44: Esperanza...
-... Haremos que nos vean. Para que se lo crean lucharemos un poco, pero no mataremos a demasiados ni dejaremos muy heridos al resto, así se confiaran. Cuando los tengamos a todos encima nuestro, yo me rendiré, esa será tu señal Alexby, saldrás corriendo y te llevarás a todos los que puedas detrás tuyo, hasta aquí, directos a las minas. La explosión será enorme, así que corre.
Alexby masticó el plan con un ruidito de su garganta anunciando su duda.
-¿Por qué estás tan seguro de que me van a perseguir todos?
-Los rapiitori y la Hermandad Oscura tenemos nuestra historia, en cuanto nos vean, no podrán resistirse.
Alexby suspiró duro.
-No no no no quiero saberlo, ¡no estoy de servicio!
-Ahora eres un oscuro Alexby, y estás de servicio con tu hermano -se rió Willy- ¿Entendiste el plan?
Alexby lo miró serio, dándole vueltas al plan del albino para sobrepasar la primera línea de rapiitori y llegar hasta sus compañeros apresados.
-No.
-¡¿Cómo que no, rata?! ¿Se te ocurre una idea mejor contra veinte rapiitori?
-No digo que no sea buena idea Will, digo, que, yo seré el que se rinda.
-¿Que? ¿Que dices ratón?
-¿Pero tú te has visto cabrón? ¡Qué no soy imbécil que me doy cuenta de que tienes costillas rotas y te duele el brazo! ¿Cuando te hagan preso cómo te vas a defender? ¿Con esas manitas de chino chiquito?
Los labios de Willy formaron una prieta línea recta, como sus ojos y Alexby estalló con su mágica risa de delfín.
-Rata.
-Yo iré a por Vegetta y Mangel. Y por tu bien Willy, espero que este plan tonto funcione, o te reviento.
Willy rió.
-Solo son rapiitori, no son demasiado inteligentes.
-"No sé si esto fue una buena idea Willy -pensó para sí, mientras lo arrastraban haciéndose el muerto- Hay Dioses... ¿Por qué yo? ¿Quién me manda?"
El sonoro boom de la dinamita explotando le dio la oportunidad que necesitaba para levantar un poco la cabeza y observar su alrededor. Uno a cada lado, otro delante con una espada, Vegetta y Mangel enfrente, mirándolo con atención. Fácil.
Rápido. Se puso en pie y golpeó a sus captores uno contra otro. Un fuerte puñetazo al frente, justo cuando el líder se daba cuenta de lo que sucedía, tarde para él capitán, terminó en el suelo junto sus hombres y su mugrosa espada en la mano de Alexby. Ahora estaba preparado para repartir a quienes se atrevieran a ir a por él.
Vegetta por su parte, aprovechó el revuelo que causó Alexby para salir de su propia situación. Tiró a un hombre al suelo y a otro lo empujó con el hombro haciéndolo caer al pozo del End, pudiendo alejarse de los otros dos rapiitori y echar un vistazo por encima del hombro a quien fuera Mangel, pero Mawu lo miraba fijamente a él, como preguntándose qué tenían planeado, sin importarle demasiado lo que sucedía.
Por un costado del agujero que era ahora Karmaland, descendía otro miembro de la Hermandad Oscura, en una veloz carrera hacia él. Miró a su alrededor, era impresionante como Alexby reducía a los rapiitori sin sus acostumbradas armas de fuego, los sicarios volaban por los aires o daban volteretas como peleles con cada golpe del más bajito de los héroes, en cualquier otro momento se hubiera parado a reír.
Evitó a varios rapiitori, a otro se lo llevó por delante de un empujón para llegar hasta el oscuro de máscara de ogro, dándole la espalda y que este, sin mediar palabra, cortase sus ataduras, seguido, tomó del cinto del enmascarado un hacha de diamante, lanzándose los dos al unísono al combate.
Los rapiitori que los habían seguido no eran demasiados, y gracias a los lobos, que se movían por el bosque de forma aterradora, Rubius no necesitó ni desenfundar la espada. De cuclillas en el suelo, con Nieves atendiendo su herida de flecha, podía ver y escuchar como Coringa y Lobo Plateado hacían todo el trabajo mejor de lo que nadie lo hubiera hecho. Tomó su bolsa, sacando la poción de regeneración y echando un trago, fue un gran alivio sentir como recuperaba los músculos de su brazo.
Los lobos volvían hacia ellos, satisfechos del ejercicio y de saber que se habían ganado unos buenos elogios, parecían perritos felices y juguetones, a pesar de la sangre que teñía sus pelajes y goteaba de sus bocas. Rubius se puso en pie para recibirlos y darles sus tan merecidas caricias.
-Nieves, te quiero. No sé cuánto has tenido que ver en esto pero... si algo les pasa a mis amigos... -se giró para mirarla seriamente- prefiero que no estés cerca porque no responderé de mi mismo.
-Osito...
-Tengo que ir a Karmaland -tomó sus cosas lanzándolas sobre el hombro-. Hasta la vista, Nieves.
Ver la espalda de su único mundo alejarse, le arrebató todas las fuerzas, la esperanza, la capacidad de sonreír, las ganas de vivir. Notó que todo eso lo iba perdiendo para siempre, con cada paso que él daba alejándose de ella, que una enorme grieta crecía en su fracturado corazón, uno que el hombre que la abandonaba la había prestado, y ahora se lo tomaba de vuelta.
Gruesas lágrimas cayeron desde sus azules ojos hasta el verdoso suelo viendo como lo más grande en esa tierra se encaminaba hacia un ineludible final. Podría soportarlo todo por él, cualquier cosa, hasta la muerte, pero no podría soportar la de él.
Creó una cuna con sus manos, susurrando a la magia de su auténtica forma, mientras las lágrimas se escarchaban en su piel llenándola de diamantes. Se sacrificaría a ella para protegerlo, porque él era lo único en el mundo que merecía existir.
Lobo Plateado al lado del híbrido gruñó girándose hacia Nieves, avisándole así de lo que la mujer pretendía. Cuando la miró, la magia helada congelaba sus brazos y parte de su rostro y Lobo Plateado se lanzaba para detener lo que amenazaba a su protegido.
-¡¡NIEVES!!
-No te preocupes osito, estarás a salvo.
Desplegó las manos y desató su magia.
De entre las copas de los árboles, rompiendo ramas y arrastrando hojas en su caída, aplastó a Nieves envolviéndola, cayó al suelo con él cubriéndola por completo. Abrió las enormes alas asustando a ambos lobos por el tamaño que alcanzó, asegurándose de tener a la mujer bien sujeta con ese abrazo por la espalda, en el que aplastaba las manos de ella contra si misma.
-¡Joder Fargan!
-¡Por fin os encuentro ratas!
Nieves lloraba entre los brazos del híbrido de búho, que la agarraba fuerte de las muñecas.
-Suéltala Fargan.
-¿Seguro? Estaba intentando algo, luego no me vayas a decir que la he cagado.
-Está bien, déjala.
-Vale vale.
Nieves le miró a los ojos dorados cuando el abrazo se terminó y se sintió más fría de lo acostumbrado. Sus manos estaban insensibles, y su pecho dolía, escupiendo diminutos copos de nieve que volaban brillando con la luna, cada vez que exhalaba aire. Los chicos la observaron, Fargan curioso, Rubius preocupado. Cuando Fargan la detuvo golpeando sus manos contra su propio cuerpo, la magia de sus palmas entró en ella.
-¿Estás bien? - la preocupación de Rubius habló sin su cabeza.
Nieves levantó sus ojitos índigo y procuró sonreír para él, asintiendo.
-Tenemos que irnos rata, ¿has visto los fuegos artificiales?
-¿Ha sido Karmaland?
-¿Karmaland? Ya no hay Karmaland.
-¿Qué coño dices?
-Desde el aire se ve todo. Corre ratón, tenemos que encontrar a los demás.
Rubius empezó a correr pero al notar que los lobos corrían a su lado se detuvo en seco, pensando, se volteó y Fargan lo miró con una pregunta estúpida en los ojos.
-Coringa, Bobo. Quedaos aquí con Nieves -los lobos lo miraron pendientes de sus palabras, sin entender nada- ¿Bobos o qué? -agarró a Coringa del collar y a Lobo Plateado del pescuezo, arrastrándolos hacia la chica, luego les señaló el suelo- Aquí, quietos.
No dijo nada más, incluso procuró no mirar a Nieves ni cuando Coringa lloriqueó acurrucándose junto a ella.
-¿De verdad los vas a dejar protegiéndola? No nos vendrían mal.
-¡Fargan! -le cayó con el peor genio que Fargan le había visto- es mi señora. Vamos.
Juntos empezaron a correr camino de la esperanza que les quedaba: reunirse.
Auron siempre había pensado que todos sus compañeros le tomaban el pelo cuando hablaban de Merlon empuñando una espada. Lo describían como un gran guerrero y , entre risas, hablaban de como el viejo había repartido espadazos allá por la llegada del primer dios invasor. Auron, siempre, siempre, había pensado que bromeaban, era lo normal entre ellos, y ahora mismo no sabían lo agradecido que estaba de estar equivocado, pues realmente Merlon, sabía sujetar una espada.
Los dos resistían en lo alto de las escaleras, delante de la muralla de Luzu, haciendo de barrera cual espartanos, ante la puerta de hierro. Si bien la llegada de todos esos sucios rapiitori los había tomado de sorpresa, no había sido para nada suficiente. Auron entendía ahora el por qué de las largas escaleras y la lava a los costados, mejor aún. Los rapiitori y los aldeanos de Karmaland, lo habían entendido. Los sicarios, a pesar del número, caían como moscas, moscas asadas concretamente, mientras él y el viejo, se permitían sonreír, hombro con hombro, espadas dispuestas.
Un vistazo a su espalda y ambos comprobaron como el último de los aldeanos entraba en el bunker conducido por un guardia dorado.
-Viejo, retírate. Ya nos ocupamos los profesionales.
-De eso nada joven Auron, mientras mis rodillas resistan, ayudaré en lo que pueda.
El anciano empujó de un espadazo a un rapiitori contra otro, haciéndolos caer a los dos a la lava, Auron por su parte pateó a uno que rodó escaleras abajo llevándose a otros dos torpes sicarios. A sus espaldas sonó el ruido de las puertas del búnker cerrándose, sellando su interior para mantenerlo a salvo. Merlon le sonrió.
-Viejo cabrón, ya tenías pensado quedarte fuera ¡Luego no me culpes a mí de tus achaques!
-¡Descuide! ¡Puedo ser viejo pero Karmaland también es mi hogar!
Auron se rió, alegre y aliviado. Tampoco es que quisiera quedarse solo en las escaleras,toda ayuda le vendría bien hasta que su baza oculta hiciera su magia. Los rapiitori se pusieron en pie subiendo los escalones dispuestos a pasar por encima de ellos, pero Auron sonrió de oreja a oreja con toda la maldad de su cabeza al ver lo que se acercaba tras ellos. Se llevó la Saqueadora al hombro y alargó la mano frente a Merlon para detenerlo, porque allí estaba su as bajo la manga, subiendo por las escaleras, su pequeño y estilizado cuerpo cubierto de sangre, contoneándose como un depredador hacia lo más alto. El destello de la luna reflejado en el acero, reflejado en los ojos lima, iniciaron la banda sonora de los afilados cuchillos, que fueron invisibles en su rápido y letal trabajo, quizá uno demasiado sucio para el poco acostumbrado estómago de Merlon, pero a todas luces efectivo.
-Ese es mi alcalde.
Auron y Lolito se miraron fijo, parecían más demonios que héroes, sobre todo al sonreirse. Pero eran demonios que protegían Karmaland y Merlon respiró, pero no por tranquilidad.
-¿Cómo están las cosas ahí abajo joven Lolito?
-Pues... esos cabrones se traen algo gordo.
-¿El que Lolo?
El pelirrojo no respondió, solo hizo una mueca aprovechando a limpiar los cuchillos, como dando tiempo, y tan solo unos segundos después sucedió. Un sonido espantoso, como salido de lo más profundo del Nether, cientos de gritos clamando la angustia de su condena, unidos en castigo. Las caras de Auron y Merlon se blanquearon.
-Eso.
-¡¿Pero por qué no los paraste Lolito?!
-¡Que tengo mis límites cabrón! ¡Son un jodido ejército!
-¡¿Desde cuándo te preocupa esa mierda?!
-¡Desde que tengo que salvar a mi niña!
-Héroes... el... -Merlon los calló, señalando lo que se acercaba por la llanura- Wither.
-Vale, a ello puercos.
Auron levantó la saqueadora y Lolito pareció dispuesto a seguirlo pero el anciano los detuvo.
-¡Esperad! He leído que es inmune a las espadas...
-Y el cabrón vuela...
-Lolito, tú arco.
Obedeciendo a Auron, Lolito asió el arco a su espalda, pero antes de que fuera siquiera capaz de tensar la cuerda, el Wither gritó y se agitó furioso a causa de los proyectiles que lo acosaban. Los héroes volvieron las miradas encontrando en lo alto de las murallas la figura épica del mejor arquero de Karmaland.
-¡¡Luzu bombón justo a tiempo!!
El castaño les sonrió desde las alturas, mientras las flechas de Lolito se unían a las suyas, enloqueciendo al viejo dios desterrado.
Me aburro, aquí va la publicación recién salida del horno.
Bueno, cap largo, pero ya sabéis dónde estan los 9 y qué mierda hacen. Las cosas se ven más positivas ahora, no? Que bien sienta respirar aliviado, no?
Alguien vio los puntos suspensivos en el título? JijijijajajajaJAJAJAJAJA
Abro lista de deseos, aunque puede que me ría de esos comentarios!! Jajajaja
Besotes!
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