❄️ ³⁴ ❄️
(1/3)
~ Especial Kookv ~
Días antes...
Tae se levantó ese día muy temprano. Aún se sentía un poco cansado y débil por la herida en su abdomen, pero agradecía enormemente que no haya sido una herida demasiado profunda.
Tenía una leve cicatriz, la cual podría ir disminuyendo con el tiempo. Aunque debía mantener reposo, estaba cansado de pasar solo en cama.
Sabiendo que su Rey la noche anterior decidió irse a la habitación del Rey líder. Él decidió levantarse muy temprano esa mañana, para poder ir al mercado del pueblo, quería comprar mucha tela para crear nuevos estilos de vestuario para su Rey Omega.
Tenía muchos bocetos y ansiaba poder crearlos cuánto antes, pues sabe que todo lo que crea para su Rey le quedan de maravilla.
Con esa idea, se levantó, se preparó y se abrigo para quella fresca mañana. Sonriente salió de la habitación y se dirigió a la salida. En el camino se encontró con Chanyeol, quien iba listo para cuidar de su Rey Omega.
- El Rey Jimin está en la habitación con el Rey Min - Informo Tae a Chanyeol.
- ¿En serio? Es bueno escucharlo, tal vez ya hayan solucionado sus diferencias.
- Quizá. Pero por ahora no vayas, espera en el jardín, creo que irá al quiosco, Jackson ya está en la puerta.
- Bien. ¿Tú a dónde vas? - Pregunto con curiosidad.
- Iré al mercado por algunas cosas - Explicó el Omega.
- Ten cuidado, lleva algún empleado contigo - Dijo el guardia - Aún te encuentras delicado.
- No te preocupes, estaré bien. Nos vemos luego - Tae se despidió y siguió su camino.
Sabiendo que llevaría mucha carga, se atrevió a tomar uno de los carruajes de los empleados. Subió y se dirigió al pueblo, luego dejo el carruaje en algún lugar seguro y al llegar al mercado, comenzó a comprar algunas telas que eran perfectas para sus diseños.
Mientras más veía, más se emocionaba. Así que no pudo evitar comprar compulsivamente. Sabe que todo le servirá en algún momento.
Estaba muy concentrado comprando, cuando una fresca brisa llegó a su rostro y con ello, acompañado de un aroma que conoce perfectamente. Galleta y chocolate.
Rápidamente volteó el rostro a dicha dirección y vió al Príncipe Jungkook de espalda. Al verlo sonrió y pensó en acercarse para preguntarle, por qué estaba tan temprano en el mercado. Dejo sus compras un momento y comenzó avanzar.
Cuando estuvo lo suficientemente cerca. Su sonrisa se fue desvaneciendo al ver con mayor claridad todo frente a sus ojos, su pecho sintió una leve punzada, al mismo tiempo que sentía una enorme tristeza en su corazón y su lobo aullaba.
Jungkook se encontraba tomando por la cintura a una concubina y era la misma mujer la cual el Rey utilizo en dos ocasiones nada más. Parecía sonreírle a la mujer, le estaba coqueteando y se acercaba lentamente a ella. Pero hubo algo que rompió más el corazón de Tae.
El Alfa le estaba colocando un collar, justo con el hermoso Zafiro que Jimin le regaló al Alfa menor. Tae cerro sus ojitos un segundo, tomo aire y se armó del suficiente valor, para poder salir de ahí.
Dió media vuelta y se retiró, tomo sus compras y se dirigió al carruaje. Lo había dejado alejado del mercado, así que subió todo lo que compro y subió. Sin ver atrás o hacer algo más y se dirigió al castillo nuevamente.
El Omega sentía sus ojitos nublados, su pecho dolía, su lobo estaba angustiado, dolido, lastimado.
Taehyung siempre fue consiente que Jungkook es su Alfa destinado. Desde que llegó a Daegu y fue asignado como sirviente de limpieza en el Castillo y cruzó miradas por primera vez con el Príncipe Jungkook, lo supo. Así como el mismo Alfa se dió cuenta de ello.
Durante años han mantenido una relación oculta, jamás formal, nunca como una pareja o novios si quiera. Pues Tae siempre había tenido miedo de perder su empleo o perder su posición en el castillo por intentar estar con un Príncipe. Tampoco quería dañar la imagen de Jungkook.
El Omega siempre pensó en Jungkook, su principal razón en rechazar múltiples veces al príncipe, fue para evitarle conflictos con sus padres y hermano mayor, para que no recibiera algún castigo por intentar estar con un simple empleado como él. Por ello siempre intento mantener distancia de las escurridizas manos del Alfa.
Pero aún así, sabía que Jungkook podía encontrar a alguien mejor, una persona de su clase y categoria. Alguna persona se su misma jerarquía. Pero... ¿Una concubina?
Sobre todo aquella mujer que tanto dolor le a causado a Tae las múltiples veces que lo insultó, lo humilló y lo trato de simple zorra barata que se "revolcaba" con el Alfa menor de los Min. Cuando Tae jamás se a entregado a Jungkook.
Aquella mujer siempre le hizo la vida imposible y había dejado de llegar al Castillo justo unos días antes de que el Rey Min contrajera matrimonio con el Rey Jimin.
Pero ahora regreso y Taehyung sabía que no sería para nada bueno.
Jamás podrá perdonarle a Jungkook que le haya hecho eso, pero entonces Tae pensó... ¿Tenía si quiera algún derecho de molestarse o enfadarse? Jamás fueron una pareja formal, jamás serían una al menos. Así que pensó que su dolor y tristeza no tenían justificación.
¿Pero como dejar de sentirlo?
Cuando evidentemente le dolía en el alma, ver al hombre al cual a amado durante años, abrazar, sonreírle, casi besar y regalarle un collar de zafiro el cuál se suponía era para él, a una mujer que aparte es una maldita concubina y que a sido ella la que inicio todo el odio hacía Taehyung.
Taehyung no estaba seguro de soportar tanto. Cuando llegó al Castillo bajo todo rápidamente y se lo llevó a la habitación de servicio, estando allá. Se encerró y comenzó a llorar como niño pequeño, se mantuvo más de una hora en aquel estado. Pero debía trabajar y no podía seguir dándose lujos que no tiene.
Así que se levantó, lavo su rostro y salió. Fue en busca de Jimin, necesitaba hablar con su Rey para poder encontrar calma en su corazón, pero cuando llegó, Chanyeol no lo dejó entrar al quiosco, pues el mismo Rey Omega había pedido no recibir a nadie.
Aquello desespero más a Taehyung, pero no tuvo de otra más que aceptarlo. Con aquella idea en mente, pensó en irse a los establos y tratar de encontrar alguna calma en su roto corazón, distraerse y alejarse un poco.
Cuando llegó, quizá para su mala suerte, se encontró a Jungkook. El Alfa estaba dejando a su caballo y se encontró a Taehyung.
De inmediato Jungkook mostró una actitud indiferente hacia Tae. El Omega se dió cuenta de ello, así que decidió actuar como debía, como un simple sirviente, sin saber exactamente por qué el Príncipe Alfa comenzó actuar de aquella manera con él de un día para otro. Pero no indagaria, solo actuaría como lo que es. Un sirviente.
- Majestad - Saludo Taehyung con una inclinación hacía el Príncipe y cuando Jungkook paso por su lado.
Tae siguió su camino cuando creyó que estaba lo suficientemente alejado, se derrumbó. Se dejó caer sobre una banca, la cual estaba cerca a unos jardines de girasoles. Las lágrimas comenzaron a bañar sus mejillas, así como su corazón sentirse apuñalado por miles de alfileres.
Pasó la mayor parte del día en aquella banca, sin desayunar, almorzar y mucho menos deseos de cenar. Había llorado tanto, que no supo cómo poder irse a su habitación sin ser visto, no lo buscaron o llamaron por qué su Rey lo haya necesitado, así que imagino que su majestad tampoco debía estarla pasando bien y solo quería su espacio.
El Omega sirviente, se levantó y entró por la puerta de servicio. Estaba por entrar al pasillo que dirige a las habitaciones, cuando se detuvo abruptamente. Al ver a Jungkook, mantener acorralada sobre la pared a la misma mujer y está vez... Besándola con una intensidad indescriptible.
El corazón de Taehyung termino por destrozarse, sobre todo cuando las manos del Alfa apresaron el trasero de la mujer. Tae se oculto tras la pared y sus ojitos se bañaron en lágrimas nuevamente. No podía soportar más, quería huir de ahí, escapar y no saber nada de aquel hombre el cuál lo estaba matando internamente sin ser plenamente consciente de ello.
Unos minutos después, cuando creyó que se había calmado. Se armó de valor, tomo aire y siguió su camino. Está vez, aquella mujer ya no estaba y en su lugar, Jungkook se encontraba recargado en la pared, justo al lado de la puerta de la habitación de Tae.
Aquello detuvo el corazón y los pasos del Omega. Pero aún así, con el dolor de su alma, se inclino ante él Alfa e intento abrir y entrar a su habitación. Cuando entro y estaba por cerrar, sintió como está era detenida.
Se sorprendió al ver a Jungkook entrar y cerrar tras él, para luego poner seguro a la puerta.
- ¿Qué... Está haciendo majestad? - Pregunto con fingida calma el Omega.
- ¿No tienes curiosidad? - Fue lo primero que pregunto el menor.
- No se a que se refiere - Mintió el Omega, intentando mantenerse firme, cuando por dentro estaba destruido.
- Lo entiendes muy bien. Me viste dos veces, ¿No quieres saber? - Cuestionó.
- Su vida personal y como la maneje no debe ser de mi incumbencia majestad - Aquello dolió más de lo imaginado a ambas partes.
- ¿Entonces jamás te importó lo que fuimos? - Dijo Jungkook.
- Perdóne majestad. Usted y yo jamás fuimos nada, no veo el por qué la pregunta, cometí un error al creer que podía gustar de usted, pero esa fue la equivocación más grande de mi vida. Le pido disculpas y también amablemente le pediré que... Se retiré de mi habitación, esto podría ser mal interpretado por el Rey Min y valoro mucho mi trabajo.
Taehyung quiso ser duro, mostrar firmeza y seguridad ante su palabra. Pues justo así fue, se notó tan decidido, que Jungkook le creyó, las palabras del Omega le dolieron más de lo imaginado, pero se sintió mucho más furioso con él.
- Entonces era cierto. Jamás te importe, ¿No es así? Siempre fue él, solo me utilizaste. Ella tenía razón - Río sin gracia el Alfa - Estaba cegado y ahora puedo ver con claridad. El Omega asqueroso, mentiroso y manipulador que eres.
El Omega sintió tanto dolor, rabia y malestar. Que deseo con todas sus fuerzas, gritarle, golpearlo y humillar al Alfa, pero no tuvo el suficiente valor y en verdad quería conservar su empleo.
- Me iré y si en una semana como mínimo. No le pides a mi hermano que te saque de aquí, lo haré yo mismo - Sentenció el Alfa antes de irse.
Jungkook se fue de aquella habitación, sin saber que cometió el error más grande de su vida y que cuando quiera enmendarlo, eso ya no será posible.
Mientras que en aquella habitación, quedó un corazón roto, desolado, destruído y un amor humillado. Taehyung no se creía capaz de volver amar jamás a nadie como ama a Jungkook y mucho menos cree poder perdonarlo por aquello.
No sabe que tanta mentira le habrá dicho aquella mujer de él. Tampoco sabe que quiso decir Jungkook con "siempre fue él" pero eso fue lo que menos le importo. Solo sentía un dolor tan grande en su pecho, que todo el llanto durante horas pareció no ser suficiente.
A la mañana siguiente.
Taehyung aún sintiendo su corazón hecho pedazos y un dolor indescriptible en su pecho.
Se levantó, se dió un baño y se preparó para un nuevo día, fue en busca de su alteza real, el Rey Omega. Pero nuevamente, se encontró con que este, estaba encerrado en el quiosco y no permitía que nadie entrara.
Sintiéndose derrotado por segunda vez, con su alteza. Dió una corta vuelta por los alrededores del Castillo y pronto, decidió buscar a su Rey líder, para poder hablar con él y le informaron que el Rey se encontraba en el comedor.
Es ahí donde él Omega se dirigió, entro por el área de la cocina y cuando llegó al comedor, se encontró con la escena más desagradable de todas.
La mujer que le había estado fastidiando la vida desde tiempos memorables, se encontraba detrás del asiento de Jungkook, como si fuese la sirvienta personal del Principe Jungkook.
Tae trato de ser fuerte, por un instante pensó en irse del comedor y evitar seguir presenciando aquella escena. Pero fue detenido por las palabras del Rey.
- Taehyung, ven aquí - Llamo el Rey y el pobre Omega no tuvo de otra que regresar sus pasos y presentarse ante sus soberanos.
- Mi Rey - Se inclino ante el Alfa y prestando atención.
- ¿Sabes algo sobre mi esposo? ¿Sabes si ya tomo sus alimentos o que hace todo el día dentro del quiosco? - Pregunto con curiosidad el Rey.
- No majestad. No lo he podido ver ayer y ahora, por más que intento entrar al quiosco, él no me lo permite - Explicó el Omega.
- Bien. Intenta y me dices si logras algo, me preocupa su bienestar - Dijo el Rey.
- Como ordene majestad - El Omega se inclinó, con la intención de irse - Mi Rey, ¿Sería posible poder hablar con usted después de su desayuno? - Pregunto un nervioso Tae.
Yoongi, quien tomo un sorbo de su café, noto la mirada suplicante del Omega. Luego dirigió la mirada hacía su hermano y frunció levemente el entrecejo al darse cuenta, como Jungkook tomaba aquella maldita loca de las caderas y le susurraba al oído, para luego soltar un poco de sus feromonas exitantes.
El Rey Alfa se dió cuenta del ambiente tenso en el comedor. El aroma temeroso y triste de Tae era evidente, aunque no mucho. Él siendo un Alfa puro, podía darse cuenta de ello.
Entonces comprendió, que su hermano había dejado el capricho por aquel Omega. Pero odio más ver la imagen de Jungkook junto aquella fastidiosa mujer.
La que fue su concubina en dos ocasiones nada más y no volvió a tocarla. No entendía como es que había aparecido nuevamente. Aquella loca se acercó demasiado a él, cuando su hermoso esposo paso a su lado y él, la alejó con furia, pero parecía que la mujer no entendía.
Ahora comprendía por qué de repente apareció. Su hermano la quería para él. Pero quizá como algún tipo de venganza, pues Yoongi de dió cuenta de las disimuladas miradas que le daba a Tae, quien se encontraba a su lado y tratando de no ver aquella escena.
- Bien. Espera fuera de mi despacho, llegó en unos minutos.
Taehyung agradeció y se retiró. Antes de ir al despacho, fue al quiosco, trato de retener su llanto y por más que intento ver a su Rey Omega, no pudo. Así que sintiendo decepción, regreso al despacho.
Toco un par de veces y escucho a su Rey. El Omega entro y se inicio ante el líder, se quedó de pie y jugueteando nervioso con sus manos y sintiendo su corazón doler.
- ¿Y bien? ¿Qué quieres hablar? - Preguntar el Rey.
- Yo... - Tae quería llorar - Quería saber, si... ¿Sería posible poder cambiar de Palacio? - Pregunto con miedo.
El Rey Alfa lo escucho atento, entendió hacía donde iba aquello, comprendió las posibles razones de Taehyung y aunque una parte de él, se alegraba de que su hermano dejaría aquel capricho con dicho Omega, su parte racional entendía mucho mejor la situación.
Ahora que se había mantenido alejado tanto tiempo de su esposo, lo extrañaba y comprendía más lo que ellos son en realidad, sobre el destino. Su parte racional y comprensible, le dice que si Tae se va, Jungkook se perderá en el camino y no quiere eso. Pero también es difícil, pues las leyes escritas por su Reino, lo obligan a cumplirlas.
- ¿Estarías dispuesto a dejar de ser el sirviente y diseñador personal de mi esposo? - Pregunto el Rey.
Taehyung titubeó ante aquello. Claro que no quiere dejar a su Rey Omega, lo aprecia demasiado y se prometió protegerlo con su vida de ser necesario para no verlo sufrir más, ser su hombro o pañuelo cada vez que sufra. Pero ahora su corazón es el que duele, su lobo se siente cada vez más débil, triste, roto y no cree poder seguir soportando más tiempo.
- No es lo que quiero. Aprecio demasiado al Rey Jimin, no deseo alejarme de él. Pero... Es lo mejor - Susurro lo último.
- ¿Por qué es lo mejor? - Cuestionó Min.
- Mi Rey... Usted tenía razón, solo fui un capricho de su hermano y cometí una enorme equivocación al creer que... Éramos el destino del otro, pero no es así y yo... No pretendo seguir haciendo sufrir a mi corazón y mi lobo - El enorme nudo ya se encontraba a punto de estallar en la garganta del Omega.
- Me alegra saber que comprendes tu lugar en mi Castillo - Aseguro el Rey - Pero no puedo dejar que te alejes de mi esposo. Pues también comprendo que eres su único amigo y él te ve como tal, pero si es lo que tú deseas... Puedo concederte incluso el cambiar de Reino - Concluyó el Rey.
Taehyung se quedó sin habla. Su corazón dolió, pero quizá incluso el cambiar de Reino era una mejor opción, pues Jungkook suele tomar vacaciones largas en cualquiera de los palacios pertenecientes a los Min y no quiere encontrarselo por ahí tampoco.
- Piénsalo y me dices - Dijo el Rey - Pero también piensa en tí y mi esposo.
- Lo pensaré. Gracias majestad - Taehyung se inclino ante su Rey y se retiró del despacho.
Preguntándose, ¿Cuál era su mejor opción?
No quiere dejar a su Rey Omega solo. También es muy consciente que él, es de los muy pocos amigos del Rey Jimin.
Pero también desea sanar su corazón y dejar de sufrir por un amor imposible y destructor. Jamás le perdonará a Jungkook, el haberlo tratado tan mal y hacerlo sentir tan miserable.
Cuando salió del despacho, se encontró afuera a Jungkook. Mostró una leve inclinación ante el Alfa y tuvo toda la intención de pasar por su lado e ignorarlo.
- ¿Al fin decidiste lárgarte de aquí? - Hablo el Alfa y Tae detuvo sus pasos.
- Lo estoy considerando majestad...
- ¿Y que demonios te detiene? - La voz molesta de Jungkook se dejó escuchar.
- El Rey Jimin - Respondió, sin darle la mirada.
- Jimin no te necesita. Fue fácil alejarte en el momento que pudo hacerlo, ¿Para que seguir buscando escusas? Mejor vete de aquí. Tu presencia es intolerante.
Taehyung hizo puño sus manos y entendió, que no podía ser lo suficientemente fuerte como para soportar aquel dolor y aquellas humillaciones por tanto tiempo.
- Espero majestad... Que jamás se arrepienta de sus palabras...
Dichas sus palabras. El Omega de retiró, dejando a un Alfa con el corazón roto, pero creyendo fielmente que el engañado fue él.
Pero... ¿Qué le habrá dicho aquella mujer al Alfa para que esté, en verdad crea en una evidente mentira?
.
.
.
.
.
.
.
¡Hola amigos!
¿Qué les pareció este capítulo?
Me duele mi hermoso Kookv. Pero es parte de la trama de ellos, aman tanto el personaje de Kook, que saben no podía ser tan súper perfecto.
Así que pronto irán viendo el desarrollo de esta posible parejita.
Happy Hobi Day🥳💜🫶🏻🥹
Sin más que decir... ¡Nos leemos pronto chiquillos!
Bye💜
No olviden dejar su estrellita si les gustó el capítulo ⭐
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro