Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 45: Confundida



Cuando abro los ojos, lo primero que noto es el brillo blanquecino de la habitación: arde.

Lo segundo es la cantidad de tubos y cables que están conectados a la persona en la cama: o sea yo. 

Son del tipo de cosas que conectarías a una entidad mecánica, algo así como a un robot, o un experimento. Nunca a un ser humano.

El sonido de un monitor obstruye el silencio acolchonado que he anhelado con toda la fuerza de mi alma. Siento ganas de gritar.

Colocaría una mano sobre mi boca para apaciguar mis aullidos, para impedirles que salgan a la superficie, pero no puedo moverme ni hacer ruido alguno.

¿Es así como se siente estar muriendo? ¿Que estás congelada, en un limbo de agudo dolor, dormitando hacia un lugar al que no estás segura de querer ir?

Lucho por permanecer despierta: cuesta.

Mi mirada borrosa se fija en la línea roja que se arrastra a través de la pantalla, formando pequeñas montañas igual que en las películas.

Algo frágil cae sobre mi mano flácida, la que no está decorada con un goteo intravenoso.

Toma toda mi fuerza de voluntad volver la cabeza en su dirección, o al menos eso creo que hago, preguntándome qué es lo que ha aterrizado sobre mi brazo.

¿Una paloma de luto, quizás? No. No es un ave. No es lo que esperaba.

—Alba, mi amor... ¿Puedes oírme? —La voz de mi madre suena a un millón de kilómetros de distancia.

¿Será real?

Intento asentir con la cabeza, pero estoy entumecida.

—Estás en el Hospital Providencia. La ambulancia te trajo aquí, uno de mis colegas me llamó de inmediato —Se le quiebra la voz.

Mamá dice algo sobre cómo me trajeron, y entonces recuerdo que mientras el mundo se balanceaba fuera de su eje, un sonido penetrante me rompía los tímpanos: sirenas.

—Estuviste en el CTI ayer y unas horas hoy, pero ahora que ya estás estable, los médicos han decidido trasladarte al ala de psiquiatría —Hay una pausa incómoda luego de esas tres últimas palabras—. Allí es donde deberás permanecer por un tiempo.

La observo con cansancio, y parece diluida: disuelta en pena y preocupación. Trato de disculparme, pero estoy tan drogada que la miro boquiabierta como un pez, en silencio, perdida.

Mis disculpas rebotan en mi cabeza, junto con fragmentos nublados de lo que me sucedió.

Mamá extiende su mano hacia mi frente, pero parece pensarlo mejor, y la termina apartando como si tuviera miedo de tocarme. Como si pudiera romperme.

Quiero decirle que no debería preocuparse por eso, que ya estoy destrozada: astillada en trillones de pedazos, incapaz de discernir qué es lo que está sucediendo.

—¿Qué pasó, Alba? —Su susurro es desgarrador. Es como si estuviera hablando consigo misma en lugar de buscar respuestas.

Intento tragar el nudo apretado en mi garganta, pero está seca. Duele. Mucho.

"Todo", quiero decirle. "Todo, y papá, que ha muerto".

Mis párpados se cierran, pesan demasiado. Cuando los abro de nuevo, mamá se ha ido y estoy sola.

Llega la noche y es aterradora. Estoy en una habitación diferente. Me desperté al escuchar el chirrido de las ruedas de mi cama al ser trasladada.

Hay mucho llanto a mi alrededor, las puertas resuenan cuando se cierran. Pienso en todos los pacientes que están aquí, en esta sala de demencia y terror. Los imagino acurrucados en sus camas como yo. Me tapo los oídos para no escucharlos más. Sus sollozos desgarradores.

No puedo ayudarlos.

Nadie puede.

Una luz fantasmagórica entra de puntitas a mi habitación, colándose por el grueso vidrio de la ventana. Es la luna. Me llama, y su voz es tan tentadora. La miro contra el cielo oscuro, repleto de nubes de papel. Yo soy ella. Una bola blanca, redonda, y llena de cicatrices.

¿Por qué no estoy muerta? Me siento muerta, pero la etiqueta de plástico duro alrededor de mi muñeca derecha dice: Alba Gray Brooks: perra demente.

—Mira lo que te has hecho, abejita —dice papá —. Vamos a sacarte de aquí, subamos a las estrellas a pasar el rato con ellas, son muy curiosas y charlatanas. Dicen que la luna está hecha de queso. Amabas el queso cuando eras pequeña, ¿lo recuerdas?

Se ríe, y me pregunto por qué es un sonido tan extraño.

—Seguro su superficie es de Roquefort. Te encantó aquella vez que cocinamos sandwiches de queso a la parrilla.

No digo nada mientras él sigue hablando.

—Puedo leerte tantas historias esta noche, una sobre un flamenco que se perdió en la jungla y ...

«Vete a la mierda. No eres la voz de mi padre. No eres él».

El silencio envuelve la habitación, como la sábana que cubre mis huesos doloridos, ocultando mis heridas para que el mundo no sepa que aún sigo respirando.

El tiempo se pliega. No sé si han pasado horas, días, o una eternidad. A veces abro los ojos y la luz del sol se filtra a través de las persianas. Parpadeo y hay oscuridad a mi alrededor.

Tiemblo como una hoja, me castañean los dientes mientras lucho contra mi angustia.

«Perdóname, papá. Por favor, vuelve. Estaba confundida. No quise decir que no eras tú. Tal vez encontraste un camino de regreso a mí después de todo. Tengo tanto miedo. Estoy tan, tan sola».

Espero. Escucho. Observo cada rincón oscuro con la esperanza de que las sombras se transformen en la silueta de mamá.

No hay nada. Solo un dolor de cabeza que parte mi cráneo en dos, y mis ojos secos por no parpadear.

«Papá, por favor».

Lloro su nombre, esperando que responda, pero pasan las horas y estoy sola.

Su voz me despierta. Está cantando canciones de cuna. Hay algo mal en su cadencia.

«Papá, te necesito».

—Estoy aquí, abejita. Ven a buscarme.

La puerta se abre, trazando una sombra difusa, detrás de ella, el lago Elsie brilla a la luz de la luna llena. Saco mis manos de las ataduras de mi cama, y me meto en el agua. Su abrazo fresco es reconfortante, pero luego algo tira de mi tobillo y no me suelta.

Mis pulmones estallan en llamas, y de mi boca se escapan burbujas verdosas. Mientras me hundo, el agua susurra: "No te rescatará esta vez".

Pero no sé qué significa. 








N/A

No pude contenerme, y aquí les dejo dos capis más. 

Los quiero con el alma. 

Sigan con fé <3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro