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Los carruajes estaban listos.
Jimin subió a su carruaje con ayuda de Tae. Pensando que su esposo no subiría con él, pues logro ver qué el carruaje del Alfa también estaba esperando.
El Rey Omega se acomodo y colocó una suave frazada sobre su regazo, para mantenerse cálido del frío clima. La puerta de su carruaje se abrió y Jimin pensó que Tae entraría para irse con él.
Pero en su lugar. El Alfa Rey entro al carruaje y tomo asiento frente a su esposo. Jimin sonrió al verlo y Min solo le mostró una suave sonrisa ladina.
- Vamos ahora - Ordenó el Rey a Jackson.
- Como ordene majestad - Jackson cerro la puerta del carruaje y pocos segundos después comenzaron avanzar.
- Creí... Que irías en tu carruaje - Comento Jimin, jugando con sus manitas.
- ¿Por qué? ¿Quieres que me vaya a mi carruaje? - Bromeo Min y las mejillas del Omega se sonrojaron.
- ¡No! - Jimin cubrió sus labios de inmediato - Lo siento. Es que... Solo lo pensé, es todo - Se sintió avergonzado.
- Eres único Jimin - Río bajo el Alfa - Pero decidí venir contigo. Tendré en cuenta compartir el mismo carruaje que mi esposo de ahora en adelante - Comento sin más y Jimin mostró su emoción ante ello.
- Me agrada la idea - Afirmó.
El Alfa Rey sintió que los carruajes iban avanzando un poco rápido y eso era debido a que la nieve comenzaba a endurar, quizá el clima se ponga más frío en aquellos días, para pronto dar paso a una deslumbrante primavera, una que es muy difícil de ver, pero que dura unos pocos meses. Pero lo suficiente para disfrutarla.
- ¿Puedo hacerte una pregunta? - Hablo un tímido Jimin.
- Ya la estás haciendo - Yoongi desvío su mirada hacía su esposo.
- Otra... - Susurro el Omega con sus mejillas sonrojadas.
- Dime - Prestó atención el Alfa.
- ¿Quiénes... Fueron las personas que intentaron matarme cuando estuve en el Palacio Yoon? - Pregunto sutilmente.
Yoongi suspiró y regreso su mirada por la ventana. Pensó muy bien en su respuesta, mientras Jimin, creyó que había hecho una pregunta innecesaria.
- Lamento si hice una pregunta errónea - Se disculpó.
- ¿Sabes algo Jimin? - Comenzó hablar el Alfa - La razón por la que pienso a veces que cometí un error el haberme casado contigo es por el exceso de sumisión en tí - Regreso su mirada un poco fría al Omega.
Jimin bajo su mirada, pensando en que hubiese sido mejor mantener su boquita cerrada y no hacer ningún tipo de pregunta.
- Te muestras muy débil ante todos. Siempre sumiso y temeroso de todo el mundo, estoy casi seguro que si algún empleado o alguien más te llegará a faltar el respeto en mi ausencia, tu no serías capaz de reaccionar, defenderte o si quiera decirme. ¿No es así? - El Omega no pudo decir nada contra ello - Pero debes aprender a defenderte cuando ocurre algo que no te agrade, no le bajes la mirada a todo el mundo, ¿De acuerdo? En algún momento de tu vida, debes aprender a ser firme y fuerte, eso incluye si debes alzarme la voz a mí.
Jimin elevó su mirada con cierto asombró. Yoongi le hablo con tanta firmeza y autoridad, que en verdad sintió toda la sinceridad en aquellas palabras.
- No me gusta sentir tu aroma a miedo. Mucho menos cuando es dirigido a mí. Odio saber que me temes, odio saber que mi rango, mi jerarquía, sean demasiado para tí. No eres un Omega débil, solo un Omega temeroso, pero debes aprender a ser un Omega temido por tus enemigos y que sientan temor ante tu presencia, ¿Entiendes eso cariño? - Cuestionó el Alfa.
- Pero... ¿Cómo lograre algo así? Yo... Jamás lo he intentado.
- Por eso te permiti comenzar a entrenar conmigo de ahora en adelante. Debes comenzar a sentir fuerza en tu cuerpo, para que luego llegue a tu mente y sepas manejarlo - Explicó Min - Será muy difícil, pero no imposible, solo debes poner de tu parte.
- Entiendo... - Susurro el Omega y asintió, jugando nervioso con su anillo de matrimonio.
Sintió como las manos del Alfa tomaba sus manos y elevó un poco su vista, sintiendo el rostro del Rey líder muy cerca del suyo, sonrió un poco avergonzado.
- Intenta no bajar mucho la mirada Jimin, levantala, así puedes demostrar tu fuerza y autoridad ante todos - Se acercó al rostro del Omega y le dió un profundo y marcado beso.
Jimin sonrió y asintió, sintiendo muchas maripositas revolotear en su estómago. Le agrada mucho aquel Yoongi, solo desea que esté no cambié demasiado rápido o todo lo que habían logrado en aquel día se vendría abajo, incluyendo su confianza consigo mismo.
- En cuanto a tu duda. Solo puedo decirte que ya acabe con esos enemigos. Me creas o no, hay muchos que quieren acabar conmigo - Explicó Min.
- Mis padres... Querían eso - Dijo Jimin.
- Lo sé - Afirmó Min.
- ¿Y... Por qué los dejaste vivir? - Cuestionó con curiosidad.
- Por el simple hecho... De que son tus padres y no hay nada más doloroso y frustrante que arrebatarles a su joya más valiosa - Fue la respuesta de Yoongi.
El carruaje se detuvo. Jackson anunció su llegada al pueblo de Daegu, y las puertas se abrieron, primero bajo el Rey líder, dejando a un confundido Jimin adentro.
Él sabe que sus padres no lo quieren, Yoongi también lo sabe, entonces, ¿A qué se refería su esposo con aquellas palabras?
El Omega bajo del carruaje con ayuda de su esposo. Noto a muchas personas del pueblo que veían al Rey líder con odio y desprecio, pero bajaban la mirada cuando los ojos penetrantes y fuertes del líder volteaban hacía ellos. Pero se suavizaba al ver al Rey Omega.
- Vamos. Iniciaremos por visitar el hospital - Dijo Min y Jimin asintió.
Jimin solo por un segundo pensó que su esposo le tomaría la mano, pero eso no sucedió, solo se dedicó a caminar un paso atrás del Alfa. En el recorrido al hospital, Jimin saludo a muchos de los pueblerinos, algunos niños se acercaron para darle algún ramo de flores, algunas de ellas azules, pues le decían que combinaba perfecto con sus ojos.
Mientras Yoongi solo observaba cada cierto segundo a Jimin y como este mostraba su angelical alma ante los demás. Cómo sonreía, saludaba y agradecía con palabras dulces a los pueblerinos, demostrando lo cálido, bondadoso de su corazón y que sin importar cuánto haya sufrido, Jimin sigue siendo un alma pura y cálida.
En más de una ocasión, el Alfa tuvo todas las intenciones de alejar a su esposo de aquellas personas, pero por esa ocasión, solo por esa vez, lo dejo ser.
Cuando estuvieron frente al hospital, un sonriente Mark salió a recibir a sus soberanos. Se inclino ante ellos y Jimin le mostró una dulce sonrisa, la cual fue muy agradable para el doctor Omega, ya que durante el tiempo que lo estuvo cuidando, nunca vió una tan sincera.
- Majestades - Saludo Mark - Es un honor poder recibirlos.
- Lo mismo digo - Respondió Jimin y Yoongi solo pudo asentir levemente.
- Vengan por aquí, por favor - Señaló el médico y Yoongi lo siguió.
Mientras Jimin, quien estaba a punto de seguirlos, fue detenido por un pequeño niño, quien iba acompañado de sus padres, los dos siendo unos betas.
- Alteza - Saludo el niño con una adorable inclinación hacía su Rey - Son para usted - Le entrego un hermoso ramo de margaritas.
- Oh, son preciosas - Sonrió Jimin y se agachó un poco, para estás a la altura del pequeño - Igual que tú - Le pico la nariz y el niño sonrió tímido.
- Usted es muy bonito - Cometo la mujer beta, madre del niño.
- Muchas gracias - Jimin le agradeció con una muy sutil inclinación de cabeza, algo que sorprendió a muchos que estaban cerca.
- Estamos casi seguros, que usted es nuestra esperanza para el pueblo de Daegu - Comento el beta hombre.
- ¿Esperanza? - Pregunto Jimin con curiosidad.
- Majestad - Llegó Chanyeol - No es bueno que se aleje mucho del Rey. Puede molestarse.
- Tienes razón - Asintió Jimin - Fue un gusto poder conocerte - Se despidió del niño y de sus padres.
El Omega entro al hospital y siempre recibió con agradecimiento los saludos y pequeños detalles de las personas del pueblo. Logro ver la espalda de su esposo, quien conversaba de algún tema importante con algunos médicos. Jimin estaba por ir hacia él, pero las cálidas manos de una anciana lo detuvieron.
- Esos ojos son únicos, hermosos y parece que comienzan a reflejar el brillo del amor - Comento la anciana.
- ¿Disculpe? - Pregunto Jimin, sonriendo hacía la señora mayor.
- Dime. ¿Te sientes bien dónde estás? - Pregunto y Jimin siguió sin comprender - ¿Te sientes bien al lado de tu esposo?
Jimin sintió como algo fue puesto en su mano, se sorprendió al notar que era un pedazo de algún diamante, él sabe que si algún guardia o su mismo esposo se llega a enterar que el diamante estaba en manos de la señora, la llevarán a juicio hasta que demuestre que aquella joya es de ella.
- ¿Quién... Le dió esto? - Pregunto Jimin, escondiendo el diamante en sus prendas.
- Te diré, si respondes a mi pregunta - Sonrió amablemente la señora.
Jimin volteó a Yoongi. En el momento en que el Omega lo vió, el Alfa pareció sentir la mirada del menor, pues se volteó, para buscarlo con la mirada y cuando lo encontró, Jimin le sonrió dulcemente. El Rey Alfa, sintiéndose tranquilo de verlo cerca y con los guardias cuidandolo, siguió conversando con algunos médicos.
Siendo así, Jimin regreso la mfiada hacía la señora y decidió responderle.
- Estoy bien junto a mi esposo - Respondió.
- ¿Es feliz? - Pregunto la anciana.
- Soy feliz - Aseguro. Aunque sintiendo un poco de duda ante ello.
- Es bueno saberlo - Sonrió la señora.
- ¿Me dirá de dónde lo obtuvo? - Volvió a poner el diamante en la mano de la señora mayor, sin que nadie más viera.
- Un día. Un joven muy hermoso me lo dió, con un buen corazón, pensó en mi familia y en mí, así que lo sigo atesorando, hasta el momento de poder regresarlo a él - Comento la señora.
Luego de ello, la anciana, se inclino ante su Rey y se retiró. Dejando a un confundido Jimin, él en verdad desea comprender a las personas de Daegu, siempre se le presentan personas que no logra comprender que intentan decirle.
- ¿Nos vamos? - Llegó Yoongi a su lado y Jimin asintió.
Al salir del hospital, comenzaron a encaminarse hasta la escuela y el orfanato, que se encuentran una al lado de la otra. Jimin vió un poco deteriorado ambos lugares. Muchos niños sin zapatos, la escuela parecía estar en mal estado, aquello le provocó malestar al Omega.
- ¿Te sientes bien? - Pregunto Yoongi a su esposo cuando estuvieron frente al orfanato.
- Sí, es solo que... Creo que estos lugares necesitan un poco de reparaciones - Comento con miedo a ser humillado por dar su opinión.
- Tienes razón - Afirmó Min - Lo extraño, es que hace dos semanas mandé a reparar ambos lugares - Volteó su mirada a Jackson quien se disculpó con su Rey.
- ¿Dos semanas? Pero parece que nunca recibieron ni una sola reparación - Dijo Jimin sin pensar.
- No la recibieron - Afirmó Yoongi - Pero en nuestra próxima visita, esto estará mucho mejor - Jimin asintió un poco más tranquilo.
Hicieron una corta visita en ambos lugares. Yoongi mostrándose siempre desinteresado y frío ante su gente y Jimin siendo esa luz y brillo que el pueblo necesita.
- Majestad. Perdóne que lo interrumpa - Llegó una mujer adulta.
- ¿Qué crees que haces? - Llegó un hombre tras ella e intento alejarla.
- Si no es así. Jamás será aceptada mi solicitud - Dijo con decisión la mujer.
El Alfa Rey, ignoro a la mujer y siguió su camino, mientras que Jimin se quedó de pie. Obsevando a la pareja que parecía discutir. Pero la mujer logro acercarse a Jimin y le entrego una carta, el Omega la tomo entre sus manos. "solicitud para cruzar al Reino Seul" se podía leer al frente.
- Por favor majestad - La mujer se arrodilló frente a Jimin y este se sorprendió, intentando que la mujer se pusiera de pie - Ayúdeme. Acepte mi solicitud, hace más de diez años no veo a mi único hijo, él está en Seul, por favor majestad - Rogaba entre lágrimas la mujer.
- Jimin - La voz demandante del Rey se escuchó y todos se quedaron paralizados.
El nombrado volteó a verlo, sintió la fría mirada de su esposo sobre él y parecía estar molesto por no avanzar. Así que decidió solo tomar la carta y seguir su camino, dejando a la mujer en medio de sus lágrimas y angustia.
Cuando el Rey Omega llegó al lado de su esposo, este le frunció el ceño, en evidente molestia por su retraso.
- No te detengas mucho - Advirtió y Jimin asintió, sin decir más - Vamos. Aún nos queda un lugar, para luego ir al centro del pueblo y brindar un discurso - Dijo el Alfa.
- ¿Un discurso? ¿Debo dar algún discurso? - Pregunto Jimin con sorpresa.
- Si no te sientes preparado para ello, no es necesario. En nuestra próxima visita puede ser - Explicó y Jimin se sintió un poco más aliviado.
Cuando llegaron al mercado del pueblo, Jimin quedó encantado. Habían muchos puestos que llamaron toda la atención del Rey Omega. Desde floristerías, panaderías, joyerías, que eran pequeñas y llamativas joyas hechas a mano, con piedras de fantasía o tela de bordado, habían puestos de frutas, verduras, de comidas típicas, puestos con creaciones artesanales. Alguno que otro farol adornando todo el mercado, que podía imaginar, alumbraban de forma hermosa durante la noche.
- Es muy bonito - Susurro Jimin, sintiendo sus ojitos brillosos.
- ¿Esto? - Señaló un incrédulo Alfa.
- Para mí lo es - Respondió Jimin, sonriendo maravillado con lo que veía - Nunca pude conocer el pueblo de Busan, así que no se cómo debe ser.
- Es entendible supongo - Le resto importancia él Alfa - Vamos, solo daremos un corto recorrido e iremos a la tarima.
Jimin asintió y siguió obsevando todo, se acercó algunos puestos, y saludo de manera amable a sus dueños. El Rey Omega no temió en darles la mano, saludarlos de manera educada, más de uno intento regalarle algún detalle, pero el Omega volteaba a ver al Rey y este afirmaba que podía tomar y que cosa no.
Así que en cuanto alimentos, el Rey lo rechazaba todo, Jimin no entendía por qué, pero decidió no contradecir, pero en cuánto algún detalle artesanal, flores o algúna pulsera bordada. Él afirmaba y Jimin con gusto las aceptaba.
- Majestad. Por favor, acepte un poco de este delicioso pan, se que le encantará a usted y el Rey - Ofreció un señor mayor de edad.
Jimin volteó a ver a su esposo, pero este parecía estarle dando alguna instrucción a Jackson, así que aprovecho la distracción del Alfa y con gusto acepto, pues aquel pan olía delicioso y el estómago de Jimin pareció exigirle un poco. Aquella mañana no había desayunado, su hora de almuerzo paso hace mucho y la noche se acercaba, así que disfrutaría con un poco de té, aquel panecillo.
- Se lo agradezco mucho amable señor - Acepto Jimin.
Chanyeol tomo la bolsa que le fue entregada al Rey Omega, para que el Rey Alfa no lo viera e intenté regañarlo. Jimin le agradeció y Chanyeol solo asintió, dándole la bolsa a un Taehyung, que todo el tiempo se mantuvo alejado, pues quería que Jimin viviera la experiencia, no quería meterse. Pues parecía que en aquel día los Reyes se habían estado llevando bastante bien.
- Es hora de ir a la tarima del pueblo y después iremos a casa - Dijo el Rey Alfa acercándose a su esposo.
- Está bien - Afirmó Jimin.
Mientras caminaban tranquilamente hacía la tarima que se encuentra muy cerca del mercado del pueblo. Jimin mantenía una ligera conversación con el Alfa Rey, el Omega le decía que el pueblo es muy bonito, agradable y que le gustaría visitarlo más seguido, poder convivir con las personas que no se sientan intimidados.
Yoongi lo escuchaba, pero no le negaba nada de sus deseos, aún así, creía que algunas de las cosas que Jimin quería, no podía llevarse a cabo, pues él es un Alfa odiado por todos, tiene muchos enemigos que no dudarán en lastimar a su esposo en su ausencia.
Sin embargo, mientras el Alfa intentaba prestarle toda su atención al Omega, se dió cuenta que muchos Alfas veían por demasiado tiempo a su esposo, algo que le molestó.
Así que decidió tomar por la cintura a Jimin, lo atrajo hasta su cuerpo y expulsó un poco de sus feromonas, para proteger con estás mismas al Omega. Jimin se sorprendió por ello y de inmediato sintió sus mejillas sonrojarse, volteó su mirada hacía todos lados y se dió cuenta que todos en el pueblo los veían.
Así que Jimin sientiendose un poco avergonzado por tantas miradas, no pudo evitar sentir sus mofletes con un tono carmesí adueñarse de estás. Volteó a ver al Alfa y noto la fría y molesta mirada del Rey hacía él y Jimin se sintió un poco intimidado.
- ¿Me dirás qué te gusta como otros Alfas te ven? - Cuestionó con molestia el Alfa.
- ¿Qué? - Jimin no entendía nada.
- Estoy viendo justo ahora, como te das cuenta que esos malditos Alfas te ven y tú pareces sonrojarte de la emoción - Gruño con molestia el Alfa - Sabía que no debí haberte traído.
Jimin no entendía nada. Él sintió sus mejillas sonrojadas cuando su esposo lo tomo por la cintura, se sintió más avergonzado cuando noto que todos los veían, pero nada de sus acciones fueron hechas por otros, sino por su mismo esposo.
- Yo... No sé de qué hablas - Susurro Jimin - Te juro que... No he volteado a ver a nadie más que solo tú - Se sincero el Omega, sintiendo miedo de perder aquella hermosa convivencia que había estado experimentando con su esposo todo el día.
- Vámonos, no iremos a la tarima. Iremos directo al Castillo - Dijo sin más el Alfa, llevándose consigo a su esposo.
Min les mostraba una mirada fría, molesta e intimidante a los hombres Alfas en específico de aquel pueblo, por atreverse a ver de más a su inocente e ingenuo esposo. Jimin sintió una muy leve presión en su cintura, pero solo mordió sutilmente su labio, intentando retenerlo.
- Sube - Ordenó el Alfa y Jimin subió al carruaje.
Pensó que quizá él Alfa no entraría con él al mismo carruaje, pero no fue así, subió con él al carruaje y en esta ocasión, se sentó al lado suyo. Yoongi lo atrajo más a su lado y llevó su brazo hasta su cintura. Jimin elevó su vista y volteó a verlo.
De inmediato, el carruaje comenzó avanzar y Yoongi bajo un poco la mirada hacía su esposo. Jimin lo veía con ojitos regañados, confusos y culpables, pues aunque no sabía que hizo, se sentía mal.
- No me veas así - Dijo Min.
- Es que... No sé que hice mal - Puchereo el Omega y Min mordió levemente su labio, para después besar los de su esposo.
Tomando desprevenido al Omega, se adueñó de sus labios una vez más en aquel día y Jimin sin dudar correspondió. En verdad le estaban encantando aquellas facetas de su esposo con él. Desea que sea siempre así, aún si es dominante y posesivo. Jimin prefiere eso a recibir humillaciones y malos tratos de su propio esposo.
Su Alfa.
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¡Hola amigos!
¿Qué les pareció este capítulo?
Les quise traer un poco de un Yoongi más cariñoso, es muy posesivo, celoso y todo lo que quieran, pero este hombre no solo cayó ante Jimin, yo creo que hasta ya se lanzó.
Aún así, recuerden que el cambiar para Yoongi no será de un día para otro.
La imagen del mercado solo fue una referencia, pues me la imaginaba un poco diferente, pero esa me gustó.
Sin más que decir... ¡Nos leemos pronto chiquillos!
Bye💜
No olviden dejar su estrellita si les gustó el capítulo ⭐
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