La muerte es algo que se debe aceptar.

Jungkook llegó muy tarde para comprenderlo y dejó ir a Park Jimin. Un Omega que estaba dispuesto a darlo todo por él.

Que moldeo el tiempo a su gusto para que pudiera estar con su ex pareja. Que hizo lo posible para que encontrara su felicidad, a costa de la suya.

Jimin, el Omega que amaba con fervor y que jamás olvidaría, dónde sea que el Alfa termine.

Tal vez era el momento de creer en un paraíso en el que Jimin se encontraba a su lado y el dolor por perder a May había desaparecido.

Ahora, en el mismo día de la discusión con May, pensaba en todos los errores que había cometido en la relación con Jimin.

Necesitaba una señal para tomar la decisión final...Necesitaba algo para que la catástrofe no sucediera.

Su muñeca dictaba el número uno y seguía sin comprender lo que aquello sigificaba.

¿Otra oportunidad...?

No entendía. Todo era extraño para él. Sólo quería a Jimin, que estuviera a su lado.

Su cuerpo se movía voluntariamente, no podía pensar en nadie más que Jimin y él, una imagen mental de ambos sentados sobre un gran campo de flores apareció en su cabeza. Sonrió y besó su mano, pensando en él.

Esto era por Jimin. Porque merecía alguien mejor. Porque no pudo darle lo suficiente y había aceptado su muerte.

Porque amaba a May y a su hijo, pero si no podía aceptar algo que debía suceder en primer lugar, ¿Qué le esperaba dónde sea que estuviera?, Pena, sufrimiento. Eso lo sabía, incluso sin necesidad de consultarlo. Sin embargo, seguía con la creencia de que él debía morir, para romper el ciclo. Sus pensamientos estaban cruzados, no quería ser el causante de ninguna muerte, más que la propia, si ese era el propósito inicial.

Cuando tomó el brazo de May y le pidió que se apartara para ser él quien falleciera y darle final a todo esto, apareció el Omega que tanto había pensado, un auto iba acelerado sobre ellos, Jimin estaba ahí, sin notar lo que sucedía frente suyo.

Ahora May y Jimin estaban juntos, como si fuera una escena en cámara lenta, se cruzaron y todo sucedió por inercia a partir de ese momento.

Jungkook se lanzó sobre el cuerpo de Jimin sin pensarlo y ambos cayeron al suelo.

Nuevamente, todo fue oscuro.

Muy oscuro.

A excepción de una luz que comenzaban a emitir y una canción que al parecer, ambos reconocieron por distintas causas.

Ninguno comprendió lo que sucedía y se tomaron de las manos.

El llanto de ambos, fue ruido suficiente para silenciar el canto que se escuchaba segundos atrás.

Ambos se besaron y luego no hubo nada más que un estallido de luz.

Se habían convertido en polvo.

O eso pareció.

(...)

Extras el fin de semana 🤓