Las maletas estaban en la puerta listas para ser llevadas al aeropuerto, ambos hermanos estaban repasando los últimos detalles para decirles a sus familiares que se irían hasta una fecha desconocida, sin embargo, uno de los Fukui estaba comenzando a arrepentirse de su decisión.

-Yuuri - Un joven de cabellos rojo zanahoria apareció en la habitación del nombrado con una sonrisa en sus labios - Ya están por llegar

-Sería mejor quedarnos - El de lentes comenzó a murmurar nervioso y en su ataque de pánico tomó la maleta que aún tenía consigo para deshacerla - Estar lejos de la familia no es...

-Ya hemos estado fuera de Japón por un par de años Yuuri, no me vengas con lo de estar lejos ahora - El de mirada cielo se cruzó de brazos molesto interrumpiendo el drama de su hermano - ¿Cuál es el problema?

-¿Es correcto hacer lo que haremos? - La voz del de ojos chocolate sonó de cierta manera ahogada y mostró sin duda cuán asustado estaba de tomar aquella decisión finalmente 

-Yuu - El más joven suspiró mientras colocaba sus manos en los hombros contrarios - Tienes que seguir tus sueños, no puedes quedarte siempre dejándolos de lado solo por complacer a los demás, por una vez piensa en ti y en lo que quieres

-Tienes razón - El azabache asintió pues incluso cuando había tenido la oportunidad en el pasado no la había tomado por su familia - Gracias por apoyarme Kai

-Siempre será un placer - El joven alfa hizo una pequeña reverencia de manera exagerada alegrando así un poco más a su hermano antes de acomodar toda aquella maleta como debía estar

Varios minutos después fue que comenzaron a aparecer los demás familiares de ambos jóvenes, lo primero que todos notaron fue el equipaje que estaba en la entrada del hogar, pero por más que preguntaban ninguno de los dos chicos decía algo, eso claro hasta que el padre de todos llegó y los observó fijamente.

-Muchachos ¿Por qué hay tantas maletas en la entrada? - El alfa mayor se mantuvo viendo con duda a sus hijos pues estaba sorprendido por aquella repentina situación

-Issei, muchachos, Yuuri y yo nos iremos - El joven de mirada cielo hablo sin duda en su voz sorprendiéndolos a todos, sin embargo, él tenía su atención en acercar al otro mencionado contra su cuerpo

-¿Disculpa? - El mayor de los hermanos observó al chico ligeramente más alto que él con molestia, aunque eso ya era normal - ¿Cómo es eso de que se van?

-Significa justo lo que esas palabras explican - La voz sarcástica del joven alfa saco de sus casillas a un par de sus hermanos mayores - Un entrenador ruso de patinaje quiere entrenar a Yuu y desarrollar su talento

-Dioses Yuuri - Taiki no tardó nada en alejar al menor de todos de su pequeña adoración para hacer que se concentrara en su presencia - No me digas que Kai te convenció de hacer esto

-No, yo... - El omega trató de hablar, pero sin duda las presencias de sus hermanos mayores lo ponían nervioso, por lo que se calló de inmediato 

-Yuuri, sabes que lo que menos debes hacer es eso - Keiko tomó por los hombros al chico mientras veía mal al más joven del lugar - Este chico solo actúa por impulso, no piensa en las consecuencias de sus actos

-Los estoy escuchando - El de cabellos rojos desvío su mirada a su otra hermana esperando que esta dijera algo ante lo que estaban mencionando los otros hermanos que tenían

-Discúlpalos Kai - La joven de cabellos castaños observó con pena al menor de todos antes de centrar sus palabras en las de su otro hermano - Yuuri, lo que los chicos quieren saber es si has pensado esto fríamente o solo es la emoción del momento por lo que te dijo ese entrenador

-No, no lo he pensado a ciencia cierta - La frase salió de su boca como muchas veces antes, ese era el problema con sus hermanos, siempre lo hacían desistir de tomar alguna decisión que fuese demasiado importante 

-¡Te das cuenta! - El joven castaño no tardó en zarandear a su hermano con molestia - Solo estas actuando por impulsos que van a destruirte, tienes que dejar de juntarte con este enano que solo te llena de ideas la cabeza

-¡Basta! - Sin más el hermano de cabellos zanahoria alejó de golpe al omega y lo puso detrás suya mientras veía con molestia a los mayores - Escuchen, sé que les preocupa Yuu, pero dejen de tenerlo en una caja de cristal

-Lo dices como si no te importara tu hermano - La pelirroja frunció el ceño molesta con las palabras del chico mientras se cruzaba de brazos como si fuese a regañarle de inmediato

-Es porque me importa que no quiero que sigan truncando sus sueños - Las palabras del joven medio alemán hicieron que todos se calmaran para escucharle - Siempre hemos hecho que Yuuri haga lo que queremos, pero jamás le hemos dado alas para que haga lo que él quiere hacer ¿O alguno aquí lo hizo alguna vez?

-Kai - Los ojos chocolates del mayor comenzaron a mostrar lágrimas debido a las palabras del único hermano menor que tenía, después de todo aquella era la realidad que se negaba a decir en voz alta cada vez que renunciaba a cumplir sus sueños

-Por una vez pueden dejar su egoísmo de lado y apoyarlo en la única cosa que ha deseado desde que le conozco - Los hermanos pronto fijaron su vista en el omega varón de la familia mientras seguían escuchando al otro - Y si, puede que caiga y se rompa en pedazos, pero eso es parte de vivir y parte de ser una familia es ayudar a juntar todas las partes para la reconstruir a cada miembro

-Kai tiene razón - Aquellas palabras fueron mencionadas por el que todos consideraban su figura paterna por lo que todos voltearon a verle - Yuuri, aún si no lo has pensado fríamente quiero que sepas que vamos a apoyarte en tu decisión, si quieres ir y cumplir tu sueño entonces estaremos animándote en todo momento, y si en algún momento tus sueños se derrumban y debes volver a casa, tienes que saber que este siempre será tu hogar y sus puertas estarán abiertas en todo momento

-Gracias papá - El mencionado asintió sonriendo dulcemente pues le hacía feliz ver que su padre de elección lo apoyara sin dudar en segundo en cumplir su mayor anhelo de toda la vida

-Kaiser - El mayor volvió a hablar haciendo que el más pequeño de sus hijos se tensara muy ligeramente, algo que solo él notó haciendo que sonriera de inmediato, después de todo el pequeño seguía siendo un niño aún si actuaba mucho más maduro que los demás - ¿Tú iras con Yuuri?

-Así es padre - El joven de piel pálida asintió una vez rápidamente dando a entender que no daría su brazo a torcer en aquella ocasión, aunque si se decía la verdad él nunca accedía a nada a menos que fuese una petición del omega varón

-Siendo así solo te pido que lo cuides - El alfa suspiró mientras se acercaba a su cuarto hijo y lo tomaba por los hombros para luego enfocarse en su hijo más joven - No dejes que ningún alfa trate de aprovecharse de él

-Claro que no - El apenas adulto hizo un saludo militar antes de sonreír calmadamente, dejando salir sin querer su muy característico aroma de feromonas tranquilizantes - Primero muerto antes que permitirlo

-Vengan aquí muchachos - Ambos menores no se lo dudaron mucho y abrazaron con todo el cariño posible al hombre que les había dado un hogar cuando más lo habían necesitado - Siento que fue ayer que volvieron de América y ahora los vuelvo a perder

-No hables como si no nos fueras a volver a ver - El futuro patinador sonrió tratando de que las lágrimas no cayeran de sus ojos ante los sentimientos encontrados del momento

-Tengo el presentimiento de que no lo haré - El hombre de cabellos azabaches no pudo hacer otra cosa que aumentar la fuerza de su abrazo para sentir aún más a sus hijos

-Claro que lo harás papá - El mayor de los hijos varones sonrió mientras abrazaba a uno de sus hermanos, está de más decir que fue justo al que prefería de ambos menores - No podrás deshacerte de tus dos bebés tan fácilmente

-¡Abrazo familiar! - La mayor de las gemelas se lanzó justo contra su padre y lo abrazó con fuerza, después de todo era muy raro que el alfa mayor mostrara algún tipo de sentimiento 

-Oigan, eso es injusto, alguno de ustedes tiene que ayudarme - La más joven de ambas chicas estiró sus brazos dando a entender que no planeaba mover su silla de ruedas hasta la entrada de la casa de nuevo

-Perdón Chiyo, ahora voy - El único varón de cabellos rojizos se separó de su padre y hermanos para acercarse y cargar a su hermana mayor para que así pudiera participar en aquel momento de familia

En aquella casa perteneciente a varios sin género se escucharon lágrimas, gritos y risas, porque el joven al que todos habían acogido como a un hermano al que proteger por primera vez decidía tomar una decisión que sin duda cambiaría su vida para siempre.

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Estoy en medio de cientos de problemas personales que hicieron que todas mis actualizaciones se tardaran más de lo planeado, mis disculpas por ello.

Nos leemos pronto.