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Empecemos con esto.

El sol ha salido, el día ha llegado, el primer día para empezar con aquella despedida, Mario y David desayunan juntos mientras Saúl lo hace en su casa, se acercan las 9:00 p.m. todos se preparan mentalmente, esto que van a hacer no es fácil y no, no me refiero al secuestro, me refiero al aguantar a mucha gente, eso a la gente introvertida los deja muy jodidos, tal vez sea el simple hecho de sobreestimular los sentidos con su música pasable, simple y hueca, la incomodidad que causa el consumo excesivo de sustancias o simplemente puede ser el sentir que no encajan en aquel ambiente ni con esas personas, 《Solo es una noche》 se repiten, David y Mario salen de su casa y se dirigen por Saúl. Aclarando que todo está listo van hacia el antro, son las 9:45 y empieza a llegar algo de gente, Saúl y David entran, Jella no debería tardar mucho. Mientras esperan sentados en una de las mesas se puede escuchar el tono insípido de la música que tanto disfrutan, frotando sus cuerpos, dando actos dignos de Sodoma pues es obvio que hay tantos jóvenes que se ven más grandes de lo que aparentan, esos flashazos de colores muestran imágenes ásperas sobre orgías con ropa, nefasto y asqueroso, no pueden pensar en nada más que toda esta banalidad es simplemente diversión hueca que al día siguiente resulta ser en vano pues las resacas quitan todo valor a aquel gozo que tanto anhelan, esperan demasiado este momento, resisten para este momento, pero en verdad son ellos o es acaso el resultado de la inhibición de todos estos estímulos pero afortunadamente la disociación hace su trabajo y como si fuese causada tras meditación logran omitir un tramo de esa noche.


—¿Que horas son?—Pregunta David.
—Son las 12.
—Maldición, ¿no la has visto?
—No, para nada.
—uff, creo que iré por un trago, si la ves me avisas.
—Solo un trago, eh.
—Si solo uno.


David se dirigió a la barra que esta justo en el fondo del bar, a las espaldas de Saúl, pidió una bebida cualquiera, la cual le fue servida de manera casi instantánea, tomó el vaso, dio la espalda a la barra y poniendo sus codos sobre esta pensaba 《no puede ser que hoy no haya venido, su rutinaria vida para que este preciso día no haya venido, o también puede que no haya llegado, de cualquier manera la noche aún es joven por desgracia, maldita gente hueca y su necesidad de éxtasis.》 Eso penso, hasta que giro la cabeza hacia la izquierda y la vio, dirigiéndose a la barra, con un vestido azul marino y es por esto mismo que no la reconocían, ella tras unos instantes se dio cuenta de la presencia de David y tras una mirada que transmitía sorpresa y una sonrisa que la iluminaba, se acercó directamente a David el cual trataba de ocultar todos sus nervios en una sonrisa, mirándola a los ojos, aceptando que se vendría una conversación con ella, su vaso en las manos con uñas pintadas de blanco con detalles rosas aún a pesar de tanto estar entre estas personas huecas, ella seguía persiviendose única, nunca mancharian su pureza a pesar de todo.


—David, hola— llegó Jella saludando.
—Ho-hola Jella... digo... Sara ¿Cómo estas?
—Bien, no te había visto por aquí ¿es la primera vez que vienes?
—Si.. no... digo—David se interrumpió a si mismo dando un gran sorbo a su bebida para así tomar un poco de ese valor— Si y no porque había venido a buscar trabajo—Dijo David con lo primero que se le vino a la cabeza, como siempre lo hacía para que la conversación no muriera cuando hablaba con ella.
—¿Y qué paso?
—Pues no me ves trabajando.
Jella soltó una pequeña carcajada y dijo—Vaya que no has cambiado tu sentido del humor ¿Estas estudiando?
《Tienes razón aún no he cambiado, sigo enamorado de ti》 —No, ahorita solo estoy trabajando.
—¿En dónde?
—Con un amigo repartiendo productos en el centro.
—¿Mañana no trabajas?
—No, mañana es mi día libre.
—Que bien.
—¿Tú qué estudias?
—Comercio internacional.
—Vaya... y ¿Qué tal?
—Pues yo digo que bien.
—Ja, tú dices.
—Sí, pregunté por ti y no sabían dónde estabas
《Preguntó por mi, supongo que hice algo bien》—¿Cuándo?
—Ya tiene tiempo.
—Ah sí, hace mucho que me salí de mi casa, ya sabes lo de siempre.
Jella se dirigió a la barra, pidió una bebida y luego preguntó — ¿Entonces, todo bien?
—Sí, todo bien últimamente.
—Me alegro—Jella recibe su bebida— ¿Y veniste solo?
—Sí, solo.
—¿No quieres venir con nosotros?
—Esta bien.— Respondió David dando un gran trago a su bebida para poder ir con ella.
Mientras tanto, Saúl chateaba con Mario:


"Cómo va todo? 12:08 a.m
Bueno, aún no aparece 12:09 a.m
Cómo está David? 12:09 a.m.
Fue por una bebida 12:09 a.m.
Seguro Que es buena idea que tome? 12:10 a.m.
Dijo que solo sería una, además sabes que le gusta estar atento 12:10 a.m.
Bueno, ya sabes me marcas para avisarme cuando paso por uds 12:11 a.m.
Claro, yo te aviso 12:11 a.m."


Tras Dejar el teléfono, bostezar y frotarse un poco la cara, da un ligero vistazo al panorama y al buscar un rato encuentra a David junto a una chica de vestido azul la cual no tarda en reconocer que es Jella, así que en ese momento como si fuese un chispazo entiende el ajuste de planes de David, sabe que en determinado momento debe preparar las bebidas y de manera bastante discreta debe indicarle a David cuando ya estén listas. Pero el tiempo pasa y David parece empezar a perder el objetivo del que este ahí, esta con el grupo de amigos de Jella actuando como la gente que hace un momento estaba criticando a pesar de que obviamente no deja de pensar eso sobre ellos, actua como si perteneciera a ese lugar, un rato de charla y alcohol, de risas y alcohol, de baile y alcohol, los diálogos empiezan a perderse de la memoria de David y por eso no puedo escribirlos, sabe que esta perdiendo el control, que no puede permitirse borrar este momento, pero es que mírala, a pesar de la inhibición es preciosa, a pesar del lugar es pura, a pesar de todo lo que diga es ella, le invita un vaso, una copa, el contexto deja de existir para David y solo existe ella enfocada en su mirada, ella tan perfecta, sabe que se está perdiendo así que le pide una pequeña pausa:


—¿Me esperas tantito?
—Ajá, te espero.— Respondió Jella a su pregunta, mientras David en ese estado de embriaguez la miraba a los ojos, bajaba un poco la mirada para apreciar sus labios añorando probarlos, vuelta la mirada a los ojos, una sonrisa nerviosa por parte de David y una de correspondencia por parte de Jella; David no lo piensa mucho, levanta su mano derecha y acaricia la mejilla de Jella con su pulgar, Jella toma la mano de él, inclina un poco su cabeza y le dice— Anda, ve.
David se dirige a la barra, de manera casi inmediata Saúl pasa a su lado jalandole un poco la sudadera que llevaba puesta, dirigiéndose al baño donde ahí hablarían, David en la barra mientras tiene la mano en el entrecejo piensa y no puede evitar decir:
—Creo que hoy no se va a poder... Se que esta decidido, pero... Pero entiende que esto esta resultando mej...
—Disculpa ¿Te encuentras bien?—Preguntó el barman
—Si, estoy bien— Respondió David algo molesto, dirigiéndose al baño y nada más al abrir la puerta se abalanza sobre Saúl, le pone una mano al hombro mientras que con la otra le señala y le dice: —Pero todo esta resultando mejor de lo que esperaba.
—¿Pero?
—Ahora el barman cree que ya estoy hasta la madre.
—Ya estas hasta la madre.
—Cállate, no te he dicho lo que falta en este plan, ve por una bebida energética y ya después...
—Sabes que no...
—¿Qué no puedo tomarla? Sí cabrón.
—Sabes que no puedo tomarla.
—Si no es pa'ti pendejo.
—¿Y luego?
—Son 3:10, en 15 min tu vienes, las bebidas tienen que estar en quince minutos y nos vamos, dile de una vez a Mario que pasé a las 4, ¿ok?
—No estoy seguro, supongo que...
—Corre ve, nada de otro día ni otra semana.
—... Esta bien.

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