Único
¿Qué es lo peor que puede pasarte si vas de viaje a España para ver a tu ídolo y capitán volver al club que lo ama?
Tal vez perderte o no llegar a tiempo... Sí, claro a él no le pueden pasar esa clase de cosas ¿Verdad? No.
A Lisandro Martínez "Licha" lo mínimo que podía pasarle, es quedarse encerrado en los baños del Camp Nou, y eso no sería tan malo de no ser que fue encerrado con él.
Dos horas antes.
Licha en estos momentos podía catalogarse como un pibito que esta por volar de la emoción. Su gran ídolo y capitán lo había invitado a su presentación en el Camp Nou, Lionel volvía al club que lo amaba y dejando atrás los malos momentos con el PSG.
Tan emocionado estaba que no se dio cuenta de que Rodrigo De Paul se le acercaba sigilosamente y de un momento a otro.
—¡Licha hermano!—Gritaba de Paul, asustado a medio aeropuerto y abrazando al alfa.
—¡La puta que te parió! Avisa cuando te vas a aparecer así pelotudo.—Decía con una mano en el pecho...—¿Dónde están los otros?
—Ya, ya no te molestes y Papu viene con los pibes y los otros vienen con Juli y su alfa el termineitor.—Dice tomando las maletas de su amigo.—Vamos que Lio nos está esperando.
Ambos alfas se subieron al taxi que los llevaría directamente al Camp Nou. Entre risas y cosas que solo ellos entendían porque el taxista solo los miraba con cara de espanto algunas veces.
Una vez en el Camp Nou, tuvieron que pasar por las cámaras y los reportes, como siempre hacían miles de preguntas, pero hubo una que llamó la atención de Licha, e hizo enojar a De Paul.
—¡¿Es cierto que Messi fue retardo por el omega Alejandro Garnacho y tuvo miedo del joven?! ¡¿Van a jugar o Messi ya está muy viejo para enfrentarse contra Garnacho?!
—Ningún pibito puede hacerle frente a Messi, y menos si es un omega tan arrogante.—Dice Licha de forma calmada, y tranquilizando a Rodrigo, o de lo contrario esto podría terminar mal.
Ya adentro, Licha se pregunta si hoy era el día de fastidiarlo. A solo unos metros de ellos se encontraba el omega más arrogante, irritante e irrespetuoso que ha conocido en toda su vida, Alejandro Garnacho, el omega que lo rechazo y humilló cuando se conocieron hace dos años, el día que descubrieron que eran destinados.
—Licha... Hol...— Antes de siquiera terminar de hablar, Lionel con Lewandowski y Gavi llegaron bajando las escaleras, Gavi cuando vio a su amigo argentino no dudo ni un segundo para ir y derribarlo.
—¡Licha! ¡Te extrañé mucho tío! Que gusto volver a verte ¿Vas a quedarte? Por favor quédate ¿Sí?—Gavi bombardeaba a Licha con preguntas mientras lo llenaba de besos y abrazos.
Todo eso ante la vista de Garnacho, quien no sabe si salir de ahí o esperar a que el alfa se termine de "saludar" con el otro omega.
—Gavi no hagas eso, puedes lastimarte.—Decía Robert, viendo a su cachorro todo eufórico.
—También me alegra volver a verte guacho, ya levántate que me vas a dejar sin espalda.—Decía tratando de concentrar su vista en Gavi y no en... En él.
—Hijo deja que el pobre se levante.—Decía un sonriente Lionel, ayudando a su hijo y amigo a pararse.
—Licha ¿Cómo estás? ¿Rodri no venía con vos?—Pregunto el omega mayor al no ver a su autoproclamado guardián.
—¿Eh? Pero si él est...—
—¡Hola, Lio!—Grito De Paul, saliendo de quién sabe donde.
—¡La puta que-! ¡Deja de asustarme así culiao!
Entre risas y disculpas cada uno de los amigos de Lionel llegaron. Licha agradece que su capitán haya entendido la situación y les haya pedido ir a los vestidores.
Garnacho solo podía ver cómo el alfa se iba y aunque quisiera, él no podía detenerlo, no después de como lo rechazo sin siquiera escuchar nada.
Aún recuerda esa mañana y todas las palabras que dijo por miedo.
—¿Vos...? S-Sos ¡Sos vos! ¡Ale!—Decía un Licha al borde de las lágrimas, estaba tan feliz, finalmente había encontrado a su omega destinado y era su compañero de club.
—No digas estupideces Alfa idiota.—La felicidad que sentía fue cruelmente aplastanda por cada una de las palabras del omega.
—Yo jamás, escúchame bien Lisandro Martínez ¡Jamás sería el omega de un alfa tan patético como tú! ¿Me entiendes? No te atrevas decirle esto a nadie.
Con eso dicho, Alejandro pretendía irse del gimnasio cuando la mano del alfa lo detuvo. Licha tenía la mirada perdida y los ojos sin brillo y apenas entré susurros pudo hacer una pregunta.
—¿P-Por qué?—Con la mirada en el suelo y con los hombros temblando.
—Porque no eres nadie para mí.—Soltándose de forma brusca, Garnacho se fue sin mirar atrás.
Ya había pasado todo el espectáculo, Messi volvió al club donde pertenece, al lugar donde siempre lo recibirían con los brazos abiertos, pero había algo que lo inquietaba, su lado omega, su instinto materno le decía que uno de sus cachorros no estaba bien y sabía que se trataba de su pequeño Licha, también sabe que es por causa de su omega destinado Alejandro, aún recuerda lo destrozado que estaba su cachorro cuando llego y lo abrazo llorando hasta quedarse dormido.
Entiende que para Licha no es fácil, pero como omega también entiende a Garnacho, el joven tuvo que luchar mucho para estar en donde está ahora, y pensar que su alfa destinado llegue y con una mordida le arrebate todo puede aterrar a cualquiera, incluso en su momento, cuando conoció a Robert también tuvo el mismo miedo.
Así qué nadie puede culparlo por lo que está por hacer ¡Es una mamá preocupada! ¡¿OK?!
Junto a su alfa Robert, Rodri y el novio de su otro cachorro, Erling, interceptaron al omega español, quien claramente opuso resistencia, pero eran tres alfas contra un omega, mientras él fue por Licha, con preguntas sin respuestas lo llevó a su habitación, le dijo que entrara y su cachorro todo lindo y obediente lo hizo, y cuando vio quien estaba atado y encintado quiso salir, pero ya había cerrado la puerta.
—¡¿Lio?! ¡¿Qué se supone que estás haciendo?!—Licha no entendía que quería lograr el omega mayor con esto.
—Perdóname Licha, pero no puedo soportar más verte así, arregla las cosas y después te sacaré de ahí.—Después de que Lio dijera eso, puedo escuchar sus pasos alejándose, y luego la puerta siendo cerrada.
Con un suspiro se dio la vuelta para ver al omega, quien aún se encontraba atado y con cinta en la boca... El escándalo que habrá hecho para que lo hayan dejado así.
—Te voy a desatar.—Decía mientras le quitaba la cinta de la boca, y se agachaba para desatarle las manos...
—Licha...—Un solo susurro, solo bastó eso para saber que algo no estaba bien.
—Licha yo...-
—Basta, Garnacho no digas nada, me disculpo por esto.—Decía quitandole las cuerdas de los pies.
—No te preocupes, podrás irte en seguida.
—No.—Dijo de una forma dura y fría.
—¿No? ¿A qué te refieres con e...?—Antes de seguir el omega lo derribo, y se apoderó de sus labios. Aún con toda la sorpresa Licha logró apartarlo.
—¡¿Qué estás haciendo?!
—Licha... Por favor...—Pupilas dilatadas, rostro sonrojado y respiración agitada ¿Cómo no se dio cuenta? ¡Maldición! Hasta el baño tenía un fuerte a olor tierra mojada.
—No, no, no ¡Quédate quieto! Voy a llamar a Lio para que te saque de aquí.
—¡No! ¡Por favor no, Alfa! Prometo ser un buen omega ya no voy a lastimarte, por favor perdóname t- tenía m-mucho miedo... Por favor Alfa.—Licha estaba en shock, no daba crédito a lo que salía de la boca del omega, quien empezó llorar desesperado y se abrazaba a sí mismo.
—Ale, calma n- no llores ¿Está bien? Voy a sacarte de..-
—¡No quiero! Yo te quiero a ti alfa.—Decía el omega quien prácticamente se abrazó como coala, haciendo que Licha tuviera que sentarse para no caer, lo cual fue aprovechado por Garnacho quien se subió en el regazo del alfa.
—Yo... Yo tenía mucho miedo, cuando descubrí que eras mi Alfa, me sentí feliz, pero...—Decía con un poco de lucidez.
—¿Pero?
—Pero creí que me obligarías a dejar todo por lo que he luchado, y me tomarías a la fuerza.
—¿Alguna vez te lastimé? ¿Te menosprecié por ser omega? O ¿Te falté el respeto?
—No...
—¿Entonces por qué creíste que haría algo tan horrible como eso?
—Tenía miedo, solo tenía dieciocho años... Licha llevo dos años sufriendo y sé que tú también. Por favor perdóname, perdóname alfa.
—No... No es momento para hablar de eso, vos estas en celo y necesito sacarte de acá o de lo contrario no podré contenerme por mucho tiempo más.
—No quiero que te contengas, Alfa por favor quiero... Quiero ser tuyo, por favor...-
—Te haré mío, pero no así y no ahora. Te volveré mi omega, pero primero quiero que estés bien, te impregnaré con mi olor eso podrá ayudarte.
—Lo que tú quieras Alfa.—Garnacho ya no volverá a cometer los mismos errores, y tampoco perderá ninguna oportunidad de llamar a Licha Alfa.
Lisandro se acomodó y coloco a su omega en una mejor posición para poder impregnarlo.
Así abrazados, el omega encima del alfa y profundamente dormidos, fue como los encontró Lionel. El omega mayor solo los tapo con una manta y salió del baño con una sonrisa de felicidad.
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