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Parte Uno

Advertencia chiquita: Tiene plot twist jajajaja disfruten 🤙
Aquí les traigo la playlist, aunque posiblemente vayan a usar otra


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Trivial thoughts and worries okie, dokie
No more stupid stuff move, move

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Desde pequeño, a Hyunjin nunca le había faltado nada. Siempre habría niñeras dispuestas a prepararle comida, a vestirlo en la mañana, a atar sus cordones y a darle numerosas lecciones de casi cualquier cosa desde que despertaba hasta que se iba a dormir.

Su vida se había visto controlada por los manteles blancos y las porcelanas finas con grabados dorados. Así que, cuando sus padres lo habían vendido como esclavo, había sido una verdadera sorpresa para él.

¿Cómo el hijo de aristócratas sobreviviría comiendo pan duro y durmiendo entre ratas? El secreto estaba en que, si sobrevivía o no, a ellos realmente ya no les importaba.

Desde la perspectiva de sus padres, las cosas se contaban de forma muy diferente. Ellos le habían dado a Hyunjin todo lo que hubieran podido darle. Desde muy pequeño, su primogénito había sido mimado con todo lo que él quisiera y necesitara. Entonces, ¿por qué su primogénito les había pagado de esa manera?

Un día de borrachera, Hyunjin había caído en el distrito rojo de la ciudad. El problema era que, en vez de caer en los brazos de una preciosa prostituta, con pechos grandes y cintura delgada, Hyunjin había caído en numerosas camas de otros hombres. Tal vez, si se hubiera acostado con una prostituta, todo el mundo hubiera podido ignorar el escándalo. Pero en ese momento y en ese lugar, la homosexual estaba castigada y penada.

Sus padres no habían podido sobrevivir con la vergüenza del escándalo, y habían hecho lo que cualquier padre haría con su hijo homosexual.

Venderlo como esclavo.

Y aquí es donde empezaba la avent— la desgracia de Hyunjin.

Con suerte, y gracias a su bonito rostro, había logrado saltar alguna que otra situación, incluso había logrado esquivar maltratos porque "su bonito rostro no debía tener heridas". Pero a su desventaja, también lo hacía un objetivo fácil de divisar.

Cada vez que Hyunjin era vendido de nuevo, todos los esclavos eran puestos en fila. Y gracias a su piel blanca, estatura sobresaliente, cabello negro largo hasta los hombros y hermoso rostro, Hyunjin siempre resaltaba para bien o para mal.

Ya había pasado por ello unas cuantas veces. El lado bueno era que, cada vez el precio por su cabeza se incrementaba. Es decir, los traficantes siempre pensaban en su ganancia, así que a lo pagado, siempre le incrementaban al volver a venderlo. Si eso se podía llamar bueno de algún modo.

El lado malo era que... bueno, Hyunjin no era del todo tonto. Ya empezaba a encontrar patrones desagradables a la hora de venderlo. La última vez, había tenido que desfilar un ridículo taparrabos con joyas en la parte superior del cuerpo. Sin camisa ni pantalones. Posiblemente, el tráfico de personas había tenido en cuenta que lucía muy bien, y pensaban venderlo como gigoló en alguna parte. Si escapaba de eso pronto, temía por su destino.

Después de desfilar el ridículo taparrabos, Hyunjin había sido encerrado en una pequeña jaula de animal, y puesto en una de las zonas inferiores del barco, un barco pirata, porque si, sus padres no habían encontrado peor castigo que venderlo a piratas que traficaban con humanos.

Tenía demasiado frío en este nuevo maldito barco, con nada más que una pequeña tela cubriendo un poco de piel, dejando el pecho descubierto. Había más gente con él, pero la mayoría eran mujeres. Hyunjin sabía qué era lo que podría suceder con todos al salir del barco. Había escuchado el lenguaje extraño de algunos de los piratas de ese barco. Sabía que se dirigían más lejos que las veces anteriores. También le llamaba la atención el hecho de ser el único hombre allí encerrado, y que todas las demás chicas vistieran trajes parecidos al suyo, únicamente cubriéndose los pechos.

En ese momento, Hyunjin escuchó alboroto en la puerta del cuarto donde estaban. Oyó las escaleras crujir y la puerta abrirse de golpe. Unas risas toscas estallaron en la puerta. Hyunjin se abrazó a sus piernas, tratando de pasar desapercibido lo mejor posible.

Las risas pertenecían a dos feos piratas de ese feo barco. La madera crujía a cada paso que daban, y las chicas alrededor de él comenzaron a alborotarse. Con suerte, Hyunjin no sería notado, pero temía por ellas. Al estar en altamar mucho tiempo, y tener cerca a pocas mujeres, no le sorprendía que fuera común que los piratas abusaran de las mujeres que tuvieran en posesión apenas tuvieran la oportunidad. Desgraciadamente, había visto muchas cosas en estos pocos meses que había vivido en el mar.

Disimuladamente, Hyunjin siguió la mirada por los piratas que habían llegado. El olor a alcohol que provenía de sus cuerpos era fuerte y desagradable, el olor a alcohol en los barcos solía ser muy común. Escuchó un grito femenino, seguido de ruidos de forcejeos. Las demás mujeres lloraban, los piratas se reían. Hyunjin se quedó callado, esperando que ellos no lo notaran en vez de pensar en ayudar. Ni siquiera tenía sentido, estaba encerrado al igual que ellas.

Apartó la mirada cuando los vió sostenerla, cerró los ojos y se tapó los oídos. No quería saber lo que pasaría.

De repente, el barco dió un vuelco. Las jaulas en la habitación se movieron de un lado a otro, sintió un golpe al momento de que su jaula chocó contra la de otra chica. En ese momento, abrió los ojos.

Los piratas intentaron estabilizarse, pero de nuevo, el barco dió otro vuelco para el lado contrario. En altamar, no era algo extraño encontrarse con tormentas o mareas extrañas. Pero fuera, no parecía que hubiera una tormenta. Aunque a decir verdad, Hyunjin no tenía pista alguna de lo que pasaba fuera.

El barco se ladeó de nuevo, pero esta vez, un escalofriante sonido, fuerte y gutural, hizo crujir la madera húmeda del barco. Los piratas se miraron entre sí, pálidos como si hubieran visto al Holandés Errante.

Sin dejar pasar más tiempo, y sin preocuparse por la chica que habían sacado de la jaula, ambos piratas salieron del lugar corriendo. Hyunjin pudo escuchar los crujidos de las escaleras, y al agudizar el oído, pudo escuchar los pasos desordenados y desesperados en la cubierta del barco.

Algunas de las mujeres se miraron entre sí, otras lloraron en silencio. El barco volvió a moverse de lado, haciendo chocar las jaulas de animales unas con las otras. La chica que estaba libre tomó su ropa, y luego de vestirse desesperadamente, miró el resto de jaulas que había en el lugar.

Tal como Hyunjin esperaba, una luz pareció pasar por la mente de la chica, y corrió a otra jaula al azar para intentar abrir la cerradura. El barco se ladeó, otro rugido pudo escucharse. Esta vez, Hyunjin maldijo internamente, ¿qué diablos pasaba en cubierta?

Esta vez, en vez de que el barco se fuera de lado progresivamente, pudieron sentir un azote monstruoso que logró desestabilizar a todos arriba. Hyunjin escuchó madera crujir en la cubierta, y los gritos agonizantes de los piratas encima de ellos. Miró el techo encima de él, tratando de ver por los huecos entre la madera qué era lo que pasaba. Pero fue inutil.

El barco volvió a moverse violentamente. Esta vez, una de las chicas que chocó contra otra sacó la mano de la jaula, y sostuvo el cerrojo de la jaula a su lado con fuerza. Por el rabillo del ojo, Hyunjin observó como ésta destrozaba el metal del seguro, y la chica de la jaula contraria salió rápidamente.

Por alguna razón, lejos de sentirse mejor, Hyunjin sintió que lo mejor era huir de allí rápidamente. Para su mala suerte, intentó hacer lo mismo que la chica, esperando que los cerrojos fueran lo suficientemente débiles como aparentaban. Pero lejos de estarlo, el maldito seguro que lo encerraba en esa jaula estaba hecho de metal. ¿Cómo diablos ella había logrado...?

Hyunjin levantó la vista. Un par de chicas de facciones parecidas lo miraban fijamente, sus cabellos eran rubios y largos hasta la cadera, ligeramente ondulados, parecían dos bonitas muñecas de porcelana europeas. El resto de las mujeres miraban temerosas la escena, aún desde sus jaulas. Sintió escalofríos recorriendo su espalda. Sentía que esto no estaba bien, pero seguía sin saber por qué.

De nuevo, el barco se movió violentamente, y ambas chicas se mantuvieron casi inmutables. Miró al resto, que parecían estar tan asustadas como él. Pero por alguna razón, la mirada de ambas estaba únicamente sobre él. Hyunjin había olvidado lo que estaba pasando en la cubierta. Demasiados problemas al mismo tiempo.

Después de un nuevo rugido de lo que sea que estuviera fuera, ambas chicas frente a él abrieron la boca. Y de ellas emergió un alarido, que obligó a todos dentro de ese lugar a taparse los oídos.

Antes de que se diera cuenta, la jaula donde se encontraba fue golpeada contra la pared, pero el resto se mantuvieron en su lugar. Las chicas se habían apresurado a romper las rejas y el cerrojo. Trató de sostener la pequeña puerta de la jaula luego de que el cerrojo hubiera cedido, tratando de protegerse dentro del metal, pero fue imposible, con fuerza monstruosa, ellas habían logrado romper las rejas de metal de su jaula.

Hyunjin sintió un fuerte tiró de sus brazos y extremidades, y fue arrastrado fuera de la jaula contra su voluntad. Pero no importaba qué tanta fuerza pusiera en tratar de protegerse, era como si sus brazos fueran espaguetis en comparación con la fuerza de ambas mujeres.

Su cuerpo fue arrojado al piso. Como último recurso, Hyunjin pensó en voltearse y huir de allí, pero fue rápidamente capturado y devuelto al piso, justo en medio del resto de las jaulas. Los alaridos se habían transformado, pero seguían oyéndose como cualquier cosa menos humanos.

Hasta ese momento, había escuchado demasiadas historias sobre sirenas. Pero Hyunjin había seguido creyendo que todo eso eran mentiras para asustar a la gente, o incluso una forma de que los piratas trataran de infundir miedo en sus compañeros. Nunca creyó encontrarse con alguna.

Hyunjin cerró los ojos y respiró hondo. Deseando morir rápidamente en ese momento.

Justo después de cerrar los ojos y aceptar su muerte, escuchó un silbido rebotar por todo el lugar. Y luego hubo un silencio sepulcral, lo único que se oyó fue el chocar de las olas contra el barco. Hyunjin esperó lo que sería su muerte, pero no llegó inmediatamente.

Escuchó la madera de las escaleras crujiendo. El silbido se hacía más fuerte y llenaba toda la habitación. Incluso el balanceo agresivo del barco parecía haberse detenido. Cuando Hyunjin abrió los ojos, se dió cuenta que ambas sirenas se habían separado un poco de él. La chica que había sido liberada antes se había escondido en un rincón, y el resto mantenían los ojos abiertos esperando por lo que pasaría.

Cuando los pasos de las escaleras se detuvieron justo del otro lado de la puerta, y los silbidos pararon, las dos rubias chillaron de forma horrible. Hyunjin se tapó los oídos. La puerta se abrió de forma estruendosa, y luego su cuerpo fue arrastrado hasta chocar contra la pared.

Hyunjin podía escuchar los chillidos de las chicas a pesar de haberse tapado los oídos. Apenas podía ver, la luz dentro del cuarto era difusa. No había podido ver bien quién había entrado dentro de la habitación, o quien sea que hiciera llorar a las sirenas.

Sabía que ellas estaban encima de él, tocándolo, pero se había concentrado en taparse los oídos. De un momento a otro, Hyunjin sintió que el peso de ambas desapareció, sus gritos se alejaron, pero siguieron sonando a la distancia, como si hubieran sido separadas de él.

Hyunjin captó lo que parecía una voz humana decir: —No tengo que decirles qué hacer.

Abrió los ojos y trató de enfocar la vista. Pudo ver la figura de alguien arrastrando a ambas sirenas desde el cuero cabelludo, pero estaba demasiado mareado para prestar atención a los detalles. Ambas lloraban de forma horrible. Le romperían los oídos en cualquier momento.

Por alguna razón, Hyunjin comenzó a sentirse cansado a través de los mareos. Los lloriqueos comenzaron a oírse lejanos, su cuerpo perdió fuerza. Incluso si la cubierta era un caos, incluso si el barco se balanceaba violentamente, o si aún podía escuchar los sonidos guturales de la criatura que había oído anteriormente. Apenas pudo captar la silueta de la persona que estaba delante de él, antes de desmayarse.

﹏𓊝﹏

Hyunjin sintió un calor seco por todo el cuerpo. Lo siguiente que sintió fue el ligero movimiento de un lado a otro, al que ya se había logrado acostumbrar durante los meses estando en el mar como esclavo. Eso significaba que seguía encerrado dentro de un barco. Dentro del último barco que...

Hyunjin abrió los ojos. A través de sus párpados había notado la claridad de la luz del sol, y el olor característico del salitre cuando se secaba al sol. Tuvo que entrecerrar los ojos después de abrirlos, los rayos de luz le daban directamente a la cara.

Luego se reincorporó. Sentándose para observar mejor dónde estaba. Era extraño, porque según recuerda, en los últimos barcos donde había estado, nunca podía ver la luz del sol. Siempre era encerrado en un cuarto húmedo, en jaulas, y con olor a pescado podrido. Ahora, aunque sea el salitre seco lo que hubiera sentido, era muchísimo más agradable que el pescado podrido.

Esta vez, sí estaba dentro de una jaula. Pero esta era mucho más grande que las anteriores, parecía más la celda de un criminal. Tenía espacio para moverse en el lugar dentro del cual estaba encerrado. Luego sintió su cuerpo extraño, miró hacia abajo y notó que estaba vestido, con ropa normal, con una camisa blanca de mangas largas y un pantalón café, no tenía zapatos aún, pero eso no le importaba.

Hyunjin observó el lugar. Al parecer, era el único dentro, no sabía qué esperar. ¿Cómo había llegado allí? Tenía recuerdos muy vagos, que terminaban en él desmayándose. Recuerda gritos y pasos desordenados en la cubierta, recuerda el rugido ensordecedor proveniente del mar y sirenas, pero incluso dudaba de que realmente hubiera visto lo que creyó. Tal vez, solo eran mujeres con gritos muy desagradables.

Se estiró. El cuerpo le dolía, pero al menos estaba vivo. Aunque para ese momento hubiera preferido no estarlo. Luego se tiró al suelo de nuevo. Mirando al techo. Esperando que algo pasara.

La luz del sol que había sentido sobre su rostro pertenecía a una ventana circular que lograba iluminar todo el lugar. A pesar de estar húmedo, el sol que entraba era lo suficientemente intenso para mantener a raya la humedad y el olor. Por primera vez desde hace muchos meses, Hyunjin se sintió tranquilo. Incluso estiró su cuerpo lo más que pudo, no creía aún que tuviera el espacio suficiente para estirarse, siendo él no precisamente muy pequeño.

Aunque posiblemente, todo se tratara de un alivio temporal. Hyunjin, que no había tenido ni un momento de paz en los últimos meses, sabía que en algún momento un pirata entraría por la puerta y destrozaría su paz.

Se quedó acostado en el piso, incluso durmió unos cuantos minutos más, parándose para cambiarse de posición cuando el sol ya estaba en su cara de nuevo. No sabía cuánto tiempo había estado allí sin hacer nada, pero tampoco le importaba apresurar las cosas. Tampoco sabía cuánto tiempo había pasado después de que se desmayó. Tampoco sabía dónde estaba, pero algo le hacía sentir que no era el mismo barco que la vez pasada.

Entonces lo pensó un poco más. Recuerda haber oído pasos y gritos, eso quería decir que ¿había una pelea en la cubierta? Había escuchado de historias que no era poco común que los piratas tuvieran riñas en medio del mar, pero durante esos meses nunca le había tocado que su barco fuera atacado, aunque bueno, siempre existía esa posibilidad.

La puerta de repente se abrió. Y Hyunjin maldijo antes de mirar hacia la puerta, no quería ver de quién se trataba esta vez.

—Despierta dormilón, el Capitán quiere verte.

Hyunjin entrecerró los ojos ante lo que escuchó. Y luego por curioso, miró a ver a la persona que había hablado. La voz joven y casi adorable coincidía con la persona que había hablado. Por la entrada pasaba un chico bajito, con un saco verde, una camisa blanca con el cuello rizado y pantalones negros. Hyunjin vio detrás de él a otro chico, con saco verde, pantalones cortos y botas altas.

En todos los barcos que Hyunjin había estado hasta ahora, siempre habían estado plagados de piratas feos con olor a alcohol fermentado. Así que cuando vio pasar por la puerta a dos chicos jóvenes, apuestos y limpios, se sintió muy sorprendido.

Posiblemente había una relación entre lo guapos que eran y su homosexualidad en el hecho de que las alarmas en su cerebro no se habían activado como en veces anteriores. Por eso, cuando abrieron la reja de su celda y le pidieron que salga, Hyunjin solo hizo pararse obedientemente y caminar hasta ellos, mostrando las manos para que lo encadenaran.

Si alguien le preguntaba, él solo se excusaría diciendo que ya estaba cansado de resistirse. Pero lo cierto era que no podía resistirse a dos lindos chicos como esos.

Hyunjin fue llevado hasta la cubierta del barco, mientras tiraban de él con una cadena. No se resistió mucho así que el trayecto no fue desagradable. Sin embargo, Hyunjin mantuvo la mirada en el barco, esperando encontrar detalles que pudieran servirle en el futuro.

Vio una que otra persona corriendo de aquí a allá dentro del barco. La mayoría eran hombres jóvenes, tal vez no tan jóvenes como los dos chicos que tiraban de él, pero sí lo suficientemente jóvenes y normales como para que no sobresalieran demasiado al pisar tierra. En este asunto, los piratas solían diferenciarse demasiado. Cuando era hijo de aristócratas, recuerda haber sido escondido en el lugar más cercano a penas piratas pisaran tierra. Y de igual manera, toda persona en el pueblo se escondía cuando un barco pirata se acercaba. Al Hyunjin infante nada le hubiera preparado para sobrellevar que algún día sería vendido a piratas por sus propios padres.

Caminó pacíficamente por donde los chicos lo llevaban. El barco era sencillo, pero la mayor parte del lugar lucía extrañamente limpio. Todo en este barco era demasiado extraño.

Luego de pasearlo por la cubierta, lo arrastraron hasta la popa, hasta llegar al último camarote, el que estaba justo debajo del timón del capitán. Se sintió un poco nervioso. Al parecer, Hyunjin tendría el "honor" de conocer al capitán de este peculiar barco de forma tan pronta.

Entonces, justo cuando estaban frente a la puerta del camarote, los dos chicos se voltearon para mirarlo. Analizándolo.

—¿Te parece que está mal vestido? —El más bajo le preguntó al otro. Hyunjin quiso reírse, pero se mantuvo serio.

—Será mejor que no, fue un dolor de cabeza vestirlo. —El chico bufó, pareciendo enojado al decir eso.

¿Estaban hablando de él? Claro, lo habían vestido mientras estaba inconsciente. Y ahora se quejaban de eso justo frente a él, como si no estuviera allí parado.

—Bueno, mejor esto que lo que traía antes. —El bajito rió por lo bajo. Por un momento quiso golpearlo. Recordaba con demasiada vergüenza el taparrabos que tenía puesto antes, había sido una experiencia traumática.

Uno de los chicos tocó dos veces la puerta, mostrándose bastante nervioso. Desde dentro, una voz grave dijo "Adelante." y entonces, abrieron la puerta cuidadosamente, como si intentaran que la madera no chillara al ingresar. Pero aún así, la molesta puerta emitió su sonido.

Tiraron de él hasta entrar. El camarote estaba demasiado limpio y seco. No había ventanas que vieran al frente del barco, pero si las había a los lados, estas iluminaban todo el lugar, y al ser ya el atardecer, la luz naranja combinada con la madera dorada creaba un ambiente muy hermoso.

Estaba distraído cuando tiraron de sus cadenas con fuerza. Hyunjin perdió el equilibrio y cayó al suelo. Su mirada se pasó por todo el lugar hasta fijarse en el escritorio de madera dorada que estaba justo frente a él. Escaneó el escritorio, y luego, a la persona que estaba detrás de él.

Había un chico rubio, con el cabello ondulado. Miraba distraído unos papeles, como si la presencia de Hyunjin y ambos chicos fuera lo que le importaba menos en ese momento.

El chico arrugó el gesto, y luego se quitó los lentes de marco dorado que traía puestos mientras leía. Luego, dejó los papeles de lado, y por fin, levantó la mirada para verlo. Hyunjin, que lo había estado mirando fijamente todo el tiempo, de repente sintió un tirón en su cabeza que lo obligó a bajarla.

—Está prohibido mirar fijamente al capitán.

Hyunjin trató de quedarse con la imagen que había visto. Pero joder, ¿ese era el capitán? ¿ese chico tan hermoso era su maldito capitán? Este chico, con rostro de muñeca de porcelana importada de Europa, ¿realmente era su capitán?

—¿Quién es este? —Al parecer, la voz grave que había escuchado antes de entrar provenía de él. Era demasiado sorprendente. Hyunjin tuvo un deja vu, era como si hubiera escuchado ese tono de voz antes, pero no lograba recordar dónde.

—Es uno de los esclavos que estaba dentro del último barco que derribamos. Era el único que no había despertado. El resto ya están ubicadas en labores de cocina o limpieza. Pero él... no sabíamos dónde ubicarlo.

Hyunjin escuchó las patas de una silla de madera chillar, y luego, los pasos de unas duras botas sonando en el piso. A pesar de que tenía prohibido verlo, Hyunjin siguió las botas con la vista, alerta de lo que haría.

—Luce joven. —Fue la primera observación que hizo de él. —¿Cuántos años tienes?

No habló. Entonces, sintió otro tirón en la cabeza.

—Responde.

Los chicos detrás de él parecían divertirse con su cabeza. Maldijo internamente, y luego inhaló fuerte antes de hablar.

—Tengo 23 años.

Las botas se detuvieron delante de él, y por la vista periférica, vió al capitán apoyarse en el escritorio de madera frente a él.

—¿Qué sabes hacer?

Hyunjin no entendía.

—Limpiar, cocinar, atar cabos, ¿sabes hacer algo de eso?

¿Follar bien contaba?

Fuera de eso, Hyunjin era un completo inutil. En el pasado, incluso para atarle los cordones de sus zapatos necesitaba ayuda de los sirvientes. Hyunjin jamás había tocado una olla en su vida tampoco. No sabía hacer absolutamente nada. Entonces negó con vergüenza.

Esto de morirse ya se estaba tardando mucho. Deseaba que, ojalá al ver que era un completo inútil, lo tiraran al mar para deshacerse de él. Y por fin tendría paz, en el estómago de un tiburón luego de ahogarse.

El silencio fue ensordecedor, entonces escuchó suspirar al precioso capitán.

—Pónganlo a atar cabos. Se ve joven, alto y fuerte, enséñenle cómo. Tal vez después pueda ayudarnos con los cargamentos.

De nuevo, sintió que tiraban de sus muñecas, obligándolo a levantarse. Mientras se paraba,

Hyunjin miró de reojo al capitán, por última vez antes de que lo llevaran a trabajos forzosos. Tenía una camisa de terciopelo verde, con pantalones pegados ceñidos en su cintura. Hyunjin maldijo internamente, si la razón por la que no le habían permitido ver directamente a su capitán era por miedo de que se enamore de él, había fallado.

Como el capitán había mencionado, Hyunjin fue puesto a atar cabos. Desde que había estado viajando de barco en barco, jamás le habían enseñado a hacer nada. Y peor que eso, se había mantenido encerrado de jaula en jaula, sin poder salir ni moverse, y comiendo pan duro, por lo que su físico ya estaba un poco deteriorado para ese momento.

Sin embargo, Hyunjin se las arregló para aprender a amarrar cabos, apreciando que la su primera tarea no tuviera mucha dificultad. Durante el día, Hyunjin había atado y desatado los mismos millones de veces bajo la inspección de los chicos que lo habían sacado de la jaula. Luego de eso, durante la noche, habían tirado de sus cadenas hasta llegar a un cuarto donde no solo él, sino todos los tripulantes del barco estaban reunidos.

Hyunjin fue obligado a tomar asiento en una de las mesas, entre un montón de tipos pertenecientes a la tripulación, y de repente, un cuenco fue arrojado frente a él, y una mujer sosteniendo una olla dejó caer un cucharazo de una mezcla humeante y espesa. Hyunjin olió el vapor, sorprendido por este trato. Era avena, Hyunjin odiaba la avena, pero estaba caliente y recién hecha. Después, algunos platos de otras cosas sencillas fueron puestos encima de la mesa donde estaba, y los tripulantes no habían esperado ni un segundo más para empezar a comer.

Hyunjin miró alrededor. Sus manos aún permanecían encadenadas, y su plato no tenía nada más que avena, contrario a las bandejas de los demás. Pero, recordando los meses en los cuales comió pan duro posiblemente mohoso, no podía estar más feliz con lo que tenía.

A pesar de que no le gustaba la avena, Hyunjin terminó el plato completo antes de que se enfriara. Luego de eso, se mantuvo sentado sin hablar o moverse, mientras el resto de piratas celebraban, con cerveza y vino aquí y allá.

Luego de un rato, cuando el show comenzó a apagarse, los chicos a su lado tiraron de sus cadenas y lo llevaron de nuevo a su celda. En ningún momento se resistió, en ningún momento trató de escapar. Es solo que, había algo en este barco que se sentía diferente al resto.

Cuando estuvo dentro de la celda, los chicos pidieron sus manos para soltarle las esposas que había tenido todo el día. Y finalmente, salieron por la puerta. Hyunjin miró a su alrededor, y luego suspiró. Tenía un poco de frío a esta hora de la noche, pero al menos, tenía suficiente ropa para no morir. Entonces, cuando ya se había acomodado en el suelo frío, escuchó pasos provenir desde fuera de la puerta.

Aunque Hyunjin fantaseaba con que el precioso capitán de ese barco le estuviera visitando de noche, la realidad fue totalmente opuesta. Los dos chicos de antes entraron de nuevo, Hyunjin se mantuvo en su lugar. Entonces, sintió una tela cubriendo su cuerpo y se reincorporó. Sorprendido porque hubieran arrojado una sábana encima de él. Y luego, unos zapatos cayeron justo al lado de él.

No preguntó nada, ni los chicos dijeron nada. Simplemente se voltearon y regresaron por donde habían venido.

Al día siguiente, Hyunjin había sido despertado desde muy temprano, y para su desgracia, lo habían sacado de su celda tan temprano por la mañana. Por mucho que le hubiera gustado quejarse, sabía que no estaba en condiciones de hacerlo.

Entonces, de nuevo fue puesto a atar cabos durante todo el día. La situación se repitió por varios días hasta que un día, al sacarlo, los chicos no lo habían esposado como usualmente harían, pero si fue vigilado de cerca mientras ataba cabos. Así hasta que no necesitó mucha revisión en su tarea.

Con el tiempo, y con la combinación entre comer y el trabajo físico de atar cuerdas muy apretadas, se sintió mejor físicamente. Sin embargo, internamente aún deseaba morirse. Un destino peor que ser esclavo era ser trabajador.

La parte buena de su trabajo era que, incluso si era obligado a atar cuerdas aquí y allá, de vez en cuando podía echar un ojo a la persona que se encontraba arriba en el timón, liderando el barco. Hyunjin también podía oír su fuerte voz de vez en cuando, gritando instrucciones y hablando con algunos tripulantes. Aún le sorprendía que un chico aparentemente tan joven y lindo fuera el capitán de ese barco.

Con el tiempo, aprendió que el chico bonito se llamaba Felix. Y según lo que observaba a diario, el chico merecía el puesto de capitán. También era muy respetado dentro de la tripulación, cosa muy normal para ser el capitán, pero en su caso, este respeto era genuino y se derivaba de lo que Felix había logrado con la flota desde que era el capitán.

Porque si, al parecer, Felix no era el capitán de un solo barco sino de una flota entera, siendo que el actual donde se encontraban se llamaba Deep End, también había uno llamado Connected y otro llamado Limbo, y varios otros más. A su flota, se le seguían añadiendo más y más barcos, uno tras otro. Hyunjin aprendió que, el barco en el que había estado antes fue víctima de un saqueo, y en lugar de quedarse con los tripulantes, los habían tirado al mar y se habían quedado únicamente con el barco y los esclavos, entre ellos Hyunjin.

Aún así, todo parecía de un cuento de hadas para él. Por más calificado que el bonito capitán estuviera para el puesto, aún lucía como un blanco fácil de tirar. Tras algunos días, Hyunjin pudo ver cómo uno que otro capitán de los demás barcos de la flota caían dentro de su barco para hablar con el capitán general, y todos lucían como hombres fuertes, jóvenes y enérgicos. De reojo había visto lo pequeño que lucía el chico rubio al lado de ellos.

Además, Hyunjin también se había sentido celoso de que estos capitanes idiotas pudieran hablar con el capitán bonito tan libremente, mientras que a él le habían prohibido mirarlo. Incluso de vez en cuando, si alguno de los dos chicos de antes lo cachaban mirando de más al capitán, su rostro recibiría un cubetazo de agua fría antes de que pudiera darse cuenta. Pero no había de otra manera, ya que, excepto cuando él estaba arriba tripulando, solía estar encerrado en su camarote sin que nadie pudiera verlo.

—¡Barco a la vista!

Hyunjin se congeló un segundo. Había estado moviendo cargamentos y realizando las tareas del día, cuando oyó al vigilante del barco gritar fuerte y alto. Luego, todos los tripulantes comenzaron a correr por el barco. Hyunjin estaba atando cabos justo debajo de las escaleras que llevaban al timón, tal vez había aprovechado para mirar a Felix un poco. Entonces, miró a verlo después de oír el aviso, aprovechando el caos. Los chicos que lo habían vigilado durante estos días, de nombre IN y Han, habían desaparecido con el aviso.

Hyunjin vió a Felix caminar tranquilamente hasta el borde del barco, lo vio juntar las manos frente a la boca, formando una especie de flauta, y de él surgió un silbido dirigido al mar. Durante todo el tiempo, Hyunjin lo había estado mirando fijamente. Era como si su capitán no estuviera afectado en lo más mínimo por la situación.

Cuando Felix terminó de silbarle al mar. Una suave brisa movió su cabello ondulado rubio. Hyunjin de repente sintió un escalofrío recorrerle la espalda. Había algo extraño en esto.

Felix bajó tranquilamente por las escaleras, inalterado. En algún momento, pareció darse cuenta que él estaba parado debajo de las escaleras, y que lo había visto durante todo el tiempo. El capitán pareció sorprendido un momento, pero luego, continuó bajando las escaleras como si nada.

Una vez estuvo a pocos escalones de Hyunjin, dijo: —Si no sabes qué hacer, mantente en un rincón donde no estorbes.

Y luego pasó justo al lado de él como si lo ignorara. Fuera de sentirse emocionado de que su capitán le hubiera dirigido la palabra, Hyunjin no tuvo ni un momento para celebrar, porque el barco tembló, desestabilizándolo. Pero parecía ser el único de la tripulación que había sentido el movimiento, porque fue el único que tuvo que agarrarse para no caer.

Justo después de eso, un rugido gutural emergió del mar, y Hyunjin se mantuvo tenso en su lugar, incapaz de moverse por el miedo. Había algo en ese rugido que le traía demasiados recuerdos, la última vez que había oído algo como eso, casi había muerto a manos de dos sirenas.

Felix se balanceaba por la cubierta, como si el balanceo y el temblor del barco no le afectaran en lo absoluto. El rugido gutural volvió a sonar, se oía malditamente cerca del barco, pero nadie en la tripulación parecía afectado. Hyunjin se preguntaba seriamente ¿¡qué diablos estaba pasando!?

—¿Qué les parece? ¿Derribamos el barco o lo invadimos?

La voz grave y fuerte de Felix pareció resonar en todo el Deep End. El viento había cambiado, momentos antes el cielo era claro y ahora, nubes oscuras cubrían todo y las velas batían con fuerza debido a los vientos. Hyunjin se dejó caer en dónde estaba, justo debajo de las escaleras, aferrado a las sogas de los cabos. Estaba pálido y malditamente asustado como si hubiera visto al Holandés Errante.

Mientras Hyunjin estaba en el piso escondiéndose, escuchó algo emerger del mar. Luego, gotas de agua salada salpicaron por todos lados, y luego, un pesado objeto blando cayó por la cubierta, golpeando justo al lado de él. Hyunjin se sorprendió momentáneamente hasta que analizó el objeto que había caído a su lado. Era grueso, se extendía por toda la cubierta, pero cuando comenzó a moverse, Hyunjin pegó un brinco.

Lo que sea que había caído dentro, era de color café rojizo y al moverse, pudo ver grandes circulos de color claro que se extendían en pares justo debajo del objeto. Un olor a mar se extendió por todo el barco. Y cuando volvió a escuchar el rugido gutural, el barco entero tembló como si lo que fuera que estuviera rugiendo se encontrara justo debajo de él.

La tripulación gritaba animadamente, Felix estaba en medio de todos. Como si nadie se extrañara de la aparición de estas cosas extrañas, todos se pegaron a un extremo del barco, esperando acercarse lo suficiente al barco contrario.

Hyunjin prestó más atención a los objetos largos que habían aparecido por toda la cubierta. Parecían... tentáculos.

En ese momento, Hyunjin quiso pararse y huir de allí. Hubiera preferido mil veces morir que esto. Si lo que estaba encima de la cubierta eran tentáculos, a juzgar por el tamaño, lo que sea a lo que le pertenezcan esos órganos gigantes debía ser más grande que su propio barco. Y el maldito Deep End era el más grande de toda la flota.

Desde el barco contrario se escuchó una explosión. Se oía como cañones, no era la primera vez que los escuchaba en todos esos meses, pero el sonido de impacto nunca llegó. De nuevo, el barco contrario siguió tirando cañonazos, pero estos nunca impactaban. Después de algunos cuantos, Hyunjin se dió cuenta que no era que el barco contrario tuviera pesima punteria, era que los tentáculos estaban protegiendo el barco de impactos.

De nuevo, ¿¡qué demonios pasaba!?

Hyunjin intentó incorporarse después de un tiempo. Había llegado a la conclusión de que los tripulantes fingían no mirar los tentáculos gigantes que rodeaban el barco porque de alguna forma sabían que no eran peligrosos. O al menos no para ellos...

Cuando ambos barcos estuvieron lo suficientemente cerca, uno de los tentáculos gigantes se desprendió de su barco, se elevó a lo alto, y luego dejó caer todo su peso sobre el barco contrario. Destrozando sin mucho esfuerzo las velas del barco. Lo mismo pasó con otro tentáculo. La bestia rugía ferozmente, los tripulantes de este barco celebraban cada que los tentáculos caían, destrozando la madera del barco contrario.

Por más cañonazos que tiraran, los contrarios se veían indefensos ante este barco. Por un momento, Hyunjin agradeció estar en este, y no en el contrario. ¿Era esto lo que había pasado en su barco anterior? Recordaba los gritos desesperanzados y los pasos desordenados. Recordaba el rugido de la criatura y la vibración desestabilizadora del barco cada vez que los tentáculos impactaban contra él. Todo esto, le traía recuerdos desagradables.

Pero ya no importaba. Estaba mejor ahora al parecer. Así que solo se limitó a ver a los tripulantes de su barco caer en el otro. Uno tras uno tomaban lugar en el borde para saltar al barco contrario una vez que lo tuvieron cerca. Los tentáculos se aferraban al barco contrario, haciendo imposible que se separara de este una vez que ya estaba cerca. Incluso los tripulantes del barco contrario no tenían escapatoria, el barco de Felix era más grande y más alto en comparación. Sería muy difícil escalar hasta subirse.

Hyunjin ya no podía ver nada de lo que pasaba en la cubierta del barco contrario una vez que todos saltaron. Solo podía escuchar las espadas chocando y los gritos. A pesar de estar aterrorizado hasta la muerte, Hyunjin seguía siendo demasiado curioso para fingir que no quería ver qué estaba pasando. Un pensamiento cruzó por su mente, ¿Felix estaba luchando? Al igual que todos, había saltado al barco contrario. Eso podría significar que su capitán había llegado para luchar junto a toda su tripulación.

Hyunjin... él quería ver a Felix un poco más.

Gateó por la cubierta hasta el otro extremo, donde estaba pegado el barco contrario. Cuando llegó a la orilla, alzó la vista para esconder la cabeza entre la madera del barandal, esperando que nadie lo notara mientras espiaba.

Para su sorpresa, muchos de los tripulantes del barco contrario habían sido amarrados a la base de la vela. Algunos otros eran sometidos por los tripulantes de su barco, fácilmente ganando por la ventaja del número, y luego eran amarrados en diversas partes del barco.

Felix estaba parado en medio de eso. Hyunjin maldijo internamente, posiblemente había llegado tarde para verle luchar.

—¡Capitán! ¡Necesitamos ayu–! —El chico que reconocía como IN y otros más habían atrapado a un tipo enorme. Hyunjin estaba asombrado. Fácilmente le llevaría más de una cabeza y además, sus brazos tenían gruesos músculos, parecía un gigante, ni siquiera una persona.

Cuando el grandote vio a Felix, algo pareció despertarse dentro de él. Y como si supiera que este tipo era el jefe, se soltó del agarre de quienes lo rodeaban y rompió las sogas con facilidad. Hyunjin maldijo cuando lo vió correr en dirección a Felix, y el rubio parecía inalterado por esto.

Varios de los tripulantes corrieron para detener al gigante calvo, pero habían reaccionado demasiado tarde. Entonces, cuando pudieron darse cuenta, el maldito gigante había extendido un puño para golpear al capitán. Hyunjin cerró los ojos, incapaz de ver lo que seguía. Luego, solo escuchó el ruido de la madera rompiéndose. Y cuando por fin abrió los ojos, el gigante calvo de antes estaba en el piso. Felix mantenía una mano en su cabeza, enterrándola entre la madera del piso.

¿¡Qué diablos había pasado cuando cerró los ojos!?

IN, al igual que todos, soltaron un suspiro. Felix soltó la cabeza del tipo calvo, y luego, levantó el pie y lo dejó caer encima de su cabeza, hundiendo más su cara en la madera. El tipo no se movía, incluso los tripulantes rebeldes del barco contrario que no habían sido amarrados aún dejaron de moverse, luciendo pálidos como si hubieran visto un fantasma.

—Lo siento capitán. —IN llegó hasta él, y luego dejó caer la cabeza justo frente a Felix. —Fue mi culpa por haberlo soltado.

Luego de pisar un poco más la cabeza calva del tipo, Felix retiró el pie, lo limpió en la ropa del tipo y volteó a ver a IN. Levantó la mano y la puso sobre su cabeza, y luego le revolvió el cabello. Hyunjin abrió los ojos sorprendido.

¡Traición! ¡Eso era traición!

—No te preocupes. Ten cuidado la próxima vez, Jeongin.

A partir de ese momento, Hyunjin comenzaría a ver a IN como un enemigo. Este era el inicio de una guerra. No importaba que le hubiera dado unas botas de su talla o le hubiera regalado una albóndiga de pescado de su ración, a partir de ahora serían enemigos jurados.

—Ya saben qué hacer. —Felix habló una última vez, y luego, se giró en dirección a su barco.

Hyunjin lo vió caminar hasta la orilla, y luego, intentó sigilosamente observar a dónde iba, pero cuando acechó por la borda, no contó con toparse con el rostro de la persona que había estado buscando, justo frente a él. Se cayó de trasero por la impresión. Felix había trepado por un costado del barco, ignoró a Hyunjin y luego saltó dentro del barco.

—Eres demasiado problemático, ¿no tienes nada mejor qué hacer?

Felix miró a verlo, aún estaba en el suelo después de que lo hubiera sorprendido. Se sentía demasiado patético. Incluso si había querido darle una buena impresión al bonito capitán, no había podido. Negó por la pregunta.

Felix suspiró cansado. —Ven aquí.

Comenzó a caminar, y cuando Hyunjin se dió cuenta de lo que había dicho, se paró torpemente y corrió para seguir al precioso capitán. Celebrando por dentro luego de haber captado su atención.

Hyunjin notó que los tentáculos habían desaparecido, incluso el cielo se había devuelto a su color usual. Parecía como si hubieran pasado horas desde lo ocurrido, pero posiblemente todo el altercado apenas había durado unos minutos.

Como todo un chico obediente, Hyunjin subió las escaleras caminando detrás de Felix, ni siquiera le importaba lo que Felix le diría, solo le importaba seguirlo. Desde que había llegado, era la primera vez que tenía la oportunidad de interactuar con él. Sus pasos se volvieron más lentos cuando Hyunjin se dió cuenta hacia a donde se dirigían. Entonces Felix abrió la puerta de su camarote y entró.

Su corazón dió un vuelco. ¿Qué pasaría ahora? ¿Era lo que estaba imaginando? Por supuesto que no. Su imaginación estaba trabajando de mil maneras. Le emocionaba la idea de que el precioso capitán lo dejara ingresar a su camarote. ¿Podría ser este el inicio de sus fantasías vueltas realidad?

Hyunjin entró al camarote. Recordaba bien este lugar, recordaba el escritorio de madera dorada, echó un último vistazo antes de seguir a Felix. Había abierto una puerta detrás del escritorio, más alejada del frente del barco. Entonces, Hyunjin ingresó precavido, incluso si Felix lo acompañaba, aún sentía como si no tuviera permitido entrar allí.

La habitación estaba limpia. Las paredes eran de madera dorada idéntica a la oficina. Había una gran cama al final, cubierta con fino terciopelo rojo como sábanas. Este espacio se sentía más pequeño que la oficina, pero era más acogedor, se sentía más... privado.

Al lado de la cama había escritorios y muebles de madera dorada, tallados minuciosamente, encima de ellos había bonitas joyas de todo tipo, perlas, oro, rubíes. En las paredes, habían colgados bellos cuadros, espadas y escudos. Detrás de la cama había una serie de cristales en forma de ventanas, que daban vista al mar, por lo tanto Hyunjin podía saber con certeza que esta habitación era la más escondida de todas, pero era demasiado hermosa. ¿Cuánta gente había logrado entrar aquí? ¿Cuánta gente podía darse el lujo de asegurar que habían entrado al camarote personal de su capitán?

—Ven aquí. —Hyunjin escuchó al lado de él. Cuando volteó, pudo ver una puerta abierta. Al parecer, la habitación se sentía más pequeña porque el espacio había sido dividido. A su lado, había un pequeño cuarto por el cual Felix había entrado mientras estaba distraído husmeando.

Hyunjin dio un paso tímido dentro del pequeño cuarto. En medio, había una bonita tina blanca con acabados finos en los bordes. Todo el piso y las paredes eran de madera, había algunos cajones colgando, el espacio era tan pequeño que la persona dentro de la tina podría alcanzar fácilmente cualquiera de los cajones simplemente estirando la mano.

Hyunjin sintió un objeto frío pegándose a su vientre. Cuando bajó la mirada, vio un contenedor de metal que Felix había empujado hacia él.

—Esta tina, llénala de agua de mar.

—¿Eh? —Hyunjin salió de su distracción. Sostuvo intuitivamente el contenedor de metal. Lucía como una gran olla de cocina.

—Iré a ver cómo les va a los chicos. Cuando vuelva quiero que esta tina esté llena de agua de mar, el suelo debe estar limpio, ninguna gota de agua de mar debe salpicar en la madera ¿entendido?

—¿Cómo voy a hacer eso? —Felix estaba saliendo del baño, pero al escucharlo, volteó a verlo con un gesto muy enojado. Hyunjin sintió miedo, no había pasado mucho tiempo desde que este chico estrelló la cara de un gigante calvo contra la madera. El próximo podría ser él. Era tan escalofriante como emocionante.

—Averígualo tú mismo.

Y acto seguido, Felix salió del camarote.

Hyunjin se quedó allí, sin pista alguna sobre qué hacer. Bueno, tenía una gran olla y debía llenar una tina con agua de mar. Hyunjin no cuestionó mucho, dándose cuenta que el bonito capitán del barco le había dado una tarea. Si quería impresionarlo, debía realizar la tarea a la perfección.

Luego de salir del camarote, fue en dirección a la bodega y sacó una soga. Posiblemente esa era la forma correcta, atar la soga a la olla y luego tirarla al mar. Entendido.

La tarea no había sido muy difícil. La única parte molesta era que el agua de mar era un poco más densa que el agua normal. Lo que significaba que al momento de subir la olla llena de agua, debía jalar con todas sus fuerzas, y luego subir la pesada olla llena de agua al barco.

Hyunjin hizo esto unas cuantas veces. Tomándose unos segundos para cerciorarse lo que estuviera haciendo Felix en ese momento. El problema fue que estaba dejando el piso bastante más mojado de lo que había querido. Así que después de unas cuantas veces de repetir la acción, y que la tina estuviera lo suficientemente llena. Hyunjin había bajado a la bodega de nuevo para encontrar alguna tela que pudiera usar como trapeador.

Hyunjin tardó más de lo esperado buscando un trapeador, y cuando regresó, entró al camarote y pasó directamente al cuarto trasero. Luego, estuvo a punto de abrir la puerta cuando se detuvo. Había algo extraño. Hyunjin dió un paso atrás, la puerta estaba apenas abierta.

Y podía escuchar ruido dentro.

Hyunjin se congeló en la puerta. Escuchó dentro el sonido del chapoteo de agua de la tina. Su corazón se aceleró pensando en que no debía estar allí. ¿Felix estaba dentro del baño? ¿Estaba tomando un baño? Desde que había llegado a ese barco, Hyunjin había tenido un severo enamoramiento con el capitán. Así que, incluso si sabía que espiar a la gente estaba mal, la idea de que estuviera tan cerca, y que con solo mirar un poco por la puerta entreabierta...

Hyunjin dió un paso adelante. Desde la abertura de la puerta podía ver la punta de la tina blanca. El pequeño cuarto de baño era tan reducido que solo había unos pocos centímetros entre la puerta y la tina.

Escuchó el chapoteo del agua de nuevo, lo que significaba que Felix estaba dentro de la tina. Pero cuando Hyunjin acercó un poco la cabeza para tratar de ver lo que había dentro de la tina, vio un objeto emerger del agua, de textura escamosa y color azul brillante. Hyunjin dió un paso atrás cuando notó que del objeto que veía salían una especie de aletas finas semi transparentes.

Su corazón se aceleró a mil en un segundo. Hyunjin se sentía pegado al piso, sin poder moverse. Entonces, escuchó un golpe en la puerta, que logró abrirla para afuera. Hyunjin no pensó en quedarse ni un segundo más en esa habitación, por inercia, sus pies se dirigieron directo a la puerta de salida del camarote. Pero justo cuando tomó el picaporte de la puerta para abrirla, sintió como si su cuerpo volara en dirección contraria, aterrizando de golpe sobre una textura suave.

Todo había pasado tan rápido que no había tenido tiempo para analizarlo. Lo siguiente que Hyunjin supo fue que había caído debajo de una textura suave y había un peso húmedo encima de su cuerpo. Tenía los ojos cerrados fuertemente con miedo. Olía a mar. Gotas de agua comenzaban a caer por su rostro, pero Hyunjin no estaba preparado para abrirlos.

Sintió una presión húmeda sobre su cuello, algo lo rodeaba y apretaba. Hyunjin abrió los ojos y se topó con el bello rostro del capitán del barco muy cerca de él. Su cabello era azul brillante, estaba húmedo y las gotas de agua caían sobre él. Tenía una mano en su cuello, y el resto de su cuerpo estaba encima de Hyunjin, inmovilizándolo en la cama.

—Hay algo raro en ti que me ha llamado la atención desde que llegaste.

Hyunjin se tensó cuando Felix se acercó lentamente a su cuello, luego pudo sentir su aliento rozándole la piel. Se había hundido un poco en su cuello, olfateando. Luego, sintió una textura áspera y viscosa pasar por su cuello. Cuando Felix levantó el rostro, su lengua larga y puntiaguda estaba ligeramente fuera.

Espera... ¿lo había lamido?

—No hueles a sol, no como los otros. Tu piel era demasiado pálida el día que te encontramos, ¿quién eres y de dónde provienes?

Hyunjin estaba tenso. La voz de Felix era malditamente grave y lenta. Por detrás de su espalda, una cola azul se balanceaba de un lado a otro. Ya era tarde y la luz del sol que entraba por las ventanas hacía brillar las escamas azules de su cola.

Posiblemente, Felix ni siquiera estaba ejerciendo mucha presión sobre su cuerpo, pero Hyunjin se sentía completamente inmovilizado en esa cama, incapaz de escapar, incapaz de moverse. Antes había pasado por algo similar, en el anterior barco, cuando había sido atacado por dos sirenas femeninas, pero esto se sentía diferente. Cuando fue atacado antes, pensaba que tal vez hubiera podido escapar de ellas de no ser por la confusión y el miedo. Ahora, él sentía como si Felix se estuviera divirtiendo con un juguete antes de matarlo.

—Era hijo de unos aristócratas, mis padres me vendieron como esclavo hace unos meses.

No parecía que estuviera mintiendo. Felix estaba sorprendido por la naturalidad de sus palabras, parecía verdad y coincidencia con lo que había percibido en él. Antes, al olerlo, había sentido la falta del característico olor a mar y sol que los cuerpos de los piratas adquirían después de estar meses y meses bajo el sol de altamar. Lo que significaba que antes de eso, Hyunjin nunca había experimentado lo que era trabajar de sol a sol, y mucho menos en el mar.

Felix se tomó su tiempo observando el rostro del contrario. El puente de su nariz era recto y fino, su cabello era negro y largo hasta el mentón. Su pecho subía y bajaba rápidamente mientras él rodeaba su cuello con su mano, tenía miedo pero no estaba huyendo, lo cual era extraño.

—¿Vas a matarme? —Felix se vió sorprendido por su pregunta. Aunque ni siquiera él sabía la respuesta. ¿Iba a matarlo? —Espera... eres una sirena, he oído muchas historias, ¿vas a follarme y luego matarme? Me refiero a que, si te van los chicos, no tengo problema con eso. Sino, solo vas a matarme y tirarme al mar.

Felix parpadeó confundido.

Si, tenía cierta verdad su balbuceo. Las sirenas solían tener un líbido muy alto y había muy pocas sirenas macho. Las hembras eran más débiles en comparación, lo que les hacía imposible forzar a los machos a satisfacer sus necesidades. Por lo cual, cuando un grupo de sirenas se encontraba con un barco pirata, hacían todo lo posible para que naufragara, y luego retenían a los piratas para obligarlos a follar con ellas hasta matarlos.

—Aunque, por favor reconsidera la opción de follarme antes, quisiera tener una muerte digna.

—No sé si te golpeaste la cabeza muy fuerte antes, pero soy un macho.

Hyunjin tragó hondo y dijo con rostro serio. —Por eso mismo.

Felix estaba sorprendido. No lo podía creer. Entonces soltó una risa grave, pareciendo malditamente entretenido por lo que este chico tonto le estaba diciendo. Sabía que, si fuera algún pirata con años en el mar, hubiera huido de miedo y se hubiera resistido a la muerte tan pronto hubiera visto su forma real. Los piratas estaban tan malditamente asustados de las sirenas que siempre intentaban de evadirlas a toda costa, sin saber que para ellas era tan fácil como invocar a un maldito Kraken y hundir un barco pirata tan pronto lo avistaban.

Sin embargo, este idiota se ofrecía ante él en bandeja de plata, y poco le importaba si iba a matarlo o no, lo único que quería era un polvo antes.

—Eres gracioso, ¿cómo te llamas? —Felix soltó la mano del cuello de Hyunjin, permitiéndole respirar bien. Luego pasó la mano por su cabello negro y frondoso, hundiendo sus dedos con membranas que los unían entre ellos.

—Hyunjin.

Felix bajó la mano desde su cabello hasta su cuello, y luego más abajo, hasta los botones de su camisa. Uno a uno, los botones fueron cediendo entre las manos membranosas, deshaciendo su camisa lentamente. Hyunjin no se había percatado de esto, hasta que unas manos húmedas se pasearon por su pecho, y luego bajaron, tanteando su abdomen marcado, robándole el aliento cuando se dio cuenta.

—Bueno, Hyunjin. ¿Prefieres mi forma real o mi forma humana? —Felix bajó por el pecho contrario, el humano era joven y nada mal parecido. Incluso si no tenía un plan original de qué hacer con él apenas lo atrapó, ya había decidido divertirse un poco.

—¿Eh? —Había estado concentrado en lo que Felix hacía, así que la pregunta lo tomó por sorpresa. —¿Qué cosa?

Felix sonrió de lado. Había más que notado el efecto hipnótico que tenía sobre el contrario. Cautivar y seducir estaba impreso en el cerebro de una sirena, entonces no pudo reprimir las ganas de coquetear con Hyunjin y jugar con su cordura. Acercó su rostro a él, y luego llevó sus labios hasta su oído, asegurándose de que el contrario sintiera su respiración caliente en el cuello.

—¿Quieres que use mi forma real o mi forma humana? —Felix enfatizó cada sílaba justo en el oído de Hyunjin. Sintiendo cómo su cuerpo se tensaba, y su manzana de Adán subía y bajaba nerviosamente.

Felix pegó su pecho al de Hyunjin, y movió su cola encima de su cuerpo, asegurándose de serpentear y frotarse contra su cuerpo, humedeciendo su ropa con agua de mar.

Hyunjin entonces notó una cosa. Antes, cuando había visto a Felix por primera vez, le había sorprendido el color rubio casi blanco de su cabello ondulado. Y cuando abrió los ojos, su cabello era de un brillante color azul. Ahora, las puntas de su cabello ondulado se habían vuelto rubias mientras las raíces permanecían azules.

—¿Vuelves a tu forma real cuando tocas el agua? —Hyunjin llegó a esa conclusión luego de darse cuenta que su piel, que había tenido escamas en algunas zonas, ahora estaba casi completamente limpia. Incluso las membranas entre sus dedos estaban desapareciendo.

—No eres tan tonto como pareces. —Felix se reincorporó encima de Hyunjin, su pecho estaba desnudo, su piel blanca lucía suave y bonita con el reflejo de la luz sobre él. —No me has respondido, ¿forma real o humana?

—H-humana. —Por mucho que estuviera encantado con la preciosa sirena frente a él, aún deseaba ver un par de piernas rodeando su cintura. —Espera... mencioné que ibas a follarme pero, ¿vas a follarme o yo a ti? Me refiero a que...

—Lo que tú quieras. —Felix extendió la mano hasta alcanzar un extremo de la sábana de terciopelo rojo. La cama era grande y Hyunjin apenas se daba cuenta de lo suave y cómoda que era.

—¿Entonces puedo... hacerlo yo? —Hyunjin tragó hondo, nervioso. Felix le dió una mirada y asintió suavemente. Su corazón dió un vuelco, había pasado muchos días observando a su capitán desde lejos, y no podía creer aún lo que estaba pasando.

Felix comenzó a pasarse la sábana por la cola, aún estando encima de Hyunjin. Mientras se frotaba y se movía encima de él, justo encima de sus caderas, cierta parte de Hyunjin no pudo evitar emocionarse anticipadamente.

Poco a poco, las escamas de su piel fueron desapareciendo mientras se secaba con el terciopelo, dando lugar a un bonito par de piernas, y luego unos muslos rellenos y blandos. Cuando terminó de secarse, o al menos de deshacerse de la mayor parte de las escamas, Felix posicionó las piernas a cada lado de las caderas de Hyunjin. Ya sea por nervios o por el miedo, pero él se había mantenido estático todo el tiempo, hundido en la cama y esperando a que el contrario terminara.

Las manos de Felix buscaron su pecho, y luego fueron a sus hombros para tratar de sacarle la ropa. Hyunjin no decía nada, solo se dejaba manipular. Permitió que sus manos bajaran hasta sus pantalones y deshicieron los botones y el cierre. Sus manos tocaban por todos lados, despertando su entrepierna hasta que doliera, haciendo que esa zona se vea necesitada de atención urgente.

Felix luego acuñó el rostro de Hyunjin entre sus manos, pegando sus pechos y dejando caer su cuerpo sobre el contrario. Entonces acercó su rostro hasta quedar frente a él, hundió uno de sus dedos entre sus labios carnosos para abrirle la boca, y luego la invadió con su lengua.

Hyunjin sintió la textura viscosa con sabor a agua de mar invadiendo por dentro, los labios de Felix comenzaron a moverse sobre los suyos y comenzó a seguirle el ritmo, cerrando los ojos y dejándose llevar.

Por alguna razón, su cuerpo comenzó a sentirse muy caliente. Su entrepierna que había estado endureciéndose paulatinamente comenzó a apretar dolorosamente mientras era presionada contra el trasero del contrario. Hyunjin había estado permaneciendo quieto en la cama, pero mientras Felix lo besaba, no pudo evitar despegar sus manos de la cama y rodear la cintura de la sirena, queriendo apretarlo con toda su fuerza junto a su cuerpo.

Su boca se sentía cálida, su lengua exploraba cada pequeño rincón de la suya, robándole el aliento. Antes, había visto que su lengua era ligeramente más larga que una lengua normal, y también era puntiaguda. Ahora, esa lengua larga con sabor a mar se enredaba con la suya, hasta llegar al rincón más hondo de su boca.

Sus brazos que apretaban sus caderas sintieron la urgencia de moverse, sus manos recorrieron su espalda baja, buscando su trasero y sus muslos. Su piel era suave y su trasero se sentía esponjoso bajo sus manos, haciendo que no pudiera resistir la necesidad de exprimir sus nalgas con sus manos, apretando y clavando sus dedos en ellas mientras Felix se llevaba todo de él con su boca.

Hyunjin comenzó a frotar sus caderas y su entrepierna en el trasero de Felix mientras lo amasaba. Le había abierto los pantalones pero no se los había quitado, su duro pene se sentía sofocado por su ropa interior. De un momento a otro, Hyunjin había comenzado a sentir urgencia por ponerlo dentro de algo.

Felix alejó su rostro de él, pero Hyunjin aún no estaba listo para dejarlo ir, necesitaba más de ese beso hipnótico. Él agarró su rostro con sus manos y volvió a hundirlo en la cama, evitando que se acerque para continuar el beso.

—Rogaste mucho por esto, por favor no me decepciones.

Hyunjin no entendió del todo el por qué, pero no le dio importancia. Su mente estaba en otra cosa, sus pantalones apretaban demasiado. Y mucho más cuando las suaves manos recorrieron desde su pecho hasta el borde de su ropa interior, comenzando a tirar para abajo.

—Veamos qué tenemos aquí. —Felix tiró de sus pantalones junto con su ropa interior, haciendo que su polla dura salte orgullosa apenas estuvo fuera. Se relamió los labios por lo que veía. —No está nada mal.

Gateó hacia atrás para estar más cerca de su miembro. Y luego puso el dedo índice sobre la punta, pasando la yema de su dedo por la hendidura. A pesar del poco contacto, Hyunjin sintió una descarga eléctrica recordarle todo el cuerpo. Felix jugó con la punta, rodeándola apenas con el índice y el pulgar, bajando la piel para exponer la orgullosa cabeza rosada.

Se relamió los labios de nuevo, acercó la cara y simplemente, lo metió en su boca.

Una sensación cálida envolvió a Hyunjin. Su boca era resbalosa y caliente. Su larga lengua puntiaguda comenzó a rodear la piel de la longitud, mientras Felix bajaba la cabeza hasta la base. Sus mejillas se inflaron mientras tenía la boca llena, y se desinflaron cuando subió el rostro de nuevo, sacándolo se su boca. Lamió la punta con su lengua y de nuevo, tragó lentamente todo hasta la base.

Sin apurarse, Felix se tomó el tiempo de pasar su lengua por la extensión y las venas mientras su boca estaba llena. Pareciera como si el miembro que estaba tragando fuera más grande que su pequeña boca, pero era capaz de tragarlo todo con facilidad. Hyunjin gimió mientras la punta de su pene acariciaba su garganta, sorprendido de que lo estuviera tragando todo.

Después de unos segundos, Felix lo sacó de su boca. Había un rastro de saliva espesa lubricando toda la extensión. Sus labios rosas se veían brillosos por la saliva, que también caía por la comisura de sus labios. Se los lamió de nuevo, llevándose el rastro de saliva. Y luego, escaló hasta que sus caderas estén de nuevo alineadas a las de Hyunjin.

Felix se sentó sobre su polla, y comenzó a mover las caderas hacia adelante y hacia atrás, aplastándola bajo su trasero. Hyunjin atrapó sus caderas con sus manos, tratando de aumentar la fricción deliciosa que estaba sintiendo.

Sus caderas eran anchas, sus muslos eran suaves y rellenos, su cintura era pequeña y lisa. Jamás en la vida había visto algún hombre que fuera remotamente tan hermoso como él. Posiblemente, su estatus como sirena era lo que le daba esta belleza irreal, pero en ese momento ya no le importaba lo que era, solo se concentraba en disfrutar lo que estaba sintiendo.

Felix levantó las caderas, haciendo que su polla salte orgullosa, como si esperara un agujero que la rodeara para calmarla. Luego se posicionó de forma que su trasero quede justo encima de la punta. Hyunjin anticipaba demasiado lo que estaba por hacer, la punta incluso palpitaba de desesperación. Con sus dedos, Felix alineó la punta hasta que rozaba su entrada, bajó un poco para que comenzara a abrirse paso por su interior, y cuando tuvo dentro la cabeza, se agarró del pecho de Hyunjin para ir bajando hasta tener todo dentro de él.

El interior era cálido, apretado y resbaloso, demasiado delicioso. No era la primera vez que Hyunjin se follaba a un hombre, y estaba familiarizado con la sensación apretada y caliente. Pero esto era diferente, usualmente tendría que usar mucha saliva y aún así le costaría trabajo entrar, ahora la entrada de Felix le había dado paso hasta tenerlo todo dentro sin mucho esfuerzo. Era como si ya estuviera hecho para la intromisión.

Felix suspiró una vez que tuvo todo dentro de él. Hyunjin lo miraba desde abajo mientras él lo montaba. Se limitó a solo apretar sus delicadas caderas con sus manos, tratando de moverlas por la desesperación de querer hundirse dentro de algo. Pero Felix era demasiado fuerte, lo obligaba a seguir el ritmo que él quería.

Felix puso sus manos sobre su abdomen y subió las caderas hasta que casi todo estuvo fuera. Hyunjin pudo ver una capa de líquido transparente recubriendo su polla, no estaba seguro si se trataba de la saliva de Felix o de algún líquido que provenga de dentro, porque tenía la ligera sensación de que su entrada estaba húmeda y lubricada por dentro, lo que hacía que fuera tan fácil de invadir.

De nuevo, Felix volvió a dejar caer su trasero hasta que todo estuvo dentro en un segundo. Hyunjin maldijo ante la sensación cálida y apretada. Luego volvió a levantarse y de nuevo a sentarse sobre él. Después de unas flexiones, Felix reguló el ritmo para hacerlo constante. Seguía sin creer que una preciosa sirena de cabello rubio estuviera montándolo deliciosamente.

Hyunjin clavó sus uñas en sus caderas, demasiado caliente para pensar con claridad si eso le molestaría a Felix. Escuchaba el chapoteo húmedo cada vez que él dejaba caer su trasero, podía escuchar leves suspiros viniendo de él cada vez que lo hacía. Hyunjin por otra parte, gemía y gruñía demasiado alto. Desde sus manos hasta los dedos de los pies, no podía mantenerse quieto y silencioso mientras el contrario lo montaba.

Hyunjin aún tenía puestos sus zapatos y los pantalones, lo que lo hacía sentir limitado y asfixiado. Con torpeza, trató de quitarse un zapato con otro, sintiéndose liberado cuando sus pies pudieron moverse libremente, rizándose cada vez que Felix saltaba encima de él, llevándose todo de él, exprimiendo su polla hasta la última gota.

—Sí, justo así. —Felix tiró el cuello hacia atrás, permitiéndole ver solo su hermoso pecho marcado y abdomen plano.

Su piel parecía porcelana, era blanca y suave, sin una sola imperfección. Sus muslos parecían delicados, pero se flexionaban con fuerza cada vez que saltaba encima de él y se dejaba caer sobre Hyunjin. Sus rodillas estaban justo a cada lado de la cintura de Hyunjin, apretaban fuertemente mientras lo cabalgaba.

Su trasero se sentía suave, sus nalgas sonaban cada vez que chocaban contra las caderas de Hyunjin. Sus manos bajaron hasta su trasero, apretó sus glúteos, separándolos y amasándolos mientras subía y bajaba. Mientras se movía, Hyunjin intentó comenzar a mover sus propias caderas para llegar más profundo, a pesar de que Felix ya recibía todo hasta la base.

Felix regresó la cabeza hacia Hyunjin, luego sus caderas dejaron de subir y bajar, dejando que sea Hyunjin quien embista dentro de él. Sus manos recorrieron desde su abdomen a su pecho, y luego subió por su cuello hasta su cara. Felix acercó su rostro de nuevo a Hyunjin mientras él hacía lo mejor que podía por follarlo.

Sostuvo el mentón de Hyunjin con sus dedos y luego acercó sus labios a los contrarios. Aprisionó los labios carnosos de Hyunjin con los suyos, introduciendo su lengua entre besos. Mientras Felix devoraba sus labios, Hyunjin de nuevo sintió lo mismo que había sentido la primera vez que él invadió su boca con su lengua, la sensación de insuficiencia.

Apretó las caderas de Felix, y luego puso toda su fuerza en girar ambos cuerpos, presionando esta vez al contrario contra la cama. La sirena sonrió con suficiencia. Hyunjin tomó sus piernas que estaban a cada lado de sus caderas, y luego se aferró a ellas para follarlo fuertemente.

Escuchó un chapoteo cada vez que volvía a hundirse hasta el fondo, estaba seguro de que el líquido preseminal ya estaba comenzando a salir. Felix rodeó su cintura con sus piernas, permitiendo que él se dejara ir al ritmo que quisiera. En ese momento, las estocadas eran rápidas, aferró una mano al terciopelo de la cama, intentando sostenerse a algo para que las estocadas fueran más fuertes.

Felix tomó su rostro entre sus manos. Suspiraba cada vez que Hyunjin entraba con fuerza, y sonreía con suficiencia, parecía complacido por algo. Se sentía cansado, pero aún demasiado excitado como para parar. Quería correrse, necesitaba correrse. No recuerda nunca antes haberse sentido así al follar.

Dejó caer su cara sobre el hombro de Felix, abrazó su cuello con sus brazos, pegándolo a él. Hyunjin soltaba gruñidos y gemidos cada vez que se hundía dentro de él, pero el contrario solo soltaba suspiros bajos, aún así, parecía satisfecho con la forma en la que Hyunjin lo estaba follando.

Se sentía cerca de correrse, pero también se sentía malditamente cansado. Al parecer, los meses que había estado viviendo de pan duro y durmiendo en pequeñas jaulas le habían pasado factura. Entonces se aferró a una de las rodillas de Felix mientras que hundía la otra mano en las sábanas, buscando estabilidad.

Se sentía cada vez más cerca, y cada vez más cansado. Soltó un gruñido cuando sus piernas comenzaron a entumecerse, pero no pudo detenerse, sobretodo cuando estaba tan cerca de correrse.

Felix mantenía sus piernas alrededor de su cintura, y sus brazos alrededor de su cuello. No lo dejaba ir, lo rodeaba y apresaba como un pulpo a su presa. Negándole soltarse, no hasta que haya terminado lo que empezó.

Las estocadas comenzaron a ser dispares, perdía fuerza en sus caderas. Pero también, sintió una sensación de alivio que terminaba en la punta de su polla. Los interiores de Felix comenzaron a mojarse con su semen, y el chapoteo se hacía mayor con cada estocada. Hyunjin se preguntó si estaba bien correrse dentro de él, pero las piernas de Felix apretaban tan fuerte alrededor de él que no tuvo otra opción más que terminar dentro.

Dió unas cuantas estocadas flojas más. Los rastros de semen salían por los costados, y una línea de líquido se filtraba hasta gotear sobre la cama. Apenas sintió que ya era suficiente, y que ya nada más saldría de él, Hyunjin se dejó caer completamente sobre el cuerpo de Felix. Demasiado agotado para preocuparse por lo que seguía.

Su cuerpo estaba seco, pero olía a agua de mar limpia. Hundió su rostro entre su cabeza y su hombro, quería dormir cuanto antes. Pasaron unos segundos, en los que Felix acarició su espalda con delicadeza, adormeciéndolo más.

—Oye. —La voz grave se pudo oír junto a su oído. —¿Esto es todo? —No escuchó respuesta. En su hombro, Hyunjin se sentía muy cómodo y adormecido. —Ni siquiera me he corrido.

Después de lo mucho que este chico había rogado follar antes de morir, Felix había tenido esperanzas de que tal vez pudiera sacar algo bueno de él. Pero justo cuando comenzaba a sentirse bien, el chico se había desmayado en su hombro, decidido a dormirse. Felix se sentía estafado. Los hombres humanos tenían una resistencia sexual para reírse.

Bueno, tal vez debía darle otro empuje.

Felix tomó de nuevo su rostro, se veía tranquilo y pacífico. El pobre chico posiblemente no tenía idea alguna en lo que se había metido en el momento que le rogó que lo follara antes de morir. De nuevo, invadió su boca con su lengua, él estaba tan dormido que en ningún momento mostró resistencia al beso. Su larga lengua puntiaguda se abrió paso por todos los rincones de su boca, invadió sus preciosos labios suaves y gruesos con los suyos, disfrutando de la suavidad de su boca.

Poco a poco, las caderas de Hyunjin comenzaron a frotarse flojamente, aún estando un poco dormido. Entre sueños, el chico gimió un par de veces. Sus caderas solo se frotaban, aún no se había salido de él luego de desmayarse, así que Felix pudo sentir su polla comenzando a crecer en tamaño dentro de él, luego de que lo hubiera drenado hasta la última gota.

Los hombres humanos debían hacer un esfuerzo grandísimo para endurecerse de nuevo luego de su liberación. Por lo cual, obligar a los piratas a follar con las sirenas se volvía un castigo peor que la muerte. Sus cuerpos lo disfrutarían al inicio, pero luego de un par de corridas, comenzaba a volverse un infierno para ellos.

Poco a poco, Hyunjin comenzó a abrir de nuevo los ojos. Su cuerpo se sentía pesado, pero demasiado caliente otra vez. El calor dentro lo estaba enloqueciendo, así que incluso si sus músculos estaban entumecidos, sentía urgencia por liberarse.

Felix vió complacido cómo Hyunjin se despertaba, con el rostro sonrojado. Al principio, sus caderas solo se movían en estocadas suaves pero con el tiempo, comenzó a aumentar la fuerza en ellas, saliendo y entrando cada vez más fuerte. Soltó la cintura de Hyunjin para darle más movilidad, y luego pegó sus rodillas a sus hombros, dejando espacio para que el humano pudiera moverse más libremente y tomar el control.

Sus estocadas aún se sentían ligeras, había estado rebosante de energía antes de desmayarse y ahora pareciera como si le costara moverse, o solo lo hiciera por inercia. Felix empujó su cuerpo, haciendo que su polla se saliera, entonces rápidamente volteó su cuerpo, buscando una posición más cómoda para que le fuera más fácil moverse.

Felix pegó el pecho a la cama y alzó el trasero, menéandolo justo frente a Hyunjin. De su entrada goteaban restos de semen y del líquido que recubría sus interiores. Esto fue demasiado atractivo y caliente para Hyunjin, quien no pudo querer evitar aferrar las manos a su trasero y frotar la polla en su entrada. El trasero de Felix era redondo y suave, era irresistible para él querer chocar las caderas en él. Aún traía puestos los malditos molestos pantalones, que habían caído hasta casi sus rodillas, entonces se deshizo de ellos jalándolos con los pies y tirándolos fuera de la cama.

Hyunjin sostuvo su polla entre su mano, hizo un movimiento en toda la extensión, tratando de aminorar el palpitar doloroso. Luego sostuvo la cabeza con su pulgar, y la dirigió hasta la entrada rosada de Felix. Sin mucho esfuerzo, su entrada había dejado pasar la punta, entonces se agarró fuerte de sus caderas y se hundió hasta el fondo. Gruñó y tiró la cabeza hacia atrás cuando estuvo todo dentro.

Sus manos amasaron las caderas carnosas, incluso hundiendo las uñas en ellas. Sus propias caderas cobraron voluntad propia, no dejó ir ni un segundo para proporcionar estocada tras otra. El calor que lo rodeaba era embriagante, hipnótico. Su estómago quemaba, enloqueciéndolo por correrse otra vez.

Felix curveó la espalda y permitió que Hyunjin se dejara llevar, hundió su rostro en una almohada de terciopelo y se dedicó a disfrutar. Sentía su entrada siendo maltratada deliciosamente. Podía sentir en su vientre bajo un calor cada vez que Hyunjin llegaba hasta el fondo. El chico no estaba tan mal dotado, palidecía si lo comparaba con otras sirenas macho pero entre los humanos, fácilmente podría ser un tamaño sobresaliente. Entonces, en su forma humana se sentía muy bien cada vez que él golpeaba con fuerza.

Hyunjin podía ver cómo la entrada maltratada se había tornado ligeramente rosa. Cada vez que salía, pareciera como si no estuviera dispuesta a dejarlo ir, entonces succionaba su polla de vuelta. Era hipnótico ver cómo se tragaba todo, y dejaba escapar restos de semen por los bordes cada vez que Hyunjin entraba y salía.

De nuevo, se aferró a las caderas de Felix, golpeando profundo hasta buscar su liberación. Le costaba moverse más que la vez anterior, pero eso no lo paró de seguir hundiendo las caderas para tratar de correrse de nuevo. La posición facilitaba a Hyunjin llegar más profundo, el bonito trasero esponjoso de su capitán estaba justo frente a él, a total disposición para follárselo.

Estaba cansado y su aliento era insuficiente, su cuerpo estaba lleno de sudor, que goteaba incluso por su cabello, el sudor de su frente se condensaba hasta su mentón. Pero no podía parar. Se sentía tan bien como mal, su cuerpo entero dolía, pero la sensación cálida y húmeda era demasiado adictiva.

De nuevo, sintió como sus músculos se endurecieran. Sabía que por fin estaba a punto de correrse, por fin se desharía de ese calor horrible que quemaba su cuerpo. Sus muslos ya estaban cansados de tanto esfuerzo, no estaba en buen estado físico en primer lugar. Entonces, hundió las uñas en la piel de las caderas de Felix, aferrándose para dar continuas estocadas desordenadas hasta que se sintió cerca de liberarse.

De nuevo, un líquido caliente emergió de él, llenando el espacio y filtrándose cada que embestía. Comenzó a faltarle el aliento, y los tendones en las pantorrillas le dolían, pero Hyunjin siguió embistiendo hasta que no pudo más, ni siquiera esperó a terminar de correrse por completo, su cuerpo perdió fuerza y se derribó en la cama, a un lado de Felix, quien se vió confundido una vez que el contrario dejó de moverse deliciosamente como lo estaba haciendo un momento antes.

Su pecho subía y bajaba violentamente. La sábana de terciopelo era malditamente cómoda, que a pesar de que su cuerpo se hundía en ella empapado en sudor como si hubiera recibido un cubetazo de agua, Hyunjin se aferró a las almohadas alrededor y decidió descansar por fin.

Felix se reincorporó. Molesto y confundido. De nuevo, estaba muy lejos de correrse aún, y el chico se había desmayado por segunda vez, sin importarle si él había terminado. Su cuerpo estaba húmedo, su piel ligeramente dorada por los últimos días de atar cabos brillaba por la capa de sudor. Pero Felix no estaba dispuesto a dejarlo allí, quería que al menos, el tonto que había rogado follar antes de morirse le diera la suficiente satisfacción antes de dormirse, o habría sido una total pérdida de tiempo.

Felix agarró el hombro de Hyunjin, y volteó su cuerpo con un fácil movimiento. Su pecho subía y bajaba, y a pesar de la violenta vuelta, parecía demasiado dormido para importarle lo que la sirena hiciera ahora con su cuerpo.

Pasó sus piernas a cada lado de sus muslos, sentándose sobre su polla. Entre su mano sostuvo el mentón de Hyunjin, iba a despertarlo a la fuerza de nuevo y obligarlo a seguir. Tal vez tendría que hacer eso unas cuantas veces más antes de estar satisfecho, o hasta que sintiera piedad y lo dejara dormir.

Pero cuando Felix acercó el rostro a su cara, Hyunjin volteó el rostro con fuerza y apretó los labios. Intentó voltear su rostro a la fuerza y abrir sus labios con sus dedos, pero él los mantuvo bien sellados y trató de hundir su cara lo más que pudo en una almohada, bloqueándole el paso.

Era como si...

—Tu saliva tiene algo. —Hyunjin murmuró en la almohada. Entonces era por eso que se había negado a besarlo.

—Vaya, te diste cuenta. —Hyunjin le miró de reojo, aun tapando su boca con la almohada. Felix se acercó un poco a él, con una malvada sonrisa en la boca. —Te diré una cosa. Las historias que escuchaste están mal. No nos follamos a los piratas y luego los matamos... los follamos hasta matarlos.

Hyunjin abrió los ojos con horror.

¿¡En qué diablos se había metido!?

Nota de la autora:

Bueno, les dije que tenía plot twist 🤙
Quiero que aquí respondan honestamente quiénes lo adivinaron y quienes no 🤣

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