Es sorprendente.

El rey siempre fue un hombre determinado, alguien que no caería aún si los bárbaros lo tomaran como rehén, un alfa que no bajaría la cabeza aún si estuviera apunto de ser decapitado.

Pero cuando las puertas de la gigante y majestuosa habitación se abren, lo único que ve la mujer es un hombre destrozado al borde de la cama. Los sollozos son profundos, tran grotescos que casi, casi, le causan escalofríos.

Su presencia es rápidamente reconocida por el alfa, quien no espera ni un segundo antes de separarse del omega enfermo de la cama y correr hacia la mujer, tropezando con los muebles en el camino. La bruja deja que el rey se arrodille ante ella, deja que aquellas manos temblorosas tomen la suya, deja que las disculpas vacías caigan de la boca del alfa, y deja que su pedido se filtre en sus oídos.

—Debes salvarlos, —murmuró con voz ronca, sus manos no sueltan la de la mujer, temiendo que esta se negara y no cediera ni un poco de piedad—. Cueste lo que cueste, por favor.

La bruja, envuelta en un abrigo largo y oscuro, observa la preciosa escena con una expresión inescrutable. Sus ojos brillan con un fulgor misterioso, reflejando el poder que podría poseer, el que posee. Sabe que este era el momento que estuvo esperando.

El milagro que curaría todo el daño que sufrió en su vida, llena de rechazo, llena de desprecio del pueblo. Este era el regalo que Dios le estaba entregando. Una nueva oportunidad.

—Puedo salvar a tu rey y a tu hijo —dijo la bruja suavemente, su voz resonando en el silencio de la habitación.

Los ojos del alfa brillan esperanzados: no solo su omega está en peligro, hay una dulce bendición dentro suyo que está al borde de la muerte junto a su padre, necesita salvarlos. No sabe cuánto dinero pedirá esta mujer, pero cada centavo lo vale. La vida del amor de su vida y de su pequeño cachorro no tiene un precio bajo.

—Pero debes saber que mi ayuda no será gratuita, su alteza.

El rey asiente ferozmente, aún de rodillas.

—Pagaré lo que pidas —afirmó con firmeza, sus ojos reflejando la pura desesperación—. Puedo darte terrenos, ganado, joyas; puedes llevarte lo que quieras.

Una filosa carcajada escapó de la extraña mujer al terminar sus palabras. Los guardias junto a la puerta fruncieron el ceño, y la pequeña primogénita sintió un escalofrío recorriéndole la espalda. Apretó la mano de su padre omega, quien yacía inconsciente, su cuerpo tan frío que, de no ser por los lentos latidos en su pecho, cualquiera creería que estaba muerto.

La risa de la bruja se desvaneció en unos segundos, y cuando bajó la mirada hacia el alfa, este le devolvía una mirada de hierro. Pobre alfa.

—Su alteza, ¿realmente piensa que quisiera llevarme algo de aquí?

—No sé a dónde está tratando de llegar... —Con cautela, el alfa se levantó poco a poco, su formidable altura elevándose frente a la mujer. Esta, a pesar de la presencia imponente del alfa, no se dejó intimidar—. Dije que le daré cualquier cosa. Solo sálvalos.

—No quiero llevarme nada. —A pesar de su estatura corta, la bruja lograba verse intimidante; tal vez fuera su sonrisa, o su voz fría y llena de veneno, o el par de vidas que todos en aquella habitación sabían que estaban colgando de sus manos—. Quiero quedarme aquí, que mi hijo y futuros nietos se queden aquí...

Hizo una pausa, sus ojos brillando con una determinación gélida, antes de pronunciar las palabras que helarían el corazón del alfa.

Fue un pedido simple, directo, pero el silencio que siguió fue abrumador. El alfa sintió cómo su corazón se detenía un instante, el peso de la demanda cayendo sobre él como una losa de mármol. La vida de su amado y de su bebé por algo tan insignificante:

"Quiero que mi hijo sea el futuro rey"

•••

A lo largo de las décadas, la presentación de un omega en la realeza solía ser vista como una tragedia, especialmente si ese omega era el heredero. Sin embargo, SooBin fue recibido con aclamación.

SooBin lo tiene todo: el apoyo de su familia, numerosos amigos, el amor de su reino, y una hermana alfa que lo ama profundamente y lo protege en todo momento.

¡Incluso ya tiene un alfa asignado desde que nació!

SooBin es feliz, vive contento con todas sus bendiciones.

Entonces, ¿por qué, a pesar de ser tan aclamado, siente que no es lo suficientemente bueno?

¿Por qué todo el amor que recibe se siente insignificante solo porque un estúpido alfa no lo ama?

Solo porque un estúpido alfa no lo desea.

ADVERTENCIAS

• Historia omegaverse
• YeonJun alfa & SooBin omega
• Pareja secundaria (TaeGyu & BeomHyun)
• Mpreg
• Ligero angst
• Contenido explícito
• Historia totalmente de mi autoría.

Disclaimer

Hay escenarios que no son moralmente correctos (en nuestra realidad) así que por favor leerlo como FICCIÓN, y con una perspectiva crítica. Es una obra ficticia, no una guía de comportamiento o valores.

Nota de autora:

HOLA UEUEUE😭 Habrán más detalles que iré agregando en las advertencias, cualquier cosa delicada también será agregada en el principio de los capítulos. Habrá nsfw pero ligero (creo) (soy tímida) e intentaré poner advertencias también.

Las cosas cuestionables serán explicadas al final del capítulo, pero desde ya aviso que más que romance, es una historia reflejada en la necesidad salvaje del género secundario (omegaverse) y en un ambiente no tan realista comparado al que vivimos.

Gracias miau, espero les guste <3