Un Largo Proceso.
Prefiero ignorarle y solo dormir, así pasan las horas y por primera vez no sueño o ¿es que no lo recuerdo? DEspierto y aquella agenda marca una cita con el psicólogo seguido de una clara petición a ir, así que decido ceder, no hay nada más que hacer, tomo un ligero desayuno y sobre la mesa hay una libreta morada, decido abrirla y en la primera página se encuentra el nombre de David por lo que asumo que es su diario, cierro la libreta y la dejo con indiferencia, no me hace falta saber nada de él, sigo tomando mi café, preferiría que algo le acompañase pero supongo que será mejor así, un café solo igual que yo, me dirijo a la sala y encuentro otras dos libretas, una azul cielo y otra verde, al abrir la libreta azul pone el nombre de Mario y entiendo que es el como se han estado desahogando, a través de un diario, hojeo un poco pero es raro, hay más dibujos, no como cuadros de expresiones artísticas, solo un cumulo de cosas que no parecen tener sentido, una tetera, una taza, ventanas, ¿rayas?, Sol, luna, una de estas páginas tiene algo escrito, se llama Un loco y la luna, es un poema del como se siente, supongo, está escrito como una breve historia, sin embargo, demuestra que extraña a Isabella, sin más dejo la libreta y tomo aquella verde, la cual pone Saúl.
Hay fecha de hace un mes, empieza con el como estuvo su día y que decidió ponerse a ver un documental, aprendió mucho sobre animales y concluye su día yendo a trabajar por David pero recalcando que le gusta ese trabajo, separar basura, imaginar que cada bocina tirada, cada plato, cada juguete, cada ropa tiene una historia de fondo y que es triste que las cosas se desechen, que todo tiene un uso o peor aún, lo que no parece servir en primera estancia, se desecha, como nosotros también estamos mal y prefieren apartarnos a quedarse con nosotros y somos condenados como un colchón tirado al basurero, no puedes solo lavarlo pues ya está contaminado, solo sirve para algún perro de por allá, el cual es como el recuerdo de alguien que te toma valor a pesar de dónde estás.
Veo el reloj del teléfono y es bastante tarde, al menos lo justo para llegar a mi cita con el psicólogo, arrojo la libreta y me dirijo para allá. Mi primera cita con el psicólogo y ahora no se que hacer, pareciese que hay progreso, pero no conmigo, el camino se hizo tan pequeño o es que mis pensamientos son tan densos que me pierdo en ellos pero no, tal vez nisiquiera tome el autobús yo, tal vez lo hizo alguien más, entro al consultorio y la secretaria me recibe:
—Hola David, puedes pasar por favor.
Yo no supe corresponder asi que solo asenté con la cabeza, entre al cuarto y simplemente me senté frente al doctor, le mire a los ojos a lo cual sentí su mirada densa por lo que decidí desviar la mirada un poco, hasta que esté dice:
—¿Arturo?
Bastante sorprendido digo:
—... Sí... ¿Cómo supo que era yo?
—Los demás saludan al entrar ¿Cómo estás? ¿Has hablado con alguien?
—¿Sobre qué?
—¿Acabas de tomar el control?
—... Amm, no creo que ayer que salí con una amiga lo tomé.
—Ayer... Está bien ¿Cómo supiste que hoy tenías cita conmigo?
—Una agenda me lo suplicaba prácticamente.
—Ok, en tu teléfono tienes una planificación ¿Puedes revisarla?
Saco mi teléfono del bolsillo, me dirijo al calendario... La salida con Bella fue hace una semana, otra vez estoy perdiendo el maldito control.
—¿Podrias decirme que día fue ayer?
No es que no haya querido responder a su pregunta, es que simplemente esto salió de mi boca:
—Eso fue hace una semana... No puede ser...
—Tu amnesia disociativa no está tan mal si sabes que día es hoy.
—Dist... Dis... ¿Qué?
—Disociativa, una manera fácil de explicarlo es que la información se des-asocia pero la información está ahí en la memoria, por eso sabes que día es hoy y que días eres consiente del control.
Intrigado, molesto, pero más triste que nada preguntó:
—¿Qué tengo doctor? ¿Estoy loco?
—Aqui no hay nadie loco Arturo.
—¿Tengo una cura?
—Antes de ti me mantenía escéptico al diagnóstico, no lo había investigado a fondo al parecer, pero mientras más trabajábamos pude encontrarlo, al principio creía que era un caso de psicosis pero mientras mejoraban supe que no era nada totalmente neurológico, aunque te recomiendo ir con un neurólogo para que te haga una resonancia, puede que tú amígdala se haya encogido, solo que antes de dar tu diagnóstico era necesario hablar contigo.
—¿Que Paso?
—Puede que la siguiente pregunta te incomode o no tenga respuesta, cualquiera de los dos casos, está bien, no es necesario que respondas por el momento ¿Tenías un lugar favorito de niño?
—Solo, cuando me quedaba solo en casa, videojuegos, juguetes, es lo único bueno que recuerdo de niño.
—Es exactamente la misma respuesta de David.
—¿Que hay de Saúl y Mario?
—Ellos me cuentan que no tienen recuerdos de niños.
—¿Entonces?
—Arturo, he trabajado con los demás en un lapso de 2 meses, por lo que el diagnóstico aunque complicado es demasiado probable que lo tengas. Tienes Trastorno de Identidad Disociativo, antes llamado Trastorno de personalidad múltiple, pero lo que buscamos arreglar en esta terapia es poder alcanzar una funcionalidad con base a quitar la barrera disociativa que pueda traerte problemas, aunque ustedes ya sean bastante funcionales cada uno debe considerar el plantearse una integración, es decir unir todas las partes para poder ser un individuo solamente o encontrar una manera en la que todos puedan funcionar sin problemas.
—¿Cómo se hace eso?
—Cada uno de ustedes surgió tras responder a una necesidad, ya sea reprimida o necesaria, cada uno debe trabajar en si mismo para que si buscan una integración, sea más sencilla. Este trastorno requiere de muchísimos factores, apego desorganizado, estrés prolongado en la infancia y tendencia a disociar, es decir, separar información a conveniencia, todos podemos hacerlo, pero en su caso fue ideado cómo método de defensa para tanto estrés. Así que debemos indagar en todos y cada uno de ustedes para ver qué es aquello que terminó por separarlos, es una teoría compleja que apenas se le toma la seriedad que merece, pero se muy bien que todo con voluntad puede ser curado, ahora te pregunto ¿Quieres curarte?
—No lo sé.
—¿Hay algo que te guste, algo a lo que aspires, algo que desees?
—Solo había algo que le daba sentido a mi vida...
—¿Que es?
—Ella, pero ya no está aquí.
—No puedes aferrarte a nada realmente, pero hay algo siempre por hacer, algo que te guste o algo que le vuelva a dar dirección a tu vida.
—Bueno... A nadie le gusta verme así... «Supongo que a ella tampoco»
—¿Entonces?
—Supongo que debo mejorar.
—Exacto, eso es lo que necesitamos, querer mejorar. Así que ¿Hay algo de lo que quieras hablar?
—Por el momento no.
—Entiendo, te voy a pedir por favor que busques una manera de plasmar tus emociones, tienes que exteriorizarlas de una u otra manera, Mario a veces dibuja, solo el se entiende y claro, pero lo que buscamos con esta expresión es llegar a un punto de reflexión, lo que sea funciona pero considera también que debes reflexionarlo.
—Esta bien.— Dije algo desganado pero con un poco de esperanza.
—Por favor, inténtalo ¿Hay alguien más con nosotros ahora?
—No.
—No quieres hablar de algo.
—No.
—Puedo hablar con Saúl, estamos trabajando en algo.
—Claro.— Revise mi teléfono y así como si le hubiera mandado un mensaje volví a estar dentro de mi mente, me siento cansado, dormiré un poco más.
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