Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 31

—Estamos en medio de la nada, ¿que tan segura estás de que vamos en dirección correcta? — pregunta Ashton manejando por la solitaria carretera.

—Completamente, vamos bien — aseguro sin la menor duda.

—¿Quién viviría aquí? En medio de la nada.

—No viven aquí, y precisamente estar en medio de la nada es lo que les ayuda a hacer estas cosas sin peligro.

—Pero si dices que es una casa, y según tu amiga, era casa de su abuela, ella debió vivir ahí, así que, ¿por qué viviría aquí?

—Porque hay gente que gusta de estar completamente solo y no le teme a una casa sin más casas a kilómetros a la redonda.

—Este lugar se ve tan desierto, que incluso me parece extraño que haya una carretera pavimentada.

—Así parece, pero bueno, por algo existe.

—Sigo pensando que vamos en la dirección incorrecta.

Ruedo los ojos ante tal insistencia, pues esta vez estoy segura de que vamos bien y ni siquiera hay posibilidades de equivocarse, a menos que puedan mover la casa de lugar como si un auto se tratase.

Oigo el motor de un carro aparte del nuestro, unos segundos después, alguien nos rebasa por la izquierda y se sigue de largo.

El Mustang rojo de Ares se abre paso por la carretera y nos saca ventaja de metros en segundos.

—Vamos bien — hablo nuevamente —, ahí va uno de ellos.

Mis nervios se hacen presentes al notar que ya estoy cerca de mi futuro incierto.

Para esto no tengo planes en realidad, el único es no morir ni ser descubierta, pero en sí, no hay nada más que eso.

No sé a qué me enfrento, no tengo la menor idea de lo que voy a encontrarme, y aunque no quiero admitirlo, eso me causa un poco de miedo.

—¿Es ahí? — pregunta señalando la única casa que apenas aparece en el panorama.

—Sí, justo ahí.

El lugar se ve claramente en la noche. Las luces de la casa están prendidas y hay más iluminación afuera.

Muchos autos están estacionados sobre el campo y veo algo de gente afuera.

—Aparca el auto lejos de la casa — le pido a mi primo cuando estamos a poco de llegar.

—De acuerdo — el chico baja la velocidad y sale de la carretera tras avanzar un par de metros más.

Me obligo a controlar mis nervios para lucir lo más natural posible, lo que menos necesito es que alguien descubra mi mentira.

—¿Lista?

—Sí — acepto y abro la puerta para bajar.

El ambiente es frío, y mis nervios me hacen comenzar a temblar ligeramente.

Creo que saber que han recobrado el control de todo me hace sentir vulnerable, pues ya no puedo jugar mis cartas como lo había estado haciendo en este tiempo.

Tomo a mi primo del brazo y nos vamos caminando hacia la casa en silencio.

Observo y analizo cuanto puedo.

Aunque veo a varias personas fuera, la casa se ve bastante llena. El cobertizo tiene la puerta abierta y hay poca luz adentro, sin embargo no veo que haya gente adentro.

Y lo más importante: no veo a ninguno de los dioses cerca.

Cuando estamos a poco de llegar a la casa, veo a Artemis parada en la entrada.

Me relajo al verla, pues tener a alguien conocido y de mi lado aquí, me parece excelente.

Subo los peldaños tranquilamente y hacemos contacto visual. La chica señala ligeramente hacia la puerta y se mete antes de que llegue.

La seguimos disimuladamente hacia adentro del lugar, donde veo varias personas, aunque no las suficientes en comparación a la cantidad de autos que hay afuera.

—Pensé que no vendrías — hablo cuando nos detenemos.

—Logré convencer a mi hermano de hacerlo.

—¿Ahora qué?

—No he podido investigar suficiente. Pero seguiré en ello, ahora baja, no sé lo que haya allí, pero no puedo bajar hasta que no vuelva alguno de ellos.

—¿Bajar? — cuestiono sin entender a lo que se refiere.

—Sí — afirma y señala hacia la parte trasera de la casa —, bajar.

—Te veré después — me despido y camino en dirección a donde ha señalado.

Esquivo a unas cuantas personas y llego al lugar.

Aún no entro y ya siento que las cosas se ponen mal.

Hay una rocola de gran tamaño pegada en la pared, es más grande que una normal, y aunque posiblemente no suene por la forma en que es decoración, tiene luces y parece ser real.

En el centro de ésta, hay una hueco. Es bastante grande, y al acercarme más a el, noto que en realidad es una entrada.

Veo luz proveniente de adentro, y aunque la iluminación de aquí afuera y ahí es notoria, noto sombras adentro.

Intercambio mirada con Ashton, y aunque ninguno está seguro de qué hacer, me animo a entrar.

El espacio es suficiente para que una persona entre gateando sin dificultad. El espacio cilíndrico tiene a lo mucho metro y medio de largo, y después, una pequeña rampa de colores te deja entrar al lugar.

Pongo ambos pies en el piso y miro el lugar por el que acabo de salir.

Ashton viene entrando y le espero mientras miro todo.

El lugar es claramente oscuro, hay muchas luces, aunque la luz negra predomina sobre la iluminación de colores.

La música mantiene el lugar ensordecido y a las personas bailando.

Ashton se pone a mi lado y nos adentramos entre la gente en busca de respuestas que podrían ser imposibles de encontrar entre tanto.

El lugar es gigante, no tiene mucha altura, pero la zona que abarca es espeluznante.

Para ser un sótano es demasiado grande.

—¡¿Qué es este lugar?! — pregunta Ashton deteniéndose entre todas las personas.

—¡No tengo idea! — respondo mirando más en busca de algo.

No veo a nadie conocido, aunque sí soy realista, dudo reconocer a alguien aquí adentro.

El lugar esta vuelto loco, no hay un espacio donde pueda escuchar menos fuerte la música, casi no puedo respirar y no comprendo nada.

Avanzo un poco más en espera de entender las cosas.

Al final del lugar veo más luz que en el resto de habitación, y tras observar, ubico al Dj de la fiesta sobresaliendo y comienzo a familiarizarme con mi entorno.

En ambos costados hay una barra, que junto con el Dj son los lugares más iluminados.

Continúo caminando, tomando de la mano a mi primo para que ninguno de los dos se pierda del otro.

Sigo mirando hasta notar una puerta. En el mismo muro de la barra de la derecha, a unos metros alejada, hay una salida. O tal vez una entrada a otro lugar.

Dos personas están ahí paradas, admirando todo a la distancia y sin formar parte de la fiesta.

Me acerco un poco más sin salir del tumulto, solo para tener mayor acceso a lo que veo.

Ares y Eros están juntos, recargado uno a cada lado de la puerta, de brazos cruzados y expresiones serias pero satisfechas. 

Ya los tengo.

Solo falta saber por qué.

(...)

—¿Ahora qué? — pregunto en susurros.

—Mi hermano va a entrar a una de las carreras — responde Art mientras nos acercamos un poco al cobertizo.

Hay más gente afuera, seguramente por el simple hecho de que las carreras ya van a comenzar.

Entro al lugar detrás de Artemis y ambas miramos que no haya nadie más en el sitio.

—¿Has descubierto algo? — pregunta una vez dentro.

—No demasiado — confieso —, bajé, las cosas son... algo normales dentro de lo que cabe. Realmente nada es normal en esta situación, pero esa parte lo parece. Pude observar una puerta abajo. Una diferente a donde entré. Pero no tengo idea a donde lleve. Tu hermano y Ares estuvieron un buen rato allí, luego entraron y se marcharon.

—No sé a dónde lleve, pero podemos investigarlo después.

—No se que más hacer, las cosas están claras, y lo que no hemos resuelto no podremos hacerlo ahora.

Artemis mira hacia la puerta para vigilar, pero brinca un momento después y me empuja.

—¿Qué...? — comienzo.

—Ahí vienen, escóndete.

Ambas nos tiramos al suelo y nos metemos debajo de una mesa cubierta con una tela blanca que nos mantiene escondidas.

—¿Cómo ves las cosas? — escucho la voz de Eros al tiempo que sus pasos.

—Para ser la primera vez luego de este tiempo, veo las cosas bien.

—Suficiente para creernos la buena fama que hicimos.

—Sí, así es.

—Pronto vamos a recuperar nuestro lugar.

—Lugar que gracias a ti perdimos. 

—No fue culpa mía. Créeme que mi esfuerzo hice para joderme por todos ustedes yo solo. El ejército es una mierda.

¿Ejército?

Recuerdo que alguna vez comentó algo sobre ello, sin embargo no me creí que fuera real, o causado por algo serio.

—Sí, es cierto — acepta Ares tranquilo.

—Da igual, las cosas vuelven a tomar forma rápidamente. Y como lo dije, eso es una buena señal. Vamos a recuperar lo nuestro en menos tiempo del que les tomó alcanzarnos.

—Confío en ello.

—Que tal, Fenix — se abre paso una tercera voz y vuelvo a ponerme tensa.

—Que sorpresa — responde y escucho que se mueve de lugar —. ¿Como has estado? ¿Nos extrañaste?

—Por supuesto, esperaba su regreso con ansias — corresponde el sarcasmo del Dios.

—Pues ya no tienes que esperar. ¿No te alegra? Que las cosas retomen su curso normal.

—Claro que me alegra. Extrañé bastante a mi peor enemigo mientras ocupábamos su lugar.

—Gracias por cuidarlo por nosotros, pero ya volvimos, pueden retirarse ahora.

—No lo creo. Tal vez ustedes deberían retirarse, después de todo ya no son los dioses que fueron antes.

—Te equivocas, Uriah — interviene Ares con frialdad —, siempre vamos a ser los dioses. Estemos donde estemos. No pierdas los pies del piso, puedes golpearte al caer.

—Entre más alto vueles, más fuerte será la caída, dios, no olvides que puedes caer de tu Olimpo en cualquier momento.

—El Olimpo está aquí, Uriah — habla en tono más bajo pero igual de frío —, en la tierra.

Oigo pasos y supongo que Ares se ha ido junto a su amigo, y prefiero quedarme aquí escondida hasta no estar completamente segura de que estamos solas en su totalidad.

—Ares... — escucho que pronuncia el tercer tipo con calma —, serás el primero del que derrame sangre el Olimpo.

________________
Siguiente actualización, Martes 02 de febrero.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro