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El quiosco es como un santuario para Jimin.
Tiene exactamente todo lo que le gusta, calidez, comodidad, flores. Pero sobre todo, privacidad. Nadie podía ver lo que él hiciera adentro, amenos que la persona entre.
Cómo en ese preciso momento. Nadie veía lo que sus Reyes hacían, aún cuando Chanyeol se dió cuenta de ello, decidió alejarse solo un poco y no causar algún tipo de trauma en él.
Pues dentro del quiosco, estaba ocurriendo un acto de amor, pasión y devoción entre los Reyes.
El Alfa acariciaba la espalda baja de su esposo, mientras mantenía apresados sus gruesos y dulces belfos en un beso intenso, en dónde incluso el uso de sus lenguas era notorio. Algo nuevo para Jimin, quien no tiene experiencia en ello, pero su Alfa trata de ser paciente, cuidadoso. Jimin mantenía apresados en sus manitas la vestimenta de su Alfa, aferrándose a ellas mientras disfrutaba de aquel profundo beso.
El Rey Min fue avanzando lentamente hasta el cómodo sofá que mantenía aquel lugar, un sofá en dónde Jimin durmió, lloro y se destrozó. Pero que ahora todo sufrimiento sería borrado por nuevas huellas de amor y cariño.
Cuando llegaron al sofá y las piernas del Omega chocaron delicadamente con el borde de este. Él fue absolutamente más consciente de lo que estaba por ocurrir.
Entonces Jimin corto el beso, con delicadeza, pero lo hizo, soltó un lento y largo suspiro cuando el beso fue cortado, bajo la mirada un instante y luego la subió para conectar sus ojitos azules con los oscuros de su esposo.
- Si tú... Te atreves a gritarme o tratarme mal después de entregarme a tí otra avez. Entonces no pienses en una posibilidad de estar a tu lado - Sentenció el Omega.
Min sonrió, pues entendía muy bien a lo que su esposo se refería y no volvería a ser el mismo idiota de antes, no se perdonaría el volver a dañar a su esposo de aquella manera tan cruel.
- Mátame si quieres mi amor. Pero te aseguro mi cielo, que eso no ocurrirá, seré cálido, suave y cariñoso contigo. Te lo prometo - Susurro Min.
Jimin le dió una suave sonrisa, demostrando con su gesto que confía en su Alfa y que ante aquel primer paso de confianza, debe dar inició una nueva posibilidad de recuperar o mejorar su matrimonio y no cometer los mismos errores de antes.
Es así, como los besos dieron inicio una vez más. Las manos del Alfa comenzaron a buscar con calma la forma de ir quitando prenda a prenda de su esposo, comenzó con la parte de arriba, quitando el corset que ese día Jimin se había puesto, luego quitó la camisa a botones que llevaba puesta, la cual tenía los primeros dos botones sueltos y ambas prendas las dejo caer al piso. Los besos del Alfa fueron descendiendo hasta el cuello de su amado, dónde dejaba succiones y algunas marcas rojizas, de las cuales sabía que dejarían marca.
Jimin cerro sus ojitos ante la satisfacción, el deseo por más. Los húmedos labios de su esposo estaban dejando un recorrido de besos en su piel, algo que a Jimin lo hizo alucinar. El Omega gimio cuando sintió como aquellos besos llegaron hasta su vientre bajo y su pantalón era quitado junto a su ropa interior. Quedando desnudo y a total merced de su Alfa.
El Omega entre abrió sus ojitos y sintió sus piernas flaquear cuando una profunda succión llegó a su miembro y se sintió desfallecer ante las abrumadoras sensaciones que llegaron a su piel. Bajo la mirada y vió aquella imagen tan eróticos frente a él.
Su Alfa estaba de rodillas ante él, chupando, succionando y disfrutando de su miembro, mientras sus manos acariciaban sus piernas y subían hasta su voluminoso trasero, amasando o acariciando a su antojo, algo que volvía loco al Omega de ansiedad, deseo y lujuria.
Cuando el Alfa terminó de estimular el necesitado miembro de su Omega. Lo recostó en el sofá y abrió levemente sus piernas. Jimin era un mar de jadeos, respiración irregular, cabello adherido a su frente perlada y mejillas sonrojadas. Min relamio sus labios ante tan exquisita imagen frente a él. Le encantó ver lo que podía crear en su esposo y como Jimin lo veía con ojitos deseosos de más.
- Eres hermoso cariño - Susurro el Alfa. Con una voz tan penetrante, ronca y varonil que involuntariamente, Jimin gimió al escucharlo.
Sonriendo ladino, el Alfa se fue quitando sus prendas una a una frente a un necesitado Jimin. Quien sin darse cuenta mordió su labio inferior cuando frente a él, se encontraba su esposo desnudo y con aquel prominente y jugoso miembro de fuera, tan despierto como necesitado de ser atendido.
- Yoon~ - Llamo el Omega, abriendo sus piernas un poco más, invitando sensualmente a su esposo a introducirse entre ellas.
- Oh cariño. No sabes cuánto me encantas - El Alfa se metió entre las piernas de su esposo.
Con solo el roce de sus miembros, Jimin jadeo deseoso de más. Incluso enrrollo sus piernas alrededor de las caderas de su Alfa, invitándolo a iniciar y acabar con aquella tortura que había creado.
Sin embargo, Min solo comenzó a similar embestidas entre sus miembros. Mientras Jimin se retorcía de necesidad, jadeaba deseoso y fascinado. Maravillado con aquellas increíbles sensaciones. El Alfa se apoderó de sus labios nuevamente y profundizó a un necesitado beso, uno que cortaba el aire de la pareja, pero que los incitaba a seguir.
El agujero del Omega chorreaba lubricante natural desde hace algunos minutos atrás. Estaba más que preparado para recibir a su Alfa, pero este quería disfrutar un poco más de aquel apasionado beso y poseer a su Omega cuando esté menos se de cuenta.
Las manos de Jimin se aferraban fuertemente a la prominente espalda de su Alfa, sintiéndose desfallecer ante cada embestida disimulada. Por un instante creyó que se correría, pero pronto sintió como su Alfa iba disminuyendo el ritmo y como sus exquisitos besos bajaban a su cuello. Jimin ladeó el cuello, para darle más acceso y de pronto, lo sintió.
Su esposo se introdujo de golpe en su entrada y Jimin jadeo bajito cuando sintió aquel enorme pene entrar completo en su agujero chorreante y necesitado de su Alfa. El Omega apretó fuertemente la espalda de su esposo y rasguño está misma con sus cortas uñas.
- Oh Yoon~ Mgh~ - Gimió el Omega y Min quedó maravillado con el glorioso sonido salir de los labios de su esposo.
- Te sientes... Tan bien mi vida~ - Jadeo el Alfa, al sentirse completo estando dentro de su esposo.
Comenzó a dar un leve vaivén, gimiendo ronco ante cada movimiento suave, los cuales fueron subiendo de intensidad poco a poco, haciéndolos delirar a ambos ante el aumento de movimientos en las caderas del Alfa y como el Omega apresaba más el cuerpo de su esposo contra el suyo, para sentirlo más profundo y sentirse más lleno.
Entonces aquel suave vaivén se convirtió en estocadas duras, certeras, alucinantes y exquisitas. Jimin ya no podía dejar de gemir y aunque trataba de no hacer mucho escándalo pues sabe que afuera hay guardias, tampoco es como que lo lograse mucho. Mientras el Alfa se escondía en el cuello de su esposo y gruñía ronco cuando sentía como su miembro se apretaba fuertemente en aquellas deliciosas paredes anales.
Pronto, aquellas estocadas eran embestidas rudas, pero profundas y placenteras. El Omega era un lío de emociones, se sentía encantado, maravillado, pedía más y no podía creer lo delicioso que es el sexo, pensaba seriamente en que quizá se volvería adicto hacer el amor con su esposo y la idea le encantaba.
Mientras el Alfa buscaba tocar aquel punto dulce en el agujero de su esposo. Hasta que lo encontró y arremetió contra esa área una y otra vez, escuchando el intenso gemido que su esposo soltó y no pudo acallar como el resto.
Min dió una y otra y otra vez en el mismo lugar, dejando cada vez más a un tembloroso y fascinado Jimin. El Omega sintió un cosquilleo acentuarse en su vientre bajo, anunciando su pronto orgasmo. Mientras que el Alfa también lo sentía muy cerca también.
Jimin arqueó levemente su espalda cuando sintió toda su esencia salir de su miembro y cubrir los vientres bajos de ambos cuando se corrió completamente. Su agujero se contrajo ante aquella sensación, logrando apretar más el miembro de su esposo, quien inevitablemente se corrió completamente dentro de su esposo, creando así el nudo que hizo chillar de sorpresa al Omega, al no haberlo sentido antes.
El Omega ladeó su cuello con un poco de miedo. No sabiendo si su esposo está vez lo marcaría o no.
Pero ocurrió. El Alfa dejó un dulce beso en aquel hermoso cuello y pronto, encajo sus colmillos en esa hermosa y tersa piel, dejando su marca y uniéndose en alma y corazón a su esposo, encantado de aquellas nuevas sensaciones que se apoderaban de él y su lobo.
La pareja de esposos fueron conscientes de como su corazón palpitaba al unisono, así como sus almas se volvían una sola y sus lobos se unían para jamás separarse. Yoongi podía sentir perfectamente las emociones de su esposo, así como Jimin las de su Alfa.
Los ojitos de Jimin se cristalizaron, pero está vez fueron de emoción. Al sentir como su amado esposo lo marcaba y lamía su marca con delicadeza y cariño. El Alfa acarició el húmedo cabello de su Omega y después tomó sus labios en un perezoso y tierno beso.
- Te amo - Susurro entre besos el Alfa.
- También te amo - Respondió un sonriente y complacido Jimin.
Un beso cálido y amoroso comenzó. Pero que solo era la muestra del inicio de su noche de amor. Pues Jimin quería de más, aún cuando se sentía un poco agotado, no importaba.
La marca se había creado, hicieron el amor con pasión y cariño. Ahora son una verdadera pareja de esposo.
Aunque la nueva duda era... ¿Ahora sí son conscientes de que son destinados?
Jimin despertó de su corto sueño. Abrió sus ojitos y bostezo perezoso.
Escuchó el suave sonido del piano ser tocado. Se levantó con cuidado del sofá y vio a su esposo, en el banco del piano, tocando este y solo con los pantalones puestos.
Jimin sonrió y se puso la camisa de su Alfa, la cual le llegaba hasta los muslos y cubría lo necesario. Se levantó y camino con sus piecitos descalzos hasta su esposo. Yoongi sonrió dulce al verlo, extendió sus brazos y recibió a su amoroso esposo.
- ¿Cómo te sientes amor? - Pregunto el Alfa, sentando a su esposo sobre su regazo.
- Un poquito adolorido - Puchereo el Omega y Min sonrió, robando un dulce beso - Pero estoy bien.
- ¿Y no quieres intentarlo otra vez? - Sugirió el Alfa y las mejillas del Omega se sonrojaron.
- Quizá... - Sonrió el Omega - Pero debo tomar un té supresor - Puchereo.
- Cierto. ¿Seguro que no quieres cachorros por ahora? - Pregunto el Rey, mientras acariciaba el blanco cabello de su esposo.
- Lo pensé. Pero por ahora no Yoon, creo que apenas comenzamos a reparar nuestro matrimonio, no me siento listo aún para tener un bebé y... Quiero disfrutar un poco más de ti - Susurro lo último con un poco de vergüenza.
- Pienso lo mismo mi cielo. Cuando te sientas listo, dime, que yo estaré feliz de la decisión que tomes. ¿Si? - Jimin asintió y tomo las mejillas de su esposo entre sus manitas y lo beso.
Min quedó maravillado. No puede negar que le encanta mucho su dulce esposo, siempre demostrandole afecto, cariño y amor con sus toques.
El Omega se levantó después de haber dejado sin aire a su esposo y se encaminó a preparar un té supresor. Afortunadamente, en su jardín se encuentra la hoja con la que prepara sus tez. Así que no se le dificultó mucho.
Mientras esperaba que su té supresor estuviese y lo servía en una taza. Sintió las fuertes manos de su esposo deslizarse en su abdomen. Cómo este aspiraba su aroma, uno que ahora se encontraba más que concentrado en su cuello y con una maravillosa mezcla.
Entre frambuesas, vainilla, café y eucalipto. Jimin portaba su aroma y el de su esposo, así como Yoongi portaba los de su Omega.
Jimin sonrió cuando su Alfa desabotono un poco la camisa que llevaba puesta y metía su fuerte mano dentro de esta. Acariciando lentamente su pecho y casi rogándole por repetir otra vez su acto de amor.
- Espera un poco Alfa - Susurro el Omega.
Gimio bajito cuando sintió como el pene de su esposo se presionaba contra su trasero. Jimin entre abrió sus labios y lo deseo. Pero primero debía tomar el té, pues aún no se siente preparado para ser padre, quizá dentro de un año lo reconsidere.
Jimin se alejó un poco de su esposo y río cuando escuchó el gruñido en protesta del Alfa. Aún así, el Omega tomo asiento en su sofá y le hizo ojitos dulces a su esposo, quien lo veía con ojitos achicados.
- Minnie - Llamo el Alfa y se encaminó hasta donde se encontraba su esposo.
- Dime - Jimin río cuando su Alfa se sentó y tomo sus piernas, posandolas sobre las de él.
Min dejó un beso sobre aquellos jugosos labios y lo observó. Jamás había sentido tanto amor por nadie, jamás se había sentido tan atraído por nadie, Jimin es todo para él.
- Me gustas - Susurro el Alfa.
- Y tú a mí - Respondió Jimin, también admirando a su esposo.
El Omega tomo todo el té supresor y una vez lo termino, dejo la taza a un lado y Yoongi no resistió, se lanzó aquellos apetitosos labios y comenzó a devorarlos. Bajo su pantalón, dejando su miembro afuera, abrió las piernas de su Omega y se introdujo de golpe, pues hace varios minutos lo estaba necesitando.
Jimin solo pudo gemir y disfrutar, le encantó sentirlo dentro de él, tan profundo y delicioso. El Omega se retorcía de placer en cada embestida ruda y profunda, se sentía desfallecer ante tanta exquisitez.
Una vez más. El Alfa lo marco, se corrió dentro de él y lo hizo suyo con tanto amor y pasión, que Jimin quedó agotado por segunda vez.
Quizá Jimin se acostumbré aquello más pronto de lo que imaginó.
El Omega volvió a despertar, no sabe que hora debía ser, pero parece que aún es de noche.
Bostezo y luego sonrió al ver a su esposo, con una manta extendida en el piso y sentado, recargando su fuerte espalda en el sofá. Jimin se levantó y como aún llevaba aquella camisa con un par de botones puestos, de levantó un poco perezoso.
- Ten - Yoongi le entrego una taza con el té y Jimin la tomo.
- ¿Cómo sabes prepararlos? - Pregunto el Omega, sentándose a la par de su esposo, quien de inmediato lo atrajo a su lado.
Min levantó de un solo movimiento a su pequeño esposo y lo sentó frente a él, entre sus piernas. Jimin río ante el movimiento repentino, pues Yoongi era mucho más grande que él y fuerte.
- Te ví preparar el anterior, así que solo preste atención - Explicó Min, acariciando las suaves piernas de su esposo.
- Oh bueno. Si es así, no debo preocuparme por prepararlo yo o pedírselo a Tae - Dijo sin pensar el Omega.
- Entonces, ¿Quieres repetirlo todos los días? - Sugirió un coqueto y ansioso Yoongi.
Las mejillas de Jimin se sonrojaron furiosamente. Intento ocultarse en su taza, bebiendo de esta casi de un solo trago, pensando que así podría bajar el calor de sus mejillas.
Yoongi río ante aquella tierna imagen. Sobre todo cuando su adorado esposo bebió del té, más rápido de lo imaginado. Siendo así, como Min le quitó la taza vacía de las manos y pronto, se encontró acercándolo más a su cuerpo.
Jimin sintió como era subido a horcajadas sobre su esposo. Sus piernas a los costados y su pechos unidos. El Alfa dejó un húmedo beso en el cuello y clavículas de su Omega.
Pero el Omega no tuvo tiempo de reaccionar, pues solo fue consciente, como su Alfa se bajaba su pantalón y luego introducia su pene de golpe en su agujero el cuál ya se encontraba palpitante y necesitado de más.
- Oh Alfa~ - Gimio un maravillado Jimin, aferrándose a los hombros de su esposo y luego abrazándolo fuertemente, incluso apresandolo entre sus manos el cabello de Min.
- Mgh cariño~ Me apretas tan bien - Gimio ronco el Alfa - ¡Oh mierda! - Gruño ronco, al momento en que Jimin comenzó a saltar sobre su miembro.
Los dos eran un mar de sensaciones placenteras, disfrutandose uno al otro, saciando sus deseos pasionales y carnales. Dándose placer uno al otro y deseando por no acabar pronto.
Los saltos y movimientos de caderas del Omega, eran la gloria para Min, quien no dejaba de gemir y gruñir, cuánta vez su miembro salía y luego desaparecía entre aquellas exquisitas y apretadas pareces anales. Que eran la gloria para el mayor.
El Alfa quitó los botones de aquella camisa y la bajo un poco, comenzando a dejar marcas en el pecho de su esposo, así como amasaba su trasero y abría más aquellos exquisitos glúteos, donde entraba y salía su miembro, haciéndole delirar de placer.
En cuánto a Jimin no podía dejar de saltar y amar la sensación del enorme pene de su esposo dentro de él. Le gustaba tanto que lo volvía loco, lo sentía tan exquisito y delicioso que quería más y no quería detenerse, solo deseaba ser llenado de aquella forma todas las noches de ser posible.
Apretó el cabello de su esposo cuando sintió su orgasmo llegar. En cuestión de segundos, Jimin se corrió por completo, manchando los abdomenes de ambos y dejándose caer sobre su Alfa.
Yoongi no demoró en dejar salir su esencia por tercera vez aquella noche dentro de su esposo, así como también formaba el nudo y reforzaba su marca de unión.
Gustoso lamió aquella hermosa marca rosa y brillante. Acarició la espalda desnuda de su esposo y dejo un beso en su hombro.
- Te amo mi hermoso Omega - Susurro Min. Sintiendo el delicado cuerpo de su esposo descansar sobre él.
- También... Te amo Alfa - Respondió Jimin, soltando un lento suspiro antes de caer rendido y profundo ante el cansancio.
El hermoso quiosco de Jimin de convirtió en el lugar donde el matrimonio de los Reyes de Daegu, se prometieron amor, iniciar otra vez, mejorar y reparar su matrimonio.
Dónde ocurrió un acto de amor verdadero, dónde reafirmaron que su amor es mutuo y que solo deben aprender a respetarse, confiar uno en el otro, comunicarse y amarse, para que su matrimonio sea eterno.
Yoongi no es el mejor Alfa del mundo. Jimin tampoco es el mejor Omega del mundo.
Pero juntos se complementan perfectamente y solo falta que hablen de un pequeño detalle, del cuál ambos se dieron cuenta, cuando su marca de unión se creo.
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¡Hola amigos!
¿Qué les pareció este capítulo?
Espero que haya sido de su total agrado este Lemon. Trate de hacerlo solo un poquito diferente, pero de igual forma, espero que les haya gustado.
Yoongi comienza a cambiar por Jimin y ahora demuestra su amor por él🥰
¿Qué les parece la obra hasta el momento?
Sin más que decir... ¡Nos leemos pronto chiquillos!
Bye💜
No olviden dejar su estrellita si les gustó el capítulo ⭐
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