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El regreso del Rey líder al castillo iluminó al Omega Rey.

Jimin se mostraba sonrojado, emocionado y feliz de poder verlo. Sentía esas revoltosas mariposas en su pancita, que le indicaban lo mucho que le gusta sentir la presencia de su esposo a su lado.

- Parece que en verdad te alegra mucho volver a verme - Susurro el Alfa sobre los labios de su esposo.

- La verdad... Es que sí - Jimin sonreía muy feliz - Te extrañé mucho, quería que regresaras pronto - Puchereo.

Min le encantó aquel puchero y no evito besarlo, lo cual fue correspondido al instante. Jimin suspiro tembloroso al sentir el beso de su esposo, en verdad lo había ansiado mucho.

- Dime algo cariño... - Dijo Min al separarse un poco del beso - ¿Aún falta mucho para tu celo? - Jimin sintió sus mejillas de un fuerte carmín, aún así, respondió.

- No mucho - Respondió con evidente vergüenza.

- Bueno, entonces logré llegar a tiempo, ¿Qué dices si vamos a nuestra habitación y nos relajamos un poco? No quiero pensar en trabajo, tampoco estresarme con nada, solo relajarme - Dijo el Rey.

- Me agrada la idea. Quiero lo mismo - Afirmó un emocionado Jimin.

- Bien. Entonces vamos - El Rey líder tomo posesivamente de la cintura a su esposo y comenzaron avanzar hasta dentro del Castillo.

Hasta ese momento, nadie aún le decía todo lo sucedido en su ausencia. Jungkook aún no regresaba, Tae los seguía de lejos al igual que Chanyeol que sentía que su fin estaba cerca.

Jimin tampoco quería romper la paz entre ellos. Buscaría el momento exacto para poder decirle a su esposo él mismo, todo lo ocurrido durante esos dos días. Por ahora solo quería relajarse un poco junto a ese Alfa que lo está volviendo verdaderamente loco de amor.

Mientras iban entre sonrisas, coqueteos, toques suaves y susurrandose uno al otro, no se daban cuenta del enorme nerviosismo que existía entre todos los empleados, guardias y sirvientas.

Cuando los Reyes pasaban a su lado, de inmediato volteaban la mirada hacía otro lado, pues ellos sabían que ver de más al Rey Omega estaba prohibido.

- Cielo, iré por unos documentos al despacho, si quieres adelantate a la habitación y te alcanzó pronto, ¿Si? - Sugirió el Rey.

- Mejor iré a prepararte un café como te gusta y luego nos vamos juntos a la habitación, ¿Qué dices? - Opinó Jimin.

- Me parece. No demores, que yo iré pronto también - Jimin asintió. Recibió un dulce beso de su esposo y se retiró a la cocina.

Mientras el Rey líder se dirigió al despacho. Entro tranquilamente, tomo los documentos que quería y noto algo diferente y extraño entre sus cosas, frunció ligeramente el ceño.

No estaban las cartas de solicitud para cruzar de un Reino a otro. No estaban ni siquiera los aceptados y los rechazados. Aquel trabajo se lo dejo a su esposo antes de irse y le pidió que por favor dejará separados los que aceptaba y rechazaba, ya que él es quien les pone fecha límite.

Salió del despacho, pensando en preguntarle a su esposo. Pensó que quizá los dejo en la habitación, pues Jimin le comento que preferiría trabajar estando en la comodidad de su habitación. Cuando llegó hasta la sala principal, para ir en busca de su esposo, Jackson llegó hasta él.

- Mi Rey... - Se inclinó Jackson, un poco asustado.

- ¿Qué sucede? - Pregunto Min, mostrando seriedad.

- Me han dado informes, que las solicitudes de aceptación para cruzar entre Reinos, fueron todas aceptadas y todas han sido enviadas sin una fecha límite - Informo Jackson lo que acababan de informarle.

- ¿Qué... Acabas de decir? - Yoongi comenzó a sentir como una vena de su frente comenzaba a saltar.

- Tengo entendido... Que él Rey Jimin los acepto todos y los envío, sin colocar fecha límite... Los ciudadanos de diferentes Reinos están cruzando desde esta madrugada.

En ese momento Jimin iba saliendo del comedor, con una suave sonrisa en su rostro y una pequeña charola con el café de su esposo. Cuando Jimin se acercó, su sonrisa fue desapareciendo lentamente al notar la evidente furia de su esposo.

- ¿Qué... Sucede? - Pregunto Jimin sin entender y tratando de mantener la calma.

- ¡¿Cómo que, qué sucede Jimin?! - Grito un encolerizado Alfa - ¡¿Sabes la mierda que cometiste?! - Jimin no entendió y se sintió pequeño en su lugar.

El Omega retrocedió dos pasos, los mismos que el Rey avanzo amenazador hasta él. Los ojitos de Jimin comenzaron a nublarse, no entendía nada.

¿En qué momento su reencuentro soñado se convirtió en aquello?

- P-ero... No sé de q-ué hablas... - Jimin hablo bajito ante el miedo.

- Dime de una maldita vez. ¿Qué hiciste con las cartas de solicitud? - Cuestionó el Rey, manteniendo la voz firme y pesada.

- Yo... Las dejé c-omo me indicaste. D-ijiste que no las enviará por qué debías poner f-echa límite de tiempo para quienes viajan y... - Jimin explicó con temor evidente en sus palabras.

- ¡No mientas maldición! - Jimin se aterro cuando su esposo utilizo la voz de mando sobre él - ¡Hiciste todo lo que te dije que no hicieras! Aceptaste todas las cartas y las enviaste sin un límite de tiempo.

- ¿Q-ué...? - Jimin además de sentirse aterrado, preocupado, también estaba incrédulo y confundido.

Sus ojitos azules ya derramaban lágrimas silenciosas al recibir otra vez los gritos e insultos de Yoongi hacía él. Jimin ya no creía que está vez vayan a poder reparar algo, pero quería creer que su esposo, su Alfa confiaba en él y le creería. Pero nada de ello fue así.

- Y-o... No hice eso... - Jimin puchereo entre medio de lágrimas.

- ¡¿Por qué demonios te empeñas en seguir mintiendo?! - El Rey Alfa tiro la charola con la taza de café que su esposo tenía en manos.

Jimin chilló de miedo e involuntariamente comenzó a desprender feromonas de miedo, lo cual enloqueció y molesto aún más al Alfa. El Omega quería desaparecer, llorar y esconderse de aquel hombre. Retrocedió ante el impacto de la charola siendo lanzada de sus manos y en su mismo retroceso, se sintió debilitado y tropezó con sus mismos pies, siendo así como cayó al piso.

El Omega comenzó a llorar, su corazón dolía. Su lobo estaba aterrado y él también, no podía seguir soportando más de aquello. Pensó inútilmente que quizá su Alfa le daría el beneficio de la duda y así lo ayudaría, se disculparía por lo que hizo, pero no fue así.

En su lugar. El Rey gruño de fastidio y paso por el lado del Omega, importandole poco si lo dejaba llorando y culpandolo de algo que no hizo.

Jimin solo vió como el Alfa pasaba por su lado, saliendo del Castillo, dejando a un roto y lastimado corazón.

Tae se sentía impotente, molesto por como el Rey trato a Jimin, aunque quiso no pudo hacer nada o su castigo sería ya no ser más el sirviente de Jimin y él no se lo podía permitir.

- Majestad... - Tae ayudo a Jimin, sintiendo sus ojitos cristalinos también por ver a su Rey llorar con tanto dolor.

Jimin fue ayudado por Tae y Chanyeol, quienes eran los más fieles y leales ante su Rey Omega. Taehyung lo abrazo cuando lo puso de pie y Jimin lloro como un niño pequeño al que acaban de quitarle su dulce favorito, el corazón de los presentes se rompió al escucharlo llorar de aquella forma, no podían creer la osadía de su Rey Alfa, por atreverse a tratar a su esposo de aquella forma.

Por no confiar y creer en él. Por creer en otras palabras y no en la suya.

Claro, que habían otras dos personas que habían disfrutado del espectáculo y sabían que con ello lograrían lo que quieren. Aunque no contaban con un pequeño detalle.

Que no todas las mentiras... Pueden ser eternas.

Taehyung se llevó a Jimin hasta el segundo piso. Cuando estaban por entrar a la habitación que Jimin comparte con su esposo. El Rey Omega se detuvo y nego.

- A-quí... No - Pidió Jimin y Tae entendió.

- Está bien. Lo llevaré a una habitación más alejada y más tranquila, ¿Le parece?

El Rey Omega solo pudo asentir en medio de hipidos y dolor en su corazoncito.

Jimin fue llevado a una habitación diferente, era un poco más pequeña, con tonos rosas, calida y perfecta para el Rey. Tae dejo unos pocos minutos a su Rey al cuidado de Chanyeol, en lo que él fue rápidamente hasta la habitación principal de los Reyes, tomo la suficiente ropa de su Rey, algunos accesorios y todo lo necesario, luego se lo llevó a la nueva habitación del Omega.

Cuando llegó, Jimin estaba hecho bolita en uno de los asientos, con su rostro escondido entre sus piernas y abrazándose fuertemente, mientras lloraba con mucho dolor.

El corazón de Tae fue roto por segunda vez. Odia esa escena, no puede soportar ver cómo su Rey se desmorona de aquella forma ante un Alfa que no lo respeta y no confía en él.

Lamentablemente están casados, jamás podrán separarse por medio de un divorcio, ya que ante las leyes impuestas por el mismo Reino, aquello es un delito y más aún si sucede entre Reyes líderes.

Aquellos eran los pensamientos de Tae, el cuál pensaba que Jimin había salido de un aterrador infierno, para entrar a uno peor y su hermoso Rey, no se lo merece.

Algunos pocos minutos después, cuando el llanto de Jimin cesó. Tae preparó un baño caliente, ayudo a Jimin como siempre, le dió un delicado baño de esponjas, noto nuevamente como ante su ansiedad, Jimin se lastimaba sus manitas y jugueteaba con su anillo de matrimonio. Hacía aquello cada vez que Yoongi le gritaba.

Nadie sabía que significaba y justo mientras Tae lo veía, el Omega lo explico.

- Cada vez... Que él Rey me grita, me insulta, me humilla... Me hace sentir menos y un inútil... Veo mi anillo, lo aprecio, lo admiró y pienso... Él... Es mi esposo, estoy amarrado a él de por vida, aún cuando me trata mal, no confía en mí y quizá... Jamás me respete... Lo quiero y... Yo sé que quizá no es normal querer a quien que te trata tan mal. Pero me duele saber que la única persona que he querido con esta intensidad que siento por él... Me lastime y me dañe tanto. Por eso veo el anillo y pienso que quizá... En un futuro lejano... Él llegué a sentir algún tipo de cariño afectivo por mi y me ilusiono rápido, ¿Sabes? Cuando me habla suave y bonito... Pienso que él... Siempre será el indicado y el correcto para mí. ¿Me equivoco al sentirme y pensar así Tae?

La voz de Jimin fue suave, lejana, dolida, lastimada. Algo que dolió mucho más en el pecho de Tae.

Jimin estaba enamorado y él aún no lo sabía, pues aún desconoce mucho sobre el sentimiento.

- No se equivoca majestad. Es un sentimiento acertado. Está bien sentir dolor ante los malos tratos de una persona a la cual se quiere mucho, pero usted debe de comprender. Que vale muchísimo más de lo que lo hacen sentir, ¿Entiende? Jamás puede sentirse inferior a nadie, jamás debe doblegarse tan fácil ante nadie. Vale mucho mi Rey y aún si quiere muchísimo al Rey Min. Él no merece sus lágrimas y mucho menos su perdón. Por muy su esposo que sea, en algún momento, él sabrá que está equivocado y que quizá puede perder al único ser que lo quiere de verdad a pesar de su temperamento y forma de ser.

El Rey Omega no dijo nada y solo siguió derramando lágrimas silenciosas. Tae entendió aquel silencio y termino de bañar a su Rey. La noche estaba cayendo muy pronto, Jimin se sentía agotado mental y físicamente.

Taehyung decidió colocarle una comoda pijama, le froto los brazos con una refrescante crema, la cual comenzó adormecer al Rey.

- Gracias Tae... - Susurro Jimin cayendo lentamente en el sueño.

- ¿Por qué mi Rey? - Tae dejo unas suaves caricias en su cabello.

- Por... Siempre estar para mí... - Murmuró el Omega Rey y pronto, cayó ante los suaves brazos de Morfeo.

Tae sonrió, apagó las luces y dejó que el suave brillo de la luna resplandeciera la habitación. El Omega sirviente no salió de aquella habitación, él se quedó a velar los sueños de Jimin, pues no quería que pronto aparezca un furioso Rey Alfa y quiera insultarlo por segunda vez en el día.

Por otro lado. Yoongi se sentía agotado, frustrado, pues se fue averiguar sobre el desastre con las cartas y nadie le dió una concreta explicación sobre ello, todos le dijeron lo mismo.

Que nadie había visto al Rey Omega salir del Castillo y entregar las cartas, que solo se mantuvo dentro y en los jardines del Castillo, más nada.

El Rey regreso a su despacho, cuando entro, tiro la puerta de golpe y luego se dejó caer en su silla, molesto por toda la situación.

Tocaron la puerta del despacho y sintió el aroma de su hermano entrar. Sabía que Jungkook le querría hacer un escándalo, culparlo o insultarlo.

- No estoy de humor Jungkook - Advirtió.

- No te diré mucho - Asintió Jungkook - Solo que eres un maldito patán - El Príncipe se quedó de pie frente a su hermano mayor.

- ¿Eso es todo? Pues ya puedes irte - Dijo Min.

- ¿Sabías que papá intento abusar de Jimin la primera noche que no pasaste con él? - Jungkook tiro de golpe la información.

Entonces el Rey Alfa abrió sus ojos de golpe, frunció el entrecejo y vio directo a su hermano menor.

- ¿Qué mierda estás diciendo Min? - Se dirigió a su hermano, poniéndose de pie.

- No intentes llevartelas de protector por qué la verdad es que no te queda hermano. Tu mismo haces sufrir a Jimin, tu mismo lo humillas y maltratas, creo que no eres muy diferente a nuestros padres. Eres igual o peor.

Jungkook dió media vuelta, dispuesto a irse y dejar con aquella información a su hermano mayor.

- Detente ahí y dime de una buena vez. ¿Cómo es eso que papá quiso abusar de mi esposo? - Cuestionó más que molesto.

- Lo que escuchas. Lo sorprendió en la madrugada, quiso tocar a Jimin, pero Chanyeol, el guardia personal de Jimin llegó a tiempo - Dijo Jungkook - Lo golpeé, hasta dejarlo irreconocible y lo envíe al calabozo por defender a Jimin y tú... - El Príncipe dió una media vuelta - El día que regresas, lo humillas frente a todos los empleados, pero no le das el beneficio de la duda, no confías en él e intentas creer en su palabra, solo escuchas lo primero que te dicen. Me das asco Min Yoongi.

Siendo así, el Príncipe Min, salió de aquel despacho, aunque le faltó decirle que casi matan a Jimin con una flecha y que su madre y Chungha han seguido molestando hasta el cansancio a Jimin, pero suponía que con solo aquella información. Sería suficiente para atormentar al Alfa Rey.

El Alfa líder enfureció tanto consigo mismo, que solo pudo lanzar todo lo que tenía en su escritorio al piso. Gruño enfurecido por seguir siendo un idiota.

Él desea cambiar su temperamento, pero le es muy difícil al haber sido criado de forma diferente, aún así, él mismo también había formado su propio carácter, duro, difícil, altanero, ambisioso, y todo lo negativo que lo caracteriza.

Así que quizá en esta ocasión, sería mucho más que difícil para él, poder reponerse del error que cometió.

El Alfa se dejó caer sobre su silla, después de descargar toda su ira en su despacho. Pronto, se puso de pie y salió de ese lugar.

Jackson estaba como siempre, afuera y esperando por su Rey, pero no dijo nada, pues él se sentía verdaderamente culpable de lo que su Rey le hizo al Rey Omega. Así que estaba intentando buscar una mejor explicación ante lo sucedido con las cartas de solicitud.

El Alfa líder se dirigió hasta los calabozos. Cuando entro se sintió la fuerte presencia del Alfa, aquel lugar era horrible, parecía que todo aquel lugar era solo tierra y más tierra a su alrededor. Las celdas estaban muy bien construidas y era difícil de intentar escapar de ahí. Cada celda ocupada tenía un guardia vigilando al rehén mientras esté encerrado.

En esta ocasión solo era el antiguo Rey, quien se encontraba en dicho calabozo.

Solo iluminaban unas antorchas en aquel calabozo, así que la iluminación daba una imagen más horrorosa y poco agradable. Cuando el Rey Líder llegó hasta la celda en que tenían a su padre, detuvo sus pasos.

- Jamás imagine verte en este lugar y en ese estado - Fue lo primero que dijo Yoongi.

- No dudes que tú también puedes acabar así - Dijo con ironía el antiguo Rey - No eres mejor que yo mi querido hijo. Crié a un demonio, naciste para ser un líder temido y jamás cambiarás, jamás dejaras de ser el maldito Rey al que todos temen. Jamás nadie logrará derretir ese frío corazón, eso es imposible. Mucho menos ese asqueroso Omega que te conseguiste.

- No te permito hablar de mi esposo. Eres un asqueroso, ¿Cómo si quiera se te ocurrió intentar poner una mano encima de mi esposo? ¿Sabes que te mataré no es así? - Yoongi le dió una mirada que causó miedo en el antiguo Rey, fue una psicópata y tenebrosa para el hombre - Solo esperaré un poco, será muy poco... Para poder matarte con mis propias manos y poder darle fin a tu vida, como te lo mereces.

- Y todo... Por ese Omega asqueroso. Él vino a causar todo esto - Río sin gracia el hombre - Además, quien me provocó fue él.

El Rey Min no toleró escuchar más. Abrió él mismo la celda, tomo a su padre del cuello y comenzo asfixiarlo. Cuando creyó que podría matarlo de aquella forma, lo tiró contra la dura pared y después de ello comenzó a dar golpe tras golpe. Uno tras otro puñetazo, que rápidamente comenzó a sangrar a montones, el rostro del antigüo Rey estaba quedando desfigurado más de lo que ya se encontraba. Pero el Rey Min no se detuvo.

Descargo toda su ira, toda su rabia y furia en su padre, todo aquel odio que sentía consigo mismo, comenzó acumularlo en sus puños y dejarlos caer sobre el desfigurado rostro de su padre.

Lo soltó y dejo caer sobre el frío piso. El hombre escupió sangre y quizá unos cuantos dientes. El Rey arremango su camisa y pidió un látigo, aprovechando que su padre se encontraba de espaldas.

- Jamás en tu vida volverás a ver la luz del sol, jamás en tu miserable y asquerosa vida intentes mencionar el nombre de mi esposo en tu sucia boca.

Entonces el Rey comenzó a dar latigazos, escuchando solo los quejidos dolorosos del hombre. Pero no sé detuvo, siguió y siguió hasta el cansancio. Pronto ordenó que le llevarán una olla con agua hirviendo y así lo hicieron.

Min Yoongi dejó caer aquella agua sobre las heridas abiertas de su padre y sin ningún tipo de remordimiento. Dejó quemaduras y graves heridas sobre el hombre, descargo toda la ira que tenía acumulada.

Hasta que por fin lo dejó como quería. Sabía que no moriría, pero que quizá pronto lo haría, mientras eso sucede, irá a verlo, para seguir torturandolo hasta el día de su inminente muerte.

El Rey salió de aquel calabozo, con sus manos rojas, heridas, manchado de sangre, pero no le importo, pues hizo todo lo que quiso con su padre.

Aún así... No logro eliminar aquel sentimiento de culpa que tenía.

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¡Hola amigos!

¿Qué les pareció este capítulo?

Espero que haya sido de su total agrado. Yo sé que volvieron a enojarse mucho con Yoongi y es válido, pero solo puedo decirles que pronto podrán amarlo un poco más.

Aunque... ¿Conocen el karma?

Sin más que decir... ¡Nos leemos pronto chiquillos!

Bye💜

No olviden dejar su estrellita si les gustó el capítulo ⭐

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