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- Retirá el plato y trae un verdadero desayuno para tu soberano - Ordenó Jungkook.
- Pero Príncipe... - Intentó cuestionar la sirvienta.
- ¿Acabas de decir pero? - Jungkook se levantó molesto con la mujer - ¡Te dí una maldita orden y debes obedecer!
La chica se inclino ante sus soberanos, tomo los platillos que le había dejado al Rey y se retiró. Jimin no pudo articular palabra alguna, sentía un enorme nudo en su garganta, quería llorar, deseaba desahogarse, pero no podía. No quería mostrarse tan débil ante los antiguos Reyes y que estos se siguieran aprovechando de él.
- No se por que te molestas hijo - Hablo el antiguo Rey - Es un simple platillo. La Reina Eugene nos aseguro que ese era el favorito de Jimin. ¿Cuál es el problema?
- Es lo mismo que yo digo - Estuvo de acuerdo So-Yeon - Ella nos explico, que él debe mantener una dieta y esos alimentos debe consumirlos en los tres tiempos de comida...
- ¿Y ustedes en verdad creen que eso es comida? ¿Cómo diablos una persona puede comer todos los días la misma basura? Entren en su sano juicio y dejen de molestar. Por qué les aseguro, que si Yoongi se llega a enterar de lo que hacen, no les irá bien.
- ¿Qué nos hará? - Río Ki-Joon - ¿Corrernos del Castillo? Ya lo hizo muchas veces y no dice nada cuánta vez nos ve aquí.
- No puede hacernos nada más. Somos sus padres - Le resto importancia So-Yeon.
- Yo no estaría tan confiado como ustedes. Saben cómo es mi hermano y cuando menos se den cuenta, dará una orden, que debe ser acatada - Sentenció el Alfa menor.
- ¿Qué crees que haces defendiendo a ese simple Omega Jungkook? - Gruñó So-Yeon - Tarde o temprano, Yoongi se cansará de él y se divorciará. Cuando eso suceda... Se podrá casar con quién realmente debió, con Kim Chungha.
- Sabes que eso será imposible - Respondió el Príncipe Jungkook.
Sin embargo, en ese instante, entro Jackson, el jefe de guardia, se inclino ante los presentes y se dirigió directamente hacía Jungkook.
- Príncipe. El Rey Min solicita su presencia frente a él en los campos de entrenamiento con arco - Informo el guardia.
- Bien. Voy enseguida - Respondió y se puso de pie - Si me entero que le hacen algo más. Saben que no me quedaré callado - Amenazó a sus padres y se retiró junto a Jackson.
Los nuevos platillos fueron puestos frente a Jimin y está vez si parecía un desayuno real. Pero su apetito se había desvanecido, su estómago se sentía sencible y sentía náuseas, no pretendía comer. Pero la mirada intensa de los antiguos Reyes, lo tenía mucho más intimidado.
- Querida - Hablo Ki-Joon - Tú sabes... Que si queremos que mi querido Yoongi se case con Chungha, su ex esposo... Debe estar muerto, ¿No es así? - Sonrió ladino el hombre.
- Pero claro que para ese entonces estará sin vida. ¿No creerás que quedará así, sin más verdad? - Respondió So-Yeon.
Entonces Jimin temió aún más por su vida. No podía creer lo que escuchaba, no podía entender como los Reyes podían hablar de esa forma frente a él. Pues estaban hablando de acabar con su vida para que su hijo se case con quién ellos quieren.
- Creo que... Me retiraré - Jimin se puso de pie, con ayuda de Taehyung. Quién también estaba molesto por las declaraciones de los Reyes.
Cuando el Rey Omega pretendía salir del comedor. Sintió como tomaron fuertemente su brazo y lo presionaban con la intención de hacerlo sentir dolor. Jimin se quejo y se dió cuenta que era So-Yeon quien lo detuvo de aquella forma.
- Sí le dices algo a mi hijo. No dudes que el día de mañana... Amaneceras sin vida - Amenazó y Jimin se sintió horrorizado.
La mujer lo soltó y regreso a su lugar junto a su esposo. En cuánto a Jimin llevo su otra mano al lugar afectado y acarició, sintiendo dolor. Sus ojitos estaban empañados por las prontas lágrimas.
- Vamos alteza, debemos salir de aquí - Dijo Tae.
Salieron del comedor, con un Jimin abrumado, por todo lo que acaba de vivir. Salieron al jardín delantero y cuando el aire natural llegó hasta el rostro del Omega, se sintió un poco mejor, cerro sus ojos y respiró profundo, cuando creyó que estaba mejor, los abrió y soltó un lento suspiro.
- Caminemos un poco, eso me ayudará - Dijo Jimin al Omega.
- Está bien - Tae le ofreció su brazo y Jimin sonriendo levemente, lo aceptó - No debe escuchar lo que ellos digan. Le aseguró que si yo le cuento todo lo que dijeron al Príncipe Jungkook, él no dudará en decirle al Rey y los pondrá en su lugar...
- No - Jimin detuvo las palabras del Omega - No digas nada, por favor - Pidió un temeroso Jimin - Prefiero seguir evitándole problemas al Rey. No quiero seguir siendo una carga para él, ¿Tú... En verdad crees que me defendería? Por qué hasta el momento, no he sido más que un fastidio para él.
- Pero mi Rey - Tae se sintió frustrado - Esto no debe quedar así. Los antiguos Reyes, prácticamente lo amenazaron, ¿Y usted prefiere dejarlo así?
- Es lo mejor Tae. Quizá, pronto ellos se vayan de aquí y toda esta incomodidad disminuya - Intento entrar en razón el Rey Omega.
- Solo se mi Rey. Que cuando el Rey Min se entere de esto, no lo dejará pasar tan fácilmente - Dijo por último el Omega.
Jimin suspiro y prefirió no decir más. Habían estado platicando sobre lo sucedido anteriormente en el comedor, mientras caminaban. Entonces Jimin escuchó las voces de algunas personas cerca, pero lo que más llamo su atención, fue el sonido que creaba una flecha al ser lanzada.
- ¿Cerca se encuentra el campo de entrenamiento con flechas? - Pregunto Jimin.
- Sí, está justo ahí - Señaló Tae y Jimin logro ver a su esposo y cuñado, practicando mientras platicaban.
Jimin sonrió y se encaminó hasta aquel lugar junto a Tae. El sirviente Omega no quería meterse en aquel lugar, pues el Rey Alfa odia que los Omegas se metan y no quería que su Rey reciba otro tipo de humillación de parte del Alfa líder.
- No creo que sea buena idea majestad - Tae intento persuadir.
- Claro que sí. Ven - Cuando Jimin se acercó, su aroma se extendió y Yoongi fue consciente de ello.
El Alfa Rey, frunció levemente el entrecejo y se volteó al sentir el aroma de su esposo llegar a sus fosas nasales. Cuando vió que se dirigía hacía él, junto a su sirviente, detuvo todo y se acercó al Omega.
- ¿Qué haces aquí? - Pregunto a su esposo. Sin ningún tono pesado o demandante. Fue bajo y sutil, solo para el Omega.
- Lo siento - Se disculpó Jimin antes - Solo... Escuché el sonido de las flechas y... Llamo mi atención - Comento.
Yoongi suspiró y asintió. Luego atrajo hacia su pecho al Omega Rey y lo abrazo, para pronto comenzar a marcar a este mismo con su aroma y que nadie más se fije mucho en él. El Rey Alfa enterró su nariz en el cuello de Jimin y dejó un suave beso, al mismo tiempo que soltaba todas sus feromonas de Alfa protector. Jimin llevó sus manitas temblorosas a los brazos de su esposo y se dejó cubrir por su esposo, cerro sus ojitos cuando sintió un suave beso en su cuello.
Pronto, Yoongi subió un poco su rostro y se acercó al oído del Omega, dónde por costumbre, mordió el lóbulo de su oreja y después le susurro.
- Me gusta como te ves - Susurro y Jimin sintió sus piernas flaquear. Sus mejillas se sonrojaron con un suave carmesí.
El Rey líder, se alejó solo un poco y admiró aquel rostro sonrojado, aquellos hermosos ojos azules, brillar nuevamente. Quiso sonreír, pero no pudo, no lo haría sabiendo que tiene muchas personas a su alrededor. Pero no sé privaría jamás de marcar a su Omega con su aroma, para que nadie más intenté verlo demasiado tiempo.
- Espera en aquella banca - Señaló el Alfa a su Omega - Terminaré pronto.
- Puedo... - Jimin tomo la palabra y Yoongi lo escuchó - ¿Puedo... Entrenar también? - Pregunto temeroso el Omega.
Yoongi se extraño por aquella pregunta, tanto que frunció el ceño en confusión, pero Jimin pensó que se había molestado y se negaría ante su petición.
- ¿Ya has utilizado el arco y flecha? - Cuestionó el Rey Alfa.
- Sí - Afirmó Jimin - En Busan, el jefe de guardia me enseñó a usarlo a escondidas de mis padres. Él decía que... Algún día eso me sería de mucha ayuda, cuando estuviese listo para escapar de mis padres - Explicó solo para el Alfa Rey.
- No es mala idea - Acepto Yoongi - Solo que nunca intentes usarlo para escapar de mi. Todo está bien - Afirmó Yoongi y Jimin le sonrió.
Una sonrisa suave, delicada y por primera vez, una sonrisa sincera, fue regalada al Alfa de parte del Omega. El Rey líder admiró aquella hermosa sonrisa y se juró a sí mismo, que cada día lograría verla y que siempre sea dirigida únicamente pasa él.
- Entonces... ¿Me dejarás entrenar? - Pregunto un tímido Jimin.
- Con una sola condición - Dijo Min y Jimin asintió estado de acuerdo - Que sea siempre estando a mi lado.
Entonces Yoongi recibió más que una simple sonrisa suave. Un hermoso eyesmile se mostró en el rostro de su esposo y Min quedó maravillado con ello. Le encantó, pues fue sincera y tierna, entendía ahora que definitivamente Jimin es hijo de la luna.
- Siempre será a tu lado - Afirmó Jimin, sientiendose feliz y reconfortante por estar entre los cálidos brazos de su esposo y que este no lo este humillando o tratando mal.
- Siendo así. Ven aquí - Yoongi soltó la cintura de su esposo, pero pronto tomo su mano y lo llevó hasta el área de entrenamiento - Debes ponerte este guante de protección - Min le ayudo al Omega a ponérselo - Toma el arco con cuidado, justo así.
Aunque Yoongi le explicaba con paciencia al Omega. Jimin sabía cómo utilizarlo, pero no decía nada, solo escuchaba las explicaciones de su esposo y las acataba.
- Bien. Ahora... - Min detuvo sus palabras - Se supone que tú sabes cómo usarlo, pero no dices nada - Jimin río suave por ello - ¿Te estás burlando de mí Omega? - Cuestionó Min y Jimin negó entre risas.
- Jamás sería capaz de ello majestad - Pero no pudo evitar reír más ante el rostro de indignación del Alfa.
- Ten cuidado con lo que haces Omega - Min se posicionó tras su esposo y lo abrazo. Jimin se sorprendió por aquella acción, pero le encantó sentirse protegido entre los fuertes brazos de su esposo - Ahora. Muéstrame que tan bueno eres disparando flechas - Susurro en el oído del Omega.
Jimin sintió su piel erizarse, por la cercanía del Alfa tras él. El susurro de este sobre su oído pareció que debilitó sus piernas. Entre abrió sus labios y suspiro lento. Pero aún así, intento concentrarse un poco.
Fijo su vista hasta su objetivo, se concentro y cuando estuvo listo, disparó su fecha. Sonrió enorme cuando está cayó justo en el centro.
Ante tanta emoción, se volteó y abrazo emocionado al Alfa. Tomándolo desprevenido y sorprendido por la acción. Yoongi sonrió y muchos quedaron sorprendidos por el gesto que jamás veían en su Rey, pero que su esposo logro en tan poco tiempo.
- ¿Viste? ¡Cayó en el centro! - Decía un emocionado Jimin.
- Lo ví - Yoongi correspondió al abrazo y sintió muchas emociones nuevas revolotear en su estómago, que lo pusieron nervioso, pero... Le agradaron.
Entonces Jimin se dió cuenta de que abrazo al Rey en medio de su emoción. Intento alejarse con evidente vergüenza. Pero el agarré en su cintura, era firme y el Rey no pensaba soltarlo.
- Tus labios me causan unas enormes ganas de hacerlos míos en este momento - Susurro Min solo a su esposo.
Jimin sentía sus mejillas arder de vergüenza. Sonrió suavemente a su esposo y conecto sus ojitos con los gatunos del mayor.
- ¿Y... Que lo detiene? - Cuestionó el Omega, logrando una sonrisa ladina del Alfa Rey.
- No sabes en lo que te metes Omega - Advirtió el Alfa.
Jimin solo sonrió, mordiendo sutilmente su labio, sabiendo que están fuera del Castillo y con muchos guardias a su alrededor, pero al menos a él, no le importaba en lo absoluto.
Entonces Yoongi le quitó el arco y todo lo que le había puesto a su esposo de protección. Luego tomo su mano y las entrelazo, para encaminarlo dentro del Castillo. Sabía que sus guardias personales y el sirviente personal los seguirían, pero por el bien de sus mentes, esperaba que no por mucho tiempo.
El Alfa llevó su mano hasta la cintura de su esposo y comenzó a susurrarle al oído en el camino. Jimin solo podía reír y disfrutar de su momento, pues no sabía hasta que grado o que punto podría durar. Subieron hasta la habitación de ambos y el Rey Alfa cerro con llave.
Jimin no tuvo mucho tiempo para reaccionar, solo sintió como su esposo lo tomo de las caderas y lo alzó, haciendo que enrrollace sus piernas alrededor de las caderas del Alfa. Jimin gimió bajito ante la sorpresa, pero tampoco pudo expresarlo por mucho tiempo.
Min lo recostó en la cama y pronto se adueñó de aquellos apetitosos labios rosas. Jimin disfruto de aquel beso, era necesitado, feroz y ansioso. El Alfa besaba aquellos labios con necesidad, mordía sutilmente el labio inferior de su esposo y los devoraba con todo el deseo que tenía guardado.
Mientras Jimin no podía más que corresponder, intentado tener el mismo ritmo que su esposo. Sus manos se apretaban con fuerza en los brazos del mayor y sus piernas se encontraban enrrolladas alrededor de este mismo. Pero pronto, Jimin no pudo retener un gemido que salió de sus labios, cuando sintió la presión que su esposo ejerció en sus partes íntimas.
Pero le gustó. Le gustó tanto que quiso que siguiera, así que Min al no ver una negativa de su esposo, simuló dos, tres y hasta cuatro embestidas más. Su miembro dolía y quria ser atendido, le fascinaba lo que estaban creando en ese instante.
Sin embargo, el Alfa Rey sabe que tienen que ir hasta el pueblo en poco tiempo y no pueden aplazarlo por más tiempo, pero disfrutaría de aquel ansioso momento solo un poco más.
Devoro los labios de su esposo a su antojo y embistió sobre la ropa, hasta que sintió como su miembro expulsaba todo lo que había tenido retenido hace un tiempo. Jimin termino sudoroso, cansado, pero fascinado con aquella nueva experiencia en su vida.
Cuando el beso termino y sus miradas se encontraron. Min admiró lo que había creado, aquellos labios rosas, húmedos e hinchados, aquello hermosos ojitos azules, brillantes como nunca los había visto y ansiosos, pues podía jurar que pedían a gritos por más.
- Esto no es nada. Para lo que deseó hacer contigo cariño - Susurro el Alfa y Jimin se sintió avergonzado, pero ansioso.
El Alfa se adueñó una vez más de aquellos dulces labios. Pero está vez, fue un beso lento, cálido y suave. Los chasquidos se escuchaban, era como si el beso fuese perezoso, pero agradable.
Unos pocos segundos después. Min se separó, dejo un rápido beso más y le sonrió a su esposo. Jimin le regreso la sonrisa y lo dejo ir.
El Alfa se puso de pie y entro al baño, debía tomar un rápido baño nuevamente y cambiarse, pues ahora era un desastre. En cuánto a Jimin, le abrió a Tae para que ayudará arreglarse otra vez.
- ¿No quiere que le traiga el te supresor? - Bromeo Tae al ver a su alteza muy desaliñado, y sonrojado.
- No - Respondió un avergonzado Jimin - No paso mucho - Respondió bajo.
- Aún no - Entro Yoongi al tocador y Jimin sintió desfallecer por la vergüenza.
Taehyung solo pudo reír bajo. Le encantó sentir aquel ambiente entre los Reyes, tan cómodo, cariñoso y con una enorme confianza, que esperaba se mantenga así por mucho más tiempo.
- Listo majestad - Dijo Tae cuando terminó de arreglar al Rey Omega - Lo espero afuera.
Jimin asintió y terminó de verse al espejo, olvidando por un segundo que su esposo estaba dentro también cambiándose.
- En dos días viajaremos a Seul para iniciar con el recorrido - Hablo Yoongi, colocándose algunas insignias en su vestimenta.
Jimin arrugó su naricita al sentir un gran susto por la fuerte voz del Alfa. Hasta que lo escuchó hablar, recordó que estaba dentro, quizá era la comodidad que sentía estando con él, en un mismo lugar.
- ¿Iremos a Busan también? - Pregunto el Omega, poniéndose de pie.
- Tú no. Solo iré yo - Yoongi terminó y se volteó, se acercó a su esposo y le dió un beso en aquel puchero - Recuerda que no permitiré que vuelvas a poner un solo pie en ese lugar.
- Entonces... ¿Tampoco podré ver a mi hermano? - Pregunto el Omega, atreviéndose acomodar un poco la vestimenta de su esposo.
- Tal vez. Pero puedo traerlo o llevarlo alguno de nuestros palacios, para que lo veas ahí. Pero por lo pronto no - Explicó el Alfa Rey.
Jimin sonrió estando de acuerdo con ello, asintió hacía su esposo y Yoongi no pudo evitar tomar aquellos labios nuevamente entre los suyos.
Quizá Min Yoongi había sido dominado por su lobo aquel día y por esa razón estaba siendo tan cariñoso y amoroso con su esposo.
Quizá, simplemente Min Yoongi quiso ser ese Alfa y esposo cariñoso con su esposo.
Quizá... Los instintos de pareja destinada estén saliendo a flote por fin.
Pues aunque ellos aún no se hayan dado cuenta de ello. Son Alfa y Omega destinados a estar juntos desde hace muchas vidas atrás y la madre luna no hizo la excepción y jamás lo haría.
Entonces... ¿Cuándo serían realmente consientes que son una pareja destinada?
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¡Hola amigos!
¿Qué les pareció este capítulo?
Espero que haya sido de su total agrado. El Yoongi se me pone bipolar de vez en cuando, pero en esta ocasión les traje a un Yoongi amoroso🥰 ¿Creen que empiece a cambiar?
¡Nos leemos pronto chiquillos!
Bye💜
No olviden dejar su estrellita si les gustó el capítulo ⭐
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