La marca, I Parte, Especial 2k
-¿Vienes a reírte ... Evil-Luzu?
La forma en la que Auron lo nombró estuvo completamente cargada de odio y desconfianza. Quería estar en paz, arrodillado junto a la tumba de sus mascotas, por un minuto, no necesitaba tener a ese ser oscuro, acechando a su espalda, en silencio.
-No Auron, yo nunca me reiría de la muerte de inocentes.
Esa voz pausada y grave, apenas tenía un resquicio del Luzu de antaño, ¿Cuándo había empezado a sonar tan triste? Hasta el slime que goteaba de las puntas de sus dedos, sobre su rodilla y las tumbas de "sus hijos", parecía estar llorando con Luzu. Pero no, Luzu no lloraba, Luzu era un ser cruel que reía y se regodeaba en su sufrimiento.
¿Como había sido? ¿En qué momento? ¿Cómo habían llegado al punto de torturarse el uno al otro? ¿Venganza? No, Auron no tenía nada de lo que vengarse, pero sí mucho que perder y demostrar. Ah, si, fue en ese momento en que le dijo aquellas palabras.
Aquel día, Luzu no había sido el primero con el que había tonteado aquella tarde, y después de pasar gran parte del día compartiendo piel con Lolito, haciendo realidad las mayores obscenidades del rincón más escondido de su mente, después de perder el aliento en el calor de un nuevo escondite, los tímidos roces con las manos de Luzu, totalmente casuales, que sonrojaban el rostro del alfa y lo hacían destellar como estrellas, eran tan virginalmente dulces, que estaba a punto de romperse a carcajadas. Pero aunque su ego le hacía pensar que se reiría por lo absurdo de la inocencia del momento, su lobo, surcaba esas estrellas en el rostro de Luzu con la mayor felicidad de su vida.
Sí, desde luego todo empezó ese día, tras el largo paseo, con el frescor de la tarde en sus cuerpos, las risas en su alma y el color del atardecer en sus ojos.
-¡Mira Auron! ¡Esta flor es nueva por aquí! ¿No te parece bonita?
-Que cliché.
Lo pensó, no lo dijo, porque cliché o no, Luzu era así de dulce, como su aroma a caramelo tostado, que a veces se dejaba tocar por el jengibre.
-No tan bonita como tú, mi niño.
Luzu lo miró con esa maravillosa sonrisa llena de vergüenza, con sus rosadas mejillas. Luzu era hermoso, era dulce, era lo opuesto a él y a su necesidad de pervertir e incendiar el mundo que lo había convertido en un omega.
-¡Auron! -pudo decir después de reír cohibido un rato.
Si, fue aquel día, ese momento, cuando Auron, maravillado por lo bonito de su Luzu, lo inocente del ser de luz que tenía enfrente, deseó lamer el caramelo de su piel soñando con la cara de placer que sería capaz de crear, y luego soñó con morderlo, hasta romperlo en miles de pedazos en su boca, un dulce caramelo tostado. Extendió la mano hasta las sonrosadas mejillas y rompió el espacio hasta aquellos labios hechos de dulce.
-Te quiero mi niño.
Fue el beso más dulce y casto que nunca dio, sus sueños de pirómano fueron apagados por la paz que se creó en su ser con aquellas caricias de labios.
Ahora, después de tanto daño, después de haber probado las mieles de docenas de labios, empezaba a entender que aquel día, con aquel beso, algo se había ido de él, algo que siempre fue muy pesado cargar. Si tan solo no le hubiera dicho aquellas palabras a alguien tan inocente, si tan solo no hubiera prometido respaldar en las elecciones a alguien tan leal, si tan solo... si tan solo no hubiera sido él con alguien tan capaz de todo. Ellos no hubieran terminado así, él, no hubiera terminado hecho de las mieles que tanto había probado, ni se transformaría en la lava con la que siempre quiso quemarlo todo. Luzu, lo había convertido en el monstruo más poético de su trágico cuento.
Tras aquel paso que los convirtió a ambos en desprecio puro, se bañaron en sí mismos, destruyendo sus hogares, sus sustentos, sus amistades, vivían en una barra libre de venganza y odio que no terminaba de consumirlos. Y después de todo, ahí estaba Luzu, más delgado, con unas marcadas ojeras y una expresión descorazonadora que se podía apreciar, a pesar de la capucha con la que se cubría de continuo, se arrodillaba ahora a su lado, removiendo la tierra de las tumbas con sus manos, para plantar unas flores en ellas.
Auron lo miró abriendo sus cuencas oscuras como pozos infernales.
-¡Luzu...!
El pálido muchacho no dijo nada, rezando algún tipo de oración silenciosa. Si eso era una tregua, debía tomarla, quería de vuelta a su Luzu, fue lo que su enfermo y demacrado lobo le pidió, quería de vuelta su cuerpo, fue lo que su herido y combativo ego le gritó. Y sonrió, por el motivo menos sincero de los dos.
-Ey Luzu, ¿Quieres ver algo ilegalísimo?
Si, su sonrisa no había cambiado, por mucho que lo hiciera por fuera, Luzu era el bueno de Luzu.
-Claro Auron.
Que hermosa sonrisa, lástima que Auron no se diera cuenta de que aquella sonrisa era por que Luzu podía volver a oler ese aroma que había dado por borrado. Limón, el olor del verano.
Regresaron las risas a aquel trozo de tierra, frontera y testigo de guerra, entre ambas casas, la única arma que se blandió aquel día fue la del Ferrous Wroughtnaut con la que Luzu lanzó a Auron por los aires para caer en brazos del preocupado alfa. Fueron risas con las que pretendieron curarse una ausencia y se curaron el alma.
-¡¡Luzu!! ¡¡Luzu!!
Los gritos lo sacaron de la cama de un salto. La voz de Auron siempre anunciaba alguna tragedia, alguna crueldad cometida por el monstruo de miel que enfadado ardía en lava. Salió disparado subiéndose a la muralla sin tener tiempo de cambiarse de ropa, pero nada allí ardía, nada se derrumbaba, solo la voz de Auron... en mitad de las escaleras, sonriéndole.
-¡¡Luzu mi niño buenos días!! ¿Desayunamos en la heladería nueva?
-¿Que...? -se llevó la mano entera a la cara frotándose para despejarse y apartar su caos de pelo de recién despertado- Está bien Auron, deja que me vista.
Se dio la vuelta dispuesto a desaparecer al otro lado de la montaña, así que Auron paseó sobre la piedra de la entrada.
-Auron, ¿quieres pasar?
-Por supuesto.
La sonrisa de "el mal siempre triunfa" de Auron hubiera borrado la luz de Luzu de haber estado expuesto a su toxina, pero cuando las puerta de Luzu se abrieron para él, puso la mejor de sus sonrisas, la más zalamera, la más linda. Allí dentro procuró bromear con el aspecto que tenía todo, procuró saludar a Manolo, abrazarlo y ser cariñoso, jugar con él hasta que Luzu volvió, no le costó hacer nada de aquello, se sintió bien, en casa.
De camino a la heladería tuvo cuidado de distraer a Luzu evitando que se diera cuenta de todas las miradas de miedo que atraía estando en Karmaland. Hacía mucho tiempo que el héroe caído no se dejaba ver, y mucho menos con Auron a su lado, todos estaban temerosos de, no solo Luzu, de la pareja en sí. Pero la intención de Auron estaba absolutamente enfocada en Luzu, que como no, apenas tardó tiempo en darse cuenta de cómo el slime lo protegía de caer en esas miradas, y entonces, cuando Luzu le sonrió agradeciéndoselo, Auron le respondió de igual manera, pero por lograr uno de sus objetivos. Hacerlo vulnerable.
A él.
-Yo tomaré... -Auron paseaba la mirada sobre todos los helados del mostrador, aunque había decidido el sabor que elegiría ya el día anterior- el de nueces y caramelo.
Caramelo. Luzu se sonrojó con la dulzura y sorpresa que le caracterizaba.
-¿Tú cuál vas a pedir mi niño? Yo invito. Puedes pedir dos bolas.
Auron le sonrió lascivo, y aunque Luzu supo que Auron acababa de insinuar algo obsceno, no se paró demasiado en entenderlo, rió distraído, apartando la mirada hacia el mostrador.
-"¿Será demasiado si pido el de limón?" Uno de chocolate está bien, un día es un día.
La dependienta le devolvió la sonrisa antes de montar su helado. Auron condujo a Luzu hacia una mesa en el exterior, eligiendo la más apartada y discreta, quizá Luzu pensara que era para esquivar las miradas de los aldeanos, pero para el slime omega, no eran esas miradas las que quería evitar.
-Oye pues si que está bueno, ¡Luzu! ¿Quieres probar?
-No, no es necesario Auron, es tu helado.
-¡Vamos Luzu! No me hagas el feo que te lo he ofrecido. -el alfa hizo un ligero puchero pero al final tomó un sorbo del helado que le servía- ¿Qué tal?
-Si que esta bueno Auron.
-¿Y el tuyo? Déjame probar.
Luzu no había tenido tiempo de probar su helado, ni de apartar la mano de la de Auron cuando se posó sobre las suyas, haciendo que su corazón palpitase a lo loco, pero cuando Auron acercó el helado a su boca, y le dio esa lamida terminada en un mordisco lento de sus labios, a Luzu no se le detuvo el corazón, se le congeló el tiempo en ese gesto, respirando agitado cuando la lengua de Auron rodando por sus labios limpió todo resto de helado de su rostro.
-Sigo prefiriendo el caramelo -palabras arrastradas con voz profunda que no hicieron más que absorber a Luzu.
-¿Eh? ¡Ah sí! ¿está bueno? -apartó rápido la mirada disimulando con su atención puesta en el helado, sonrió con el frescor ya en su boca, aliviado por el frío- ¡Pero si está muy bueno!
-Espera mi niño -le sostuvo la barbilla haciéndole mirarlo, cliché, los clichés nunca fallan, y menos con Luzu, que nunca sabría que su labio no estaba manchado en aquel momento, pero Auron acarició sus labios con el pulgar, limpiando una mancha imaginaria, otra vez los ojos de Luzu estaban perdidos en él, diez de diez- Ahora estás mucho más guapo.
Se chupó el dedo procurando que fuera lo suficiente sensual para Luzu, y cantó bingo al verlo tragar en seco. No, no había ningún Evil, Luzu, seguía siendo Luzu ante él. Vulnerable, manipulable, ingenuo.
-¡Pero bueno~! ¡Si es Evil-Luzu y el moco naranja!
-¡Wilfred!
Auron chistó, justo lo que trataba de evitar.
-¡Baja aquí wacho! ¡Dime eso a la cara!
Willy se reía apoyado en el puente a distancia de ellos.
-¿Haciendo las paces?
La pareja cruzó miradas, y Auron, por su puesto, lo sonrió radiante.
-Totalmente.
-Bien, nos estábamos cansando ya de vuestras peleas.
-Willy sopa de veneno, tú has hecho más daño a Karmaland que Auron y yo juntos.
Willy rió, con esa risa suya de ojos achinados.
-Qué dirás, yo hace que no toco una mina, meses. ¿Y esos helados?
No todo le iba a salir bien a Auron, porque aunque Luzu fuera un enorme blanco de bromas y salvajadas varias, ninguno de ellos desperdiciaría la oportunidad de pasar tiempo con él, pero esperaba poder esconderlo durante más tiempo, necesitaba estar a solas. Pero estaba claro que la intención de Willy era toda la contraría, después de todo, él era el único que había apoyado a Luzu cuando todos le dieron la espalda.
A media tarde, tras repetir los tres el helado y dar una vuelta por Karmaland, mostrando a Luzu lo que Lolito estaba haciendo en el pueblo, Auron por fin, se dio por vencido. A mala gana se despidió del albino y de Luzu, sonriendo como él sabía, topándose con que Willy le devolvía la misma intención con otra sonrisa. Se alejó de allí lo más rápido que le permitió su dignidad herida, no solo estaba rabioso, necesitaba desfogarse de otra forma, fingiendo que si que era la ira lo único que le calentaba la sangre. Pero fuera lo que fuera, necesitaba quitarse ese ardor de encima, limpiarse a Luzu.
-Luzu...
-Ya sé lo que me vas a decir Wilfred. No soy estúpido. Auron solo quiere recuperar su apariencia humana.
-Me alegro de que lo tengas claro -no se miraban entre ellos, solo observaban a Auron alejarse, sonriendo los tres- Se aprovechará de ti y volverá a traicionarte.
Luzu rió a carcajadas.
-Quizá soy yo quien se está aprovechando esta vez, ¿no lo has pensado Willy?
El albino le miró sonriendo sarcástico.
-¿Tú?
-Si, yo. Igual solo estoy pasando el rato.
-No engañas a nadie, sigues enamorado Luzu.
-¿Y eso está mal? ¿Confiar un poco en el destino?
Willy le hizo una mala mueca.
-El destino no siempre nos lleva por un cuento de hadas. Míranos a Vegetta y a mi. A Auron no le interesa nada de eso, y por lo que siempre me has dicho, ni se ha dado cuenta.
-Está bien así Willy, si él no quiere verlo es por algo. Y si tienes razón y lo nuestro es trágico, todo está bien, si puedo verlo sonreír.
Willy suspiró.
-Eres demasiado bueno, Luzu. ¿Te has dado cuenta de que por allí se va a la biblioteca? Olvídate de él.
Willy soltó la bomba dándose media vuelta y abandonándolo durante la caída del sol.
-No puedo -murmuró en soledad.
Otra vez había sido demasiado ingenuo con Auron.
-¡ADAM!
-No grite señor Auron, esto es una biblioteca.
-Pero qué guapo estás bribón, ven y cómeme el morro Adam.
El tímido y correcto chico se sonrojó de pies a cabeza.
-Señor Auron...
-Si nunca hay nadie aquí -lo agarró de la muñeca y se lo llevó con esa sonrisa que se lo conseguía todo, a pesar de su aspecto- limpiemos el polvo en nuestro rincón del amor.
-¡Pero estoy trabajando!
-Shh ya está cerrado, ahora cállate - le besó, pero no era a él a quien estaba besando tras sus párpados- te he echado de menos.
Volvió a cubrir su boca con la suya para que no hablara, porque si lo hacía, su fantasía, una que nunca reconocería, se caería a pedazos, así que con los ojos bien cerrados, robando besos de una boca que lo adoraba, se hundió en un mundo en el que no era un maldito omega.
Pasaron pocas semanas, pero en cada uno de sus días, Auron siempre hallaba la manera de enterrarse profundo en los pensamientos de Luzu. A veces aparecía para pedirle algún animal porque los suyos habían escapado o la Hermandad Oscura había hecho algún oportuno destrozo para el que necesitaba su ayuda. Otras veces iba buscando simple compañía para la pesca o el consejo de uno de los héroes veteranos, que siempre sabía de algo que Auron no. Y las peores veces, Auron aparecía solo por su mente, porque su ausencia le obligaba a pensarlo y preguntarse porqué el slime no había ido a buscarlo aún. Claro que los demás chicos habían empezado a visitarlo con mucha más frecuencia, pero ellos, no eran Auron.
Ese era uno de esos días. Luzu pasó su día construyendo algo nuevo en su hogar, con tal de distraerse de pensar en Auron y justo cuando creía haberlo logrado, su voz al otro lado de la muralla le sacó una enorme sonrisa. Corrió como el enamoradizo que estaba hecho para abrirle la puerta.
-¡Auron! pero que elegante, ¿Y esas pintas?
Si no fuera por que las prendas eran un pantalón negro y una ajustada camisa blanca, hubiera pensado que las había robado del armario de Vegetta, se veía demasiado arreglado para ser él.
-Tengo una cita.
-¿Ah sí? ¿Con quien Auronsito? -se burló.
-Contigo mi niño -le tendió una rosa- ¿Vienes?
A Luzu le atacó su risa nerviosa, esa de cada vez que le coqueteaba.
Llegaron ya en la noche al restaurante y Auron se portaba mucho más serio de lo que acostumbraba, tanto que la conversación que mantenían era normal y ni siquiera había bebido vino acompañando la cena. Los postres llegaron e intercambiaron sonrisas y cucharadas, todo estaba bien, todo era romántico y formal, y entonces llegó el momento.
-Luzu mi niño.
-Dime Auronsito -Luzu sonreía ingenuo, no se esperaba nada, menos de Auron, considerando aquello una simple forma de enterrar el hacha de guerra, pero lo miró dispuesto a cualquier cosa.
-Sabes... tú sabes lo de mi jerarquía.
-Por supuesto Auron, desde el primer día, sé que es algo que no querías que se supiera así que nunca he dicho nada, ¿Ocurre algo?
-Si. -se detuvo para mirarlo fijamente- Luzu. Quiero que me marques.
Se me lió... jajajajajajaja.
GRACIAS POR LAS 2K DE ESTRELLITAS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
De verdad, igual tendría que cansarme de decíroslo, pero no!, gracias por estar aquí, por ser la parte más importante de todo esto y hacerlo todo tan bonito, gracias inmensas desde el fondo de mi corazón.
Por favor, visionad el video de Forest Guiide, si es que vivís en otro planeta y no lo habéis visto ya... jiji. Ya sabíais que tenía un dilema con los olores de este par, y lo siento, Forest Guiide decidió por todos, es amor, y el amor manda. AURON HUELE A LIMÓN POR QUE LO DICE FOREST!!!
El olor de Luzu es de caramelo tostado, de ese que se hace en la sarten y tiene un sabor especial, si se excita, o enfada un poco, sabe a jengibre, si lo habéis comido sabréis que es algo muy muy picante, pero no pica en la garganta, si no en la nariz. Si se enfada (que Luzu enfadado es imposible) el caramelo amarga y el jengibre ni te digo, su alrededor se hace irrespirable. Como curiosidad, el jengibre es utilizado tradicionalmente como remedio para enfermedades respiratorias y se suele tomar junto con limón (es eficaz creedme), así que la parejita son un caramelo de limón y jengibre que hace posible respirar, ¿lindo? Eso espero!
La siguiente parte... a las 15k de lecturas? No es nada, entre el capitulo 20 y este se llega en un momento. En cuanto a la tercera parte... ups! he dicho tercera parte? ui ui ui que bocas...
JAJAJAJAJAJAJAJAJA
No enserio, la publicaré en cuanto esté escrita, que no me ha dado el cerebro. Besotes!!!
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