Tres días habían transcurrido desde el improvisado recorrido de los Reyes al pueblo de Daegu.

Desde el día de la discusión entre Jimin y Jungkook, el Rey Omega no le había dirigido la palabra en lo absoluto al principe menor. Lo ignoraba y cada vez que el Alfa llegaba al comedor, de inmediato Jimin se levantaba y se retiraba. Yoongi no le decía nada, pues comprende perfectamente como se siente su esposo respecto a ello, aunque no puede negar que se siente un poco mal al ver la enemistad que existe entre su esposo y hermano, cuando antes se llevaban bien.

Aún cuando el mismo Jimin pensaba que su actuar era demasiado infantil, no sentía que su comportamiento hacía Jungkook cambié pronto, pues antes estaba su único amigo y ese es Tae, jamás lo podrá traicionar y sabe por el dolor tan inmenso por el que pasa el Omega sirviente día a día por culpa del principe Alfa. Si Tae no piensa perdonarlo nunca, menos Jimin.

Por qué confiar en terceros y no en quien dices es tu destinado, es la traición más grande que puede existir y Taehyung tuvo que vivirlo también.

El sirviente Omega trataba de estar cerca de Jimin, pero cuando sabía que Jungkook estaría cerca, prefería mantener su distancia y evitar encontrarse con él.

Afortunadamente, Taehyung aceptó la propuesta de Jimin y Yoongi. El quedarse en el Reino de Daegu y luego acompañarlos en su recorrido de alrededor de cuatro a cinco meses por los demás Reinos principales y menores. Así evitaría por un tiempo a Jungkook y luego vera que hacer.

Por qué un amor destinado no se supera en siglos y Taehyung no se cree capaz de llegar amar a nadie más, como ama a Jungkook.

Por lo pronto, el Omega trataba de sobre llevar su dolor y siempre servir a Jimin, así como el Omega Rey, cuidaba de su mejor amigo.

Justo en ese preciso momento, tanto Jimin como Yoongi se encontraban tomando su almuerzo. La pareja disfrutaba hasta del más mínimo detalle cada vez que se encontraban juntos, como en ese preciso momento.

Sin darse cuenta, la cocinera agrego algunas abichuelas en la comida como ingrediente, olvidando que están prohibidos, ya que el Rey Jimin los detesta.

Sin embargo, Jimin no quiso decir nada, pero Yoongi se dió cuenta de ello y sabiendo que su amado esposo no querría decir nada por no meter en problemas a la cocinera, la cual es su amiga también. Decidió actuar por sí mismo.

- Trae aquí mi cielo - El Rey Alfa tomo el plato de su esposo y comenzó a quitar una a una de las abichuelas, Jimin sonrió ante el pequeño gesto.

- Gracias Yoon - Respondió el Omega, cuando su esposo le regreso su plato.

- Solo debemos recordarle a la señora Cha, que no vuelva a utilizarlos - Sugirió el Alfa.

- Le diré luego - Afirmó Jimin.

Cuando comenzaron a tomar sus alimentos, Jungkook entro y es que el Alfa menor sabía perfectamente que Jimin detestaba verlo, así que lo hacía por molestarlo y fastidiarlo. En la mente de Jungkook, él es la víctima y ese es su hogar, así que él puede actuar y hacer lo que quiera sin importarle a quien daña o incómoda.

Jimin rodó los ojos al verlo, comió un poco más, bebió de su agua y luego se levantó. Dejo un beso en la mejilla de su esposo y se retiró del comedor.

Mientras Yoongi, sabiendo la inevitable molestia que siente su esposo hacía su hermano, prefería no argumentar, recriminar o reprender a ambos por su actuar caprichoso, pues trataba de entender ambas partes y es que sabe muy bien que su hermano es un tonto, pero no puede culparlo o reprenderlo, cuando él también cometió los mismos errores, solo le queda aconsejarlo y tener un poco de paciencia con él, así como el mismo Jungkook la tuvo con él.

Mientras que con Jimin, tampoco piensa recriminarle o algo similar, pues su pequeño esposo tiene todo el derecho de sentirse molesto, ya que es a su mejor amigo a quien dañaron y Jimin al haber sufrido igual o peor, se siente en la obligación de proteger a Taehyung. Jimin no piensa permitir que sigan lastimando a su amigo, de la misma forma en que lo lastimaron a él. Por ello es que Yoongi, intenta entender ambas partes y comprenderlos de alguna forma.

- ¿Cuándo intentarás arreglar las cosas o al menos averiguar que sucedió realmente? - Pregunto Yoongi a su hermano, mientras comía pacientemente.

- No tengo por qué intentar arreglar nada. Yo no tengo la culpa, ¿Por qué debo buscar una solución? - Dijo un tranquilo Jungkook.

- ¿En verdad eres tan tonto para creer que Taehyung te engañaba con Chanyeol? Es lo más inútil que puedes pensar Jungkook - Bufo Yoongi - Lo peor es que se lo creíste a una puta barata que sabes perfectamente solo buscaba dinero. Lo consiguió, ¿Y que sucedió? Te dejo, se llevó todo tu dinero y aún cuando mandes a todos los guardias posibles tras ella, sabes muy bien que será difícil, más aún cuando te hizo firmar algunos viajes a otros países cuando estabas tomado. Eres un tonto Jungkook.

El Alfa menor apretó los cubiertos entre sus manos y gruño verdaderamente molesto contra su hermano mayor. Sabe que cometió un error en haberle firmado aquellos permisos de viajes aquella maldita mujer y sobre todo cuando está robo todo su dinero y muchas joyas de su habitación, para luego huir.

Entonces... ¿Por qué demonios seguía creyendo que sus palabras eran reales?

¿En verdad Taehyung lo engaño con Chanyeol?

¿En verdad el Omega que creía el amor de su vida, se metió en la cama del guardia personal de su cuñado?

¿Aquella escena en que Chanyeol abrazaba a Taehyung y lo consolaba era para reconfortarlo como amigo o amante?

La verdadera pregunta era. ¿Por qué cuando sabe que la maldita loca lo engaño y traicionó, seguía creyendo que sus palabras eran reales?

Sabe la respuesta. Pero teme aceptar que se equivocó y que perdió lo más valioso que tenía en su vida y no era el dinero o joyas. Perdió a su rosa más preciada, al único ser que jamás lo busco por interés.

Jungkook lo sabe. Pero es lo suficientemente cobarde para no aceptarlo y prefiere perder al único ser que jamás lo engañaría o utilizaría.

- No sabes nada, cállate - Gruño con molestia el Alfa.

- Lo sé. Entiendo tu sentir más que nadie, se que te equivocaste, pero no quieres aceptarlo por qué lamentablemente así somos los Min, creemos que siempre tenemos la razón y que por el simple hecho de ser Alfas de sangre pura, nadie puede pasar sobre nuestra autoridad y siempre queremos tener la razón, pero eso no es así. Debemos aceptar cuando nos equivocamos Jungkook...

- ¿Piensas darme un sermón? - Dijo con molestia el Alfa menor.

- Tú me dabas sermones a mi, ¿Recuerdas? Por un momento creí que eras diferente a mi, cuando defendías y protegida a Jimin mejor que yo. Me recriminabas mis errores y señalabas que era igual o peor que nuestros padres, pero tú no estás muy lejos de ello tampoco. Te equivocaste y ahora solo falta que lo reconozcas, aceptes tus errores y pidas disculpas. Espero que eso sea pronto hermano, por qué el amor entre destinados... También puede tener un fin.

Sin más, Yoongi se levantó y se retiró del comedor. Dejando con un sabor amargo de boca en el Príncipe Alfa, él sabe que su hermano mayor tiene la razón, se equivocó, pero como ya se mencionó. Su orgullo de Alfa no lo deja admitirlo.

Y quizá, solo quizá... Cuando se de cuenta de ello, sea demasiado tarde.

El Rey Alfa iba en busca de su esposo, podía sentirlo tranquilo y relajado, cuando su amado esposo se siente así, es cuando está con él o en su adorado quiosco. Así que Yoongi sabía que era la segunda opción.

Salió del castillo, para buscarlo. Pues tenían mucho trabajo, ya que desde el día anterior, Jimin comenzó ayudarlo en los labores que requiere el Reino de Daegu y claro, como líderes de los Reinos, también debían trabajar en el avance y mejora de los demás Reinos vecinos.

Al salir, Jackson se acercó a él y se inclino ante su Rey.

- Majestad. Hay una señora que dice tener un pase al castillo para poder hablar con usted, viene acompañada de una niña - Comento el guardia.

- Lo recuerdo. Déjalas entrar, las veré en la sala de recibimientos, llegaré con mi esposo en unos minutos.

- Entendido majestad - Jackson se retiró y Yoongi siguió con su camino.

El Alfa Rey llegó al quiosco y pudo sentir el delicioso aroma de su esposo llegar hasta sus fosas nasales. Sonriente y feliz de sentirlo tan tranquilo y relajado, entro al quiosco.

Jimin se encontraba en su silla mecedora, tejiendo, mientras Tae le servía un poco de té.

- Oh, amor. ¿Vamos a trabajar ahora? - Pregunto un sonriente Jimin.

- Sí cariño. Pero antes debemos ir a la sala de recibimientos - Yoongi se acercó y dejo un beso en los labios de su pequeño Minnie, quién gustoso lo recibió.

- ¿Esperamos a alguien? - Pregunto un curioso Jimin.

- Sí. ¿Recuerdas la niña del pueblo? - Jimin asintió - Bueno, ella y su madre nos esperan. ¿Vamos cielo?

- Claro Yoon. Vamos - El Omega Rey dejo sus cosas en la silla mecedora y Tae los siguió a ambos con té para ellos.

Taehyung suele sentirte protegido y tranquilo solo cuando está Jimin o Yoongi cerca, de lo contrario se siente vulnerable y temeroso de llegarse a encontrar con Jungkook y que este intenté humillarlo o lastimarlo.

Cuando llegaron a la sala de recibimientos. Los Reyes entraron y recibieron un saludo de inclinación de parte de la mujer y la pequeña niña, la cual sonrió dulcemente al ver a sus Reyes por segunda ocasión, mientras que para la madre era primera vez que los veía tan de cerca y ella se sintió deslumbrada por la belleza de ambos, sobre todo por qué sabía que hacen una pareja perfecta.

- Majestades - Se inclino con respeto la mujer en segunda ocasión, cuando los Reyes tomaron asiento en sus tronos.

- Es un gusto poder conocerla - Inicio Jimin, tomando el té que Taehyung le ofreció - Traele un poco a ellas dos por favor - Pidió al Omega y este asintió.

- No debería molestarse majestad, no con unas plebeyas como nosotras - Dijo con verdadera vergüenza la mujer.

- No es ninguna molestia, no se preocupe. Podría molestarme si rechazan mi invitación - Respondió un sonriente Jimin y la mujer se sintió sonrojar por el dulce carisca del Rey Omega.

- Es un gusto volver a verte pequeña. ¿Ahora sí puedo saber tu nombre? - Pregunto Yoongi.

La madre de la niña, volteó a verla y sonriendo, asintió hacía ella. Dándole autorización de decirle su nombre a los Reyes.

- Kim Dahyun - Respondió una tímida niña.

- Yo son Kim Solar, madre de Dahyunnie. Lamento si les causó inconvenientes el día que la vieron en el pueblo, les prometo pagarles por los medicamentos - La mujer se arrodilló ante los Reyes - No era mi intención que pagarán por ella, la envié al pueblo por mi medicina, sin darme cuenta el poco dinero que llevaba. En verdad lo lamento...

Pedía la mujer con miedo a ser castigadas por ello, casi lloraba y rogaba con sus manos juntas el perdón hacia ella y su hija.

Jimin frunció el ceño ante la repentina acción. No creyó que la mujer llegase a pensar así, volteó la mirada hacía su esposo y esté aunque parecía estar sereno, no lo estaba. Se sentía molesto y no por la acción de la mujer, Jimin sabía que su molestia se debía, al inminente miedo que los Min siempre han generado en su propio pueblo y él solo desea cambiar eso.

- No tiene que pedir perdón de nada ni suplicar - Aclaro Yoongi - Usted y su pequeña no corren ningún peligro o castigo, la ayude por qué nació de mí poder hacerlo y las he llamado por otras razones.

Entonces la mujer dejo de implorar, elevó la mirada llorosa y recibió el té que Taehyung le brindo, para calmar sus nervios y a la pequeña le dió un jugo de naranja. Les ofreció asiento y luego Tae se colocó detrás de Jimin.

- ¿Qué... Otras razones? - Pregunto aún una temerosa mujer.

- ¿Actualmente tiene empleo? - Pregunto Yoongi.

- No... Recientemente me corrieron, pues falte más de una semana por mi salud - Bajo la mirada.

- La pequeña Dahyun, ¿Estudia? - Pregunto Jimin.

- No - Negó la mujer - Tuve que sacarla, pues no podía seguir pagando sus utilices escolares, ni la educación de mi hija, mi trabajo apenas y me dejaba para pagar nuestro hogar o alimentos.

- ¿Rentas el lugar donde vives? - Pregunto un extrañado Yoongi.

- Sí. El dueño de la casa me cobra cada quince días y estoy con una enorme deuda con él actualmente.

- Entiendo - Asintió Yoongi - Las casas del pueblo no tienen un dueño en específico - Explicó - Por eso él castillo se encarga de construir más y brindar techo a quien lo necesita sin un costo, la escuela es gratuita, el único gasto que los padres deben hacer es sobre los útiles escolares, pero pensaré en una solución para ello y en cuanto a tu trabajo, deberían haberte dado los días por tu estado de salud y luego darte la oportunidad de seguir.

- Pero han roto algunas de las reglas impuestas por el Reino - Explico Jimin - Te cobran por un hogar que es del Reino y no tiene costo, te cobran por la educación de tu hija y no debería ser así, te corrieron de tu empleó sin darte algunos días de descanso. Siendo así, nosotros podríamos ayudarte - Sonrió Jimin.

Los ojitos de la mujer se iluminaron al igual que los ojitos de la niña. La madre volteó a ver al Rey y este asintió ante las palabras de su adorado esposo, así es como la mujer sintió que se podría poner a llorar de felicidad.

- Te daremos un trabajo. Actualmente el castillo está necesitando de ayudantes en la cocina y hasta donde sé, no eres mala en el área. Podemos hacernos cargo de los utilices y educación de tu pequeña, en cuanto a tu hogar, tienes dos opciones - Dijo el Rey Alfa.

- Puedes quedarte a vivir en el castillo con tu pequeña, pero tendrías nada más un pequeño cuarto para ambas, no sería mucho - Dijo Jimin - También podríamos darte una casa siempre en el pueblo, pero te tocaría viajar cada mañana, aunque puedes armar un horario de trabajo con la señora Cha, ella es muy comprensible.

- Oh por la madre luna. Yo debo estar soñando - Decía entre lágrimas felices la mujer - ¿Cómo podré pagarles todo esto? No podría, yo...

- No te estamos cobrando, tranquila - Aseguro Yoongi - Solo se puntual y cumple con tu trabajo, cuida de tu pequeña y de tu salud, es lo único que te pedimos a cambio.

- Sabemos que prefieres un hogar propio. Así que mañana mismo lo tendrás, por lo pronto puedes recoger tus cosas del lugar en dónde vives - Decía Jimin - Pero solo te pediremos un favor, no le digas a nadie, ¿De acuerdo? Nosotros tratamos de ayudar a quienes sabemos, verdaderamente lo necesitan.

- No diré nada. Se los prometo, no saben cuánto se los agradezco - Decía la mujer, quien no dejaba de inclinarse ante sus Reyes, al igual que la pequeña niña.

Una hora después de que la mujer se retiró del castillo junto a su hija. La pareja de esposos se fue a su despacho y siguió con su trabajo, pues debían dejar todo organizado para Jungkook, antes de iniciar su viaje.

Claro, Jungkook no sabe que Taehyung estará viajando con ellos, para el Alfa menor, Tae aún está pensando hacía donde irse. No sabe nada sobre la decisión de los Reyes.

Pronto su viaje daría inicio. En menos de cinco días por fin viajarán a Seul y aunque Jimin estaba ansioso por viajar, conocer otros Reinos al igual que Yoongi estaba feliz por el entusiasmo de su pequeño esposo.

Taehyung era otra historia. Él quería alejarse lo más posible del Reino de Daegu, pero al mismo tiempo no, ya que sentir el lejano aroma de Jungkook le ayuda a relajarse de vez en cuando y saber que se alejará por algunos meses, le duele. Pero no puede soportar seguir viendolo cuando lo traicionó, lo humilló y lo trato tan mal como lo a hecho. Es algo que jamás podrá perdonarselo, sobre todo por qué aún no sabe, que se supone que hizo mal.

Y quizá, aunque llegue a saber la verdad, no se cree capaz de perdonar tan pronto, por qué solo él y su lobo saben el dolor que están viniendo, solo ellos soportan día a día, el rechazo del que suponían era su Alfa destinado.

La puerta del despacho fue tocada dos veces y sin esperar autorización, Jungkook entro. De inmediato se sintió una tensión insoportable dentro del lugar.

Taehyung había detenido sus movimientos en preparar un poco de café para sus Reyes. Jimin gruño bajito, se levantó y se puso frente a Tae, mientras que Yoongi no pudo más que suspirar.

- Tanto drama por algo tan insignificante - Comento Jungkook, entrando e ignorando a ambos Omegas - Ten, son solicitudes de aceptación para cruzar entre Reinos.

- Dejalos aquí y retiraté - Dijo Yoongi.

- Vaya. No sabía que preferias proteger a un simple sirviente sobre tu hermano - Río sin gracia el Alfa principe.

- Jungkook... - Intento advertir Yoongi.

- Es mejor que te largues de aquí Jungkook por qué esto podría empeorar si sigues - Gruño un molesto Jimin, pudo sentir perfectamente el dolor y temblor de su amigo tras él y como inconsciente Tae se aferraba a su vestimenta.

- Para lo que me importa - Se volteó el Alfa - No creí despreciar tanto a los Omegas... Cómo los desprecio a ustedes - Escupió antes de salir del despacho.

Jimin comenzó a sentir un odio indescriptible hacia Jungkook y no creía llegar a perdonarlo jamás, pues no solo intenta humillar o despreciar a Tae con sus palabras ahora lo intenta con él también.

¿Cuando es que Jungkook dejó de defenderlos a atacarlos?

El amoroso y dulce Alfa principe dejó de existir y en su lugar, quedó un ser despreciable.

Quizá Jungkook muy pronto conozca lo que es tener todo y perderlo en cuestión de segundos.

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¡Hola amigos!

¿Qué les pareció este capítulo?

Quizá podrían verlo como un rellenó o no se. Pero solo trato de darles escenas en las que vean el avance de Jimin y Yoongi como Reyes de su propio pueblo y como Yoongi va avanzando y mejorando en su personaje.

Así como el nuevo comportamiento de Jungkook. Ahora saben por qué comenzó actuar así. ¿Creen que llegue a recibir el perdón de Tae algún día?

Lamento la demora en actualizar. Ustedes saben las razones ahora trabajo todo el día🥴 y estudiando ya no tengo espacio. Pero intentaré encontrar un poco. Por lo pronto les dejo este capítulo, espero que lo hayan disfrutado.

Se acerca el capítulo dónde inicia el viaje de mi amado Yoonmin🤭

Sin más que decir... ¡Nos leemos pronto chiquillos!

Bye💜

No olviden dejar su estrellita si les gustó el capítulo ⭐