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Una noche más había pasado en que el Alfa líder no pudo dormir junto a su esposo.
Aquello parecía que comenzaba a volverse todo un martirio para él. Era desesperante, no podía dormir tranquilamente, pues sentía que le hacía falta su esposo al lado.
Quería abrazarlo, como la única vez que habían dormido abrazados. Deseaba sentirlo entre sus brazos y poder besar aquellos jugosos labios que tanto le gustan.
Pero por más que lo deseé, aquello no se cumpliría tan fácilmente, pues Jimin se negaba a perdonarlo.
La mañana llegó y Min se levantó temprano, aún no había buscado a su madre y la noche anterior volvió a darle una pequeña y grata tortura a su padre, que debido al ser también un Alfa puro, es un hombre difícil de asesinar con tortura.
El Rey Alfa se dirigió hasta la habitación de su madre, pero al entrar no se encontró con la mujer en ningún lugar, aquello lo extraño, incluso supo que Chungha estaba en su Castillo, pero lo extraño era, que no había visto a la mujer ni una sola vez. No sé encontraban ninguna de las dos en ningún lugar del Castillo.
- Averigua si Chungha regreso a su Reino. Si es así, enviaras una carta, dónde se prohíbe la entrada específica de ella a mi Reino. También envía algunos hombres averiguar sobre la ubicación de mi madre - Ordenó Min a Jackson.
El guardia acató la orden de su líder y se retiró. En cuánto a Yoongi, decidió intentar aquella mañana, de ver a su hermoso esposo.
Cuando llegó, Chanyeol no estaba en su lugar, aquello lo extraño, aún así, tocó la puerta, espero solo un par de segundos y escucho la suave voz de Jimin sonar, dando autorización para que entre.
Al entrar, se dió cuenta que Taehyung tampoco estaba. Pero toda su atención se centro en su esposo.
Jimin estaba cerca del enorme ventanal, ya que aquella habitación no tenía terraza, pero entraba una iluminación muy bonita.
El frío invierno se estaba alejando cada vez más y en su lugar, el sol y la primavera tenía paso.
Su esposo se encontraba desayunando, justo tomaba de su té y tenía un libro en mano, así como disfrutaba del cálido sol entrando en sus poros, algo que relajo tanto a Jimin. En todos sus años de vida, aquello era algo difícil de soñar para él.
- Jiminie... - Llamo Min y el movimiento del Omega se detuvo. Aún cuando había sentido su aroma, cada vez que escuchaba su voz, su piel se erizaba.
- ¿Qué haces aquí? - Cuestionó el Omega. Mientras seguía bebiendo de su té.
- Déjame... Hablar contigo - Min se acercó y tomo asiento en la silla que se encontraba enfrente de su Omega.
- No veo que tengamos algo de que hablar - Jimin una vez más, no le dió la mirada.
- Claro que tenemos que hablar cariño. Solo escúchame y...
- Ya se lo que dirás, que estás arrepentido, pediras disculpas - Jimin se encogió de hombros.
Dejo su té a un lado, al igual que su libro, poso sus manos sobre su regazo y dirigió su mirada al Alfa frente a él.
- Jiminie... Si no me perdonas, ¿Cómo quieres que recupere lo que perdí?, ¿Qué más puedo hacer más que pedirte perdón? Incluso... Pedir perdón o disculpas es difícil para mí, no es fácil, jamás lo hago y contigo e sido capaz pero aún así... ¿Cómo podemos estar bien si no me perdonas?
- ¿Quién dijo que quería tus disculpas? ¿Quién dijo que quería estar bien contigo? - Cuestionó el Omega y Min frunció levemente el entrecejo - No estoy interesado en ello, así que... Te pediré amablemente que te retires por favor.
- Jimin. Deja de actuar así - Pidió el Alfa - ¿Todas tus palabras de que estás enamorado de mi fueron falsas...?
- Eso fue un error...
El Rey Alfa quedó estupefacto ante las palabras de su esposo, lo vió incrédulo y creyó que en verdad Jimin estaba llegando demasiado lejos.
- ¿Qué quieres decir? - Pregunto Min, con su corazón asustado.
- Fue un error decir que me sentía enamorado. Ni siquiera se lo que es eso, no sé como entender sobre el amor y el odio, así que no se cuál es el sentimiento verdadero que siento por ti. Por ahora... Solo siento asco.
Min Yoongi cerro sus ojos, hizo puño sus manos y soltó un suspiro lento. Ahora entendía aquel sentimiento... Entendía lo que Jimin llegó a sentir cuando él... Le decía lo mismo.
- Jimin. Detente... Esto ya no es agradable, ¿En verdad sientes esto? - El Rey se encontraba desconcertado y dolido.
- Al menos el sentimiento de asco lo comprendo y es lo que siento por ti. Así que por favor, evitame tanta palabrería hacia mi y retiraré, necesito descansar.
- Está bien... - Min asintió - Dime Jimin, ¿Qué quieres? ¿Qué quieres para sentirte bien? Prometo darte lo que desees, si así puedes perdonarme.
- El divorcio... - Susurro Jimin. Luchando por evitar sentir sus ojitos cristalinos.
- No - Dijo Min y se levantó - Lo que quieras. Menos eso - Dijo sin más - Vendré cada día, hasta que quieras perdónarme.
Sin más. El Alfa se retiró de la habitación, dejando a un Jimin tembloroso, ansioso y dolido. Pues aunque el Omega no quería demostrarlo, todo lo referente a su esposo le afecta.
Le duele mucho estar así con él. Desea poder perdonarlo, tirarse a sus brazos, besarlo, sentir su calor corporal, pero cree que no puede ser todo tan fácil, al menos no aún.
El Omega comenzó a llorar y acariciar sobre su pecho, sintiendo dolor en su corazón al sentirse tan necesitado de los brazos de su esposo. No sabe cuánto podrá resistir, también tiene miedo que Min se canse de ello y sea el primero en querer separarse o tiene miedo de que enfurezca y quiera gritarle otra vez. Pero resistirá lo que sea necesario.
Tae entro justo un par de minutos después. Vió cuando el Rey iba saliendo del pasillo, así que ya podía imaginar lo sucedido.
Solo pudo abrazar a Jimin y consolarlo, como a estado haciendo. Sabe lo difícil y doloroso que es para su Rey y él, estará para él Rey Omega todo el tiempo necesario.
Un nuevo día más llegó. Con aquel iniciaba a contarse el tercer día en que Jimin no perdonaba a su esposo.
Ese día, el Omega decidió salir, pues se le informó que su quiosco estaba terminado, mucho más hermoso y deslumbrante, tal y como él, lo pidió.
Así que decidió salir y poder verlo con sus propios ojitos, pues desde su actual habitación, aquello era algo imposible de ver.
Se vistió con ayuda de Tae y se preparó para un nuevo día. Esperaba no encontrarse con su esposo, ya que le dijeron que había salido muy temprano por la mañana al pueblo y que no sabían cuánto demorarían.
Bajo con lentitud y saludo algunos sirvientes. Quienes se alegraban de ver a su Rey otra vez, no les mostraba una sincera sonrisa como él suele hacerlo. Pero si era un poco reconfortante para muchos.
Cuando Jimin llegó al jardín trasero y vio su quiosco ya terminado, quedó impresionado. Ahora era blanco, con muchos tipos de flores afuera, el color verde predominaba por los hermosos arbustos y árboles.
El Rey por fin sonrió. Le encantó lo que veía, entro con lentitud, admirando cada parte de su nuevo lugar favorito, todo resplandecia, su piano estaba ahí, ahora había una pequeña mesa para cuatro personas, con asientos cómodos y algunos juegos de tazas y teteras. Había un pequeño camino de muchas flores y rosas.
Era perfecto.
- Esto es... Maravilloso - Susurro el Rey Omega.
- Es hermoso - Asintió Taehyung - Este es un lugar perfecto para que pueda pasar sus tardes, ¿No cree? - Sonrió el Omega.
- Más que perfecto. Traeré algunos libros, quizá un cómodo sofá por este lado. También me encantaría algunos marcos y pinceles, me gusta pintar, así que sería un increíble pasatiempo - Aseguro Jimin.
- Ya escuchaste. Anota todo lo que mi esposo dijo - Se escuchó la fuerte voz del Rey líder.
Jimin suspiro y cerro sus ojitos un segundo al escuchar al Alfa muy cerca. No volteó, solo se cruzó de brazos, y siguió viendo las flores, tratando de tranquilizarse un poco.
- Salgan un momento y déjenme con mi esposo - Ordenó el Rey.
Jimin volteó a ver a Tae y le dió un leve asentimiento. El Omega salió del quiosco y dentro quedaron solo los Reyes.
El Rey Omega siguió en su posición, sin voltearse. Sintió demasiado cerca la presencia del Alfa, pero aún así, no se movió, hasta que sintió los fuertes y reconfortantes brazos que tanto había anhelado sentir alrededor de su cuerpo.
Para Jimin fue difícil poder alejarse o rechazarlo. Él en verdad se dejó disfrutar al menos un poco aquellos cálidos brazos.
- Me gusta como te ves - Susurro el Alfa, sintiendo felicidad por qué Jimin no lo haya rechazado y no haya rehuido de su tacto.
Su hermoso esposo lo dejo tocarlo y aunque sabía que no duraría mucho, trato de grabar aquel fino cuerpo en su piel.
- Te extraño... - Susurro el Alfa - Necesito que regreses a mi, que vuelvas a dormir a mi lado, que me vuelvas a ver con unos ojitos dulces y tiernos, yo necesito de ti para seguir viviendo cariño.
Entonces Jimin creyó que era suficiente. Se soltó del agarre del Alfa y se alejó un poco, quedando cara a cara. La expresión de Jimin era sería y desinteresada, así que Min entendió que aún no recibiría ningún tipo de perdón.
- No creo que en verdad extrañes nada. Estoy seguro que al primer error, enfureceras nuevamente y buscarás una manera de humillarme. Así que... Deja de mentir y déjame en paz.
Dichas sus palabras. El Omega se retiró del quiosco, no queriendo escuchar más aquellas palabras que lo hacen flaquear, dudar o sentir su cuerpo derretirse ante la presencia de su esposo.
Trataría de ser fuerte. Aún cuando su celo está cerca... Trataría de ser fuerte.
El Alfa Rey soltó un sonoro suspiro. Entendía que sería difícil, también comenzaba a cansarse, pero no podía renegar o rendirse, pues en verdad había caído rendido ante su esposo a tal grado, que haría lo que fuese por él.
Pero también tenía dudas de sí mismo y temía de él mismo. ¿Qué tal y si las palabras de su esposo son ciertas? ¿Y si llega a explotar y enfurecer ante algún otro error?
Min intenta controlar sus impulsos, pero él mismo sabe que es difícil. Que su nivel de tolerancia es muy bajo y solo por Jimin está tratando de ser fuerte.
Soltó un sonoro suspiro y salió del quiosco, afuera lo esperaba Jackson como siempre estando para él.
- Solicita que traigan esta misma tarde todo lo que mi esposo pidió para este lugar. Dale la llave del quiosco a Jimin, solo él debe tenerla. Quiero que aquí, sea como un santuario para él, su lugar seguro - Ordenó el Rey.
- Entendido majestad - Jackson esa misma tarde solicito todo lo pedido por su alteza.
Mientras para Yoongi, un día más había sido rechazado por su esposo, pero tampoco se rendiría fácilmente.
Seguiría luchando hasta obtener su perdón.
Un día más y Yoongi ya se encontraba desesperado.
- Nada de lo que hago resulta - Suspiro cansado de todo.
Se dejó caer sobre su asiento del despacho, con un divertido Jungkook frente a él.
El cuarto día del rechazo de su esposo estaba por terminar. Durante la mañana él mismo le llevo el desayuno y Jimin al ver que era él, lo rechazó.
Min no tuvo de otra que retirarse con charola en mano. En la tarde lo visito en el quiosco, el cuál ya tenía las nuevas pertenencias del Omega, lo que él había solicitado, cuando entró, encontró a Jimin leyendo un libro mientras tomaba de una taza de té.
El Rey Omega se mostraba tranquilo, muy fresco y relajado. Pero cuando vio a su esposo entrar, la expresión de Jimin cambio a una de desagrado. Yoongi ya no sabía si reír o llorar, le causaba gracia las expresiones de Jimin hacia él, pero al mismo tiempo, le dolía el pecho de solo ver cómo Jimin lo rechazaba y lo demostraba con alguna expresión negativa hacía él.
- Pero acepta que te lo mereces. Yo si fuese Jimin me hubiese ido lejos de ti hace mucho. Agradece que él aún sigue aquí y si no se a ido, es porque él en verdad siente algo por tí y quizá pueda perdonarte, pero quiere saber que tan tolerante puedes llegar a ser con eso.
- He resistido mucho. Jamás creí rogarle tanto a alguien en mi vida, esto en otros tiempos sería denigrante para mí.
- Tú mismo lo dijiste. En otros tiempos, ahora tienes a tu debilidad contigo, así que aprende a respetarlo, cuidarlo y confiar en él.
- Tú más que nadie sabes lo difícil que es para mí Jungkook - Dijo Min - Aunque mis padres jamás me tocaron físicamente, si me humillaron, destruyeron mi infancia y adolescencia, me hicieron pasar por pruebas muy duras para ser quien soy ahora. ¿Acaso crees que obligarme a matar a un guardia a mis 10 años es algo agradable de vivir? Ellos me hicieron quien soy ahora y demostrar mis emociones o sentimientos no es algo que logré fácilmente y aún así estoy intentando ser cálido, comprensible con Jimin, aún si fuí yo quien cometió el error. Trato de ser persistente.
- Sigue así hermano. Yo sé que es difícil para ti, pero el miedo de Jimin es importante también, él cree fielmente que al primer error, puedes fallarle otra vez, puedes humillarlo o tratarlo mal y si algo así vuelve a ocurrir... No estoy seguro que él quiera perdonarte fácilmente.
- Estoy consciente de ello y es por eso que no le prometo ni juro cambiar. Por qué ni yo estoy seguro de ello, solo le puedo decir que intentaré mejorar, pero desconfío de mi mismo.
- ¿Ves? No confías ni en tí, ¿Cómo esperas que Jimin lo haga?
- No lo espero. Solo deseo que me dé el beneficio de la duda.
- Claro. Cómo tú se la diste a él, ¿No? - Dijo un sarcástico Jungkook. Yoongi gruño bajo por ello.
- ¿Estás de mi lado o en mi contra? - Pregunto Min.
- En tu contra claramente - Argumento Jungkook - Prefiero unirme al lado seguro y tú no lo eres hermano.
- Entonces vete - Refunfuño el Alfa líder.
- Como quieras - Río el Alfa menor - Por cierto. Aún no encuentran a mamá, no está en ninguno de los palacios, también se le fue notificado al Reino de Jeju que Chungha tiene prohibida la entrada a Daegu.
- Bien. Que sigan buscando a la loca de tu madre - Dijo el Rey.
- Es la tuya también - Respondió el menor antes de salir del despacho.
Una hora más tarde, cuando la noche estaba por caer. El Alfa decidió ir a su habitación y descansar un poco, tenía trabajo más acumulado que nunca, pero ansiaba descansar un poco. Además que todo el problema con las solicitudes enviadas sin fecha límite seguía siendo un enorme problema y estaba resultando algo difícil poder encontrar a las personas o familias que recibieron la solicitud.
Así que sí, tenía mucho trabajo, pero si no descansaba, morirá de cansancio o estrés y aún debe obtener el perdón de su esposo.
Cuando entro a su habitación. Se quedó congelado ante la imagen que presenciaba.
Un fuerte aroma a frambuesas y vainilla le llegó de golpe, el cuál a primer instancia lo mareo un poco, pero lo comprendió al instante.
Sobre todo cuando vió a Jimin en su recamara, en medio de lo que parecía ser un bulto de algunas prendas de vestir, tanto de él como del mismo Jimin.
Yoongi se pregunto. ¿Aquel era el famoso nido de los Omegas? Hasta donde él sabía, nadie puede irrumpir el nido de un Omega, pues estos se vuelven sensibles ante ello, no permiten que nadie entre sin su permiso, además que sabe que los Omegas hacen nido cuando están en cinta o entran en celo y evidentemente la segunda es la opción. Así que Yoongi no sabía que hacer.
Pronto. Jimin sintió el aroma de su esposo, movió la naricita en su dirección y abrió sus ojitos. De inmediato estos mismos brillaron al verlo de pie en la puerta.
- Alfa - Llamo el Omega - Ven aquí - Pidió en medio de ronroneos.
Yoongi se sintió confundido. Hace unas pocas horas Jimin lo rechazó otra vez y ahora que está en celo, pide su cercanía. ¿Qué clase de engaño era aquel? No quería creer que era algún efecto del celo, pero por lo visto si era así.
- Jiminie... ¿Entraste en celo cariño? - El Alfa comenzó acercarse lentamente. Sintiendo como despertaban sus hormonas y comenzaba a sentir el calor del celo de su esposo.
- Si Alfa. Ven y ayúdame, ¿Quieres? - Jimin puchereo, extendiendo sus manitas y pidiendo por la cercanía de su Alfa.
Min subió a la cama y se acercó a su esposo, de inmediato Jimin se subió a horcajadas sobre él. Algo que sorprendió mucho al Alfa Rey. Pero aún así abrazo a su esposo y gruño bajo cuando Jimin comenzó a moverse y balancearse lentamente sobre su miembro, logrando que esté doliera más.
- Alfa~ te necesito... - Murmuró Jimin sobre el oído de su esposo. Siendo totalmente nublado por el celo de este.
Los sentidos del Alfa también comenzaban a ser nublados por sus deseos carnales, ansiaba tanto poder hacer suyo a su esposo, poseerlo, amarlo y sentirlo. El aroma de Jimin lo tenía embriagado, sentía que pronto sería dominado por sus instintos.
Así como Jimin había sido dominado por estos.
Anteriormente, Jimin estaba en su habitación. Pero comenzó a sentir calor y su celo apoderarse de él, le dijo a Tae que fuera a traerle un té calmante y el Omega salió. Chanyeol había sido enviado por la cena del Rey.
Cuando Jimin quedó solo, sus instintos lo cegaron, así que muy sigiloso y escurridizo, salio de la habitación y se dirigió a la que comparte con su esposo.
Cuando entro, sintió más fuerte el aroma de su Alfa y se cego por completo, en cuestión de segundos armó un nido en la cama y se metió al medio de esta, aspirando el delicioso aroma de su esposo y deseó tenerlo con él.
Justo entro Yoongi y ahora ambos se encontraban siendo dominados por el celo del Omega.
¿El Alfa podrá controlarse o también lo cegará el calor del momento?
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¡Hola amigos!
¿Qué les pareció este capítulo?
Espero que haya sido de su total agrado. Se que les debe haber gustado que Jimin se diera su lugar contra Yoongi. Aunque estoy casi segura que el final no debió ser agradable para algunos, pues el celo de Jimin llegó.
Así que...
⚠️¡ADVERENCIA!⚠️
En el siguiente capítulo habrán escenas explícitas sexuales, Lemon +18. Si dichas escenas no son de tu agrado, puedes saltarte el capítulo y evitar dejar comentarios innecesarios.
Aquí les dejo la adverencia que quizá algunos han estado esperando y algunos otros quizá no. No lo sé. Pero yo sé que leerán independiente de lo que pase en el capítulo o los siguientes así que...
Sin más que decir... ¡Nos leemos pronto chiquillos!
Bye💜
No olviden dejar su estrellita si les gustó el capítulo ⭐
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