Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

¿Adiós?

Los tres entran a la habitación correspondiente y veamos primero a Saúl.
—Ok... Estoy nervioso.
—¿Por qué?
—Por lo que voy a hacer.
—Uff... Está... Bien.— Marcella se acerca a él y trata de quitarse su top hasta que es detenida por las palabras de Saúl.
—¿Qué haces?
—¿No se supone que vas a...?
—¿Qué?.... No... no vine a despedirme de aquella forma... No... Nisiquiera estuvo en mi mente en ningún momento.
—... Pero creí que por eso era el sec...
—No... No fue para eso, solo quería despedirme de ti para poder seguir con mi vida, aunque triste sin ti, pero ya nada me ataria...
—... Estoy confundida.
—Tranquila, en ti, David me dijo que tu manera de reaccionar a esto era entablar una amistad, un método de defensa sumamente raro, pero... Siento que no me sorprende...— Saúl acaricia los pómulos de Marcella.— Siempre has sido auténtica...
—Entonces... ¿Qué quieres hacer?
—Solo esto.— Dijo Saúl y lentamente quitó la venda de los ojos de Marcella, quien después de un ligero resplandor, ver borroso, abrir y cerrar fuertemente los ojos en varias ocasiones, lograría apreciar a Saúl, un chico delgado, con cara larga, cabello negro y corto, ojos negros y ojerosos, vistiendo con una sudadera gris oscuro y pantalones negros, este dibujaria una sonrisa sutil en su rostro y terminaría por decir.— Mirarte a los ojos por última vez.
—Vaya...— Marcella daría una sonrisa que reflejaría nerviosismo e inocencia, debido a que lo que siente en el no es miedo más bien una profunda curiosidad, por lo que después de mirar al rededor le pregunta.— ¿Donde estamos?
—Teníamos planeado decir que esta casa es de nuestros padres que abandonaron hace tiempo pero sabes que no puedo mentirte.— Saúl se sienta a su lado y toma su mano izquierda y ella también la toma entrelazando los dedos dando una confianza descomunal.— Es una casa abandonada la cual nunca reclamaron, tras los contactos de Mario encontramos tanto a un herrero que copió la llave como a alguien que falsificar documentos para que nadie del vecindario tuviera dudas, al final solo remodelamos para que quedara así.
—Vaya... ¿Cuánto tiempo llevabas planeando esto?
—No recuerdo, pero fue bastante.
—... Se nota, siempre fuiste alguien dedicado.
—Siempre quise decirte esto.
—¿Qué cosa?
—Sabes que cambie mi rutina por ti, desde lo más simple, hasta dedicar parte de mis días a buscarte, tu sonrisa cambio mi vida, le dio esperanza, cambiaste mi rutina pues, desde que te conozco no paro de pensar en ti... No de una manera sexual, no de una manera romántica, no de una manera ideológica, solo quería acompañarte, pero ahora lo entiendo, tengo que soltarte y esta bien, has sido sumamente importante en mi vida, gracias...

Mientras tanto en la habitación de Mario e Isabella podemos ver a este bastante nervioso, acercándose lentamente a ella y diciendo:
—Siempre dijiste que llegaría lejos y que lograría todo lo que me propusiera, hace tiempo que me propuse a despedirme de ti, al menos hoy será el día.— Dijo Mario para posteriormente quitarle la venda de los ojos e Isabella simplemente vería con miedo a este hombre, un hombre con cabello corto de color negro, ojos negros algo ojerosos, con la cara larga y vestido de colores apagados, como si aquella tonalidad de grises rigiera su vida, suspiro y ella simplemente retrocedió un poco a lo que Mario dice.— Tranquila, no te haré daño, me conoces.
—Me siento confundida.
—Lo se, es raro que tu ex te secuestre para poder despedirse de ti, pero ¿Sabes que es más raro?
—¿Qué?
—Todo lo que tenga que ver con cuántica, aún no lo entiendo, dicen que las cosas están y no están al mismo tiempo, aluden al caos, pero, el caos no existe, todo tiene un orden, desde lo mínimo hasta lo máximo, pero si te hablo de esto es porque quizá, en alguna realidad no me alejé, seguimos juntos y por eso podría decir que somos y no somos.
—Lamento mucho lo que paso.
—Descuida, no pasó nada, sigo aquí.—Mario se acerca a Isabella y esta retrocede un poco.— Tranquila, esto acaba ya, solo quería decirte algo.
—¿Qué?.— Dijo después de suspirar y acercarse un poco.
—Una vez hablamos de que no puedes escoger de quien te enamoras, aún sigo sin cambiar de opinión y a pesar de que no pudiera, uno debe ser consciente de con quien esta, amar aquella posible ordinalidad y resaltarla, pues es en aquello que se parecen dos personas aquello que los junta y por más distintos que seamos, entre tu y yo hubo solo algo en común, no al grado de ser sol y luna, ni mar, ni tierra, no una polaridad explícita pero si un simple momento, el tiempo que nos unió, lo agradezco infinitamente, gracias por permitir que te conociera, por compartir momentos, por este pequeño fragmento en nuestro libro, tal vez para ti fue una página, pero para mi es todo un tomo, el cual ha llegado a su fin.— Mario abraza a Isabella y esta después de un momento le corresponde.— Te amo... mi princesa...

Mientras tanto con David las cosas surgieron así:
—He estado pensando que podrías quedarte aquí... Podría quedarme aquí contigo, te cuidaré y después de un rato querrás quedarte conmigo.— Obviamente esto empezó a alterar a Jella, la cual amordazada, no podía decir nada.— Tan solo de imaginar que al fin seremos nosotros, me sienta bastante bien... Solos tu y yo, sin nada más que nos separe...— Jella empieza a llorar.— Por favor cariño, no te pongas así, te conozco bien, se que te gusta y que no, puedo hacer que vivamos bien, pero tendrás que cooperar, he estado tanto tiempo enamorado de ti que... no se que seria de mi sin ti... ¿Cómo decirte adiós?... Mejor pregunta ¿Por qué decirte adiós? ¿Por qué resignarme? Si lo peor ya esta hecho, nada puede empeorarlo, tu tranquila, piénsalo, iré a avisarle a los demás...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro