-¿¡Eres tontito!? ¡Que te falta un bloque!

-¿¡Me meto yo en tus mierdas, puerco!?

-¡Que si no pones otro bloque ahí, Mangel no puede hacer el interior! ¡Así! ¡Auron! ¡Así!

Vegetta le señaló el tejado que reconstruía él, frente al que reparaba Auron.

-Ui, -Auron puso voz de niña- mírame soy don simetría, mira cómo construyo.

Un flechazo de fuego lo tiró del tejado. Cayó a los pies de Mangel que reparaba el interior de la casa, se oyó a Vegetta reír. Auron gruñó sacudiéndose, volvió al tejado.

-¡Mira mira! -exageró más su imitación de niñita mimada gesticulando con las manos- Soy Vegetta, ¡mira como tiro flechas! ¡Pum! ¡Una flechita!

-¡¡Mis huevos en tu boca Auron!!

-Vegetta por favor, vamos a terminar esto y luego discutes con Auron, que se nos hace de noche.

Luzu se asomó desde el interior de otra casa, intentando parar a los dos pelinegros. Willy, sobre el tejado de la misma casa le dio la razón, tenía razones para terminarlo todo antes del anochecer.

-¡Habríamos terminado si Lolito estuviera trabajando y no escaqueándose como una rata! -gritó Vegetta cabreado.

Auron gritó indignado, como si acabasen de atropellarlo.

-Vegetto, mi niña se encontraba mal, yo haré su parte -Mangel estaba inquieto, porque necesitaba que nadie terminara aún y se le acababan las formas de confundir Auron para retrasarlo todo.

-¡Y podemos decir lo mismo de alguien más! ¿¡Dónde está la calva tóxica?! ¿Olvidaste desatarlo de la cama? -otro flechazo tiró a Auron del tejado.

Un flechazo en el culo hizo a Vegetta caer de su tejado.

-¡¡LUZU!! -gritó Vegetta viendo a Luzu, arco en mano, riéndose con gesto forzado.

-Los novios se defienden Vegetta -se reía Willy con malicia.

-¡Que feliz esta Vegetta! Hoy va a dormir como un señor, un señor mayor, claro.

Fargan se reía de las voces que le llegaban desde fuera del ayuntamiento.

-Lo que no sé es ¿Por qué nos manda construir si luego lo va a tirar todo y hacerlo él solo?

-Déjale disfrutar Alexby, que ya está senil el pobre, que sea feliz.

-¡Ya! ¡Pues me toca las pelotas! ¡¿Rubius no tenía que ayudarnos a nosotros aquí?! Yo quiero irme a mi casica.

-Alexby, Rubius es el consentido de Vegetta, no le des más vueltas. ¡Míralo! Con lo distraído que está podríamos irnos y ni se enteraría.

-Y una polla Fargan, que luego nos cae bronca de Merlon... ¿¡Fargan?! ¡¡Fargan puta rata!!

Lo buscó por el edificio, y fuera de él pero no encontró nada, sacó el dispositivo del bolsillo, Fargan había ocultado su posición en el mapa, solo tecleó.


Fargan ha sido enviado a la cárcel 1 hora por rata miserable.


-Hahahaha ¡¿Pero quién está aquí?! ¡Hooooola Fargan!

-Alexby como te pasas tío, sácame de aquí.

Fargan se acercó agarrando los barrotes, allí por donde la figura de Alexby se iba definiendo a la luz del atardecer. Él llegaba chulesco, con sus gafas de "poli corrupto", jugando con la porra.

-¿Y qué me das a cambio?

Fargan no podía con esa sonrisa "maligna" que le intuía bajo el casco blanco, se derritió sobre los barrotes, tonteándole insinuante.

-Lo que quieras Alexby, lo-que-quieras. ¿Me quieres a mi?

La dentadura puntiaguda del híbrido brilló con aquella gran sonrisa en los labios, mientras la risa de delfín de Alexby la iluminaba.

-Fargan, Fargan... Venga te saco, ¡pero te vuelves al ayuntamiento!

-Por supuesto Alexby.

Otra vez aquella enorme y perfecta sonrisa seductora que mostraba puntiagudos dientes. Como para creerlo... pero aun así, tecleó el unjail en el dispositivo.

Alexby había dudado bien, pudo ver a Fargan correr a toda velocidad y no en dirección al ayuntamiento. Rodó los ojos respirando fuerte.

Y es que ¿cómo podía Fargan resistirse a esa oportunidad? Todos estaban ocupados, nadie iba a pescarlo si hacía una o dos guarrerías, y llevaba días deseando plantar una mina en el caro invernadero de Willy. Sería su hermano oscuro, si, pero es que lo pedía a gritos.

Ya había camuflado dos minas perfectamente...

-Baia, baia, baia. Fargan. ¿No estarás haciendo algo... ilegal, no?

-Qué dices Alexby, ¿Cómo le voy a poner minas yo a Willy?

Alexby rió ya a su lado.

-¿Tienes más TNT Fargan?

-Yo no tengo de eso, no sé de qué me hablas.

-No me hagas registrarte...

-Regístrame Alexby... regístrame -usó ese tono seductor al que Alexby parecía ser inmune.

El búho lo observó comiéndoselo con la mirada, mientras el más pequeño movía sus lindas manitas sobre el dispositivo de policía.

-¡Hombre que no dice! ¡Pero si llevas tres stacks de dinamita cabrón! ¿Y estas minitas?

-¡Pero el inventario no Alexby! No me registres el inventario. ¡A mi! -se señalaba el pecho con las dos manos- ¡Alexby regístrame a mi! ¡Alexby! ¡Pero encima no me robes ratón!

Alexby rió montando hábilmente más minas, colocándolas por ahí.

-El puto de Willy, se la tenía guardada.

-Pero Alexby... -Fargan se cruzó de brazos sonriendo- ¿No me digas que le estás poniendo minas a Willy?

-No, yo no. La perra de Lely le está poniendo minas a Willy.

-Vaya, encantado de conocerte Lely, ¿Dónde has estado toda mi vida?

-¡Le voy a poner en la puerta!

-¡Pero no te pases! -corrió tras él riendo, emocionado de tener un compañero de raterías.

-¡Qué no se hubiera pasado él conmigo! Ya, ¿seis son suficientes o pongo alguna más Fargan?

-PON ALGUNA MÁS.

Un escalofrío recorrió la columna de Alexby ante el tono malvado y la sonrisa de Fargan, pero lo peor fueron esos ojos dorados, que lo miraron directos a los suyos, y brillaban en la oscuridad que empezaba a caer. Dio gracias al casco, porque debía tener coloradas hasta las orejas, no estaba bien que Fargan jugara así con él. Empezó a colocar la última mina, sintiéndose observado por el búho. El que te mire un búho fijamente es jodidamente inquietante, pero si ese búho es el cabrón de Fargan, que sabe muy bien lo que hace, peor aún.

Existían pocos híbridos, prácticamente exterminados por aquellos cuya alma estaba atada a un lobo. En Karmaland estaban Rubius, el híbrido de oso, con orejitas y cola, casi un chiste, un peluche adorable, y luego estaba el cabrón de Fargan, híbrido de búho, Satanás en persona. Alto, piel dorada acentuando un cuerpo fibrado, media melena castaña para disimular entre el pelo las plumas moteadas, rapándose un lado de la cabeza, el muy coqueto, y cuidando esa pequeña línea de plumas doradas que le dibujaban lo más alto de los pómulos. Eso, señores, era lo que estaba mirando a Alexby, y bien sabía que si se giraba, lo vería comiéndoselo con la mirada.

Se sacudió las manos aun intentando no mirar al híbrido, aún no estaba listo, pero Fargan se le acercó por la espalda mirando hacia arriba.

-¿Te apetece saltar desde el trampolín de Willy?

-¿Desde allí arriba? ¡Pero si ni se ve desde aquí! ¿Cómo subimos?

-¡Con piedra! Tenemos un montón para el ayuntamiento.

-¡Pero que lo va a ver!

-Alexby. Le acabas de poner siete minas... ¿Y te da miedo que vea una torre de piedra?

-Pues también es verdad.

Se encogió de hombros empezando a construir hacia arriba en paralelo al descomunal árbol, echando una carrera con Fargan en ello, hasta llegar arriba. Se colocaron en el borde de la plataforma flotante, Alexby, mirando hacia el suelo, empezaba a arrepentirse, porque el gran lago de Willy apenas era un charco diminuto desde allí.

-No sé Fargan... desde aquí...

-¡Vamos que si se puede! Yo lo he hecho un montón de veces con Willy.

-Con Willy ¿eh? -le podía haber dicho que no tenía huevos y le hubiera molestado menos, respiró, estaba por saltar cuando...- ¡FARGAN CABRÓN!

Después de empujarlo Fargan saltó seguido. Cayeron uno tras el otro en el agua, húmeda y fresca, maravilloso chapuzón, pero la imagen de Fargan rompiendo el líquido con las alas tras él como si fuera una capa, fue una de las más bonitas que recordaría a lo largo de su vida, porque él estaba allí para verlo.


CON ÉL.


Agarró al búho de la muñeca y lo arrastró a la fuerza a la superficie, tenía prisa, prisa por romperle los huevos a ese cabrón. Sobre la hierba Alexby se quitó el casco para respirar tirándoselo a Fargan con intención de hacerle daño, pero él solo reía.

-¡Fargan! ¡Que casi me mato joder!

-Todo controlado Alexby, estaba todo controlado -reía, enseñando sin miedo esa perfecta sonrisa que terminaba en punzantes caninos y muelas- "¿Por qué tapas esa cara tan linda?" -pensó mirando a los oscuros ojos azules, ese rostro cruzado por aquel tatoo azul índigo, que se comería si se dejase, allí mismo- Hay que volver al ayuntamiento antes de que nos echen de menos. Ya está oscuro, seguro que nos violan los zombies antes de llegar y estoy sin equipo.

-No te preocupes Fargan, tengo una idea.

-¿Ah, sí? -medio sonrió intrigado.


Fargan ha sido enviado a la cárcel 5 minutos por puto.

Alexby ha sido enviado a la cárcel 5 minutos por amazing.


-¡¡Alexby!! ¡Tú aquí en mi segunda casa! -le gritó feliz según le vio teleportado entre rejas, el pequeño rió- Ven que te hago un tour. Este es el váter, muy limpio no te preocupes, lo usarás mucho, la comida aquí es lo peor, la ventana con barrotes, más barrotes, ¡y este es Huesitos! No es muy hablador... pero le gusta mirar.

Alexby tembló de pies a cabeza con el susurro en su oreja.

-¡Fargan! -le amenazó.

-¡Alexby! -se rió.

-¡Como me toques te reviento!

-¡Ven aquí Alexby!

Como idiotas se pusieron a correr alrededor de la celda como si fuera un campo de fútbol y no una ratonera. Fargan no podía reír más, persiguiendo al pequeño ratoncito adorable, que era para él Alexby. De verdad que quería comérselo, en el más perverso de los sentidos. Lo alcanzó fácilmente. Años después contarían que Huesitos le puso la zancadilla a Alexby y Fargan lo agarró al vuelo. El caso es, que Alexby quedó atrapado frente a la sonrisa de Fargan, y no se arrepintió de no llevar el casco.

Las manos del búho lo agarraban con fuerza de los hombros y sus enormes ojos dorados le robaron los latidos, milímetro a milímetro, la distancia entre ellos se esfumaba. El olor del otoño, de hojas y frutos tardíos, se mezcló con el olor de los arándanos ácidos combinado a la perfección, creando una magia que los atraía el uno hacia el otro, llamándose sus espíritus con una melodía enterrada en el tiempo, escondida en sus almas, por fin encontrados. Los labios de uno se entreabrían para recibir los del otro y... teleport fuera de la celda.

SE ACABÓ EL TIEMPO.

El momento se esfumó, y las risas nerviosas llenaron la comisaría. No se dijeron nada, porque ya estaba todo dicho, y lo que quedaba por decir, sabían que sería en otro momento. Abrieron las puertas, cada uno una, para salir juntos, y Vegetta los esperaba, brazos cruzados, cara de pocos amigos, el pie martilleando el suelo.

-¡Vegetta! -los dos juntos al unísono con una gran sonrisa de santos.

-¿Y el ayuntamiento que? ¡Tontitos!

Rieron, cruzaron miradas, eran cómplices, estaban juntos, incluso en esto.

Y dije en el cap 15: tendréis actualización a las 00:00 de la noche del tercer día. Jaja soy como una profecía. Aquí ya son las 00!!!

Os dije que era muy soft iiiiiiiiiiiiiiiiii Ay mis niños, lo que me va a costar pervertirlos jajajajajajaja.

Olor de Fargan: Otoño, un olor intenso, hojas que empiezan a secarse, frutos maduros casi con un gusto alcohólico. En el fondo de su aroma, también hay un poco de olor a sangre, especialmente cuando se enfada, él no huele NUNCA a quemado, una característica que le viene por ser híbrido.

Olor de Alexby: para que combinara a la perfección (después de intentar inspirarme con recetas de cocina) decidí que le iría muy bien el olor de los arándanos, que son a la vez muy dulces, pero ácidos, y es que Alexby es un poco así, y como el arándano es una fruta del otoño, pues a correr.

Si, pienso hacer que cada híbrido tenga algo "especial" aparte de no poder esconder los dientes y tener alguna característica que otra de su mitad bestia. Así que, mis pequeños bichos, vía libre para elegir la característica especial de Rubius, si os atrevéis.

En la siguiente actualización hay un poco de lore, espero que os agrade. Nos vemos en.... 3 días(?)

Besooooootes.