No Estas Sólo.
—¿Qué? Bella es solo una amiga y la verdad no...
—Yo no hablo de eso.
—Entonces ¿de que hablas?
—De que, tal vez, Bella no llegó, estas tan solo que ahora ¿no bastó con nosotros y ahora inventas una amiga? ¿Enserio?
—¿Qué?
—Que esto es absurdo, te imaginaste todo esto hoy solo para sentirte bien, la gente que se te quedaba viendo, el como se dirigían hacia a ti ¿Quien le dio el último mordisco a tu comida? Ella no llegó y no querías sentirte solo así que la inventaste. Que absurdo y triste no querer estar solo y para eso te inventas compañía, que ridículo.
—Ya me tienes harto.
Me encantaría contar como llegué con el iniciando una pelea, como empezábamos a perder el control y la pelea se volvía una carnicería, uno no huía del otro como queríamos matarnos mutuamente hasta que llegan Saúl y Mario a separarnos y calmarnos, pero nada de eso pasó. Simplemente tire todo, me golpeé a mi mismo y ahora que estoy en el rincón de mi casa un poco más tranquilo se que vivo en una ilusión que no puedo controlar, en una ilusión que también hizo que ella se marchase, se que ella no quería esto para mí, pero estoy solo y siempre he odiado estarlo, ya no quiero más estar así, ya no quiero más sentirme así pues nadie es más consciente de su realidad cuando no quiere estar en ella. Tengo que terminar con este dolor y sufrimiento, fui a la cocina por una botella de tequila que guarda David y por un cuchillo, empecé a tomar todo el tequila lo más rápido que pude y mientras caía en aquel estado de embriaguez la estúpida cobardía se apoderaba de mi ser, no podía matarme a mi mismo por más que quisiera, Mario me arrebató el cuchillo de las manos y lo aventó, se metió a su cuarto, mientras yo me quedé a llorar en aquel rincón oscuro de mi casa, mientras tomaba el último trago de alcohol, arroje la botella y recordaba los momentos que no volverán jamás, lloré como un bebé de manera tan desesperada queriendo que de alguna manera en arcadas eliminara esta tristeza. Hasta que se abrió la puerta, una silueta femenina empieza a acercarse a mi, es bella, como si se tratara de un mal chiste ahora empiezo a alucinar de nuevo con esto.
—Lárgate, tu no existes.— lo digo con un tono más de desgana que de ira.
—¿Que te paso?
—Lárgate.
—¿Que tienes Arturo? aquí estoy.
—No, no eres Real, no lo eres.
—Arturo, tranquilízate, aquí estoy.— Bella toma mi mano y la pone sobre su cara, su piel se siente tan Real así que simplemente la abrazo.
—No quiero estar sólo.
—No lo estás.
—Quedate aquí por favor.
—Estoy aquí contigo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro