Único.
Estaba por terminar su última clase, estaba más emocionado de lo normal, pues alguien muy especial para el vendría a buscarlo.
El ya no era un niño, ya era un adulto, por lo cual no necesitaba que nadie fuera a buscarlo, pero si era por el, nunca diría que no.
También se supone que deberían gustarle las personas de su edad, 22 años para ser exactos, no importaba si era 1 o 2 añor menor que el o al contrario, 1 o 2 años mayor, pero a él le gustaban los hombres mayores, hombres hechos y derechos, que ya tuvieran la vida resuelta.
Ese era el caso de su novio, quien le llevaba 12 años, la mayoría haría un escándalo por ello, osea, ¿Qué joven de 22 saldría con un hombre de 34? Era para asustarse, pero a Yoongi no le importaba en lo más mínimo que edad tuviera, el hombre lo amaba y con eso tenía.
Sonó el timbre de salida he inmediatamente guardó sus cosas y salió corriendo.
Llegó a la salida y ahí lo vio, tan elegante como siempre, con un traje azul marino hecho a la medida en su magnífico cuerpo, cuando le vio sonrió de lado, Yoongi se apresuró para poder abrazarlo y eso hizo, a pocos metros se tiró a sus brazos, enterrando su rostro en el espacio que había entre su cuello, el hombre lo recibió con una gran sonrisa, mientras ambos reían.
— Te extrañé Kookie — dijo Yoongi, mientras que lo abrazaba.
— Yo más Yoonie — dijo Jungkook apresando su cuerpo.
Yoongi se separó un poco del abrazo para dejar un beso en los labios de Jungkook, el cual pasó de ser un beso tranquilo a uno juguetón y travieso, con mordidas de labios y pequeñas succiones, todo entre pequeñas risas por parte de Yoongi y gruñidos juguetones de Jungkook.
— ¿Y si mejor entramos al auto? — le propuso Jungkook con una sonrisa.
— Está bien, pero ¿Y si nos alejamos un poco? — le susurró al oído.
— Lo que tú digas.
Así ambos subieron al auto y Jungkook buscó un lugar un poco despejado de gente.
En la puerta de la universidad los amigos de Yoongi habían presenciado esa escena con bastante asombro en sus caras, no se lo podían creer, ¿Enserio su amigo estaba con un hombre mayor?
Decidieron seguir el auto, aunque este iba a una velocidad un poco alta no lo perdieron de vista, hasta que estacionó en un parque, el cual estaba casi deshabitado por completo.
Ambos se miraron con confusión, ¿Habrán seguido al auto correcto? No podían comprobar quien estaba dentro, pues tenía las ventanas polarizadas.
Ya decididos a irse algo los impactó, aquel auto no dejaba de sacudirse.
— ¿Acaso es lo que pienso Taehyung? — preguntó uno, mirando con los ojos bien abiertos el como el auto se sacudía.
— Yo creo que si Jimin, ¿Qué otra cosa podría estar pasando ahí?
Ambos sintieron escalofríos, se dieron la vuelta y se fueron de ese lugar.
— ¡Ah! ¡Jungkook! — gimió Yoongi.
— Oh Yoongi, eres tan perfecto — gruñó Jungkook.
Efectivamente, ese auto el cual contemplaban con asombro los amigos de Yoongi era donde estaba ellos, follando como animales.
— No creas que no vi a tus amiguitos seguirnos, mmh — Jungkook ya se había percatado de ello, los había visto por el retrovisor, siguiendolos sin disimulo alguno.
— ¿Qué? Ah — preguntó confundido.
— N-Nos venían siguiendo para ver que hacíamos, Dios — dijo al borde del placer.
— No te preocupes por eso, n-no dirán nada, ah, ya me vengo — Yoongi respondió como pudo.
— Confiaré en ti, ahora sólo vente para mí — Jungkook finalizó la conversación.
Cuando terminaron se vistieron y Jungkook encendió el auto para ir a donde tenía planeado.
— ¿Sabes la razón de por qué vine a recogerte hoy? — preguntó Jungkook mientras que paraba en un semáforo.
— No, quería preguntartelo pero se me olvidó — dijo sincero.
— Hoy tengo una junta y quería que me acompañaras, es bastante importante, con eso podré pagarte la universidad para que no tengas que trabajar — colocó su gran mano en el muslo de Yoongi.
— Sabes que no es necesario que me pagues la universidad, puedo hacerlo yo mismo con mi trabajo — aseguró.
— ¿Crees que no veo cuando llegas cansado a casa? Estás a punto de desmayarte porque te exiges demasiado, por ahora solo deberías de estudiar, yo pagaré tu universidad para que estés más tranquilo — dijo decidido.
Yoongi solo pudo sonreír.
— Muchas gracias - le dio un beso en la mejilla.
Jungkook suavizó su expresión, para poner nuevamente su mano en el muslo de Yoongi, acariciando suavemente, ante esto el rubio cerró los ojos por la caricia llena de dulzura.
— Eres un dulce Jeon — dijo Yoongi con ternura.
— Solamente contigo — respondió Jungkook.
Jungkook llegó al edificio de su empresa y estacionó el auto, se bajó, le dio la vuelta y le abrió la puerta a Yoongi, cuando este bajó inmediatamente le sujetó de la cintura.
Entraron al edificio donde Jungkook habló a la secretaria para que avisara de que había llegado para la junta.
Esta asintió, saludando amablemente a Yoongi, quien le devolvió el saludo con una sonrisa.
Subieron por el ascensor al sexto piso, que era donde estaban todos reunidos para la junta, Jungkook estaba a tiempo.
Cuando entró saludó a los trabajadores de su edificio, mientras que esperaba a los que faltaban, Yoongi igualmente saludaba pero un poco tímido.
Jungkook se sentó en la silla destinada a el, la cual estaba en la punta de la mesa, Yoongi tomó asiento justo a su lado, un tanto rígido y tenso, jamás había estado en una junta.
Los minutos pasaron y por la puerta entró un señor de edad, de su brazo venía una preciosa muchacha de no más de 25 años, que tenía una expresión de fastidio en el rostro.
— Buenas tardes señor Im - Jungkook se paró he hizo una reverencia, le miró dulce, indicando que también tenía que saludar, así que solo se puso de pie he hizo una reverencia.
— Buenas tardes señor Jeon — este solo le saludó con un asentimiento de cabeza y una ligera sonrisa, para después darle un - para nada discreto - pequeño golpe a la muchacha que le acompañaba, esta haciendo caso dio una reverencia.
— Ahora que usted ha llegado podemos comenzar — volvió a sentarse, Yoongi lo imitó.
La junta comenzó, Yoongi no entendía nada al igual que la chica, ambos estaban demasiado perdidos, en un momento chocaron miradas, la chica le sonrió sinceramente, Yoongi le devolvió la sonrisa, se dio cuenta de que la muchacha tenía una sonrisa parecida a la de Jungkook, parecía una conejita, de algún modo se sintió cómodo cuando le sonrió.
La junta terminó, pero no habían llegado a un acuerdo, por lo que al terminarla el señor se acercó con la muchacha, la cual tenía una cara apenada.
— Señor Jeon, ¿Podríamos hablar en privado? Cuando se vayan todos — le dijo el tal señor Im.
— Seguro señor — le dijo Jungkook, un tanto decepcionado de no llegar a un acuerdo para la universidad de Yoongi, aunque de igual forma podría pagarla.
Cuando los empleados abandonaron el lugar Jungkook y Yoongi se sentaron en el lado izquierdo de la mesa, mientras que el señor y la chica en el lado derecho frente a ambos.
— Me gustaría presentarle a mi hija, Im Nayeon, saluda hija — dijo mirándola de reojo.
Ella saludó, aunque un tanto incomoda.
— Buenas tardes señor Jeon - bajó la mirada, estaba aterrada.
Jungkook le devolvió el saludo de forma cordial, quería saber para qué el señor Im le había dicho que hablaran en privado.
— Le tengo una propuesta, se que no logramos llegar a un acuerdo pero tengo otra forma de poder formar un negocio, tengo la intención de comprometerlo con mi hija para poder juntar ambas empresas — habló totalmente serio.
Ante eso Yoongi abrió los ojos, ¿Por eso Nayeon estaba deprimida? Jungkook no podía aceptar, no podía.
Le miró con ojos suplicantes, pero al parecer Jungkook ya tenía algo en su mente.
— Lo siento señor Im, pero no me casaré con su hija, estoy muy feliz con mi pareja actual, Yoongi, saluda — le sonrió.
— Buenas tardes señor Im, como Jungkook dijo, yo soy su pareja — recalcó la palabra pareja.
— ¿No crees que este muchacho es bastante menor para ti? — le cuestionó a Jungkook — No debe de pasar de los 20.
— Tengo 22 años señor Im — le dijo, retandolo inconscientemente — Dudo que su hija pase de los 25 — le miró seriamente.
— Bueno, estas en lo correcto muchacho, mi hija tiene 25.
— ¿Y le preguntó lo que ella quiere? No la he visto muy feliz desde que entró por esa puerta — se le estaba revelando sutilmente.
— Ella está dispuesta - dijo decidido.
— Nayeon — la llamó, está inmediatamente le miró, en su mirada había miedo, tristeza, en definitiva no quería comprometerse con Jungkook — ¿Qué es lo que quieres? ¿Quieres casarte con Jungkook? — le habló suavemente.
— N-No, no quiero — contestó débilmente.
— Señor, no es correcto que esté obligando a su hija a hacer algo que no quiere — esta vez Jungkook habló.
— No me importa, sería un gran logro para mí el unir mi empresa con la suya señor Jeon — definitivamente no le importaba su hija.
— Pero esa no es la forma, si no llegamos a un acuerdo no lo hicimos, no tiene que hacerle esto a su hija — Jungkook se paró de la silla, golpeando sus puños contra la mesa — Y esa es mi última palabra.
En eso la puerta se abrió de golpe.
— ¡Nayeon! — gritó un chico, tenía el cabello bastante largo y de color negro, con piercings en su rostro y una mirada gatuna parecida a la de Yoongi.
— ¡Jaebum! — gritó esta, parándose de la silla para abrazar al chico.
El señor Im miraba sorprendido la escena de sus 2 hijos.
— ¿Qué haces aquí Jaebum? — preguntó enojado.
— ¿Cómo que, qué hago aquí? ¡Estoy salvando a mi hermana de tus garras bastardo! ¿Que pretendías con casarla con un hombre que le triplica la edad!? — reclamó Jaebum.
— ¡No quiero que mi hija sea una lesbiana de mierda! — confesó su verdadera intensión.
Ahí Yoongi lo entendió todo, por eso Nayeon estaba tan deprimida, por eso no había mostrado ningún indicio de sentirse atraída hacia Jungkook.
— Salga de aquí señor Im - dijo Jungkook, bastante enojado.
— Pero señor Je- Jungkook le interrumpió.
— ¡Nada de señor Jeon! Váyase de aquí, ¡Usted es un ser tan despreciable! ¡Largo! — gritó enojado.
El señor Im se calló, se dio la vuelta y se fue.
— Gracias por no aceptar el trato señor Jeon — dijo el chico.
— No es nada, jamás haría algo como eso, todos merecen ser felices y si tu hermana es feliz con alguna chica eso no tiene nada de malo — le dijo, para después mirar a Yoongi, este sonrió y se tiró a sus brazos.
— Al igual que a mí no me importa que seas mayor que yo, te amo y con eso basta — le dijo Yoongi, mientras que se ponía de puntas para besar la mejilla de Jungkook.
Este sonrió mientras que lo abrazaba por la cintura y daba un pequeño beso en sus labios.
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