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¿QUÉ RAYOS PASO?
El tibio rayo de luz que se filtraba a través de las cortinas entreabiertas le hizo saber qué hacía rato había amanecido, quizás eran al redor del mediodía, cálculo. Sin embargo, estaba lo suficientemente cómodo como para intentar ignorarlo. Reki hundió la nariz entre las mantas al tiempo que suspiraba encontrando para su insatisfacción un aroma aséptico que lo envolvía y que en el estupor del sueño no logró identificar de inmediato.
Sus manos se deslizaron con la intención de sujetar el borde del colchón y ayudarse, pues sentía el cuerpo tan pesado que estaba seguro de que de otro modo no lograría levantarse. ¿Qué había pasado? Lo último que recordaba era haber asistido a la escuela y volver a casa con toda la intensión de lograr hoy ese tonto truco con su patineta y luego... y luego...
Pero por más que intentaba hacer memoria no lograba recordar nada.
Parpadeo una, dos, hasta tres veces, la luz era demasiado intensa y su cerebro demasiado patoso como para haber deducido por el aroma y la falta de ruido que no se encontraba en su casa. Porque ese pulcro techo de blanco inmaculado no encajaba con nada.
―Mamá ―gimió Reki, el miedo estaba comenzando a tomar la mayor parte de él.
Con la poca fuerza que logró reunir sacó los pies de la camilla y sin dudarlo se arrojó al piso con la urgencia por salir de ahí.
―Mamá ―volvió a llamar ahora completamente en pánico. Las lágrimas que había intentado retener ahora rodaban por su mejilla. ―Mamá ―gritó con mayor fuerza.
Reki se permitió sentir un leve alivio cuando la puerta se abrió apresuradamente, sin embargo, no tardo en regresar a su estado anterior al ver al joven de cabellera azul que entro al cuarto y sin vacilar casi pareció abalanzarse sobre él.
―Reki, por Dios, ¿Cómo llegaste ahí? ―preguntó asustado Langa al verlo prácticamente desparramado por el suelo, sus manos extendidas con toda la intención de ayudarle a levantarse.
―No me toques ―exigió Reki al tiempo en que manoteaba golpeando lejos de si las manos del otro. ―¿Quién eres? ¿Qué me han hecho? ―lloró Reki temblando.
―Reki, soy yo...
―No sé quién eres... no me toques, lárgate. Mamá. MAMÁ ―siguió clamando con el mayor volumen que pudo lograr.
―Reki ―nombró Masae entrando a la estancia.
―Mamá ―jadeó extendiendo las manos con desesperación para que ella lo abrazara.
―¡Oh, mi niño! todo va a estar bien, todo va a estar bien, lo prometo ―dijo mientras lo acunaba entre sus brazos bajo la atenta mirada de Langa que no comprendía lo que acaba de pasar.
Reki lo rechazo completamente, peor aún, no le había reconocido.
El tic-tac del reloj estaba comenzando a alterar los nervios de Miya, la familia de skaters y Masae llevan ahí cerca de veinte minutos esperando escuchar el dichoso diagnóstico del Neurólogo, que era el doctor a cargo de Reki. Pero de los presentes parecía que sólo Langa y él estaba a nada de un colapso nervioso.
―Buenas tardes, soy Hinohara Shigeaki, y aunque no fui yo quien recibió ayer por la noche al joven Kyan, ahora estoy a cargo de él. Antes que nada, ―aclaró al ver la sorpresa en el rostro de los adultos. ―¿Quiénes son familiares? Veo a demasiadas personas.
—Soy la madre, y ellos son sus amigos.
—Los amigos no soy familia directa, por lo que me veo en la necesidad de preguntar; ¿Esta de acuerdo con que todo lo que se diga en este consultorio lo escuchen? Le recuerdo que el código de confidencialidad queda anulado si acepta y puede haber cosas que sea mejor...
Y ante aquella insinuación casi todos los presentes sintieron que quizás debían retirarse para no hacer las cosas incomodas o más difíciles.
—Ellos son personas muy importantes para mi hijo, y sobre todo estos tres caballeros —indicó refiriéndose a Hiromi, Kaoru y Kojiro. —Tienen mi total y absoluta confianza.
—Bien, sí esta segura comencemos, —y tomó un largo suspiro antes de caminar hasta la silla detrás del escritorio en donde se dejó caer con aire profesional. —Lo primero que tiene que saber señora Kyan, es que su hijo esta fuera de peligro. Las heridas físicas ya fueron tratadas satisfactoriamente, sin embargo, sufre de amnesia; y antes de que empiece a hacerse ideas erróneas es mi deber aclararle que hay muchos tipos diferentes. En todo caso mi trabajo es: primero, diagnosticar a cuál nos enfrentamos y segundo, aplicar el tratamiento adecuado.
Los cuatro adultos asintieron con la cabeza, Miya que estaba cerca de Kaoru se aferró por mero instinto a su yukata, Langa por su parte parecía estar intentando por sobre cualquier cosa mantener la calma.
—Ahora. La pérdida de memoria puede ser causada por distintos factores y manifestarse de varias formas. —explicó el doctor utilizando lenguaje simple. —La amnesia es un trastorno que afecta al funcionamiento normal de la memoria y que hace que quien la sufre sea incapaz de almacenar información o recuperarla de manera correcta. Sin embargo, más allá de esta definición somera existen muchos matices que hacen que tengamos que hablar, más que de la amnesia como un concepto global, a los tipos de amnesia, pues puede adoptar distintas formas.
>>La amnesia puede presentarse en tantas formas que los estudios de ciertas lesiones y disfunciones en distintas partes del encéfalo han hecho que se hayan ido descubriendo los mecanismos que operan detrás del uso de la memoria, todo a partir de los diferentes tipos de amnesia que se presentan. Además, este fenómeno puede estar originado por lesiones o por la "huella emocional" que han dejado en el cerebro ciertas experiencias, haciendo que algunos recuerdos queden bloqueados. Esto hace que también puedan establecerse atendiendo a las diferentes causas que los producen.
El medico tomó un segundo antes de afilar la mirada y respirar profundamente, como si hubiera corrido un maratón.
—Es aquí donde debo preguntar ¿Aparte de la aparatosa caída descrita en la ficha de ingreso a urgencias, hay alguna otra situación de la que deba estar enterado? ¿Algún conflicto familiar, una pelea?
—No, no que sepa —respondió Masae pensándolo detenidamente. Reki había estado actuando normal antes del accidente. Luego se volvió hacia Kaoru, Kojiro y Hiromi encontrándose con respuesta iguales.
—Continuemos. La amnesia puede ser retrógrada y la anterógrada. En la retrógrada las experiencias que no se recuerdan sucedieron antes de empezar a desarrollar este trastorno. Por darles una idea diré que es el tipo de amnesia más conocido y plasmado en series, películas y otras obras de ficción en las que un personaje no recuerda una parte de su pasado.
Todos asintieron.
—La anterógrada que es la incapacidad total o parcial a la hora de hacer que las experiencias que se van viviendo queden fijadas en la memoria. Es decir, afecta a lo que va sucediendo desde que se desarrolló por primera vez el incidente, hace que lo que se va viviendo no pase a formar parte a la memoria a largo plazo y se olvide después de unos pocos minutos o segundos.
—Pero ninguna de las dos parece encajar con Reki, él me recuerda y hasta ahora no ha mostrado signos de olvidar nada desde que despertó hace unas horas —casi gimió Masae deseando con toda su alma que este mal episodio solo fuera un susto más que el skate la hacía sufrir.
—Lamentablemente eso no es cierto, porque no reconoció al joven —y el neurólogo señalo a Langa. —Y usted afirma que son amigos. El hecho de que su hijo no haya...
Y antes de que pudiera continuar con su explicación la puerta del consultorio se abrió de golpe dejando el paso libre a una de tantas enfermeras.
—Doctor. Tiene que venir rápido, el paciente de la cama 53 entro en crisis.
—¡Dios! es la cama de Reki —chilló Masae saliendo justo detrás del médico que ya le llevaba ventaja.
Lafamilia de skaters también siguieron a Masae, logrando darle alcance justoantes de que ella y el medico entraran a la habitación, sin embargo todos ellosse quedaron ahí, estáticos como estatuas al escuchar la voz de Reki quevociferaba y aullaba en un tono tan desesperado y nervioso que les helo lasangre.
—No. NO. SUELTAME. NO ME TOQUES. No quiero ver a nadie —exigió llorando Reki.
Continuará...
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