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19: Busca y captura

(Sorpresa al final, después del capitulo)

Rubius despertó en una cama tan suave, cómoda y cálida, donde lo único que quería su cuerpo, era retozar por toda ella, como un niño cubierto de la felicidad misma. Aún estaba ahí esa sensación de euforia llenándole el pecho, de querer sonreír por siempre, de que nada es más maravilloso. Las caricias se hicieron presentes en su memoria y su piel las recordó al compás de los recuerdos, creando dulces escalofríos por todo su cuerpo. Se revolvía por lo ancho de la cama, pero por más que lo hacía, no había nada que respondiera a su necesidad de calor. Molesto, se sentó en la cama, con todo el pelo hecho un desastre y una gran cara de mal humor.

-¿Pero enserio me estás diciendo que estos impresentables me han dejado tirado?

El mal humor crecía, en la mesita un vaso de agua y una nota apoyada en él, supo nada más desdoblarla que la letra, perfecta y morada, era de Vegetta.

"Tenemos que ir a la misión de reconstruir Karmaland. Descansa chiqui, yo me ocupo de tu parte. Me debes una y pienso cobrármela, ozito."

Y una cara sonriente guiñando un ojo firmaba la simple nota.

Al menos fue algo que le hizo sonreír, volver a disfrutar de la comodidad del colchón, un colchón que aún olía a esas frutas que enloquecían de hambre a su oso, haciendo que su alfa, por lo general vago y tonto, despertase con una horribles ganas de cazar.

Hundió la cara en las sábanas moradas respirando los aromas, recuperando cada caricia, cada roce, cada beso en su piel, todo lo que convertía su aliento en el de una bestia jadeante. Solo el olor de Vegetta y Willy rodeándolo, encendió en él un calor que lo endureció en segundos, y cómo le agradó esa excitación. Se llevó la mano por debajo de su vientre, acariciándose como quien no quiere la cosa, y ese simple roce distraído, le hizo gemir con tanta fuerza que hasta él se sorprendió, hundió la nariz en los olores de la cama, buscando más de esa sensación, relamiéndose con una sonrisa y se ocupó de sí mismo, haciendo equipo con su oso interior, imaginándose a esos dos, siendo cazados por él, entre sus brazos, el sabor de sus besos, los gemidos bajo él, sus pieles en sus manos, quizá resistiéndose, o rogándole más, por sus dientes en sus limpios cuellos, su omega y su beta.

SU BETA, SU OMEGA.

Aquello le hizo arquearse, morder la almohada en ausencia de lo que más deseaba, gritó un gemido ahogado tardando en recuperar el aliento y el sentido. Terminar él solo nunca fue tan placentero, con una gran sonrisa, incluso había olvidado por completo donde estaba, sumergido totalmente en su agradable fantasía. No solo las almohadas de Vegetta tenían nuevas marcas de saliva y mordiscos, también había hecho un desastre mayor más abajo, y tuvo que reírse por ello. Siempre era emocionante imaginar la cara de Vegetta al ver algo suyo arruinado.

Se relajó ocupando la cama entera, recuperando el aliento, sonriéndole a las estrellas tras el techo, volviendo a recordar. Lo que allí había sucedido esa tarde había sido... no sabía explicarlo, si tuviera que hacerlo, diría que no tuvo sexo, que dos hombres le habían hecho el amor como si fuera el ser más valioso del mundo. Y una tonta idea lo atropelló en ese instante, coloreando su piel de pies a cabeza y convirtiéndolo en una tetera.

-¿Me han desvirgado? -pensó, y hasta a él le sonó ridículo, su oso se hizo un ovillo avergonzado, vaya alfa, pero es que él también se hizo una bolita en la cama bajo la ropa de cama. Ahora pensaba pasar el resto de la noche ahí abajo, o el resto de su vida.

Un momento... ¿Ya es de noche?

Salió de su guarida para confirmar con un vistazo por la ventana. Su oso y él entraron en shock.

-No, no, no, no, no mieeeeeeerda ¡MIERDAAAAAAAA!

De un salto tropezándose con todo, corrió directo a la ducha. Llegaba tarde a su cita con Lobo Nocturno, y rezaba por que sus hermanos no se le hubieran adelantado.

Y no estaba tan equivocado, cierto francés utilizaba las sombras para esconderse, dando vueltas por todo Karmaland, desde hacía ya bastante rato. Empezaba a perder la paciencia, y al haber robado bastante el día anterior, no tenía mucho con lo que entretenerse. De vez en cuando, entraba en algún hogar lleno de gente dormida, y dejaba en sus cofres alguna "megda" que otra, o cualquier cosa que le hiciera reír.

Estaba por desaparecer de Karmaland cuando...

-¡¿Pero quéeeeeee?!

Sus ligeros pasos toparon con un suelo falso que lo dejó caer bastante profundo, dejándolo a un suspiro de perder la vida. Tumbado dolorido en el suelo, alzó la vista hacia la boca del agujero por el que asomaron dos figuras oscuras.

-Vaya, vaya, ¿pero mira a quién tenemos aquí? -la voz distorsionada salía de detrás de la máscara de ogro, que se inclinó de cuclillas para observarlo, seguro que con una expresión de desdén.

-¿Pillamos a la rata? -la figura con la máscara de payaso psicópata se le unió feliz.

-Eso parece compañero. ¿Necesitas una mano lobito?

Los dos oscuros se rieron.

-"¿Pero por qué? ¡¿Por qué a miiiii?!" -pensó a gritos- *Puedo veg que no estáis todos, mes amis, ¿Petit sourire hoy no estagá con nosotros?*

-Te lo dije -celebró el payaso iniciando una discusión con el ogro, la cual no le interesaba en absoluto.

Lobo Nocturno estudió las paredes del hueco excavado, recordando a su vez la distancia de todo aquello que rodeaba el hoyo ahí fuera, pensando que si aquellos locos de los explosivos habían optado por algo tan estúpido como una trampa era porque sabían a lo que se estaban arriesgando al aparecer tan pronto. Tiempo, necesitaba tiempo mientras, allí tumbado, fingiéndose mal herido, el poder robado de regeneración hacía su trabajo, rápido y simple.

-¡¡Chavales!! ¡¿Es que no avisáis o qué?!

Y ahí estaba, frente a los dos enmascarados, su tercera rueda. Vegetta no podía sonreír más, ni siquiera cuando el de la máscara de grotesca sonrisa se quedó congelado al verlo ahí abajo.

-¡Si no te dijimos nada era para que no vinieras Bromas!

Desde luego el ogro era el jefe, y los jefes, tienen el honor de ser los primeros en caer.

Un silbido salió de lo profundo del pozo, y casi al instante, Lobo Nocturno había saltado la distancia hasta ellos saliendo del pozo. Por un momento, lobo, ogro y payaso, quedaron suspendidos en el aire, al lado el uno de los otros, cuando Lobo Plateado empujó a la pareja dentro del hoyo.

Willy atinó de milagro a sacar agua de su inventario para parar la caída de él y del inútil de Fargan, que cayó sobre su espalda, golpeándose ambos por duplicado. El esfuerzo de no gritarse mutuamente no fue fácil de callar, se apartaron el uno al otro escuchando sobre sus cabezas la risa del falso francés, burlándose.

-¡¡Paraaaa!! ¡¡¿Qué coño estás haciendo?!! ¡¡Bájame ahora!! -Rubius estaba sobre el hombro de Lobo Nocturno, y a pesar de medir casi lo mismo, lo levantaba como un ligero saco de plumas.

-*¡Au revoir mes amis! ¡Ha sido un placeg paga Lobo Noctugno volveg a dagos una paliza! jjijijiji.*

-¡¡BROMAS!!

Willy se levantó de un salto intentando seguirlos, pero una realidad lo clavó al suelo mientras Fargan aún se frotaba la cabeza, viendo con impotencia cómo desaparecían. Una mala espina le hizo presa el corazón en el momento en el que pudo tomar aire en pie. Esos movimientos, esa agilidad saltando, esa fuerza, la regeneración, y esa risa de coletilla picona...

-Fargan... -la vibración del dispositivo le interrumpió, era un mal momento para hacer caso del cristal, pero aún así lo hizo- Esto si que es raro... será mejor que tú también respondas.

Auron: eeeeeeeeeeey calvos, ¿alguien por Karmaland?

-¿No se supone que Auron ya tenía que estar en casa? ¿O Lolito no lo ha hecho la misión que le mandamos? -se sorprendió Fargan.

Willy: no, estamos en mi casa, Fargan, Rubius y yo.
Fargan: ¿Qué pasa Auron? ¿Luzu por fin te ha echado de casa?
Auron: ¿Rubius está con vosotros? ¿Lolito, Mangel, Alexby y Vegetta?
Willy: ni idea.

Aun con la máscara puesta pudo sobreentender la mirada de Willy.

-Ooooh... qué ratatopo. Está pasando lista -comprendió Fargan.

-Eso solo quiere decir una cosa.

-Misión: el rescate de El Bromas -rió Fargan.

-¿Qué mierda haces? ¡Se supone que esto no tenía que ser así! ¡Bájame de una puta vez!

-*Lobo Noctugno va a teneg que lavag esa boquita.*

-¡¡Bájameeeeeeeee!! -iba a golpearlo con ganas pero el lobo plateado que iba a su lado le gruñó mostrando unos enormes dientes, así que Rubius se detuvo en seco, levantando las manos en señal de paz.

-*Bien hecho Lobo Plateado*

-Vale, ok. ¿Ahora qué? ¿Soy una especie de rehén o algo? Bájame cabrón, o te pateo las pelotas, me da igual que tu lobo me arranque las mías.

Lobo Nocturno rió.

-*¿Pero qué necesidad de violencia? -lo había llevado a la zona arbolada de camino de casa de Mangel, y de noche esa zona era aún más espeluznante, lo dejó caer de culo frente a él y la manada de lobos se congregó a su alrededor en un círculo perfecto, Lobo Plateado se sentó al lado de Lobo Nocturno, dejándose acariciar entre las orejas por la mano de este- qué tal si tenemos una petit chagla, mon petit sourire. -Rubius miró a todos los lobos, contándolos uno a uno- ¿Se te ha comido la lengua el gato? Mis pequeños no te hagan daño, a no seg que Lobo Noctugno se lo ogdene.*

-¿Qué quieres?

-*Oh, ¡así esta mejog! Quiego la identidad de los miembgos de la hegmandad y las coogdenadas de su base.*

Rubius se cruzó de brazos mirándolo seriamente, aunque no se viera bajo la máscara, intentó que su cuerpo, relajado sobre el árbol y estirado tranquilamente, demostrase que no le intimidaba ni le importaba la situación.

-Sigue soñando lobito, o mejor dicho, Vegetita.

El silencio se hizo tan denso que empezó a masticarlo, se arrepintió al segundo de pasarse de listo, pero Dioses, se estaba divirtiendo igualmente molestándolo.

-*¿Con que esas tenemos, eh? Ya veo, ya.*

Se acercó hasta estar encima de él, agachándose, apoyando su codo en la rodilla para estar a la altura del de la sonrisa psicópata. Pausadamente, extendió la mano enguantada para alcanzar la barbilla de esa máscara y al levantarla solo unos centímetros, el Bromas apresó su muñeca, rápido, con fuerza, deteniéndolo. Lástima que el Bromas no pudiera ver la sonrisa ladeada tras la máscara del Lobo Nocturno. Las marcas rosas recorriendo su mandíbula lo habían delatado.

ERES MIO.

Rubius, inconsciente de que Vegetta lo había marcado durante la tarde, solo lo sostenía, sin intención ninguna de soltarlo jamás, manteniendo una charla privada con su oso, discutiendo la forma de arrancarle la armadura para poder oler su aroma, y luego mucho más. Realmente, su oso estaba furioso por tenerlo tan cerca, y no poder olerlo, realmente furioso. Hervía de ira, gruñía y se erizaba. Repetía lo asquerosa que era esa sucia armadura que no le dejaba oler a su omega, rugía "Arráncasela y marquémosle como imaginaste, vamos, nos gustó a los dos, es nuestro, destrocemos esa armadura". Si, Rubius estaba de acuerdo con su alfa, odiaba esa armadura.

Tiró de él para acercárselo más, para hacerle caer encima suyo, y casi lo consigue, solo pensaba en volver a llenar su boca con la de él, en saborear sus labios aliñados de intenciones perversas, respirarse profundo entre jadeos. Ambos pensaban lo mismo. Tenerse ahí mismo, en la oscuridad, rodeados de la fantasía de las máscaras. Pero alguien se hizo visible a espaldas de Lobo Nocturno.

-Eh... deberías mirar a atrás, creo que los dos estamos jodidos.

Vegetta miró de soslayo, Lobo Plateado gruñó amenazando a esa figura tras ellos comandando a los demás lobos. Bien chulesco, con las manos en los bolsillos del pantalón, el recién aparecido los miraba serio, con la boca tapada hasta la nariz por una tela negra, aunque su identidad quedaba expuesta perfectamente por el mechón de slime naranja de entre su flequillo negro.

Solo tengo una cosa que decir:

JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA

Adoro ser una cabrona.

3 diiiiiiiaaaaaas~!!!

Para los que no os habéis enterado de lo más lindo de todo. Nuestra bonita maravillosa increíble soberbia divina autora de portada, AkiHaru_Des en Twitter, ha hecho para todos nosotros una ilustración del capítulo 15. AMADLA.

En serio, ya, id a darla amor!!!!!!!!!!!!!!

Estoy entre cambiar la portada o mantener NUESTRA portada, que dilema!!!

GRACIAS SOLECITO, SIN PALABRAS.

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