-さようなら-

El sonido de los trenes pasar resonaban alrededor de toda la habitación, era un eco constante que evitaba averiguar donde se encontraba, sin embargo no fue eso lo que la levantó fue más bien el golpe de agua helada que le tiraron encima lo que le permitió levantarse, la sensación de estar fuera de su cuerpo como si nada de esto pasará era una constante a su alrededor, quería comprender y no comprender al mismo tiempo lo que sucedía, algo muy dentro de ella le decía que esto no sería igual a todas las veces en las que la interrogaron para querer obtener alguna clase de información sobre alguno de sus clientes, esto sería mucho peor que eso.

Y es que la sensación del golpe al momento no se sintió tan fuerte como en este instante, se sentía desorientada, deshidrata y sobre todo indefensa. Todo a su alrededor deslindaba desconfianza, se sentía bajo una fuerte amenaza desconocida.

-Veo que finalmente has despertado-habló una voz femenina que se encontraba en alguna de las paredes de todo ese cuarto que solo era iluminado por la lampara que se encontraba arriba de Sakura.

- ¿Quién a dicho eso? -cuestionó sin un rastro de intimidación, fingiendo que no tenía miedo, la joven de ojos verdes paseo sus ojos alrededor intentando encontrar una salida.

-Jovencita, yo no te recomendaría tratar de huir, mucho menos intentar idear un plan, estos locos te han atrapado y no solo eso, ahora eres propiedad del gobierno, veo un poco, tal vez demasiado complejo que te dejen salir de aquí, así que ¿Por qué no te relajas en lo que recibimos ordenes de los de arriba, ya sabes? -sugirió una voz masculina, Sakura le calculaba unos 40 años aproximadamente.

-Me encantaría quedarme a charla sobre la vida y sobre sus jefes, pero por si no lo han notado yo no quiero estar aquí y no les permitiré que le toquen un solo pelo a mi familia-mención con ira mientras localizaba finalmente donde se encontraban esos dos individuos.

-Tienes agallas, me agradas pequeña Cerezo-sonrió con arrogancia la joven de cabello rubio-me llamo Yugito Nii creo que será todo un honor trabajar contigo-se presento la joven con diversión en su rostro-el otro es un anciano se llama Killer Bee, parece cruel, pero creo que como compañero de equipo es alguien decente y el mocoso que no dice nada puede llamarle Gaara de la Arena-presentó a sus compañeros con sarcasmo.

-Un momento...ella acaba de decir que hay una tercera persona en la habitación... ¿Por qué no puedo sentir su presencia? -los pensamientos internos de Sakura por primera vez en mucho tiempo volvieron a darle miedo, la sensación más horrible que nos vuelve fáciles presas a los depredadores.

La habitación quedo rodeada de un silencio abrumador, el cerebro de Sakura estaba a 1000 por hora trataba de pensar en posibilidades para huir, pero desconocía todo y sus presencias de esos tipos eran aplastantes muy dentro de ella, aunque le dolía admitirlo sabe que no puede contra ellos, además de ser más, desconocía por completo sus habilidades. Claro que el tiempo termino, sus pensamientos fueron interrumpidos por una cuarta persona que apenas venía entrando.

- ¡Dios! No saben lo feliz que estoy de ver que una parte del plan no salió tan mal, sabía que la joven prodigio jamás me decepcionaría, porque finalmente tengo a una de mis piezas más importantes en este rompecabezas asqueroso-camino hacia una parte de la habitación donde había luz-me da mucho gusto conocer a uno de los alumnos de Kakashi Hatake el ninja de las mil copias-sonrió con su característica sonrisa.

Sakura acababa de experimentar un fenómeno peculiar uno donde "ves a un muerto que no esta muerto", su rostro se deformó en terror puro, la persona que estaba frente a ella era una persona a la que ella acababa de ver muerta hace poco tiempo, una persona que no encajaba con la personalidad habitual de la misma, ni sus movimientos, ni su forma de hablar o expresarse.

-Esto tiene que ser una jodida broma...-susurro con la voz rota la joven de hebras rosas, su rostro era un poema, los ojos desbordados del terror, la respiración contenida y sobre todo los labios entreabiertos de la impresión eran una clara señal de que algo no estaba bien-Tú estás muerto, yo comprobé tus signos vitales... Es imposible que estes de pie-la piel que lentamente se volvía chinita, más la desesperación de la joven era una clara señal de que necesitaba respuestas.

La peculiar carcajada que soltó aquel que debería de ser un cadaver la dejo consternada.

-Tienes razón, eres una joven muy inteligente-hizo una pausa dramática mientras alguien más aparecía entre las sombras, y la voz de aquel que en algún momento apreció comenzaba a cambiar-Kakashi Hatake está muerto, esto que vez aquí no es más que mi marioneta personal, mejor dicho, mi juego personal, la representación viva de mi victoria-cuando el rostro del otro hombre que parecía practicar la ventriloquía de forma espeluznante-de la vez que Danzō Shimura acabo con la esperanza-río con diversión en su rostro.

Sakura podía jurar que escuchaba como su corazón se rompía lentamente, como aquella persona que le guardaba un profundo respeto era ahora el simple juguete de un hombre rico, quería matar a ese sujeto, quería aniquilarlo, nadie podía venir y burlarse de los muertos, ese ser al que su profesor tanto rencor le tenía por fin podía comprenderlo. No merecía estar con vida.

-No te burles de él-la cara de la chica no refleja ya expresión alguna más que el enojo y el rencor, se notaba a lenguas que quería arrancarle la cabeza.

- ¿O si no qué? -cuestionó burlón.

-Te romperé los dientes, deja su cuerpo en paz, maldito cerdo asqueroso-escupió con odio las palabras mientras lo fulminaba con la mirada, en su cuerpo lentamente se comenzaban a hacer notar todas esas marcas negras que rodeaban su cuerpo, nuevamente aquellos tatuajes se volvían a hacer presentes.

- ¿Así, tú y cuantos más? -se mofo con diversión aquel hombre-Sabes me parece interesante el manejo de tu poder, al final de cuentas yo fui una de las personas de las que te lo otorgo así que me gustaría terminar todas las pruebas que pueda, ya que tu incompetente tío no pudo mantenerte en su hogar hasta saber la respuesta, sujeto 380-la vio con desdén.

-Te prohíbo que menciones una sola palabra de ese imbécil-lo veía con odio.

- ¡Me agrada esa actitud! -sonrío con optimismo-Gaara, llévala al salón de experimentación, Sakura volvió a sentir como sus sentidos comenzaban a nublarse, se sentía débil, cansada y fuera de linea. Vio de reojo como un joven le vendaba los ojos, sentía como la cargaban nuevamente y era depositada en un nuevo lugar, a pesar de que sus instintos eran adormecidos, podía sentir la fuerza con la que la amarraban a una especie de silla metálica, cuando finalmente recupero la visión pudo notar que habían cambiado de habitación, está era de un color verde oscuro, un poco compacta con un espejo de esos que solían estar en los interrogatorios de policía donde veían que decía el acusado.

-Fase de la experimentación 12, sujeto 380. Trataremos de llevar sus habilidades al máximo poder para volverla un soldado, carga de 1,000 voltios-la joven que aun se encontraba un poco norteada escucho con atención aquellos que decía el hombre por el megáfono, su primer instinto fue intentar deshacerse de las cadenas que tenía en su cuerpo con el objetivo de huir y evitar ese conductor de energía, pero el chasquido que escucho fue la señal de que era demasiado tarde para huir y la corriente escalofriante que le recorrió todo el cuerpo fue el despegue para darse cuenta que ya no tenía a donde huir.

La habían atrapado.

Su garganta se desgarro al emitir un grito de dolor por las constantes descargas, cuando estás terminaron por fin, ella sentía como todo le daba vueltas.

Algo dentro de ella, le decía que este podía ser su última misión, muy pronto tendría que decir adiós.

さようなら (sayonara)= "Adiós"

meilinlin12