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iii. Masacre queso (Sale mal)

"Masacre queso"
Harry Styles

____________ · · ─ ·𖥸· ─ · ____________

Ya era la quinta vez que intentaba escribirle a la diosa de Jennifer. Le escribía por su numero de empresa (no había de otra) y me dejaba en azul. No lo entendía, o sea, ¿me vieron?

¿Cómo me iba a dejar en azul?

CHAT
Jennifer (novia) 😍
NÚM. DE EMPRESA.

Hola, guapota
A qué hora es nuestra cita, bb?
visto hace 2min.

Reunión, pues
visto ahora.

¿Qué pasó, gatita?, ¿Por qué el visto?
Soy Harry, ¿si te acuerdas o neh?
visto ahora.

Bueno, si quieres te desvisto
Yo gustoso 😝
visto ahora

Jennifer (novia)😍
SOY EL JEFE DE JENNIFER

Uy, no te creo nada bb
Pero si quieres te desvisto o neh 🥵
visto ahora

Deja la pena mamacita🫦
visto ahora

Jennifer (novia) 😍

ME VUELVES A DECIR MAMACITA Y TE DENUNCIO

PUTA MADRE QUSJKAUD PERDÓN SEÑOR, no quería decirle mamacita😔 No se lo tome personal y no me denuncie pls
Equis, somos bros
visto ahora

Jennifer (novia)😍
No

FIN DEL CHAT

Le dije mamacita a un hombre de treinta y pico de años. Lo que uno hace por amor, vean. Necesitaba el número de Jennifer, ¿o sino como nuestra relación avanzaría?. Ibamos en camino a el sitio donde Jennifer (mi futura mujer) pidió que nos reuniéramos.

Estamos en una camioneta, mientras yo le insistía a nuestro chofer que me dijera dónde era la reunión.
Necesitaba detalles, no me pueden tomar desprevenido.

—Anda Sergio, anda, anda, anda. Dime dónde eeeeeeees.—Sergio, el viejo más amargado que he visto en mi vida. Tiene cara de roca, y parece que anda apretando el culo todo el tiempo.

Pero tiene buena mandibula, sospecho que nunca habla porque está haciendo mewing.

—¡Ya Harry! Sergio es mudo, estúpido—susurró Niall. Ah, se me había olvidado. Ups. Era nuevo, por eso.

—Es mudo, pero no sordo, pendejo—soltó Zayn bajito.—¿O si?

Ni modo. Me volví a tirar en mi asiento al lado de Louis. Este escribía en su celular con rapidez mientras sonreía. Enarqué una ceja, pero este sin quitar la vista de su pantalla, se movió para que no lo viera.

—No me digas que ya te estás ligando con la mamá de Zayn—dije impactado, y Louis rió. Chiste interno. La primera vez que vimos a la mamá de Zayn cuándo éramos más pequeños, Louis experimentó su primera erección. No lo culpo, la señora es identica a Angelina Jolie.

—¿Qué mi mami qué?—dijo Zayn mientras Niall seguía luchando por ponerle una corbata. Había insistido ir formal, pero el imbecil no sabía ni cómo ponerse los zapatos.

—¡Quédate quieto!—gruñó Niall y amenazó con darle una cachetada, y Zayn lloriqueó.

—¿Con quién hablas Louis?—seguí insistiendo, y él siguió echándose para atrás, y evitando que yo mirara su celular.—Este pendejo.—de un tirón, le arranqué el celular de las manos.

—¡No, dame!.—sonreí jugando y lo alcé para que no lo tomara.—¡Harry, de verdad!.—intentó quitarmelo con todas sus fuerzas.

—Llora, mu, mu.—hice un puchero falso aún alzando el celular. Le hice una seña a Niall y a Zayn para que lo tomaran y así no se pudiera mover, y yo poder ver su celular.

—Tranquilo, Louis, quédate quieto—rió Niall, viendo como Louis se batuqueaba como loco.

—Necesitamos chisme—Zayn se alzó de hombros.

—Veamos si ya mandaste foto pene a la madre de Zayn—sonreí, y bajé el celular para ver la pantalla.

Y se me borró la sonrisa. Ningún foto pene, si no algo mucho peor.

—Te voy a matar, ¡Te voy a matar Louis!.—tiré el celular, y me lancé encima del idiota de Louis.—¡Maldito espécimen de mierda!—lo ahorqué, y Louis ya estaba agonizando.

—¡Harry, para!—Niall gritó.

—¡Dale Harry, pegale con esto!—Zayn me ayudó pasándome su zapato con olor a muerto y a queso azul.

—Tomé el zapato y se lo restregué en la cara, y ya se consideraba muerto.—¡Te dije que no lo hicieras!.

—¡¿Qué te hice hijo de puta?!—gritó como pudo, con el zapato de Zayn en la boca.

—¡Le escribiste a Jennifer, tienes su número!.—Niall y Zayn también se sorprendieron. Estuvimos buscando el número de Jennifer hasta hackeando la NASA, y este pendejo de mierda lo tenía gratis.

Ahora todos estaban en contra de Louis, cayéndole encima y aplastandolo.—¡Sergioooo!.—gritó Louis, pero al parecer Sergio si era sordo.

—¡Te voy a meter un palo por el culo a ver si se te quita la puta calentura!.—gritó Niall, se reveló. Ese es mi hijo.

—¡Mami!

—¿!La de Zayn o la tuya?!—pregunté, golpeandole con el zapato.

—¡La de Zayn!—lloró.

El carro se detuvo de un golpe, y nos golpeamos con los asientos y ventanas.

Sergio se bajó de la camioneta, y se dirijo a abrir nuestra puerta. Al abrirla, me encontró encima de Louis, Niall encima de mi, y Zayn sentado en una esquina, intentando disimular que recién había caído accidentalmente sobre la cara de Louis.

Parecía una clase de orgía, y Sergio estaba apunto de ponerse a llorar.—No puedo más—se quitó el sombrerito que tenía, y habló por primera vez.—¡No puedo más, no aguanto tanto maltrato!.

—¿De qué maltrato habla este histérico?.—habló Niall aún encima mío, aplastándome.

—Es que ya está en la edad—hablé yo como pude.—La andropausia pega duro.

—¡Me voy!—tiró el sombrerito que tenía y estaba apunto de irse.

—¡No! ¡Sergio, espera!—gritó Zayn, y Sergio se dió la vuelta indignado.—¿Pero eres mudo o no?

Niall y yo nos cagamos de risa, y Louis soltaba sonidos de ayuda en código morse.

Sergio, rojo como un tomate, finalmente se fue a la mierda. Y lo dijo.—¡Adiós! ¡Me voy a la mierda!.—que modales tiene el mudito.

Alcé la cabeza como pude, y miré que estábamos frente a un restaurante lujisímo. De esos dónde iban los corruptos, así.

—A la mierda—me levanté, y como si tuviera la fuerza de Hulk, tiré a Niall a un lado (pesa casi igual que una pluma) y de un salto salí de la camioneta.

Zayn, sorprendido como un niño, pasó por encima de él muerto Niall, y salió junto a mí, mientras contemplábamos el lujo frente a nosotros, como dos niños hambreados.

Niall, con todos huesos rotos, salió como pudo. — Qué lujo, y tú que viniste con tus pintas de vagabundo, Harry. - se tronó los huesos, con una cara de sufrido increíble.

- Ah, es que si alguien me hubiese pasado el número de la mujer que nos cito aquí, tal vez me hubiese preparado un poco mejor, no sé. — gruñí molesto. Louis siempre tenía más privilegios con las mujeres mayores descendentes de Afrodita. Solo por ser mayor. Y por tener mejor cabello que la tipas de el Pantene.

Louis, aún tirado en los asientos del auto, tragándose el zapato de Zayn, casi soltando espuma por la boca, no dio señales de vida, y a nosotros nos valió pero una verga así de grande (la mía).

Entramos a el restaurante, y el lujo me entró hasta por los poros. El frió que hacia en el lugar, y el olor a nuevo por todos lados, más las personas con caras arrogantes, comiéndose un pedazo de carne de burro, no sé que sea, pero no hay diferencia, creo.

Corrimos a la recepción, donde nos atendió un tipo con cara de culo. — ¿Tienen reservación? — masticó su chicle exageradamente, mientras tecleaba en su computadora de millones de dólares.

— Ajá. — digo yo, sin saber que tengo que hacer o qué.

El tipo espero algo, mirándome amargado y enarcando una ceja. — ¿A nombre de...?

- Ah, de Harry Styles, a nombre de Harry Styles— sonreí mostrando mis dientes orgulloso.

Movió sus dedos rápidamente sobre las teclas de su teclado, y hizo una cara de asco. — Ninguno de esos hay por aquí.

- A ver, pruebe con Niall Horan- habló el estúpido de mi amigo. El tipo tecleo, y volvió a negar.

- ¿Zayn Malik? — otra vez, no.

-¿Louis Tomlinson? — Nah.

- ¿La mamá de Zayn?

– Okay, miren, no sé si me están tomando el pelo, o qué se me escapó una carcajada. El tipo era pelado. — Llamaré a seguridad sino me dicen ya quien hizo la reservación, mocosos.

— ¿Qué cabello te vamos a estar tomando? — soltó Zayn, y yo me agaché intentado aguantar mis ganas de cagarme de risa. El tipo casi mata con la mirada a Zayn. — Digo, no es porque no tenga, es porque de verdad tenemos reservación. — se retractó, temblando. —Pero, es que tampoco tiene. — dijo cabizbajo.

A Niall se le salió un eructo de la risa, y la sala se quedó en silencio al escuchar tal rugido de bestia.

— Perdón, ji. — carraspeó. — Señor, sí tenemos la cosa esa, lo juro por mi madre.

— No juré por su madre, que ahora le cae un rayo— gruñó. — No puedo dejarlos entrar si no tienen la reservación.

— Sí tienen. — de la nada, vi a el que se suponía ser el novio de Jennifer. El que media dos metros, y era modelo playboy. — Está en nombre de Jennifer Martínez. — nos miro, y rodo los ojos. Todos son unos amargados de mierda o qué. 

. — Ah, ahora todo tiene sentido.— susurró Zayn. — Pídele perdón a el señor — le dijo Niall a Zayn. — ¿Qué? ¿Qué le dije? — Le dijiste cabeza de rodilla. — ¡Yo no le dije cabeza de rodilla!

Niall le lanzó su mirada asesina. — Perdón, cabeza de ro-...perdón. —Zayn le dijo a el señor, pero este ni se percató que le acababan de decir cabeza de rodilla. Había llenado el piso de baba viendo a el energúmeno ese.

Yo lo miraba con enojo. Era una reunión de banda junto a su manager, ¿que coño hace este tipo aquí? Su cara de culo me perturba. Y también me jodé que sea más alto que yo.

— La mesa es por aquí. — soltó seco el modelo porno. Zayn y Niall lo persiguieron, y yo solo me quede quieto pensando en la posibilidades que tendría de estar con Jenny, si tenía a este poste de luz como novio. 

Cero elevado a la 58962827... creo que da como resultado 100, y como 100 por 100 no sé cuanto da, entonces es 100%, no sé.

El tipo ese se me quedo viendo, esperando que me moviera. — ¿Tú qué? Muévete, o sino puedo decir fácilmente que entraste a robar, eh. — rió como ridiculo.

Solo Louis me podía decir vagabundo, pero, ¿este? ¿Quien se creía este palo sin culo?

— Uy, perdón. ¿Te dio miedo que pueda robarte, nenita? Tranquilo, estoy seguro que no tienes nada bueno para robarte que me interese. — le sonreí sarcástico. — Bueno, ¿sabes? sí tienes algo que me interesa. — el enarcó una ceja. — Tú novia. Eso si estoy segurito que te lo robó.— me alcé de hombros fingiendo inocencia, y me digne a caminar, golpeando nuestros hombros a propósito.—

Queremos la champions. Gane, chicos. Que me la chupe el palo sin culo.

Palo sin culo: O

Vagabundo ladrón roba Jennifers: 2 (dos porque sé que ya tengo loca a Jennifer)

Camine aguantándome las ganas saltar de la emoción, mientras ubicaba a los chicos. Estaban sentados en una mesa en el medio de la sala, habían mesas y sillas elegantes. Las sillas estaban forradas de terciopelo azul, y las mesas tenían manteles blancos.

Me sentía como en la mansión de el presidente. Nomás puedo decir, que olía a plata. Qué rico.

— Qué onda, chavales— me tiré en una de las sillas el lado de Zayn, sonriente, feliz por mi victoria.

— Deja de hablar así, me das pena. — Niall tapo su cara con ambas manos.

— ¿Harry no era que tenía autismo? — preguntó Zayn. Le iba meter tremendo sape en la cabeza, pero llego el estimado novio de mi novia.

Con su cara de amargado, tomó una silla, y se sentó sin dirigirnos ni la mirada.

Hubo un silencio que me retorcía las tripas, así que tuve que hablar o me vomitaba ahí mismo. — ¿Dónde está Jen? — le pregunté carraspeando. — Já, ¿Jen? ¿Y eso qué? — se dignó a mirarme, y se cruzó de brazos. — ¿Y eso qué, de qué? ¿Escuchas bien?— alce una ceja. — Qué donde está Jen, viejito. — ¿Viejito de dónde, mocoso? — gruñó.

— No sé, ps, podrías ser como mi papá. — me alcé de hombros, y Bill me miro mal. — Bueno, como mi abuelo, pues. — Niall se golpeó la frente, mientras Zayn miraba atento todo.

— ¿Cuántos años crees que tengo, weon? — habló con un acento raro que me desoriento. Y no se que dijo al final. Qué hablaba este, ¿africano?

— Me llamó Harry, no win, ni won, como dijiste. Un gusto— fingí felicidad. — ¿Jenny ya te hablo sobre mi, verdad? — sonreí angelical.

— No, mira, ni puta idea quien eres— uy ya se le salió lo de barrio. Ya sabía yo que no era tan sofisticado. 

— Ay, a mi tampoco me hablo de ti, fíjate. Bueno, sí, te vi en una de las revistas playboy de mi abuela. — volví a soltar sonriente. - Mi abue es más o menos de tu edad. Así como noventa y dos, noventa y tres, por ahí. Esta soltera, llámala- le guiñe un ojo sarcásticamente, y el tipo explotaba de la rabia. — Necesito un abuelito. Anda, no seas malo. — hice un puchero falso y me cague de risa en su cara.

Me iba a decir algo más, hasta que volví a ver a el diablo en persona. Louis con el cabello despelucado. Así como la peluca medio volada, viste. Y con el zapato de Zayn en la mano.

— MI ZAPATOO— gritó Zayn, señalando su zapato con felicidad, y Louis se lo tiró. Este pudo atraparlo, o sino le ponía la cara más deforme de lo que la tenía.

Me quede rígido. Si no me muevo no me veía. No hasta que volteo a verme mientras respiraba como ogro. Se acercó a nosotros, y cada paso de el, creaba un terremoto nacional.

— Tienes suerte que no soy tan animal como para quitarte a tirones cada una de tus asquerosas rastras de la cabeza en público. — gruñó, y literalmente intentó lanzarme un tenedor en no muy animal.

Bue, hasta calvo me vería hermoso- sonreí, y amagó con clavarme un tenedor y me cague encima. Lo clavo en en mi brazo. Bueeeeno, en el suéter, pues. De milagro no me emputan el brazo, chicos. — ¿ERES COMO MEDIO IDIOTA, VERDAD? No, no, medió no, todo idiota eres, pedazo de estiércol con pelos. me queje, quitando el tenedor clavado en mi suéter.

- Yo te quería mucho, Harry. Pero no te perdonaré nunca que me hayas arruinado mi alisado- lloro señalándome. - Te hare huecos en los bóxers para que se te congelen los huevos y quedes esteril por creerte boxeador, mierda. —limpio lágrimas inexistentes de su cara, y acomodó su cabello, sentándose en una de las sillas libres, indignado.

Este huevón decía pura pendejada. Pero si es capaz, entonces quede como la lechuza. Shhhhhhh.

Volvió a peinar su puto cabello, y miro a su lado. Mirando cómo el novio de Jennifer lo miraba con asco. — ¿Y a este quién lo invitó? - Me preguntó lo mismo. - asentí varias veces.

— Me gusta apoyar mi novia en sus cosas del trabajo. No necesito que me inviten para estar aquí.— sonrió de lado a lado.

– Ñe, ñe, ñe, puaj. Creo que tu novia no se ve muy feliz de verte aquí, rey. — habló Zayn, señalando atrás.

Ahí estaba, Jennifer saliendole humo por las orejas. Mis ojos han sido bendecidos.

Se fue acercando a nosotros, y yo intenté cubrir el hueco gigante en mi suéter, mientras sonreía como tonto.

Ya estando atrás de su "novio", soltó:—¿No te cansas de joderme la vida? —¿ahora todos hablan africano o qué? La diferencia era que, ahora le agradezco a Dios por tener oídos para escucharla hablar africano o lo que esté hablando. Creo que me corr-

-¿Qué? Yo no estoy haciendo nada, mi amor. — hizo énfasis en lo último que dijo, y tomó la mano de Jennifer.- ¿O no te acuerdas que me invitaste, bebé? — qué coño eran esos apodos, a la verga. Hice mi cara de disgusto mas sincera, que asco este tipo.

— Me vuelves a decir bebé, y te parto la cara con esta silla. — le susurró entre dientes, mientras yo cada vez me enamoraba más de esta mujer.

— Okay, bebé— Jennifer amenazó con tomar la silla, y el se retractó de inmediato. Jennifer, digo, se me lengua la traba, je.

— Sí, se ve que eres medio especial hasta de lejitos.— sonreí.

 —¿No te enseñaron modales? Es de mala educación meterse en conversaciones ajenas, niño. - gruñó.

—Tal vez no tenga modales, pero al menos a mi no me rechazan en público, "bebé" — sonreí inocente, y usando con sarcasmo el apodo. - Que pena, de verdad. Te compadezco, amigo. Imagínate que una mujer así, te bateé de tal forma. - arrugue mi frente, compadeciéndolo.

Se puso rojo como tomate, y apretó su puño con rabia. Sonreí victorioso, y mi mirada pasó a Jennifer, quien según yo, me sonreía.

PALO SIN CULO: 0

VAGABUNDO LADRÓN ROBA JENNIFERS: 3

AHORA ME LA CHUPAN TODOS USTEDES. Y el que gané.

Me trague todo grito de victoria, y me levante lentamente de mi asiento. Camine hacia la única silla vacía de la mesa, mientras todos miraban lo que hacía. Arrimé la silla hacia atrás, dándole espacio a

Jennifer para sentarse, caballerosamente, claro.

¿Cómo te quedó la cara, palo sin culo? El vagabundo si tiene modales y más que tú, puto.

La miré, y moviendo sutilmente mi mano, le indiqué que podía sentarse.

Ella, confundida, ladeó su cabeza, y camino hacia la silla que yo, caballerosamente había arribado para ella, porque los caballeros tienen que ser caballerosos y yo soy un caballero caballeroso siendo caballero. Espero les haya quedado claro, y más a el espécimen de el "novio" de mi novia. 

Carraspeo, y sonrió levemente. — Gracias. — susurro, sentándose en la silla.

—No hay de qué. Es algo que debió hacer tu novio desde que llegó, supongo, ¿no?—le sonreí, y a él cabrón este casi se le salía un peo de la rabia. Camine nuevamente a mi puesto, feliz, mientras Niall, Zayn y Louis me veían boquiabiertos.

Si, amigos. Esto es ser un caballero caballeroso.

— Liam no es mi...novio. Terminamos ya hace un tiempo. — casi se me salía el corazón del pecho. Amén. Amén. Amén. Dios es Bueno.

– Oh, que lástima, quedaban bien como pareja. — fingí lástima. — Pero, que sea tu ex, no significa que pueda comportarse como un idiota sin modales-

— Basta. — gruñó el palo sin culo (Liam). — Mesero. — llamó a un mesero, y este se acercó inmediatamente.

Este definitivamente, era el mejor día de mi vida. Ya tenía a alguien a quien molestar aparte de mi hermano, y tengo a la mujer más hermosa frente mío. ENVÍDIENME, ME LA MAMAN TOD-...

El mesero empezó a repartir el Menú a cada uno, mientras Bill no paraba de susurrarme cosas.

— Harry, qué huevazos. Dos melones, tienes. No pensé que tenias. Pensé que habías nacido sin testiculos- susurró incrédulo, escondiéndose detrás la libreta con el menú.

—Para tú información, los tengo bien puestos. Y este idiota de Liam se la va a pasar mal hoy, y todos los días que se le ocurra seguir intentado comerse a mi torta.

—¿Qué torta?

—Jennifer.

—A la torta de Jenn-...Eso suena mal, estúpido.

—Lo decía con esa intención igual, pendejín. Ya veras mis planes malévolos.- reí bajito. MUAJAJA.—Como si te alcanzara el IQ para eso, Harry. Apenas llegas a dos, chiquitin- se burlo de mi.

- Mi IQ es más alto que el Albert Einstein. Y chiquitín, lo tienes. - ¿Ah, sí? Cuánto es diez más diez sin contar con los dedos.

- Ya no juego.

Olvidando esa tragedia, me pedí una pizza entera para mi solito, junto a una Coca-Cola, aún así estando en una restaurante de millones, era la comida ideal.

Jennifer pidió pasta Fettuccine, Niall nuggets y papitas fritas (exceptuando que tiene paladar de niños de ocho, dijo que era vegano ayer). Zayn se creía elegante, y pidió calamares, solo porque Jennifer dijo que le gustaban (Zayn la última vez que probó calamares, vomito tres litros de líquido). Y Louis pidió un choripán. De esos que se podían comprar en la esquina, pidió uno, el cual ni siquiera estaba en el menú.

— A mi me gustaría también una pasta Fettuccine— el más original, Liam, pedia lo mismo que mi novia. — Pero, sin ni un poco de queso, por favor. Soy alérgico.

Y aquí empezó mi plan siniestro. Le voy a echar todo el queso del mundo a esa puta pasta.

Mi lado bueno decía: Aún no ha hecho algo suficientemente malo como para intentar envenenarlo, Harry.

Pero mi lado diablo también decía: A mi me vale literalmente verga. Échale cuatro kilos de queso a la pasta si es necesario, rey.

Mejor me quedo neutro, y decido esperar. El mesero toma nuestro pedido, y se va.

Quedamos en un silencio incómodo y yo tenía que romperlo, claro que sí. — ¿Y...eres alérgico a el queso, Liam? — pregunto, cruzándome de brazos y a recostándome en el respaldar de mi silla, mirándolo con el mentón elevado.

- A ti qué. — responde seco.

— Ay, solo preguntaba, perdón- usé mis dotes actorales, y fing entristecerme ante su amargura. Cuando en realidad estaba que le clavaba un tenedor en el culo.

Mire mis manos, fingiendo que realmente iba a llorar. Bill me miraba con cara de culo, sin aún creer de lo que era capaz de hacer, Gustav mira el chisme con la boca abierta mientras comía pan, y Georg seguía con un tornillo suelto por la golpiza que le di.

— Liam, no seas así— suelta Jennifer, golpea el hombro de Jacob con su mano. Mágicamente dejé de llorar, ji. — Tom solo preguntaba. me defendió. ¿Vieron? La tengo loquita.

- Y yo no quiero responder, ¿algún problema? -gruñó, amargado.

Hace unos años, cuando éramos novios, en nuestro aniversario de un año, compré un pastel de queso, sin saber que el era alérgico, ya que nunca me dijo - me contó Jen, intentado no reírse, mientras yo la miraba y asentía apoyando mi cabeza en mis manos.

No sigas, Jennifer- Jacob se tapo la cara, y frunció el ceño.

- ¿Y entonces?―pregunte curioso, riéndome de la situación.

El no sabía que era un pastel de queso, y pues, con tan solo un bocado, le empezaron a salir ronchas en todo el cuerpo, y más en la cara. Parecía adolescente con toda la cara llena de ronchas con pus, y los pies y orejas se le hincaron tres veces más grandes de lo que son. Y pues, imagínate que parecía. - rió.

Yo también reí al imaginarlo. Por favor, tráiganme los ocho kilos de queso, pls.

Liam estaba a nada de irse, pero aguantó como macho alfa. - No me da risa. — soltó seco.

- A mi sí. — reí, pero después volví a mi papel de Niño bueno. - Digo, pobre. De seguro te dolían las patas, ¿no? ¿Que más te creció? ¿Por fin te creció el culo? — me miro impactado. — Digo, a mi mejor amigo Niall también le pasó, y se le hincho el trasero. — sonreí.

- Ah. - gruñó.

— Ah. — sonreí.- ¿Y qué haces aquí? No lo pregunto con mala intención. - negué varias veces, cuando claro que me asqueaba su presencia.

- Hablas más que un puto loro- - Jennifer piso el pie de Liam, y este recapacito.- Jen me llamo para ayudarla con algunas cosas.—sonrió adolorido, y vi cómo debajo de la mesa, ponía su mano sobre la pierna de Jennifer.

Ella no lo alejó, ni negó nada, pero su cara no era una de total comodidad.

Carraspeé. Podría decir que era su ex, pero algo olía mal. Así como olía Louis cuando no se bañaba por una semana. Así de podrido.

- Umm, ya veo- — junté mis manos como un verdadero empresario, aguántame las ganas de matar a alguien. Me quede mirándolo con los ojos entrecerrados, desafiante, intentado descifrar sus verdaderas intenciones. Se creó un ambiente de tensión, mientras el hacía lo mismo, como una guerra de miradas o algo así.

- Voy al baño. — carraspeó Jennifer, levantándose de su silla, y rápidamente dirigiéndose a el baño.

Cuando Jennifer estuvo lejos de la mesa, hablé. No más niño tierno- ¿Tú qué quieres con Jennifer?

— Uy, ¿y tú quien eres? ¿Su espía personal? — rió.— Mira, niño, estos son temas de adultos, los cuales realmente no te importan, ni deberías meterte.

—¿Adultos? — reí. — Mire, señor, yo he follado más de la mitad de veces que usted lo ha hecho en su larga vida, no me venga a tratar como un puto niño de cinco que no sabe cuando un hombre quiere salirse con la suya. Como ejemplo, usted. Se nota de lejos que quieres volver con Jennifer, y aunque creas que eres ambicioso y muy discreto, pues, no. Se te sale la baba cuando la ves, y lamento informarte, Jennifer ni te da la hora. — sonreí, intentando ocultar que si me estaba cabreando.

- ¿Y a ti sí? - rió como desquiciado. Se me borro la sonrisa.— Niño, te acabas de describir. Te crees el muy maduro, el que las tiene todas. No eres ambicioso, ni discreto. Se te sale la baba al verla, y ni te da la hora. No hagas mas el ridiculo, y termina la primaria antes de venir a intentar humillarme. — sonrió de lado.

Chale, me humillo. ¿Ahora qué coño hago?

Iba a hablar para intentar justificar lo dicho, pero no me dejó.

— Te recuerdo, que Jennifer fue mi novia. Yo ya la tuve, y sí, no te has equivocado del todo, la quiero de vuelta, y lo lograré. Así que, amo tu perseverancia y tu caballerosidad, pero, Jennifer nunca se fijaría en un maldito niño inmaduro que se cree que se las sabe todas solo por haber cogido como miles de mujeres. Ella necesita un hombre, no un puto niño que no sabe de la vida. - rió, y bostezo.

Mi boca se entreabrió, y trague saliva. Eso último me había dolido un poco, y mi rabia incremento. Pero, no sabía que decir, porque era la verdad. Me piso el ego, señores.

-En conclusión, deja de joderme la tarde con tus estupideces. Odio a los niños pequeños, me irritan— se a recostó en el espaldar de su silla, mientras reía.

Tenía vergüenza de voltear a ver a los chicos, seguramente me mirarían con lastima, o con compasión, tal vez hasta cagandose de la risa, pero era lo menos que necesitaba ahora.

Me levante de la mesa, arrimando mi silla de un golpe, haciendo que la mesa se moviera bruscamente. — Está bien, Liam. Nunca tendrás que soportar a un niño tan irritante como yo, ya que seguramente no te funcionan los huevos y eres estéril, hijo de puta— y me fui de allí casi corriendo.

Fruncía mi ceño con fuerza, y no pensaba con claridad (nunca lo hago), solo quería que ese tipo desapareciera.

Solo deje que mi enojo me guiara a mi siguiente acción. Venganza, una no muy fuerte (fuertísima).

El que arriesga no gana, gente, y yo siempre gano ( la última vez que me arriesgue, le dije mamacita a un viejo).

Busque la cocina del restaurante como un loco, hasta que la encontré a el fondo de un pasillo, alejada de todas las mesas.

Palo sin culo: 1

Vagabundo ladrón que nunca logrará robarse a Jennifer: 3

Ya van a ver cómo le quito ese punto a el viejito de mierda.

Entro con cuidado a el cuarto en donde al parecer guardaban ollas y cosas así. Me meto allí, y cierro la puerta con seguro. Miro a mi alrededor, y veo uniformes de meseros sucios y asquerosos, y se me ocurrió una idea (algo muy raro en mi).

Agarró un pinza, y la pongo en mi nariz con cara de disgusto, esta era para no oler el olor a mierda de el uniforme, ya que me lo iba a poner para infiltrarme en la cocina.

- Este hijo de puta no me va a humillar, este hijo de puta no me va a humillar... Amén, así sera--poniéndome el uniforme rápidamente, mientras hablaba raro por la pinza en mi nariz, me moví y tumbe una olla inmensa por accidente, y me cayó en la puta cabeza. —AU, MIERDA. MI CEREBRO— en el piso con una olla en la cabeza, y la mitad del uniforme puesto, me quería morir.

Pensé que por el golpe se me iban a a escapar las ideas del cerebro, así que me quite la olla de la cabeza de un golpe, y me levante como el guerrero de Dios que soy.

Ya con el uniforme de mesero con olor a mierda puesto (encima de mi otra ropa, imagínate se me pega una infección o sida) Me puse un gorro que me cubría los rulos. Me vi en el reflejo de una olla, e intente posar para verme mejor, pero de verdad me veía asqueroso. Equis, asqueroso, pero con toda la actitud. Salí casi corriendo de el cuarto, y camine persiguiendo a meseros hacia la cocina. Finalmente, entre a la cocina.

Inicie mi majestuoso plan, buscando lo que había pedido Liam. Vi a uno de los cocineros sirviendo el pedido de el pendejo. Confirme que lo era, al ver que como ponía el plato en una bandeja con el número de nuestra mesa.

¿Ven? No soy tan pendejo, chicos.

El cocinero se fue, dejando la comida de Liam solita, y yo me aproxime a esta, disimulando mi próximo movimiento, el cual sería echarle queso a la pasta, ¿cómo? No sé, pero le iba a echar.

Tomé el plato, y me lo llevé a una esquina, escondiéndome.

Empecé a ver las cosas de los estantes. A ver, ¿dónde hay queso?

Pensé. Era obvio que no podía echarle un trozo gigante de queso en medio de toda la pasta. ¿Existe queso en polvo? No sé, people.

Mis neuronas se dignaron a funcionar. Listo, queso parmesano. ¡Ya gané! Con esta lo dejo medio muerto, y ya está.

Busco el queso parmesano, y duro media hora haciéndolo, hasta que veo el frasco con este y lo tomó. Feliz y sonriente, estoy apunto de echarlo, hasta alguien me toca en hombro y me cago del susto.

Volteo y veo a Zayn. — Señor, me puede dar más pan con mantequill-- se queda impactado al ver que soy yo, y yo solo puedo sonreír con nerviosismo.- ¿HARRY? — grita en un susurro, totalmente loco.

— SHHH, DISIMULA — lo calló.-Siéntate en el piso. — le ordenó entre dientes.

- Qué.

- Que te sientes en el piso, imbécil. — gritó en un susurró.

- Bue. — se sentó en el piso, y yo hice lo mismo, mirando que nadie nos viera, y bajando el plato y el queso parmesano conmigo. — ¿Ya me puedes qué chucha haces aquí?

- Vengándome. - me alcé de hombros. - No viste como me humilló el estéril ese? — solté dolido.

– Sí vi. Pobrechito, te re pisaron-hizo un puchero falso, burlándose

y yo le pego con la cuchara de metal que tenía en la mano. —AY YA, YA.—se quejó. - Perdón, perdón. ¿Qué vas a hacer?

El puto de Liam dijo que era alérgico a el queso, ¿verdad? — dije sonriendo.

-¿Ah, en serio? No sabía- dijo honestamente, como el tonto que es.

— BUENO, es alérgico. Y está es su comida, le voy a echar queso, y así quede en estado vegetal por cuatro años, o hasta que se muera, de una me alce de hombros.

— ESAAAAA. Que inteligente, mi bro― me golpeó el hombro, y me felicitó.

— ¿Viste? — sonreí soberbio. — Bueno, ya no me desconcentres. — troné mis dedos, y mi cuello, listo para hacer la parte más importante del plan. Zayn asintió, y vio todo atento, sonriendo.

Tomé el queso parmesano delicadamente, y le eche medio frasco a la pasta, sin piedad. — ¿Está bien así o más? — pregunte, ya con medio frasco vacío, y la pasta llena de queso.

— Creo que un poquitito más. — dijo Zayn y yo asentí. Le eche más, y se me fue la mano y por accidente le eche todo. Upsi.

- Listo- sonreí, y empecé a mezclar la pasta, escondiendo el queso a la perfección. Con cuidado me levante, y deje rápidamente el plato en la bandeja con el número de nuestra mesa.

Volví con Zayn al piso, sonriente. -¿Soy un genio, verdad? - suspire, sonriendo de lado orgulloso.

- Demasiado. también suspiró. — Llegaras lejos con esa mente, bro.

—Sí, bro.

- Bro- me llamó.

- ¿Dime, bro?

—¿Lo qué le echaste era queso parmesano? —preguntó arqueando una ceja.

-- Pues, sí, bro.

Tomó el frasco, y leyó la etiqueta. — Bro, esto es lo que usa mi abuela para matar las ratas de su casa. — dijo Zayn, y trago saliva, poniéndose pálido rápidamente.

- Mentira, bro. Ojalá hubiese usado ese, pero tan bruto no soy- reí, pero el no se reía, y me asuste.

- Pues, si eres bruto, bro. Lo usaste, Harry.- tembló.

- VEEEEEEEEEERGA

Y ese fue mi final. Like para la segunda parte.



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