XVIII
-Elisa (2-4)-
Hace 12 años
Kakashi se encontraba en una misión muy importante en la cual dependía su vida. El trabajo consistía en llevar una sustancia extraña que se encontraba dentro de una caja pequeña de metal, la persona que lo contrato solicito específicamente que él fuera, desconocía totalmente el producto que tenía que robar. Lo único que le pidieron fue que capturara un tubito de ensayo.
Llegó a la zona donde una persona infiltrada por la persona que lo contrato le entregaría el producto que tenía que salvaguardar. Apenas llevaba un año con esos niños, que cambiaron su mundo por fin podía decir que tenía una familia de nuevo de alguna forma esos pequeños consiguieron traerle luz a la oscuridad que comenzaba a apresarlo y cometer el terrible acto de suicidio, estaba un tato nervioso de dejarlos con Asuma pero no tenia otra opción no quería que se repitiera lo que sucedió aquella vez con Sakura.
Algo interrumpió los pensamientos de Kakashi un hombre vestido de negro se acercaba a él con una caja, llevaba los ojos entre abiertos, el cuerpo temblando y posiblemente le sudaban las manos.
-Señor aquí tiene-dijo con los ojos cerrados con fuerza y la voz temblorosa. Kakashi lo recibió comprobó que efectivamente las manos de el chico estaban sudando. Cuando iba a replicarle si el producto realmente se encontraba allí, el chico ya había emprendido camino, corría llevando sus piernas al limite. Kakashi suspiro, saco su arma que tenia un silenciador y apunto a al chico que corría aterrorizado conto hasta tres y disparo. El cuerpo inerte de el chico cayó al piso se acerco lentamente, se coloco sus guantes de cuero y arrastro el cuerpo hasta el bote de basura más cercano, lo tiro sin cuidado alguno. Reviso sus bolsillos para ver si no había entregado el producto que tanto le pidieron sin embargo no encontró nada por lo que todo atinaba a que el hombre efectivamente le había dado el producto más sin en cambio tampoco es como si pudiera haber hecho otra cosa, tenía ordenes claras de asesinarlo después de conseguir la caja.
Listo para emprender rumbo recibió una llamada del numero de Asuma, enseguida su sangre se helo. No dudo mucho en responder.
-Hola, Kakashi-escucho la voz nerviosa de Asuma, que lo único provoco que se tensara- alguna vez has tenido la idea de entrenar a estos pequeños, para asesinos-comento Asuma con el tono de voz mas calmado.
-Lo pensé, pero no creo que sea lo correcto, creo que haré que vallan por el buen camino-Kakashi hizo una pausa dudosa- ¿Por qué lo preguntas?-dijo este mientras comenzaba a tratar de pensar en algún motivo por el que Asuma le dijera eso y relajando sus musculos de que solo fuera una pregunta.
-Pues deberías volverlos asesinos, yo te ayudaré con lo que pueda-dijo Asuma al otro lado de la línea- sabes, ¿por qué te lo digo?-escucho la voz dudosa de el peliazul.
Kakashi se encontraba realmente confundido- ¿Por qué?, Sucede algo-dijo este mientras su cabeza comenzaba a maquinar los peores escenarios.
-Estos niños-dijo Asuma con un tono levemente quebradizo- tienen futuro-escucho como apenas y si podía hablar mientras notaba que pasaba saliva- justo en este momento me tienen atado y si te soy sincero tengo mucho miedo- quedo levemente consternado ante la exclamación de el hombre.
Kakashi jamás pasó ese escenario por su cabeza, lo cual ocasionó que el escalofrío que le recorría el cuerpo fuera realmente aterrador. Tenía que regresar a casa, jamás imaginó que esos niños serían así, eran igual de silenciosos que unos cuervos. Sonrió ante tal pensamiento. Antes de poder refutar se colgó la llamada.
Suspiro aliviado
Kakashi volteo a ver la caja con cierta curiosidad mas sin en cambio lo dejo de lado y emprendió camino de vuelta con el señor que lo contrato por lo que Tsunade le había dicho, el hombre quería que llevara el producto hasta su hogar y con la condición de que jamás revelaría su ubicación, la caja que cargaba le daba mala espina, el simple hecho de tenerlo entre sus dedos estos momentos le producía una excesiva cantidad de angustia. Algo le decía que debía abrirlo. Pero todos esos pensamientos se fueron cuando llego a ese hogar.
La mansión D.
El lugar que hace unos meses visito para asesinar a Danzō Shimura, el ser mas detestable del mundo, responsable de la muerte de sus compañeros de equipo.
Trago saliva con dificultad, esa rata escurridiza apareció en el peor momento no podía jugarse su vida en estos momentos tres vidas dependían totalmente de él. Camino con frustración, una mirada amarga adornaba su rostro toco el timbre de la casa gigantesca. Sostuvo con fuerza la caja quería destrozarla frente a los ojos de aquel hombre y ver como este reaccionaba de manera desesperada al perder algo tan importante, quería ver esa expresión sin importar lo que le costara. Quería ver a ese hombre sufrir.
Los pensamientos homicidas abandonaron su mente cuando la mucama abrió la puerta, lo observo de pies a cabeza para después dirigir su mirada a la caja que traía.
-Kakashi Hatake el asesino de las mil copias-hablo de manera seria observándolo fijamente-Shimura me dijo que te dejara pasar-menciono mientras se hacia aún lado para permitirle el acceso a esa gran mansión.
Kakashi la siguió después de cerrar la puerta de la entrada-abuela Chiyo me sorprende verla por aquí, no estaba de vacaciones en la gran Inglaterra descansando de ser asesina-dijo el peligris a manera de intentar iniciar una conversación.
Chiyo solo atino a virar los ojos-y tu ¿sigues perdiéndote en el camino de la vida?-comento de manera burlona. Kakashi rio suavemente.
Su charla se vio interrumpida por la melodía de un hermoso piano, Kakashi pudo reconocer aquella melodía en cuestión de segundos para Elisa ese era el nombre de aquella canción que sonaba. Su destino casualmente daba a la sala de dicho recinto de donde provenían aquella canción.
Cuando finalmente llegaron a su destino se encontró con una niña no sobrepasaba los 7 años. Cabello rubio cenizo ojos color morado y pese a ser muy joven poseía una habilidad espectacular con el piano. La niña tenia una concentración sobrehumana sobre el piano. Se quedo escuchando como tocaba el piano sin cometer ningún error, era una melodía tan pulcra. Hasta que paro abruptamente.
-Kakashi nunca dejas de sorprenderme-se escucho una voz masculina cargada de testosterona.
-Danzō-menciono cortante mientras extendía la caja oscura. En cuanto el hombre la tuvo en sus manos estaba dispuesto a salir de ese lugar si no fuera por se vio interrumpido por el mismo hombre.
-Por cierto, me entere que tienes niños bajo tu cargo-sonrió burlonamente-asegúrate de que no los asesinen.
Kakashi solamente tenso la mandíbula observo con cierto resentimiento al hombre que tenia enfrente y paso por su costado hecho una furia, iba doblando la esquina que lo llevaría a la salida. Pero detuvo su caminata al escuchar el grito desgarrador de una niña.
Su instinto lo impulso a regresar, la escena que se encontró a continuación realmente lo sorprendió la niña que anteriormente se encontraba tocando el piano estaba ahora flotando en el aire con un tornado de agua a su alrededor.
Abrió su único ojo mas de lo normal ante la sorpresa.
Aquella imagen.
Aquella forma de reacción.
La mirada de Chiyo tan despectiva solo le daba una respuesta.
Esa era la droga Merry.
-Leo sus teorías-
-Meilinlin12-
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