911.
—Vaya que te ves ridículo.
David hace acto de presencia recargado en la puerta, cruzado de brazos y con un tono estúpidamente pedante, lo se y aún no volteó a verlo.
—Si sirve de algo, se que ella no te...
—Será mejor que te calles.
—¿O si no que? ¿Qué piensas hacer? ¿Qué vas a arreglar, eh?
—Lo destruiste todo, ahora ya no queda nada.
—levántate de ese maldito piso y has lo que debas.
—¿Es lo que quieres verdad?
—Solo hazlo.
Me levanto del piso y abro aquel cajón de David, donde solo hay una navaja vieja, la tomo y me dirijo hacia el mientras la empuñó haciendo que el filo quede hacia adentro, encaró a David y el hace lo mismo, levantó la navaja mientras el cierra los ojos y de un movimiento rápido acabo con esta conversación, clavo la navaja en la pared y sin decir nada me dirijo a la sala de abajo a dormir, no me queda nada más, pero se que no estoy completamente solo, tomo nuevamente mi teléfono, salgo del cuarto de Mario y mientras observo el techo pienso en que puede que alguien me quisiese ayudar, desbloqueo mi teléfono y prácticamente el único número que conservo es de una amiga que siempre había estado ahí antes de desaparecer, así que sin más le envió un mensaje de voz diciendo:
—Hola, perdón por desaparecer, te necesito, te veo donde siempre.— Sin más apago el teléfono, miro al techo por última vez, agrietado por alguna rara razón a pesar de ser del piso de abajo.
He estado fuera por mucho tiempo, ahora que estoy aquí me siento cansado e insípido, quiero dormir pero no logro conciliar el sueño, tengo los ojos cerrados y cada que siento caer en un sueño profundo, mi cuerpo toma un suspiro desesperado y me levanta de un salto, observo mi teléfono ocasionalmente pero a estas horas de la noche no hay nadie disponible, así que solo trato de dormir, pero caigo en ese bucle donde antes de dormir algo me lo impide y realmente no estoy pensando en nada, solo siento dolor e incomodidad, así pasan las horas de la noche en una desidia intensa donde lo único que quiero es dormir. El sol empieza a iluminar un nuevo día y mientras pienso que no pude dormir nada al fin lo logro.
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