Cerca de las 5:00am. Cuando apenas comenzaban a despertar algunos empleados.

Jimin despertó, sintiendo un leve malestar en sus partes bajas, gruño bajito y luego suspiro. Abrió sus ojos y lo primero que vió, fue a su amado esposo dormir aún.

El Omega sonrió y acarició suavemente el pecho desnudo de su esposo, para luego subir su mano hasta las mejillas de este. Se apego más a su Alfa y acomodo su pierna sobre el abdomen de este mismo para luego suspirar más que enamorado.

Pronto sintió como la fuerte mano de su Alfa se posaba sobre su pierna desnuda y apretaba suavemente. Jimin sonrió encantado con ello y bajo su mano hasta dejarla sobre los pectorales de su esposo. Vaya que tiene un Alfa majestuoso ante él.

El Alfa despertó. Abrió sus gatunos ojos oscuros y lo primero que hizo, fue darle un beso en la frente a su pequeño esposo. Verlo y sentirlo junto a él, es todo lo que Min necesito durante todos aquellos días alejados.

- Buen día mi amor - La voz ronca y varonil del Alfa herizo la piel del Omega, quien sonrió al instante - ¿Dormiste bien?

- Muy bien - Afirmó el menor - ¿Deberíamos ir a nuestra habitación ahora? Antes de que todos se levanten - Arrugó su naricita.

- Deberíamos. Tampoco quiero que te vean o sientan tu aroma - Gruño el Alfa.

Es normal que cuando una pareja de Alfa y Omega a intimado la noche anterior, el Alfa se vuelve extremadamente posesivo y territorial, marcando a su Omega a cada instante y no despegandose de este. Así que quizá Jimin sentirá lo que es un verdadero Alfa posesivo por algunos días.

- Entonces vamos Alfa. Quiero descansar un poco en nuestra cama - Puchereo y al instante sus labios fueron besados.

- Vamos mi cielo.

Se levantaron. Jimin se tomó un poco del té supresor que había dejado hace un par de horas, aunque el que había tomado antes de hacer el amor con su Alfa por última vez, también tiene sus efectos. Aún así, prefería prevenir.

Luego se cambió tranquilamente, al igual que el Alfa. Quién tomo una de las frazadas de su esposo y su abrigo con esta misma. Pues sabía que Jimin no había llevado ninguna capa con él cuando se encerró en el quiosco. Cuando ambos estuvieron listos, salieron.

Los guardias estaban cuidando el área, algunos de ellos más alejados que otros. Chanyeol se encontraba con Jackson, con una distancia prudente del quiosco, pero cuidando a sus Reyes como era debido.

Pasaron por el lado de ambos Alfa guardias. Siendo los Reyes quienes ignoraron la presencia de quien sea, pues iban muy entretenidos con ellos mismos. El Alfa evitando que nadie más sienta el intenso aroma de su esposo, se concentro en cubrirlo con el suyo propio y Jimin solo disfrutando de la atención, cariño y mimos de su Alfa.

Cuando entraron a la habitación. Min cerro con llave, no quería que nadie los moleste tan temprano, vió a Jimin meterse al baño, sabía lo que su esposo haría, así que se fue tras él. Justo encontró a Jimin tararear alguna melodía, mientras se quitaba sus prendas.

El Rey Alfa lo envolvió entre sus brazos y aspiro su delicioso aroma, tan exquisito y atrayente, que le fascinaba al Alfa.

- Tomaré un baño de esponja - Dijo Jimin. Dejando un beso en los labios de su esposo y preparando su baño.

- ¿No quieres que me una a ti? - Sugirió el Alfa. Pero Jimin pronto se sonrojo - Vamos mi cielo, se que tú quieres - Lo atrajo hacia su pecho.

- Bueno - Aceptó Jimin - Pero solo darnos un baño, no más Min - Sentenció.

- Como tú quieras - Aceptó el Alfa.

Algunos minutos después. La pareja se encontraba dentro de la tina, dándose un cálido y refrescante baño. Jimin recargaba su espalda en el pecho de su Alfa, mientras se encontraba entre las piernas de este.

- ¿Cómo está mi hermano? - Pregunto Jimin de pronto.

Min se sintió un poco tensó ante la pregunta de su esposo. Pero recordó que ahora pueden sentir las emociones entre ellos, así que rápidamente intento calmarse.

- Él está bien. No pude verlo mucho por qué tenía una leve gripa, pero se estaba recuperando - Comento.

- Seguro salió durante mucho tiempo - Suspiró el Omega, sin darse cuenta de lo que decía - Le dije muchas veces que debía abrigarse para salir a ver a Namjoon Hyung... - Entonces Jimin detuvo sus palabras su cubrió sus labios, cerrando sus ojitos al instante.

- Así que tú sabías todo - Yoongi sonrió, pues le pareció tierna la acción de su esposo - ¿Cuánto tiempo tiene de estar junto al jefe de guardia?

- No sé de qué hablas... - Intento arreglar Jimin, pero eso le causó más gracia al Alfa.

- Deja de ocultarlo mi amor. Ya lo sé todo y para tu tranquilidad, no pienso hacerles nada - Aquello dejó un enorme alivio en el Omega, uno que Yoongi también sintió.

- Jinnie Hyung se enteró que Nam Hyung es su Alfa destinado cuando tenía 15 años. Nam Hyung en ese entonces era un simple guardia que había sido asignado a cuidar algunas áreas del castillo. Él tenía 16 años, ambos muy jóvenes, pero según Jin Hyung, se dieron cuenta al instante y desde entonces han mantenido una relación secreta.

Yoongi pensó en las palabras de su Omega y no precisamente en la historia del hermano de este y su Alfa, si no en unas en específico.

- Amor - Llamo y Jimin le prestó atención, sintiendo su pancita con muchas maripositas ante los dulces apodos - ¿Qué sentiste el primer día que nos vimos?

La pregunta tomo por sorpresa al Omega. Pero aún así, respondió.

- No fue miedo si es lo que piensas - Bromeó el Omega y Min río ante ello - Más bien... Sentí algún tipo de atracción, llamaste mí atención, tú mirada siempre fue sería, serena, pero al mismo tiempo atrayente, me gustó un poco debo admitirlo.

- ¿Y cuando me acerque? - Pregunto está vez el Alfa.

- Quería que estuvieras más cerca - Sonrió el Omega - No podía dejar de ver tus ojos.

- ¿Qué sentiste cuando te toque? - Abrazo más protector a su pequeño esposo.

- Sentí... Cómo si alguna corriente eléctrica hubiese atravesado toda mi espina dorsal, como sí... Aquel toque de tus manos en mi mentón y luego en mis manos hubiese sido un detonante que hizo explotar mi corazón. Me gustó, pero al mismo tiempo me dió miedo sentir que me agrado tu toque.

- ¿Qué sentiste... Cuando te marque? - Jimin entendió a lo que su Alfa quería llegar.

- Amor - Respondió Jimin - Nuestros lobos siempre lo supieron, pero nosotros no fuimos consientes de ello, hasta que creamos la marca lo comprendimos.

- Ahora lo sabemos... - Susurro el Alfa en el cuello de su esposo, justo sobre su marca de unión - Eres mi Omega destinado Minnie.

- Y tú mi Alfa destinado Yoon - Sonrió encantado con aquello el Omega.

- Perdóname mi amor - Murmuró el Alfa - Por no darme cuenta antes y por haberte tratado tan mal desde el inicio. No lo comprendí con tiempo, por qué jamás recibí alguna clase o explicación entre parejas destinadas.

- Ni yo. Pero me alegra comprenderlo ahora y saber que eres tú mi Alfa, mi destino y que somos esposos sin saber antes lo que éramos en realidad.

- En otra vida mi amor. Prometo darte la boda más hermosa del mundo, hacerte feliz desde el primer día y amarte cada día más - Prometió el Alfa.

- Se que así será mi Alfa - Sonrió cálido el Omega - Te amo.

- También te amo mi pequeño Minnie.

El amor... Es algo que ellos apenas están conociendo y saben que harán todo lo posible por siempre demostrarse lo mucho que se aman uno al otro, cada día de sus vidas.

Eran más de las 9:00am. Jimin había dormido como tronco desde que salió del baño con su Alfa, se puso una pijama cómoda y calientita y se metió a dormir.

Con un Yoongi refunfuñando por qué seguía poniéndose aquellas enormes pijamas. En lugar de algo más sensual, a lo que Jimin lo ignoro y se metió entre las sábanas, suspiro cómodo y durmió.

Solo sintió como su Alfa se metía a la cama, lo abrazaba por la espalda y en cuestión de minutos también cayó profundo.

Justo en ese momento. Jimin despertaba, perezoso, cansado, agotado, pero con un hambre increíble. Su pancita gruño y él se despertó, abrió sus ojitos y puchereo al no ver o sentir cerca a su Alfa.

Se levantó, bostezo y se encaminó al tocador, sintió un susto enorme al ver a Tae de espaldas, preparar su vestuario del día.

- Majestad - Se inclino Tae ante él, al verlo. Pero el Omega se mostró renuente e indiferente, Jimin sabía la razón.

- ¿Me trataras así cuando estés molesto? - Puchereo el Omega Rey y Tae intento esconder su sonrisa de ternura.

- No se de qué habla alteza. Es mejor que se cambié y baje a desayunar, su esposo el Rey lo espera en su despacho - Comento.

- Bien. Si es así - Jimin se encogió de hombros y comenzó a quitarse su pijama.

Tae casi chilla y deja escapar su alma del cuerpo al ver la marca rosa, brillante y reluciente en el cuello de su Rey. No sé pudo contener y de acercó rápidamente para poder verla mejor.

- Oh por la madre luna - Tae señaló y cubrió sus labios. Jimin río ante ello - Dígame... Qué fue aceptado por ambas partes.

- No te diré nada. Sigues molesto conmigo, así que me veo en la obligación de buscar otro amigo a quien contarle mis intimidades - Se encogió de hombros.

- Oh vamos majestad. No me puede hacer esto - Tae hizo un pequeño berrinche, pataleando, ante aquel grado de ternura Jimin no pudo evitar soltar una carcajada al aire de diversión.

- Fue mutuo Tae. Yoongi... - Suspiro enamorado - Es mi Alfa destinado, ¿Sabes? - Tae chilló de emoción - Me pidió perdón por sus errores y me a tratado tan bonito, que... Solo puedo decirte que es mi Alfa soñado, el amor de mi vida y futuro padre de nuestros cachorros.

- Entonces... - Tae señaló el vientre bajo de su alteza y Jimin negó - ¿No?

- Aún no. Quiero esperar un poco más, necesito sentirme listo para ello, mientras, los té supresores serán un gran aliado para mí - Aseguro el Omega.

- Me alegra que todo se haya resuelto entre ustedes - Tae suspiro y comenzó a vestir a su alreza - Han pasado por mucho y solo merecen ser felices. Al fin comprendieron que son pareja destinada, que no importa todo lo vivido anteriormente, se aman, se necesitan y aprenderán a sobre llevar todo juntos. El Rey es... Un Alfa difícil de tratar, pero cuando está a su lado, él es otra persona y lo demuestra con solo una mirada de él hacia usted.

Jimin sonrió ante ello. Pues él también se a dado cuenta de aquellos cambios de su esposo hacía él, como sus expresiones cambian y se suavizan cuando él aparece frente al Alfa.

- Gracias Tae. Tus consejos siempre son importantes para mí, lamento haberme aislado, alejado de ti y el resto, pero me sentía asfixiado, solo necesitaba un tiempo para mí, pensar y tener un poco de espacio.

- Entiendo majestad. Creo que todos lo necesitamos en algún momento, al final alejarse un poco trajo sus buenos resultados. Ahora está enlazado a su esposo y parece que todo está bien entre ustedes.

- Más que bien Tae - Sonrió Jimin.

Luego se vió a espejo y como siempre. Quedó maravillado, no había forma de que los atuendos que Tae le pone no se vean bien en él, siempre quedan perfectos. Le encantó.

- Vamos. Mi esposo espera por mi - Jimin sintió sus mejillas sonrojadas cuando pudo sentir una emoción de su esposo por medio del lazo.

Cuando Jimin iba bajando junto a Tae y ambos sonreían entre medio de su charla. Yoongi iba saliendo del pasillo que llevaba hacía su despacho, al instante en que el Alfa vió a su pequeño esposo con aquella vestimenta tan hermosa, sus ojitos brillaron y una sonrisa se acentuó en su rostro.

El Rey Omega elevó su mirada cuando terminó de bajar y al instante conecto sus ojitos con los de su Alfa. Jimin sonrió encantador y en menos de lo que se imagino, su amado esposo ya se encontraba pegado a él, abrazándolo posesivamente y ocultando su rostro en el cuello del menor, justo donde se encuentra su marca de unión. Min aspiro el aroma de su pequeño esposo y comenzó a cubrirlo con su mismo aroma.

- Te ves hermoso mi cielo - Susurro el Alfa, cerca del oído de su esposo y dejando un húmedo beso en su marca.

Se alejó solo un poco y Jimin le mostró una suave sonrisa. El Omega tomo la iniciativa y dejo un cálido beso en aquellos delgados labios que le pertenecen.

- Gracias Yoon - Admiró a su esposo.

- ¿Vamos mi cielo?, es tarde ya y aún no desayunamos - Comento el Alfa.

- Pensé que tomariamos nuestros desayunos en la habitación - Puchereo Jimin.

- Lo pensé mi cielo - Beso el puchero de su esposo - Pero eso fue antes de que mis padres dejarán de existir y además. No podemos dejar solo a Jungkook - Comento.

- Cierto. ¿Jungkookie aún no desayuna? - Pregunto Jimin con curiosidad.

- No. Salí temprano al pueblo, así que muero de hambre - Entro el mencionado - Vaya, no creí decir esto pero... No saben cuánto me alegra que estén bien - Aseguro.

El Alfa menor entro al comedor y Jimin noto algo muy particular en la acción del Alfa menor. Dió una rápida mirada hacía Tae y noto como este mantenía su mirada gacha y limpiaba una silenciosa lágrima antes de que está cayera al piso.

Jimin frunció levemente el ceño al notar aquello, luego regreso su mirada hacía Jungkook, quien entro al comedor como si no existiera la presencia de Taehyung.

¿Qué había ocurrido con aquellos dos?

El Rey Omega solo sintió como su Alfa lo llevaba hacía el comedor y en esta ocasión, Tae no entro. Se quedó afuera, algo que lo desconcertó mucho más.

Pero lo que realmente fue un detonante para él. Fue ver cómo Jungkook parecía sonreírle a otra sirvienta, incluso le guiño un ojo y Jimin frunció el ceño.

Tomo asiento en su lugar, que estaba justo frente a Jungkook. El desayuno fue servido para los tres.

Yoongi comenzó hablar con Jungkook de algunos temas importantes del Reino de Daegu y el resto, que el recorrido debe iniciar pronto, pues ya lo retrasaron por mucho tiempo, mientras Jimin tomaba su desayuno, pensando en lo que acaba de presenciar, pero no entendiendo nada.

El Omega vió cuando Jungkook llamo a la misma criada y le pedía un café, para luego sonreírle ladino y notablemente coqueto.

- ¿Qué sucede contigo Jungkook? - El Omega no se pudo contener.

- Jimin - Intento advertir el Alfa, pero el mencionado lo ignoro.

- ¿A qué te refieres? - Jungkook pareció no tomarle importancia a la pregunta de su cuñado.

- Sabes a lo que me refiero. ¿Me dirás qué Tae si fue solo un juego del momento para tí? - Jungkook apretó los cubiertos en sus manos.

- Tú no sabes nada Jimin - La mirada sería del Alfa menor desconcertó mucho más al mismo Jimin.

- Jungkook. Deja de hacer eso - Advirtió con molestia el Rey Alfa.

- Entonces dile a tu Omega que deje de cuestionarme e intentar controlar mi vida - Dijo el menor.

- ¿Controlar tu vida? - Jimin río sin gracia. Llamando toda la atención de ambos Alfas, pues ellos no sabían que Jimin podía reaccionar a la defensiva también.

- Detente cariño - Yoongi tomo su mano.

- Eres solo un año mayor que yo. ¿De que vida me hablas? ¿De la que todos comentan pero yo creí que era mentira?
¿En verdad solo te gusta jugar con los empleados? ¿Mi Tae fue un simple juguete para tí? ¿Te cansaste de él y por eso lo dejaste?

- ¡Tú no sabes nada! - Jungkook se levantó de golpe, más que furioso.

Antes de que Yoongi pudiese reaccionar y reprender a su hermano por hablarle así a su esposo. El mismo Jimin se levantó furioso contra el Alfa menor.

- ¡A mi no me grites! - Atacó Jimin - Deja de juegos tontos y absurdo Jungkook. Madura, ¿Crees que comportándote de esa forma lograrás poner celoso a Mi Tae? Estás equivocado, así solo logras herirlo, destruirlo y confirmarle que no vales la pena. Ojalá... Mi Tae encuentre a un verdadero Alfa.

Dichas sus palabras. Jimin salió de aquel comedor, hecho un torbellino, furioso contra Jungkook, molesto por no entender o saber nada pero intuyendolo un poco y preocupado por Taehyung.

Quizá por eso su amigo lo busco tan insistente en aquellos dos días que él se encerró en el quiosco y se siente mal por no haber estado para Tae en ese momento.

Cuando salió del comedor, encontró a Tae, con la mirada perdida, notando el nulo brillo en sus ojitos, ¿Cómo no pudo darse cuenta de ello antes? Incluso no se había hecho las bonitas trenzas que solía hacerse, tenía su cabello en una media coleta y el resto suelto.

- TaeTae - Susurro Jimin y el Omega volteó a verlo, se inclino ante su Rey tan pronto como lo vió.

Cuando Jimin estaba por hablar, Jungkook salió hecho una furia del comedor. Azotó la puerta y se fue del Castillo, tomo un cabello y se alejó, tratando de pensar con la cabeza fría y tranqulizarse.

Los ojitos de Tae se cristalizaron, pero se obligó a recomponerse cuando su Rey líder salió del comedor y se poso al lado del Rey Omega.

- ¿Me dirás qué sucedió Tae? - Pregunto Jimin. Tomando las manos de su amigo.

- Creo que es lo mejor - Susurro Tae - Su majestad el Rey tenía razón, él es mucho para alguien como yo, un simple sirviente, él es un príncipe, es de la realeza y yo... No soy nadie. El Príncipe... Merece ser feliz con alguien de su clase.

- ¿De que hablas Tae? - Jimin frunció el ceño, estando en desacuerdo - ¿Por qué dices todo eso?

- Majestad - Tae se dirigió exclusivamente hacía Yoongi - Aceptaré su propuesta.

Jimin se sentía frustrado, no entendía, volteó a ver a su esposo por una explicación, pero el Alfa asintió ante Taehyung. Jimin gruño bajito, pero toda su molestia se convirtió en terror al escuchar las palabras de su amigo.

- Aceptaré cambiarme a otro Reino como sirviente - Jimin abrió sus ojitos en grande.

- ¿Qué...? - Jimin sintió una fuerte punzada en su pecho.

Entonces Yoongi comprendió. Que la propuesta que le había dado a Tae hace unos días, cuando ocurrió el problema entre el Omega sirviente y su hermano, no fue una buena idea.

Pues sentir el dolor de su Omega en su pecho también. Fue una sensación horrible, no le agrado sentir como a Jimin lo invadía la preocupación, miedo y dolor.

Pero quizá... Solo quizá, aquello sea lo mejor entre el Omega sirviente y el Príncipe Alfa.

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¡Hola amigos!

¿Qué les pareció este capítulo?

Espero que les haya gustado mucho mis chiquillos. Al fin el Yoonmin de dió cuenta de que son destinados🤭

¿Qué creen que habrá ocurrido con el Kookv?

Sin más que decir... ¡Nos leemos pronto chiquillos!

Bye💜

No olviden dejar su estrellita si les gustó el capítulo ⭐