Dedicado con especial cariño a Luzlucy y a todos los que hayáis tenido un mal día en clases virtuales. También a todos, los que como ella, están aquí desde el principio, abrazándome a mi y a los que van uniéndose a nuestra familia. Besos desde mi corazoncito.

-Puedes... -Luzu intentaba sonar suave, comprensivo, pero tuvo que carraspear para quitarse las lágrimas de su voz cuando, al poner una mano sobre el hombro de Alexby, el chico le miró a los ojos, inundado en sus propias lágrimas- ¿Puedes decirnos qué pasó aquí Alexby?

-¡Ni yo lo sé! Willy y yo habíamos conseguido liberar a Vegetta y les estábamos dando una paliza a todos esos putos...

-¿Quienes? -preguntó Fargan, pues donde estaban no había nada, ni cuerpos.

-Los putos rapiitori esos -Fargan tragó bilis al oírlo saltando en su sitio y cruzando la mirada con Rubius- entonces yo me acerque a Mangel para ayudarle porque no se movía y entonces Vegetta...

Alexby se detuvo en su narración, sus ojos se movían de un lado a otro, como si estuvieran uniendo puntos y todo tuviera sentido.

-¿Qué? ¡Pero no nos dejes así Alexby! -se quejó Auron.

-Vegetta no me dejó acercarme a Mangel... ¡Y todo se volvió jodidamente raro cuando intentó apartarme! ¡DIOS! ¡JODER!

-¿Qué? -Luzu empezaba a pensar que al pequeño le había dado un ataque de ira de los suyos.

-¡Mangel estaba poseído y fue Willy el que se enfrentó a él! Tiene que ser eso, -se limpió las lágrimas con el brazo, manchándose la cara con una línea horizontal de tierra y sangre- lo que fuera salió de Mangel y entró en Willy.

-¿Y dónde están Vegetta y Willy? -la voz de Rubius se escuchó demasiado ronca y forzada, sin aliento.

-Vegetta... -miró al pozo de estrellas- cayó por el portal.

-Noooooo -Luzu se llevó las manos a la cara exasperado- De entre todo lo que podía pasar, Vegetta era el último que debía caer al End.

-¿Por? ¿Qué ocurre? ¿Qué pasa con el End? ¿Qué pasa con Vegetta? ¿Y Willy?

Luzu y Alexby desviaron las miradas de todos ellos, encontrando la del otro, Fargan, al ver que Rubius perdía los nervios y que los dos veteranos escondían algo que no querían mencionar, habló con lo que supo.

-Willy, o el Evil Willy, se lo llevó esa cosa, macho.

-¿Qué dices? -la cara de Rubius era la de alguien a punto de pegarle a algo, o a alguien.

-¡Esa cosa! ¡Ese enderman chetado o lo que fuera!

-¿Lo visteis? -preguntó Luzu casi emocionado.

-¿Que si le vimos? Le teníamos tan cerca como lo estás tú.

-Parecía más una persona que un enderman. Era casi tan alto como Rubius y tan mamao como Vegetta.

-Era tan alto como Vegetta... y tan mamao como Vegetta...

Alexby se rio de Fargan.

-¿Qué dices loco?

-Ya no sé lo que digo Alexby -suspiró el búho.

-¡Bobos o qué! ¡Qué a donde se llevó a Willy!

-De vuelta al End -interrumpió Luzu.

-¿Cómo lo sabes? -Alexby le miró extrañado y Luzu solo pudo reír.

-¿Recordáis mis Dioses oscuros?

-Perfectamente -se quejó Auron metiendo las manos en los bolsillos, con una no muy agradable mueca, Luzu rio nervioso esta vez.

-Lolito los invocó sin querer y hablaron conmigo. Tenemos que ir al End, y volver juntos a Karmaland para que los Dioses regresen.

-¡Está bien! ¡Pues a qué esperamos! -Alexby intentó levantarse apoyándose en el pozo, pero no pudo más que subir unos centímetros, su cuerpo no le respondía, y fue Fargan quien, otra vez, le hizo sentar el culo en el suelo.

-Alexby, tú no puedes, tienes la espalda rota.

-¡Eso ya lo veremos Fargan! Loli ayúdame a ponerme en pie.

-Creo que Fargan tiene razón Lely, si tienes la espalda rota, no puedes hacer nada.

-¡Espera! -Rubius giró sobre sí mismo mirando a todos lados, hasta encontrar la mochila que había dejado caer cerca de ellos, rebuscó en su interior, sacando la poción de regeneración que se había guardado- Ten.

Un agudo grito de indignación hizo que Luzu tuviera que guiñar los ojos y cubrirse el oído.

-¡Será gorrino el calvo!

-Baia baia baia -Alexby tomó la poción de la mano de Rubius, riéndose de Auron- parece que todo el mundo le roba potis al Vegettita.

Rubius se puso como un tomate.

-¡Que sea nuestro secreto Lely! Tú no le dices lo de la poción, yo no le digo quien le voló el faro.

-Me vale.

Auron empezó a gritar y a pelear con Rubius sobre él por qué no le había dado poción a él que también estaba jodido, pero Alexby se llevaba la poción a los labios sin prestar más atención que al líquido mágico de su interior, hasta que notó unos ojos dorados mirándolo con una intensidad que le hizo sonrojarse.

-Fargan -el ala del búho, tan majestuosa, colgaba ahora como si solo la sostuviera un hilo, esa imagen hacía que su corazón se sintiera peor que miserable- toma tu primero.

-¡Venga ya ratón! Bebe, solo quiero volver a verte caminar. Hazme feliz Alexby.

Dios, esa sonrisa, no podía con esa sonrisa. Y no merecía la pena discutir con él, tampoco es que hubiera podido ganar la que tuvo con Willy, pensándolo bien, aquello fueron tablas, haría lo mismo esta vez.

-Como quieras rata.

Pegó un gran trago y al segundo tuvo que encogerse sobre sí mismo, el dolor de notar como los huesos volvían a su sitio y se recomponen, fue como recibir otra vez el hachazo. Sus piernas comenzaron a cosquillear y poco a poco, según hacía efecto la regeneración, pudo volver a moverlas.

-Ahora tú.

Le tendió la botella a Fargan y él la aceptó sin más llevándola a sus apetecibles labios. Para Alexby no hubo opción, simplemente las palabras de Willy asaltaron su memoria "cuenta como un beso" haciéndole sonrojarse sin poder quitar la vista de los labios de Fargan sobre la boca del frasco. Los ojos del búho le miraron mientras tragaba haciendo que la garganta de Alexby hiciera lo mismo. Fargan tomó hasta el último sorbo y luego, como leyendo la mente del pequeño, pasó la punta de la lengua, rodeando todo el borde de la boquilla de cristal sin quitarle esa penetrante mirada de encima. Alexby saltó en el sitio sintiendo su cuerpo convertirse en lava.

-¿Todo bien ratón?

-Vete a la mierda Fargan.

El búho y Luzu se rieron.

-¡Tú también Luzu nooooooo!

-Vamos Alexbitas, el End nos espera.

-Otra vez -Alexby se puso de pie, respiró hondo frente al pozo- ¿Listos?

La extraña y vacía dimensión se abrió ante ellos. Mirando al oscuro vacío de reojo, ajustaron las pocas piezas de armadura que llevaban y aseguraron sus armas una y otra vez, demasiado nerviosos, demasiado acostumbrados a los artefactos divinos. Rubius repartió las pociones de visión nocturna que había cargado en su bolsa, ignorando las bromas por ello, con la mirada baja, avergonzado de saber que sus ojos aún estaban rojos y su nariz congestionada, pero con el primer sorbo de la poción, le fue imposible no abrirlos de par en par y quedar boquiabierto a lo que apareció ante él. La arena aún fue mas blanca, pero el cielo, ese cielo inmensamente negro que les absorbía en un sentimiento de claustrofobia, repentinamente se hizo de un color morado tan infinito que se perdió en la contemplación de ese cielo, y de los recuerdos que hicieron palpitar a su corazón, calmando su tristeza.

A su alrededor, sus compañeros observaban el cielo con la misma admiración, a pesar de haber sido todos advertidos de mantener la mirada en el suelo. Alexby y Luzu, estaban en primera línea, como si se hubieran preparado para recibir ellos todo lo peor de una violenta bienvenida.

-Tíos, ¿No se supone que esto tenía que estar lleno de endermans? -murmuró Rubius.

Los dos veteranos se giraron a mirarlos, sus rostros estaban llenos de confusión y desconfianza.

-Han debido oír que veníamos y se han ido por patas -intentó bromear Lolito, a pesar de no tener el tono de voz para ello.

-Tampoco olemos tan mal, ¿No? -Fargan le siguió la broma.

-Puede... que estén en la siguiente isla -dijo Luzu con cierta inseguridad, mirando a Alexby para buscar alguna otra respuesta.

-Si... será mejor que nos movamos.

-¿Tú recuerdas por donde era? -preguntó Luzu.

-Eh... si, por aquí.

-¿Nos vais a contar qué pasó aquí o vais a seguir haciendo manitas hasta que nos pongamos celosones?

-Ahora no Fargan.

La voz de Alexby fue tan cortante que hizo al búho dar un respingo, cuando Fargan buscó la mirada de sus otros compañeros, estos le devolvieron la misma cara de tensión, pero fue suficiente para mantenerlos callados.

-¿Estás seguro que era por aquí Alexbitas?

Alexby miraba frente a él, buscando algo en su memoria que le dijera dónde estaban, tenía que reconocerlo, o el portal había cambiado la salida, o no tenía ni idea. Tras ellos se escuchó una clara y fuerte risa, tan feliz, tan vivaz, que el escalofrío que recorrió el cuerpo de Luzu y Alexby estuvo por hacerlos caer. Una risa que no se detenía.

-Siempre tuvo el mismo sentido de la orientación que Vegetta.

Todos se volvieron, todos menos Alexby, que clavó la mirada al suelo, con la misma fuerza que sus pies sobre la arena y el apretón de sus puños. Luzu intentó hablar, pero se atragantó con sus propias palabras al verlo, comenzando a llorar como no lo había hecho en todos estos días.

-Es una broma, tiene que ser una broma -repetía Alexby, mientras gruesas gotas de lágrimas se dibujaban en la arena.

Luzu, sin poder apartar la vista del fantasma al que sus amigos abrían pasillo hasta él y Alexby, colocó la palma de la mano en el hombro del pequeño, empeñado en mantener la cabeza baja, dándole la espalda a todos, sin parar de repetir entre dientes y lágrimas, las mismas palabras.

-Alexby... -le intentó llamar Luzu para sacarlo del trance, mientras él mismo no podía apartar los ojos de la enorme sonrisa burlona que se les acercaba.

Los pasos sin ruido se detuvieron a nada de él, lo sabía, podía sentirlo, apretó los dientes, cerró los ojos con fuerza, apretó aún más los puños hasta notar el dolor calentar sus palmas.

-¿Es que no vas a decir hola...

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...mi pequeño titán?

El aire entró en sus pulmones, rápido, hiriendo, abrió los ojos, mirando al cielo, porque necesitaba sentir que no era una broma, así que con todas sus fuerzas, se lastimó la garganta con el grito más desgarrador que pudo pronunciar.

¡¡¡¡¡¡¡STACO!!!!!

Luzlucy me ablandó el kokoro jajajaja, aquí tenéis un regalo.