once: Jungkook (May)
Las redes sociales eran casi inexistentes, era difícil buscar a Jimin y Jungkook afirma imposible.
No se encontraba por ningún lado, ninguna información, no existía un Park Jimin. Preguntar por la ciudad y dejar la universidad de lado (de eso debía preocuparse el Jungkook del pasado o algo así es lo que cree el Alfa), en eso consistió su rutina, hasta el día veinte del mes.
El alfa había comenzado a desesperarse, pasaba las noches en vela, pensando lo peor. Un mundo alterno en que Park Jimin no existía, un mundo en que ni sus labios, ni su sonrisa o sus dulces palabras podían acompañarle, era una pesadilla que le estaba comenzando a cobrar factura.
May estaba en segundo plano, salvarla era sencillo, pero encontrar a Jimin no era así. Llorando y desesperado, la noche anterior, la Omega le había hablado sobre un Park Jimin en un hospital.
Le comentó que cuando era la visita al médico, mientras el alfa estaba sentado en la silla del hospital, leyendo extrañas guías sobre el embarazo, ella preguntó por Jimin a uno de los Doctores que le atendió. Estaba desesperada y prácticamente ya afirmaba que el alfa no mentia sobre el sueño y sobre todo lo demás, la situación era extraña.
El doctor le había dicho que respetaba la privacidad de los pacientes, pero que haría una excepción por la Omega, incluso le había dejado un número telefónico (el cual ella guardó, sintiéndose incomoda, pero no sabía cómo rechazarlo), llevaba siete meses de embarazo y su Alfa la había dejado de lado por una persona que ella misma desconocía.
Y el punto extra de la situación, era que ella misma le estaba ayudando a encontrar al Omega que el alfa mencionaba día tras día.
Le dió la dirección de la habitación y la información sobre el paciente. Nombre y Apellido del hombre que mencionaba Jungkook.
Así que antes de dormir en la habitación y en el nido que ella misma había hecho, para protegerse del embarazo.
Jungkook le agradeció y por primera vez en el tiempo en que se había vuelto igual de extraño, la abrazó. Ella lloró y le prometió que le acompañaría a ir por el Jimin que necesitaba, prometiendo estar a su lado, necesitaba un punto final para la situación, necesitaba de Jungkook, de su Alfa, no del hombre en el que se había convertido.
Ellos llegaron el veinte del mes a la habitación y casi como si Jimin, ese Jimin existiera, se le lanzó a los brazos y ambos se abrazaron como si no hubiera un futuro. Como si el futuro fuesen ellos y nadie más. Jungkook después de llamarlo con una sonrisa, le besó la frente y el Omega lo recibió con gusto.
Estaba claro que Jungkook había encontrado a aquel extraño, a aquel Omega del que siempre estaba hablando y sufría porque no estaba a su lado.
Porque parecía que sus ojos se iluminaban por el Omega, no por ella, como siempre había sido.
Y su corazón se rompió, al ver su abrazo y aromas mezclados, como siempre se hubieran pertenecido.
Su bebé pateó en desesperación.
...
se repiten las cosas, noo jungkook que haces
recta final: cerca jj
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