~ Reino de Busan ~

El Reino de Busan, era el encargado de crear todo tipo de joyas. Desde un pequeño brazalete de plata, hasta un hermoso collar con diamantes.

Durante años, Busan a creado todo tipo de joyas, siendo estás mismas aprobadas y luego exportadas por el Reino de Daegu.

El Reino líder.

La riqueza de Busan era abrumadora. Un Reino que tenía la dicha de poseer miles de millones por su maravillosa franquicia en joyería. No sufrían por perdidas enormes en su trabajo, no sufrían por la excases o cambios de clima, su producción era extraordinaria.

Aunque no se podía decir lo mismo de su pueblo, uno que variaban en su estado de acuerdo a las órdenes de sus Reyes. Pues a pesar de que él Reino de Busan andará en dinero, diamante y oro, su pueblo escaseaba de ellos.

Solamente cuando sus Reyes recibían una carta del Reino principal, anunciando su llegada para dentro de una semana. Entonces los Reyes de Busan, ordenaban reparar daños en el pueblo, abastecerlos de comida y revisión médica a cada uno de los pueblerinos.

Pues una de las leyes impuestas por Daegu, era que su pueblo jamás debía sufrir de hambre.

Así como tampoco se le permitía a un pueblerino de Busan cruzar sin autorización al pueblo de Seul o Daegu. Debían obtener un permiso firmado por el Rey de Daegu para poder cruzar a cualquiera de los Reinos mayores o algún Reino menor.

Tampoco se les permitía hacer tratos entre Reinos sin la presencia del Rey líder. Iba en contra de las leyes, armar alguna reunión entre Reinos sin la autorización del Reino de Daegu.

Algunas leyes o reglas eran absurdas. Pero estás mismas tenían una gran cantidad de años funcionando. Con el paso de los años, alguna de estas leyes perdía relevancia, siendo eliminada o una nueva ley era impuesta y se le daba suma importancia.

Cómo por ejemplo; era prohibido e iba en contra de los principios y las leyes, que un plebeyo o plebeya sea parte de la realeza. Era totalmente inaudito que un simple pueblerino con sangre humilde sea parte de la realeza.

Sin embargo, aquella ley se vió totalmente rota por el mismo Rey de Seul, al desposar a una plebeya. Pero esa era una larga historia, que debía contarse con calma.

Ahora lo importante era, que un pueblerino había roto una de las leyes, al intentar cruzar a un Reino menor. El Reino menor de Gwuangju.

Existen cinco Rinos menores, los cuales no aportan nada a la monarquía, más que su simple existencia y apoyar con lo mínimo a los Reinos mayores y esos son:

Reino de Ilsan.

Reino de Gwuangju.

Reino de Jeju.

Reino de Inchon.

Reino de Goyang.

Sin embargo, aquel pueblerino debería ser castigado ya sea por su propio Reino o en esta ocasión por el Reino de Daegu, quienes se dieron cuenta de dicha atrocidad.

Pero el temor de los Reyes de Busan fue notorio desde aquella mañana al recibir una carta del Reino de Daegu. Informando que llegarían lo más pronto posible, ya que se les notifico que el Reino de Busan había roto una ley importante.

- No creo que se haya dado cuenta - Comento la Reina.

- ¿Entonces por qué demonios crees que hemos recibido está carta? - El Rey estaba furioso.

- No lo sé. Pero estoy segura que no pudo enterarse, todo lo hice con absoluta discreción, le pagué mucho dinero, oro y con perlas a los hombres que contraté - Explicó la Reina Omega.

- ¿Estás segura de ello? - Pregunto el Rey.

- Lo estoy Park Joong-Hoon - Aseguro la Reina Park Yoo-Jin. Mejor conocida como la Reina Eugene.

- Confiaré en tí. Solo espero que el Rey Min no intente asesinarnos, el maldito tiene mucho más poder del que tuvo su padre al cederle el trono.

- Aún no es coronado como Rey, te lo recuerdo. Sus padres le han dado un tiempo límite para conseguir a su Matte y poder tomar el trono - Bufó la Reina.

- Pero ya es reconocido en todos los Reinos y los pueblos como el temible Rey Min, ¿Qué importa si ya fue coronado o no? El maldito tiene poder y lo está utilizando.

- Pronto podremos acabar con ello - Aseguro Yoo-Jin. La Reina de Busan.

- No estés tan segura de ello. Aún hay algo que no me cuadra completamente del plan - Comento el Rey Joong-Hoon.

- ¿A qué te refieres? - Pregunto la Omega.

Pero decidieron guardar silencio, al momento en que sus hijos bajaron a tomar el desayuno. Pues estos no saben mucho sobre el plan que sus padres están creando en contra del Reino de Daegu.

- Buen día, padre - El mayor reverencio - Madre - Mostró el mismo respeto a esta. Para luego dejar un beso en la mejilla de ambos Reyes.

- Buenos días cariño. ¿Dormiste bien? - Pregunto una sonriente Yoo-Jin.

- Muy bien madre - El Omega sonrió.

- Seokjinie - Hoy tienes clases con la instructora de clase moderna - Informo el Rey.

- No lo olvido padre - Sonrió suavemente el Omega.

Odiando desde lo más profundo de su corazón tener que tomar todo tipo de clases para tomar el trono como Rey en un futuro.

Park Seokjin. Es el primogénito del Reino de Busan, el querido, amado, consentido y deseado por los Reyes. Aún cuando se presentó como un Omega, para los Reyes siempre fue su más grande orgullo, un prodigio en el piano, con una inteligencia abrumadora, pero sobre todo, con una belleza inigualable.

El Omega de solo 25 años, heredó todos los rasgos físicos de su madre, una belleza de mujer que hasta la fecha actual seguía siendo hermosa y deslumbrante.

Seokjin tenía un hermoso cabello rubio, al igual que unos hermosos ojos verdes brillantes. La altura de su padre Alfa, al igual que su inteligencia y persistencia.

Pero Seokjin tenía un secreto. Uno del que solo su hermano menor tiene conocimiento.

- Buen día padre - El Omega menor mostró respeto - Madre - Reverencio de igual forma hacía la Reina.

Con la única diferencia que él, no tenía permitido mostrar ningún tipo de afecto hacía sus progenitores. No podía tocarlos, abrazarlos o darles un saludo con un beso en la mejilla, por qué de inmediato era rechazado y humillado.

- Supongo que eran buenos días - Bufó la Reina al ver a su segundo hijo.

- Jimin, te necesito en el taller después del desayuno y no está a discusión - Ordenó el Rey con tomo despectivo hacía su hijo menor.

- Sí padre - El Omega bajo la mirada hacía sus alimentos.

Unos que le causaban náuseas o malestares estomacales, pues llevaba habichuelas y Jimin las odia, pero parece que su madre se empeña en obligarlo a comer algo que no le gusta. Lo único que su desayuno tenía eran aquellas horribles habichuelas y un par de papas cosidas, con media taza de agua. Más nada.

- Come - Ordenó la Reina - Odio ver esas mejillas abultadas, no entiendo a quien saliste por qué definitivamente no fue a mí - Renegó Yoo-Jin.

- Tampoco a mi. No me veas así - Gruño el Rey - Si no hubiese estado a tu lado el día que lo pariste, hubiese jurado que nos lo cambiaron - Entonces la Reina río junto a su esposo.

Pero los ojitos del Omega se nublaron ante el dolor tan indescriptible que sintió en su pecho. Pero como siempre, solo se trago su dolor y mantuvo la mirada baja, sin poder comer más que una simple papa y tomar su agua, intentando tragar ese nudo que no lo dejaba en paz.

Seokjin odiaba que sus padres tratarán de aquella forma a su hermano. Pero aunque él quiera defenderlo, no puede, pues fue criado de la misma forma que Jimin, sumiso y debía callar sobre sus opiniones. Una sola vez intento defener a su hermano, pero fue peor.

Esa misma noche, castigaron a Jimin con latigazos frente a Seokjin y por más que Jin les imploró que se detuvieran, no lo hicieron y aumentaron el número de golpes. Entonces Seokjin tuvo que aprender a las malas, que intentar defender a su hermano, era mucho peor que dejarlo aguantar todas aquellas humillaciones.

El Omega mayor solo pudo tomar la mano de su hermano bajo la mesa y le sonrió cálido cuando Jimin volteó a verlo con discreción, aunque el menor intento sonreírle, no pudo, pues aquellas no eran emociones que él conociera mucho.

Park Jimin. El segundo hijo de los Reyes de Busan, un hermoso y deslumbrante Omega que era oculto por su apariencia física. Pues Jimin había sido bendecido por la misma madre luna con sus dones.

Portador de un hermoso cabello blanco como la nieve, unos bellos ojos azules como el cielo, labios pomposos y rojos como las mismas rosas. Un hermoso Omega de solo 20 años con un exquisito aroma a frambuesas y vainilla. Con complexión delgada, bajo en estatura y fino, pues aunque sus abultadas mejillas era una de sus características físicas más tiernas, su madre siempre lo obligaba a perderlas.

Pues decía que parecía un cerdo y ella no parió cerdos. Razón por la que era obligado a comer poco y trabajar todo el día. Muy diferente a su hermano mayor, quien pasaba ocupado en clases para ser digno del trono en un futuro no muy lejano.

Mientras Jimin, era utilizado como un arma, como un objeto, por sus extrañas e inusuales habilidades, siendo estás también un hermoso regalo de la madre luna al nacer. Pero del cuál sus padres se aprovechan día a día, desde que tiene uso de razón.

Jimin era un Omega frágil, manipulable, débil, sumiso, que jamás opinaba o se quejaba, pues es muy consciente que sus padres no lo quieren y solo lo utilizan a su favor, como a un simple objeto.

Cuándo el desayuno termino. Los Reyes estaban por levantarse, pero el jefe de guardia de seguridad, entro al enorme comedor, mostró respeto ante sus Reyes y los príncipes.

- Su majestad el Rey - Hablo el guardia - Reyna - Reverencio por segunda vez - Perdonen que los interrumpa en este preciso momento su majestad. Pero tengo información importante que dar.

- ¿Qué sucede Kim? Habla - Hablo con seriedad el Rey.

- Señor. Tenemos informes de que el Rey Min no solo se enteró que un pueblerino intento cruzar entre Reinos, también tenemos informes de que se a enterado del plan - Informo.

- ¡Lo sabía! - Gruño el Rey - ¿Qué más sabes? - Exigió.

- Tal parece que su viaje hasta acá dará inicio está misma noche. Probablemente llegue al palacio mañana temprano - Informo.

- Maldición - El Rey estaba furioso - Ordena que eliminen a cualquiera que sepa del plan, también asegúrate que el pueblo esté en buen estado antes de su llegada, no podemos permitirnos flaquear ante su llegada.

- Como órdene su majestad - El jefe de guardia, se inclino en 90° ante sus soberanos cuando estos pasaron por su lado.

Cuándo salieron del comedor. El guardia se irguió y sonrió hacía el mayor de los Park. Quién sintió sonrojar sus mejillas al conectar miradas con el Alfa. Este último le guiño sutilmente y luego se retiró del comedor.

Jimin solo pudo sonreír suavemente al ver el amor brotar de los ojitos de su hermano mayor. Él sabe del enorme amor que existe entre Seokjin y el jefe de guardia. Pero lamentablemente sabe que aquel no será jamás un amor aceptado por sus padres y mucho menos por el Rey de Daegu.

Una vez lo acepto y se prometió que no ocurriría nuevamente un matrimonio entre un Rey y un pueblerino. Nunca más.

- ¿Irás a verlo? - Pregunto Jimin a su hermano, obteniendo la atención de este.

- ¿Me ayudarás a cubrirme está noche también? - Seokjin pidió con ojitos suplicantes.

- Claro - Afirmó el menor - Si él te hace feliz, entonces siempre te cubrire - Afirmó el Omega menor.

- Gracias Minmie. Te amo - Seokjin abrazo a su hermano menor y aunque se preocupo por la evidente delgadez de este, no dijo nada, solo se levantó y salió del comedor.

Jimin lo vió irse y suspiro. Pues sabía lo que debía hacer como castigo por haber llegado tarde al taller el día anterior. Comenzó a recojer los platos utilizados en el desayuno y se retiró a la cocina, para poder lavarlos.

Los sirvientes siempre sentían pena de ver al príncipe Jimin sufrir de aquella forma. Ni ellos que eran simples sirvientes y plebeyos, sufrían tanto como el principe menor.

Cuándo lavaba los platos. Jimin se aterro al ver que sin querer utilizó sus habilidades con el agua fría que sus manos tocaban.

Una pequeña luz blanca apareció y de pronto, tenía un hermoso diamante en sus manos. Lo observo y lo odio, lo detesto como siempre, así que lo guardo el la bolsa de su pantalón y verifico que nadie se haya dado cuenta.

Si sus padres se enteraban que hizo un diamante fuera del taller... Lo matarían.

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~ Fichas Reyes de Busan ~

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¡Hola amigos!

¿Qué les pareció el primer capítulo?

En verdad espero que haya sido de su total agrado. Por si se dieron cuenta. El prólogo es un avance de lo que posiblemente suceda en un futuro.

Aquí inicia verdaderamente la trama. Contando no solo la historia de Jimin, sino que también del resto del personajes importantes.

Poco a poco irán entendiendo todo el concepto que la historia tendrá.

Por cierto...

¡¡Feliz cumpleaños a nuestro hermoso Tae!!🥳🎂🎈

Esperó que a pesar de que nuestro TaeTae este ahora mismo en el SM, se encuentre súper bien y pueda disfrutar de su cumpleaños. Te amamos tigrito y te extrañamos mucho.🫶🏻

Sin más que decir... ¡Nos leemos pronto chiquillos!

Bye💜

No olviden dejar su estrellita si les gustó el capítulo ⭐