49: Todos vs Todos
Los poseídos ya habían caído encima suyo intentando arrancarle la yugular como simples animales borrachos de la locura de la caza, ante Rubius, solo quedaban una pequeña multitud de lentos zombies, que caían como muñecos gracias a la Saqueadora en su mano. La noche se llenaba de los lamentos arrastrados de los zombies que caminaban a su ritmo hacia él, dejándole unos adorados segundos para tomar aire con respiración agitada, unos segundos para volver la vista hacia arriba, y ver escenas de Lolito intentando defenderse de Auron de cualquier modo, y es que ya había visto a Lolito intentar lanzar al pelinegro una enorme piedra a la cara.
No, las cosas no iban bien para Lolito, quizá Rubius pensaba que el pelirrojo no quería dañar a su amigo, o más bien ex amante, y por eso un omega estaba arrastrando por el suelo a un delta, dándole la paliza de su vida. Pero para Lolito, las cosas estaban claras, no se estaba conteniendo, es que Auron, jugaba sucio.
Primero, Auron no era un dulce omega, era el demonio en persona, y ese omega poseído en concreto, joder si sabía donde golpear. Desde el primer golpe que logró acertarle al pelirrojo en la cara, ya no le dejó descansar. Le agarró de las muñecas y pateó su estómago tantas veces que el delta terminó vomitando la bilis de su estómago vacío, lo tiró al suelo, arrojándose sobre él para llenarle la cara de golpes, y si Lolito acertaba a devolverle uno, a Auron parecía no importarle, no a ese Auron, que sonreía aún más entusiasmado y pegaba más fuerte.
Una situación en la que los dos perdían terreno, víctimas del agotamiento acumulado de las últimas largas horas. Y es que Lolito ya solo podía forcejear, alejando las mandíbulas del loco de Auron de él, y podía ver, cada vistazo que echaba, como la mano de Rubius dejaba la espada cada vez más a bajo.
-¡Luza! ¡PUERCA! ¡DESPIERTA!
Luzu intentaba despegarse del suelo, aturdido y magullado, levantando su torso con la fuerza de sus brazos en lo que las piernas le volvían a responder. La niebla bañaba ya la mitad de su cuerpo, y se apresuraba por envolverle las muñecas, con aquella danza sibilina de serpiente, envolviendo la piel de sus brazos, cada vez más y más arriba.
Rubius, con un balanceo de la Saqueadora, se ganó unos cuantos segundos más de respiro, decidiendo esta vez descender el cráter que una de las explosiones del Wither había creado, para llegar hasta donde Luzu había caído. La niebla negra pareció disolverse a cada uno de sus enérgicos y apresurados pasos hacia su amigo pero fue detenido a mitad de camino por el grito de Lolo. Auron estaba sobre él, con la garra en alto, goteando la sangre que había tomado del pecho del pelirrojo, agarraba su cuello con fuerza, decidido a no dejar escapar, por más que intentara retorcerse y golpearlo.
-¡¡Lolo!!
Rubius miró a todos lados, encontrando en el suelo junto a Luzu el arco que él usaba, sin planteárselo, haciendo ningún caso a los zombies que intentaban descender con ellos, cayendo rodando por la pendiente, Rubius levantó el arco, una flecha, su puntería no era la mejor, pero tendría que bastar. Soltó la cuerda dejando volar la saeta, acertando, por pura suerte, en la mano levantada de Auron. Lolito, aprovechó la confusión para parear al omega haciéndolo caer al cráter, casi a los pies de Rubius.
Lolito se relajó en el césped libre de las garras de Auron, respirando al fin, Pero Rubius, desconfiado, fue acercándose hasta su amigo.
-Calvo, eh, tío -miró un segundo detrás suyo, un vistazo de reojo, sabiendo que Luzu se había puesto en pie tras él- ¡¿Lolo estás bien?!
Vio como una mano con el pulgar hacia arriba se hacía visible sobre el suelo y pudo reírse con los pasos de Luzu a su espalda pero fue su instinto el que le dio aviso de que algo no iba bien, que aquellos pasos...
Interpuso la espada entre él y su compañero, la mano de Luzu tomó la suya sobre la empuñadura, sus ojos se clavaron rojos sobre él, y aunque eso color aparecía a menudo en los enfados del alfa, ese rojo, era distinto, estaba empapado en sangre y destilaba crueldad. La mano de Luzu retorció sus dedos sobre la empuñadura con la facilidad de quien le abre la mano a un bebe, la Saqueadora cayó al suelo y Luzu seguía retorciendo sus dedos, su mano, cada vez más, gritando a su amigo, agarrándole la muñeca luchando por soltarse de su fuerte presa, cuando un gruñido gutural le hizo medio girarse para encontrar otra mirada roja sobre él, Auron se había levantado, no solo eso, media decena de zombies caminaban lentamente hacia él, saboreando su carne en sus putrefactas bocas.
-Lo... Lo ¡LOLITO CABRÓN BAJA AQUÍ!
Rubius tiraba de su propia mano para soltarse de Luzu pero era imposible, Lolito se dejaba resbalar pendiente abajo con intención de caer sobre Auron, así que Rubius solo tiró a Luzu contra Auron apartándose del medio, en el momento exacto en el que el pelirrojo le daba una patada a Auron en la espalda.
Lolito se agachó a recoger la espada y el oso lo tomó del cuello de la camisa sacándolo de allí, corriendo los dos hacia la destrozada muralla de Luzu, dejando a los dos locos poseídos a merced de los zombies que iban llegando.
-¡Dónde está la rata de Fargan! ¡Nos van a joder vivos!
Rubius tomaba aire escondiéndose tras una roca, asomándose para ver como Luzu y Auron se defendían a dentelladas y zarpazos de los zombies que habían terminado por alcanzarlos, según llegaban más, es espectáculo no era fácil de ver, por que los cuerpos muertos parecían gominolas de la facilidad con la que Auron acababa de arrancarle el brazo a uno.
-¡Fargan! Fue a ver si la explosión de antes era de Willy.
Un nudo se le hizo en la garganta al pronunciar ese nombre, y si hasta ahora había estado respirando queriendo beberse todo el aire del mundo, ahora no pudo dar una sola bocanada de aire más. Willy, él lo había matado, ¿A dónde había enviado a Fargan?
-Tío, eres tontisimo, siempre pensando con el nabo -Lolito suspiraba al cielo, ignorando lo blanco que se había quedado el híbrido de oso junto a él.
Respiraron, temblaron, y guardaron silencio sin saber qué podían hacer, sintiendo que los dos más inútiles habían acabado solos en la peor de las situaciones, pero sin ser capaces de bromear lo suficiente como para decirlo en alto y curar su inseguridad. Rubius miró adelante, consciente de que no podían sentarse a esperar que otro les solucionase el problema, y supo que a su lado, Lolito había tomado la misma resolución. Se miraron fijamente y con decisión, el uno al otro.
-Tenemos...
Una garra interrumpió agarrando a Lolito desde el otro lado de la piedra y tirando de él, llevándoselo, dándole un susto de muerte al oso que se apresuró a agarrar de los pies a Lolito y salvarlo, de los ojos sanguinarios de Luzu, que ahorcaba al pelirrojo entre sus brazos.
Auron, subía lentamente, cubierto de sangre, con la misma intención.
Fargan podía ver el descomunal cráter en el que se había convertido su hogar, pero no tenía tiempo para autocompadecerse ni regodearse en las vistas. Agitó las alas en la noche ignorando la curiosidad que atrapaba su mirada sobre aquel extraño portal, semejante a un pozo, entre las ruinas de Karmaland. Y es que por mucho que su naturaleza curiosa le empujase, en su cabeza y su corazón ya no había espacio más que para la angustia que lo atenazaba.
El frío viento nocturno casi no le deja ver los cadáveres cayendo por la ladera, del lado donde debía haberse producido la explosión, sobre ellos, en la cima, podía ver a Willy en pie y solo con esa visión se permitió respirar y entrar en calor.
-¡Willy!
Sus alas se encogieron para descender lo más rápido y dejarse ver, Willy caminaba, tomando un hacha de su cinto, su recta figura se veía tan amenazante que un escalofrío le dolió en la nuca al búho.
-Willy... -Alexby intentaba arrastrarse, el hacha clavada en su espalda se desprendió con un dolor inhumano al caer contra una roca del suelo- Willy... vamos Willy -intentaba reír, aunque la voz le temblara, aunque el miedo de saber que no tenía escape lo estuviera matando por adelantado- Por favor Willy, ¡hablemos! No... no puedes ¡¿Por qué Willy?! -Willy levantó el hacha, tomando impulso para lanzarla a pocos pasos de él, dioses, directa a su cabeza, cerró los ojos con tanta fuerza que creyó hacerse pequeño- ¡¡LO SIENTO!!
Pero el golpe que sintió, fue sobre todo su cuerpo, cálido y pesado, abrió los ojos para ver a Willy aún frente él, con esa mirada fría y de desprecio, y una mano de largas uñas moviéndose junto a su mejilla, para abrazarlo desde la nuca. Paralizado por el terror, solo sus ojos se movieron, encontrando los iris dorados y una maravillosa sonrisa arropándolo.
-Alexby ¿Estás bien?
-Far... ¡Fargan! -el búho perdió fuerza cayendo sobre su cuerpo, un hacha clavada a milagrosa distancia de su cuello- ¡FARGAN!
El grito desesperado y ronco de Alexby, hizo sonreír a Willy.
-No sé para que te hago caso chaval, esto es una locura.
-¿Cuando me he equivocado yo Vegetta? Sigue andando.
Vegetta le envió una mirada no muy amable al fantasma de Staxx a su lado, que caminaba tan fresco, mientras que él, tenía que agarrarse las costillas, creyendo no tener una sola en su sitio, y más que andar, tenía que cojear con saltitos que le estaban poniendo de los nervios a él mismo.
No levantaba la vista del suelo, pero podía ver las siluetas de innumerables endermans ante ellos, moviéndose en sus labores ausentes e incomprensibles, así que allí mismo, frente a toda la multitud de seres, la pareja de amigos se detuvo.
-Espero, por tu bien Staxx, que no te equivoques, por que volveré en forma de fantasma y dedicaré el resto de mi existencia a perseguirte y hacerle la no vida imposible.
Staxx rio.
-Venga Vegetta ¿Qué ha sido del mejor mago de todos los tiempos? Un poco de fe. Ve a por el dispositivo y encerremos a ese Dios aquí.
Vegetta tomó aire, y cuando su cuerpo se llenó de decisión los endermans se detuvieron, congelados como en una foto, en el momento en el que Vegetta levantó sus ojos amatistas directamente hacía ellos, incontables amatistas le devolvieron la mirada al mismo tiempo.
Los alaridos de los negros seres iniciaron el horroroso crescendo que le puso los pelos de punta a Vegetta, pero el se mantuvo firme, aguantando la mirada y el espíritu mientras los endermans desaparecían ante sus ojos, algo que solo podía significar una sola cosa.
DETRÁS.
Las deformes manos de los endermans se extendieron desde su espalda hacia él, alargando el momento de caer sobre su piel, avanzando con el miedo que solo esos seres eran dignos de provocar, pero Vegetta siguió firme, decidido, hasta que lo envolvieron, en ese momento.
LA OSCURIDAD CUBRIÓ EL MUNDO.
Perdón por la tardanza!! Tenía atragantado este capítulo desde hace semanas y me he forzado a escribirlo ahora, así que va sin corrección y sin fuerzas jaja :P sorry.
Espero que vuestras palabras y comentarios me resuciten, como lo hacen siempre, mis mas sinceras gracias, a TODOS, y por todo.
Triste si, es que esto se acaba y no tengo ni idea de como plasmarlo en letra XD
BESOTEEEES!!!
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