Jeon Jungkook despierta de una pequeña cama, con un fuerte vacío en el pecho y a su alrededor.

Jimin no se encuentra a su lado y no percibe algún rastro de su distinguido aroma. Lo busca con la mirada y con una extraña sensación en el pecho, corre las cobijas sobre su cuerpo.

Es extraño, piensa. Su pareja jamás despierta primero que él, suele aferrarse a su torso en las noches y despertar con esa misma posición, pero no hay ningún rastro que él estuviese ahí.

Se alarma, pensando que tal vez a Jimin le ocurrió algún accidente y tira de las cobijas al suelo con fuerza.

Su mente sólo piensa en Jimin.

En buscarlo y protegerlo.

Jimin Jimin.

Tiene la sensación de que algo malo está por pasar. Lo sabe, el aroma de Jimin parece haber desaparecido de la noche a la mañana y se le  hace imposible.

Intenta buscar a su pareja en la habitación, pero falla en el intento.

Sólo logra encontrar cuadros de él y su ex pareja. No se fija mucho en ello, porque al parecer hay algo mayor de lo que debería preocuparse.

La presencia del aroma característico de su anterior pareja.

Está desde la almohada en la que durmió, hasta los cajones del armario. Tienen su ropa, sus joyas, todo está allí, como si ella lo estuviera también.

El aroma es cada vez más fuerte y tiene una mezcla peculiar que no recordaba, pero que al parecer su instinto lo hacía.

De repente, escucha una voz cantando y la reconoce de inmediato.

May.

Su rostro se ilumina y está confundido. No percibe ese aroma desde hace años.

Desde aquel accidente...

Sigue el rastro del aroma, hasta llegar a la cocina, sin darse cuenta que no es el apartamento que comparte con Jimin. Es el apartamento que solía compartir con su pareja, las fotos de May y él están colgadas por el lugar. Hay un cuadro de ella sonriendo a la cámara, junto al perro de su hermana. Se fija en el cuadro y desea mirar el resto de ellos, porque no cree lo que están viendo sus ojos, hay un calendario junto al cuadro y se fija en el año.

2007.

Espera que sea uno de esos sueños que solía tener los primeros años desde el fallecimiento de May.

Se dirige a la cocina, dónde está la fuente del aroma peculiar y grita un poco, "¿dónde estás?" deja la pregunta al aire.

Asoma su rostro en el lugar y no asimila lo que están viendo sus ojos.

Hay una silueta de una mujer.

Su cabello está desordenado, con algunos mechones rosas y azules. La chica gira el rostro preocupada y sonríe acercándose al joven.

Y está ahí, con sus lentes redondos, el cabello recogido lo más posible, teniendo en cuenta que lo lleva desordenado, sus ojos le observan con adoración, su hoyuelo derecho es tan notorio como lo recuerda. Todo luce demasiado real.

Por alguna razón evita mirar su cuello, hasta que lo hace y siente arcadas de inmediato.

Lleva la marca que le había hecho años atrás y parece tan real.

La marca que le había prometido a Jimin le pertenecía a alguien más. Parecía real, hecha por él. No logra fijarse en nada más que la marca y el nombre de Jimin aparece en su cabeza incontables veces.

Está aturdido, parece como si hubiera vuelto al pasado y ruega con que sea una pesadilla. No quiere repetir la misma situación de los sueños pasados. Excepto que hasta ese punto, lograba despertar.

Está seguro que está por desmayarse, siente sudor caer por su frente. La chica se fija de inmediato, pero es demasiado tarde para tomarlo en la caída, porque en menos de diez segundos el alfa cae desmayado sobre el suelo.

Y lo único en lo que puede pensar es en Jimin.

JiminJiminJimin.

Las manecillas del reloj en su muñeca parecen detenerse.