para tomar el trono ante situaciones inesperadas - Hablo el Rey Min.

Hoseok solo escuchaba. No decía nada, bajo la mesa empuñaba sus manos e ignoraba por completo la penetrante mirada que el príncipe Min ponía sobre él. Hoseok no se daba cuenta de ello, solo le molestaba como todo fue dicho por los adultos, sin lugar a objeciones.

- Siendo así. Creo que todo puede quedar resultó más rápido de lo imagino - Dijo el líder de consejeros - Príncipe Jung, usted tomará el puesto de Rey de Seul en dos semanas y tendrá un mínimo de tres meses para encontrar una futura esposa o nosotros nos encargaremos de traerle una.

- No - Fue la firme respuesta de Hoseok.

- ¿No? - Cuestionó la Reina, alzando una ceja.

- ¿No... Qué príncipe Jung? - Cuestionó el líder de consejeros.

- No pretendo tomar el puesto de Rey - Dijo sin más.

- ¿De que está hablando? - El Rey Min comenzaba a enfadarse.

- Se los explicaré de esta forma. Mi Omega es una plebeya y si no es con ella que me permiten casarme y hacerla mi Reina, no pretendo tomar el Reino - Dijo el Alfa.

- ¿Pero que locura está diciendo príncipe Jung? - La Reina Min se molestó - ¿Cómo siquiera puede pensar que una simple plebeya, pueblerina puede tomar el puesto de Reina? Sobre todo en unos de los tres principales Reinos, ¿Es que acaso no conoce las leyes?

- Las conozco y por qué lo hago, se los estoy informando. Si no es con ella, no será con nadie y no tomaré el puesto de Rey - Sentenció el Alfa.

Una discusión dio inicio. En dónde tanto los Reyes líderes y consejos daban más que opiniones del por qué jamás aceptarían que una pueblerina tome el puesto de Reina. Era indignó el siquiera imaginarlo, ellos se negaban rotundamente ante tal absurda idea.

Mientras que Hoseok solo los escuchaba, claramente sintiéndose molesto, pero sobre todo decidido a seguir con su idea, él sabía que no aceptarían, así que estaba listo para dejar el castillo, el Reino y todo lo referente a este, con tal de irse junto a su amada y ser siempre felices.

Yoongi lo observó, escuchó y analizó las palabras de Hoseok. Para él, quien es uno de los creadores de algunas leyes de su Reino, también era estúpido dejar que uno de los Reinos principales, tenga como Reina a una plebeya, sin embargo, le causó curiosidad, la seguridad con que el principe Jung lo dijo.

Parecía estar totalmente seguro de sus palabras y también parecía que nada lo haría cambiar de opinión.

- ¿Por qué? - Fue la fuerte y simple pregunta que se dejó escuchar del principe Min, logrando acallar el parloteo del resto.

Hoseok sintió su piel erizarse nuevamente. ¿Cómo es posible que un Alfa menor que él lo haga sentir tan intimidado? Se preguntaba.

- ¿Por qué... Qué majestad? - Pregunto Hoseok.

- ¿Por qué una plebeya? ¿Por qué dejar todo por una simple mujer? - Cuestionó Yoongi.

Y es que él Alfa menor, sabe que sus padres y el consejo en un futuro también lo obligarían a contraer matrimonio con cualquier mujer que ellos elijan, sobre todo una Alfa, para crear descendencia de linaje puro. El príncipe Min detesta la idea de no ser él quien elija a su pareja, por eso le causa tanta curiosidad la firmeza en la decisión del principe Jung.

No le importa imponer su decisión ante el consejo y los Reyes líderes con tal de obtener su felicidad.

- Por qué es mi Omega destinada - Respondió sin dudar el Alfa.

Yoongi no comprendió. ¿Omega destinada? ¿Qué de diferencia tenía una simple Omega con eso de destinada? Claramente en ese momento, Yoongi no comprendía mucho sobre ello, pues él siempre fue criado por Alfas, quienes jamás se molestaron en explicarle tal cosa, pues para ellos, su heredero debía casarse con una Alfa.

- Ella es mi Omega destinada, el único amor de mi vida y si no la aceptan como mi esposa, entonces jamás tomaré el trono y debo decirles, que es a ustedes quien les conviene que el apellido Jung siga con el legado de las cosechas y las exportaciones, pues soy el único que se todo sobre ello y sin mí... Esto se irá a la ruina - Sentenció el Alfa.

- ¿Eres totalmente consciente que es contra la ley? - Dijo Yoongi.

- Lo soy - Asintió Hoseok.

- Una pueblerina no tiene sangre azul y aunque la descencia Jung siga aún convirtiéndola en tu esposa, no asegura más una generación de sangre real, estará mezclada y serán mestizos - Siguió Yoongi.

- Eso también lo sé - Afirmó Jung.

- ¿Qué te asegura que tú pueblo la aceptará? Debes siempre pensar en el pueblo y el Reino y si ellos no la aceptan, el Reino comenzará a crear un caos y luego una posible guerra, una que no estamos dispuestos a permitir - Yoongi no se detenía - El pueblo elige a su líder, pero somos nosotros quienes debemos aprobarlo, no solo debe ser por un linaje, un apellido, una descendencia o una generación de sangre real.

- También lo sé y estoy seguro que mi pueblo la aceptará, se que mis hijos no serán más de sangre real, pero es con ella o con nadie - Repitió.

- Es inaceptable que un príncipe de sangre Real, el último sucesor al trono del Reino de Seúl, sea quien nos este imponiendo una condición - Yoongi río sin gracia - Pero...

Todos lo voltearon a ver cuando menciono aquella sola palabra.

- ¿Pero...? - Susurro So-Yeon.

- Pero tienes razón - Afirmó, aún con seriedad - Nadie más que tú, puede manejar todo lo que esté Reino produce, nadie conoce el manejo de los cultivos, cosechas y exportaciones. Me interesa que el Reino de Seúl siga funcionando, siga produciendo y si tu única condición es contraer matrimonio con una plebeya... Lo Aceptaré.

Hoseok abrió sus ojos en grande ante la sorpresa, su corazón bombeaba desenfrenado y ansioso al igual que su lobo. Mientras que los Reyes líderes abrieron sus bocas de incredulidad, no podían creer lo que habían escuchado, al igual que el consejo.

- ¿De que estás hablando Yoongi? - Dijo un furioso Rey Min - No podemos permitir esta bajeza.

Siendo así como nuevamente fueron inicio algunas opiniones negativas en contra de la decisión de dejar que Hoseok se case con una plebeya.

- Silencio - Ordenó y todos acallaron una vez más - Es mi última palabra - Sentenció - Fuí quien creo la ley de no permitir que un sucesor al trono contraiga matrimonio con una plebeya, así que tengo el derecho a romperla si es por el bien del Reino y su pueblo. No me interesa quien sea la Omega, quien sea la Reina, me interesa que este Reino siga produciendo.

- Debes haberte vuelto loco Yoongi - Dijo el Rey Min.

- ¿Irán en contra de mi decisión padres? - Yoongi les dió la mirada - Si es así, entonces me veré obligado a desterrarlos de su puesto antes de tiempo y saben perfectamente que puedo hacerlo - Sentenció.

Los Reyes líderes de ese momento, tragaron grueso, ellos sabían que habían creado a un demonio, así que no se atrevía a enfrentarlo.

- Bien. Cómo quieras - Los Reyes salieron del salón. Los consejeros nada más suspiraron, rendidos, pues contra el príncipe Min, nadie podía.

- En dos semanas será su boda y coronación príncipe Jung. Hasta entonces - Dijo el líder de consejos y se retiró.

Quedando solo el príncipe Min y el príncipe Jung.

- Otra persona hubiese estado feliz por convertirse en Rey sin importar nada. Parece que para tí es un cargo demasiado pesado - Comento Yoongi.

- No lo es. Es lo que mi hermano más anhelaba, así que por él, sacaré este pueblo adelante, pero siempre y cuando, sea junto a la mujer que amo.

- Bien, pero recuerda una cosa muy importante - Yoongi se levantó - Los plebeyos... Siempre serán plebeyos y aunque intentes educarlos, jamás aprenderán a comportarse como alguien de la realeza.

Sin más, Yoongi se retiró. Hoseok solto un sonoro suspiro, cerro sus ojos y se dejó caer sobre la silla. Él sabe que su amada no tiene educación, no sabe leer y escribir bien, lo poco que sabe, él mismo se lo a enseñado, Heize no tiene educación, tampoco modales, así que será un reto demasiado grande para él, lograr que ella se vuelva alguien de la realeza y así, cuando él príncipe Min llegué otra vez, su amada será alguien digna de la realeza.

Ahora lo importante para Hoseok, es decirle a su amada Omega. Qué ella... Será la futura Reina de Seul.


- Debes haberte vuelto loco Jung Hoseok - Dijo una nerviosa y aterrada Heize.

- Pero cariño. Aceptaron nuestro matrimonio, ¿Eso no te pone feliz? - Sonrió Hoseok, intentando tomar la mano de su chica, pero está se alejó.

- No - Heize retrocedió y comenzó a sentir sus lágrimas acumularse en sus ojitos - No así - Ella negó - Yo... Esperaba que algún día, tu me propusieras ser tu esposa de la forma más dulce y amorosa posible, como en los cuentos de hadas, que... Me prepararas una sorpresa y yo feliz aceptaría, pero solo ser tu esposa, lejos de aquí, de la posible realeza, en dónde fuésemos solo tú, yo y nuestros futuros cachorritos. Siendo la familia Jung, una familia humilde, pero felices. No siendo los Reyes de Seul, eso... No.

- Heize... - Hoseok comenzó a sentirse triste.

- Tú... Solo vienes y me dices que el consejo y los Reyes líderes terminaron aceptando que sea tu esposa, que solo si te casas conmigo tomarías el trono, ¿Esa es tu gran propuesta? No Hoseok, yo no pretendo convertirme en la Reina de Seul, no quiero y no lo haré.

- Heize. No puedes hacerme esto, ¿A qué te refieres con que no lo harás? Seremos esposos mi amor, serás mi Reina, la Reina de este pueblo, es que... ¿A caso no me amas lo suficiente para aceptar mi vida y mi destino como Rey?

- Yo... Te amo Hoseok. Sabes que te amo con el alma, te amo más que nada, pero no me creo lo suficientemente fuerte para estar al lado del futuro Rey. No es mi sueño, no es lo que anheló.

- Quieres decir... Qué yo si estuve apunto de aceptar tu sueño, tus anhelos y deseos, yo si estuve a nada de dejar todo por tí. Enfrente a mi hermano, sus órdenes y sus decisiones, lo contradije una y otra vez, por ti y nuestra felicidad. Pensé en escapar contigo, lejos y vivir tu sueño, pero... ¿Tú no puedes aceptar el mío?

La chica guardo silencio, jugo con sus manitas y bajo la mirada un segundo.

- Lo siento... - Susurro la chica.

- ¿Esa... Es tu última palabra? - Pregunto Hoseok, sintiendo un nudo formarse en su garganta.

- En verdad... Perdóname - Ella elevó su mirada, con sus ojitos acuosos y retrocedió dos pasos más.

El príncipe Jung asintió. Mordió su labio y soltó un lento suspiro, desvío su mirada, hacía un hermoso cuadro que él le regaló a su amada chica hace unos cuantos años, cuando cumplieron su segundo año de novios. Luego regreso su mirada a la Omega y hablo.

- Si es así. Espero que encuentres tu felicidad Heize, en tus sueños, tus deseos y anhelos. Unos que no puedo compartir contigo - El Alfa salió de aquella casita con su corazón destrozado, dejando uno en mil pedazos también.

Pero... ¿Por qué Heize no aceptaba el deseo de Hoseok?

La respuesta era tan sencilla.

Miedo...

Miedo a ser rechazada, humillada y señalada por el pueblo de su Alfa. Miedo a no ser suficiente, miedo hacerlo pasar vergüenza con su nulo conocimiento, miedo a causarle problemas a su Alfa, miedo a jamás lograr ser una Reina, pues ella considera que ni siquiera a sirvienta llega.

Heize, solo siente mucho miedo.

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¡Hola amigos!

¿Qué les pareció este capítulo?

Espero que está primera parte del especial Hopze haya sido de su total agrado. Cómo pueden leer, no fue fácil para los Reyes Jung, llegar a ser Reyes, han tenido que pasar por mucho y aún falta la segunda parte.

Así que sin más que decir... ¡Nos leemos pronto chiquillos!

Bye💜

No olviden dejar su estrellita si les gustó el capítulo ⭐

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