
Estancia.
Saúl va hacia la cocina, Mario se ha ido a preparar las cosas para ir por Isabella, así que solo queda preparar el otro cuarto, cubrir las ventanas con periódicos, si nadie sospecha es por que la casa ya tenía esas "cortinas", solo bastan 4 capas de papel para hacer el cuarto lo más oscuro posible pues siempre se puede transparentar un pañuelo que tape los ojos, recubrir los marcos de las ventanas con silicon, no quieren que el filo de este desgaste las hebras de sus ataduras y por último cubrir con cinta aislante bordes de ventana y puerta, reducen bastante el sonido, además ¿Quién se desesperaría tanto como para tratar de pedir ayuda azotando su cabeza a la pared?. Nadie, todo esta listo, todo está perfecto, Saúl toma un descanso para posteriormente darle un almuerzo a Jella.
Un sándwich sencillo, mayonesa, jamón, pan, un vaso de agua y listo, al entrar al cuarto Jella estaba sentada, al estar atadas de sus piernas no podía levantarse sin caerse, por lo que cualquier intento de hacer algo seria evidente, Saúl simplemente pregunta.—¿Tienes rato despierta?—Jella asiente.—¿No puedes dormir—Jella niega.—Tranquila, ya podrás dormir, te traje algo de comer y un poco de agua, vamos a hacer lo mismo de hace rato ¿Esta bien? Tras confirmar, Saúl procede a quitarle la mordaza, darle de comer y tras algunos bocados, le da un poco de agua, termina el sándwich y con la misma servilleta limpia sus labios con delicadeza, de nuevo a amordazar la un poco más fuerte.—Duerme ahora, tienes que descansar.
Saúl deja el cuarto, coloca los trastos sucios y después de esperar un rato, el plan para ir por Isabella está más cerca que nunca, sale de la casa y va a la suya, al llegar David le recibe con una pregunta.
—¿Cómo está?
—Bien, todo bien.
—¿Hiciste lo que te dije?
—Si, todo.
—Ok, vete preparando, porque ya casi es hora.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro