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Parte Dos

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When I sing this song
Blah, blah, blah, what else to say?

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Lo primero que sintió apenas despertar fue un intenso dolor que se extendía por todo su cuerpo. Sus músculos en la zona de sus muslos y pantorrillas quemaban por el ardor. Sus brazos estaban demasiado cansados, y se sentía incapaz de moverse.

Hyunjin abrió los ojos, y por primera vez en muchos meses de su vida, lo que vio no fue una fría bodega con una jaula que lo tuviera encerrado. Ni mucho menos la celda en la que lo habían metido los primeros días desde que había llegado al Deep End, y tampoco el cuarto de hamacas donde dormían los tripulantes del barco.

Lo que Hyunjin vió fue una bonita habitación de paredes de madera doradas, que reflejaban la luz de las ventanas. Muchos muebles de madera tallados intrincadamente, con joyas y piedras preciosas dispuestas encima de ellos. Por el rabillo del ojo, el rojo de las sábanas y almohadas de terciopelo le tapaba la mitad del campo de visión. Hyunjin suspiró, lo único que recordaba de la noche anterior era haber sido exprimido hasta la muerte, completamente ordeñado hasta la última gota, y entonces se había desmayado de verdad por el agotamiento.

Pero estaba vivo.

Desgraciadamente.

Hundió sus brazos en las sábanas, dispuesto a volver a dormir. Cambió la dirección de su rostro, y entonces percibió que al lado de él había alguien. Hyunjin entreabrió los ojos, Felix estaba sentado al lado de él en la cama, observándolo, con un gesto no tan feliz.

—¿Ya terminaste de dormir?

Hyunjin negó, y volvió a cerrar los ojos. La cama del camarote de Felix era tan malditamente suave, parecía hecha de plumas. Y el terciopelo de sus sábanas era suave y acogedor, quería hundirse en él, quería que la cama se lo tragara.

Antes de volver a dormirse, Hyunjin sintió un ardor en su cuero cabelludo, algo tiraba sin piedad de su cabello, despertándolo abruptamente solo para darse cuenta que era Felix quien tiró de su cabeza sin piedad.

Antes de poder preguntar o exigir alguna respuesta, Felix lo soltó y luego pateó su cuerpo fuera de la cama. Hyunjin cayó al piso con todo su peso, maldiciendo por el dolor, su cuerpo aún dolía por el maltrato de la noche anterior, y aun así era tratado peor que un animal tan pronto se despertó.

Felix se sentó en el borde de la cama, viendo cómo Hyunjin trataba de levantarse como un animal recién nacido, luchando para subirse de nuevo a la cama, posiblemente queriendo volver a dormir.

Felix pisó el hombro de Hyunjin y dijo: —Regresa a trabajar, en este barco no mantenemos holgazanes. —Y luego lo empujó con el pie para que cayera hacia atrás dolorosamente.

A pesar de su temperamento, Felix vió cómo Hyunjin luchaba incluso para pararse, y tal vez sintió un poco de pena por él, después de todo, él había sido el causante directo de su estado. Anoche, solo fue hasta que la nariz de Hyunjin comenzó a sangrar, y el hecho de que se había desmayado completamente, que lo dejó ir.

Luciendo patético, Hyunjin fue por su camisa y sus pantalones, vistiéndose con mucho dolor en el piso. Felix se preguntaba si realmente regresaría a trabajar, este chico era malditamente tonto y obediente ante sus ojos.

—Oye. —Hyunjin miró a verlo, se había puesto la ropa interior pero luchaba con los pantalones. —Te dejaré descansar por hoy, pero trabajarás para mí. En el baño hay un tarro de cristal con una crema blanca dentro, tráemelo.

Felix se dejó caer desnudo en la cama de terciopelo. Sentía la piel reseca, a diario dormía directamente bajo el sol de las ventanas, entonces cuando amanecía, sentía un poco de comezón en algunas zonas.

Hyunjin logró pararse agarrado del borde de la cama, haciendo una mueca de dolor al levantarse. Luego fue al baño y rebuscó en las repisas, no tardó mucho en encontrar el tarro que Felix le había indicado, lo tomó y regresó con él para dárselo.

—Siéntate aquí.

Felix indicó la orilla de la cama, entonces obedientemente fue y se sentó. Él se volteó, curveó su bonito cuerpo delgado y se dejó caer boca abajo en la cama.

—Tu primera tarea será untarme esa crema.

Hyunjin se quedó helado y estático en su lugar. Miró el bello cuerpo de Felix, que estaba acostado boca abajo en la cama. Su trasero era la parte que más llamaba la atención, era redondo y lucía suave.

Abrió el tarro esperando que Felix en algún momento le dijera que era broma, pero en ningún momento lo hizo. Tal vez después de haber sido exprimido hasta la muerte por él, aún no creía que se había fijado en su presencia. Hyunjin en algún momento de su estancia en ese barco comenzó a creer que Felix era un amor imposible e inalcanzable.

Hundió la mano en el tarro de crema, que era espesa y completamente blanca. Tenía la apariencia de merengue brillante, y espesura muy similar. La untó en sus manos, sintiendo su piel suavizarse con el contacto. Tal como hacía con sus cremas rejuvenecedoras cuando era hijo de aristócratas, Hyunjin empapó delicadamente sus manos con ellas y las llevó hasta la espalda de Felix, para empezar a untarla en él como le había pedido.

Su cintura era delgada y su espalda marcada. Felix descansaba la cara sobre sus almohadas, cerrando los ojos mientras Hyunjin seguía con lo suyo. Internamente se preguntaba hasta dónde estaría bien llegar. Aún si el día antes nada de eso le hubiera importado, hoy volvía a sentirse como si estuviera haciendo algo que no debía hacer.

Hyunjin se aseguró de llegar a sus hombros y masajear toda el área, Felix no parecía molesto o incómodo en lo absoluto, lo cual le dio la confianza suficiente para seguir con otras partes de su cuerpo. Volvió a sacar otro tanto más del tarro, y jugó con la textura hidratante de la crema.

—A los humanos les gusta mucho esta crema. Parte de mi riqueza viene de comercializarla. —Cuando Felix habló de repente, Hyunjin se sorprendió, creía que el contrario se había dormido a penas se acostó.

—¿De qué está hecha? —La textura entre sus dedos se sentía familiar. Había pasado un tiempo desde la última vez que usó una crema cosmética. Le traía recuerdos tanto agradables como desagradables.

—Concha nácar y baba de caracol. Es muy buena, deberías usarla, sirve como protector solar y aclarante, también es hidratante. Receta secreta especial de las sirenas.

Hyunjin lo miró de reojo. —¿Puedo usarla?

Felix asintió. Entonces Hyunjin agarró un poco de la crema y se la pasó por hombros, brazos y cuello. Había trabajado unos cuantos días en el Deep End, y su piel ya comenzaba a verse tostada.

—¿Era muy buena la vida... siendo hijo de aristócratas? —Hyunjin se sorprendió por la pregunta de Felix. Lo miró de reojo con un gesto confuso, pero Felix sentía que tal vez había hecho una pregunta sensible. Ayer, cuando Hyunjin había confesado la verdad cuando le preguntó, lo había hecho con tanta naturalidad que internamente aún dudaba de ello.

—Si... bastante. Tenía todo y no tenía que hacer nada para conseguirlo. Los sirvientes incluso amarraban las agujetas de mis zapatos, así que nunca aprendí a hacerlo por mí mismo.

Felix sintió pena por él. Él y Hyunjin eran dos polos totalmente opuestos. Él había tenido que esforzarse por conseguir la flota y la riqueza que tenía, mientras que el contrario lo había tenido todo en algún momento, y luego había sido vendido sin piedad.

—¿Por qué te vendieron?

Hyunjin apretó los puños, y luego bajó la mirada. —Los piratas tienen un código para esto, ¿verdad? Desde niño había oído que encontraban un compañero y se apegaban a él para toda la vida. Incluso formaban esta especie de... matrimonio en donde si uno de los dos moría, el otro se quedaría con su barco y sus posesiones.

—El matelotage.

Hyunjin levantó la vista y volteó a ver a Felix, sonriendo al reconocer la palabra. —Desde niño, me agradaba más la idea de tener un matelot que una esposa.

Mientras Felix lo miraba, analizando lo que había dicho, de repente arrugó el gesto cuando entendió la razón por la que Hyunjin había sido vendido. El contrario incluso juró oír un bajo "ouch" provenir de él.

Los piratas vivían una vida libre de reglas, así que nunca se preocupaban por si algo como ser homosexual estaba bien o mal. Incluso, había piratas que se paseaban por allí vistiendo como mujeres, sin preocupaciones. Pero la cosa en la sociedad normal era totalmente diferente, había piratas que usaban identidades inventadas a la hora de subir a un barco pirata, dar rienda suelta a sus fantasías, y volver a casa donde les esperaba una esposa e hijos, como si nada hubiera pasado.

—Vaya, te vendieron por homosexual. —Felix rió por lo bajo. —No recuerdo haberte dicho que te detengas. —Hyunjin se sorprendió por el abrupto cambio de tema, cuando se dió cuenta de que se había distraído metió la mano en el tarro para seguir bañando de crema a la sirena. —O la próxima vez que te venda, será por inútil y holgazán.

Hyunjin rió, entonces continuó con su espalda, pero al estar Felix de nuevo acostado, su trasero, suave y pomposo llamaba demasiado su atención. Quería hundir sus manos en ese precioso trasero redondo mientras terminaba con su espalda, pero no estaba seguro de tener el permiso de hacerlo.

Entonces Felix dijo: —Asegúrate de cubrir cada espacio.

Aquello hizo que Hyunjin tomara la iniciativa de poner sus rodillas a cada lado de las piernas de Felix, para que pudiera tocar con mejor facilidad. Agarró más crema y siguió por la espalda baja, hasta sus caderas. Felix no parecía darle ni la menor importancia al hecho de que estaba tocando todo su cuerpo, incluso parecía estar descansando relajado en la cama mientras era masajeado aquí y allá.

Sus manos bajaron hasta sus nalgas, hundiendo las manos en él mientras masajeaba. Su piel era demasiado suave y bonita, rebotaba y se amoldaba a sus manos mientras Hyunjin masajeaba su trasero. Con sus pulgares, abrió un poco las nalgas redondas y suaves, encontrando un pequeño agujero sonrosado justo en medio. Solo porque ayer había sido secado hasta la muerte por ese mismo pequeño agujero, Hyunjin ahora no sentía ganas de aprovecharse de la situación. Entonces, solo siguió masajeando sus nalgas, y luego la parte trasera de sus muslos, que estaban justo debajo de él.

Felix pareció darse cuenta de que había terminado casi toda la parte posterior de su cuerpo. Entonces volteó su cuerpo para quedar boca arriba, y luego sacó las piernas que antes habían estado apresadas debajo de Hyunjin.

Su cuerpo era muy bonito, Hyunjin no podía simplemente ignorar este hecho. Posiblemente se debía a su estatus de sirena, así como la forma coqueta y bonita en la que se movía. Ahora, había dejado caer sus brazos a cada lado de su cuerpo y apretó las sábanas con sus manos, mientras su cabello ondulado rubio caía en el terciopelo de la cama. Había sido tan malditamente atractivo que Hyunjin tuvo que tragar hondo al verlo. Por suerte, su polla estaría inútil la mayor parte del día, de otro modo hubiera sido inevitable para él tener una erección, si no es que la hubiera tenido ya apenas había empezado a untarle crema.

Como si eso fuera poco, el precioso capitán le sonreía dulcemente, esperando que siga con la tarea. Como un tonto obediente, hundió la mano en el tarro de crema y sacó un poco más para seguir por su pecho y hombros. Alzó uno de sus brazos y lo llenó de crema, y luego repitió la acción con el otro. Sus hombros eran delgados y rectos, sus propias manos lucían demasiado grandes en su pecho, y cuando pasaba las manos resbalosas llenas de crema por su pecho, sentía bajo su tacto los pequeños pezones rosas en su pecho.

Felix cerró los ojos de nuevo, manteniendo su sonrisa complacida en la boca. Hyunjin bajó por su cintura, y su abdomen marcado, luego sus caderas hasta sus muslos, no le fue difícil pasar sus manos por sus pantorrillas y muslos, luego se tomó un tiempo para pasar los dedos en sus pequeños pies, untando la crema con detalle.

No sabía qué hacer a continuación, además de su rostro, la única zona que le faltaba era la entrepierna de Felix, la había evitado hace un momento, y tampoco había podido tocarlo la noche anterior. Cualquiera pensaría que su vergüenza por tocar el cuerpo del capitán sería una estupidez debido a todo lo que había pasado la noche anterior, pero Hyunjin había estado tantos días fantaseando en secreto con alguien que creyó un amor imposible, que ahora aún se sentía prohibido.

Pero Felix había dicho "cada espacio" ¿no? Entonces, Hyunjin respiró hondo y agarró un poco más de crema. Se había dado cuenta que su bonita piel suave se sentía demasiado seca al tacto, y la crema era absorbida rápidamente. El día anterior, él había tenido que tomar un baño en agua de mar en la tarde, y ahora, su piel necesitaba de esa crema para seguir estando hidratada. Posiblemente, su piel se dañaría si no terminaba de cubrir cada espacio de su cuerpo.

Sus manos pasaron peligrosamente cerca de la entrepierna de Felix, luego miró a verlo esperando reacción en él, pero de nuevo lucía complacido y relajado por el toque. Hyunjin mantuvo la respiración en pro de prepararse mentalmente para lo que estaba a punto de hacer. Esperando que su polla no reaccionara y lo delatara.

Entonces, sus manos pasaron por encima de su entrepierna, masajeándola suavemente y cubriendo su piel de crema.

Nada. Hyunjin respiró hondo cuando su polla se mantuvo quieta en sus pantalones, a pesar de estar masajeando la de Felix. Al parecer, su pene estaría inútil por un rato, y Hyunjin lo agradecía, después del trauma de la noche anterior, necesitaría un momento para volver a juntar las ganas de hacerlo de nuevo.

Hyunjin rodeó el pene de Felix con su mano, y masajeó la piel suavemente entre sus dedos, con sus manos llenas de crema. Cuando terminó, cerró el tarro y usó el resto de crema entre sus dedos para su propia piel.

Como si Felix intuyera que ya había terminado, abrió los ojos y se estiró como un gatito en la cama de terciopelo. Luego fue tocando sus brazos, hombros, pecho y demás partes de su cuerpo, como si estuviera revisando el trabajo hecho por Hyunjin.

—Te faltó mi rostro y mi cabello, pero puedo encargarme yo.

Felix rodeó la cintura de Hyunjin, y agarró sus hombros. Entonces, antes de darse cuenta, Hyunjin había sido tirado a la cama y estaba justo debajo de Felix. El contrario aún estaba desnudo, con su bonito cuerpo y piel recién tratada, lucía radiante.

—Por cierto, Hyunjin. —Felix apretó un poco las piernas, su polla estaba siendo aplastada en sus pantalones justo debajo de su trasero desnudo, pero no reaccionaba aún, Hyunjin agradecía eso internamente. —Sobre lo que viste ayer... —La sirena curveó el cuerpo y puso sus dedos en los labios gruesos del contrario, poniéndolo nervioso con su aura hipnotizante. —No debes decirle a nadie. Nadie más en este barco lo sabe, y nadie más debe saberlo. Entonces, serás bueno y no le dirás a nadie, ¿verdad? Si lo haces... prometo recompensarte.

Por el tono dulzón y meloso, y la sonrisa juguetona en su rostro, Hyunjin sabía exactamente lo que "recompensar" significaba en ese contexto. No tuvo tiempo para reaccionar, salvo por asentir nerviosamente, mientras tenía al precioso capitán rubio encima de él. No había pensado ni un momento sobre la idea de revelarlo, pero ahora que podría sacar provecho de eso, definitivamente no diría ni una sola palabra.

—L-lo haré. No le diré a nadie.

Felix sonrió de lado, complacido. —Buen chico. Ahora puedes dormir.

Y entonces se separó de él. Felix se sentó en la orilla, tomó el tarro de crema y fue a buscar algo para vestirse. Hyunjin se mantuvo tenso en la cama, respiró hondo, dejó que las sábanas suaves se tragaran su cuerpo, que rogaba por un descanso.

—Más tarde te pediré que vuelvas a llenar mi tina con agua.

Hyunjin quiso replicar, pero prefirió hundirse más en la cálida cama y aprovechar para dormir y descansar lo más que pueda. Por su parte, Felix se vistió, y luego salió al barco para patrullar por la mañana.

Incluso antes de que Felix saliera por las mañanas, los demás tripulantes de su barco ya se habrían despertado para sus funciones diarias. Muy rara vez, Felix se paseaba por la cubierta, debido a que no le gustaba del todo la idea de que los demás lo vieran por mucho tiempo. Los únicos que tenían permitido acercarse del todo a él en su barco eran...

—¡Capitán! ¡Capitán! —Dos voces jóvenes y enérgicas llegaron hasta él, los humanos solo eran así de enérgicos cuando eran jóvenes. —Es Hyunjin, ayer desapareció del barco. Estuvimos buscándolo toda la noche por el barco y no pudimos encontrarlo, creemos que aprovechó el alboroto de ayer para esca...

—Estuvo trabajando conmigo ayer. —Tanto IN como Han abrieron los ojos sorprendidos. —Vengan a mi oficina, necesito hablar con ustedes dos.

Ambos se miraron uno al otro nerviosos, sin embargo, lo siguieron hasta entrar a su camarote, había cerrado la puerta de su habitación después de salir así que Hyunjin dentro no debería ser un problema de momento. Entonces, rodeó su escritorio y se sentó, señalando las sillas que mantenía a un lado del escritorio para que ambos chicos tomaran la iniciativa de ponerlas en frente y sentarse.

—¿Qué... es lo que quería hablar con nosotros, capitán?

Tanto IN como Han parecían preocupados, incluso aterrorizados, Felix se preguntaba si creía que iba a regañarlos por algo o incluso expulsarlos de su tripulación. Ambos siempre habían sido muy disciplinados y exigentes consigo mismos, así que merecían todo lo contrario, pero él como capitán siempre había puesto exigencia en ellos por mucho que mejoraran.

Felix sacó unos cuantos documentos y apuntes, eran cosas de menor importancia en las que tenía que trabajar, como cuentas de dinero y riquezas, o trabajar en algunos mapas para establecer los puntos que visitarían después.

—Yang Jeongin, a partir de ahora ya no serás miembro de esta tripulación. —El menor abrió los ojos, aterrorizado, preguntándose qué había hecho mal para recibir este castigo. —Serás el capitán del nuevo barco que se añadió ayer al flote, luego hablaremos para que elijas a tus tripulantes.

Cuando comprendió, el joven Jeongin abrió los ojos y la boca aún más. Miró a ver al chico a su lado esperando respuesta, pero este lo miraba igual de sorprendido, sin saber qué decir o hacer.

El joven se paró y luego hizo una reverencia recta. —¡Muchas gracias, capitán!

Felix lo miró de reojo, aún con la vista en sus papeles, luego rió por lo bajo y continuó. —Han Jisung. —El nombrado se ajustó a su silla, sin saber ni tener pista de lo que su capitán le diría. —El capitán de Limbo necesita un nuevo asistente, esta semana moverás tus cosas a su barco.

—P-pero capitán... —Felix le dedicó una mirada de reojo, el chico parecía feliz y triste a partes iguales. Ya había notado lo cercano que era al capitán del Limbo, entonces no creyó que se negaría de ninguna manera. —¿Quién se encargará de nuestras tareas?

Llevarle agua de mar todos los días, lavar su ropa, limpiar su camarote de vez en cuando. Felix había designado todas esas tareas al par de chicos. Usualmente, trataba de mantenerlos lo más lejos posible, ya que estos dos, a diferencia de Hyunjin, no eran tan tontos como para no notar o sospechar de él. De hecho, ya había planeado hace un tiempo relevarlos a otros puestos únicamente para deshacerse de ellos. No porque le disgustara sus presencias, sino porque los chicos jóvenes eran demasiado inteligentes y precavidos para su gusto, habían aprendido rápido todo lo que Felix les había enseñado sobre navegación, entonces, sería cuestión de tiempo para que también empezaran a sospechar sobre lo otro.

Por otro lado, Hyunjin no solo sabía sobre su condición de sirena, sino que parecía no importarle. Había cierta consistencia sobre lo que Hyunjin había mencionado sobre su pasado. Los piratas estaban tan aterrados de las sirenas, que si sospecharan mínimamente que él era una, ya hubieran organizado un golpe de estado, o tirarlo al mar para comprobarlo. Los humanos de la sociedad común, como Hyunjin, carecían de este miedo por las criaturas del mar que tenían los piratas. Hyunjin no le temía, o al menos no como los piratas. También era fácil de manipular, lo cual lo hacía perfecto para ser su asistente, mucho mejor que el par de chicos inteligentes que estaban delante de él.

Y por último, podría aprovechar sus habilidades aprendidas mientras se deshacía de ellos, estaba matando dos pájaros de un tiro.

—Econtraré a alguien, no se preocupen. Ustedes ya han aprendido lo suficiente de mí, sus habilidades no deben ser desperdiciadas llevándome agua y lavando mi ropa. —Felix se levantó de su silla. El par lucía triste, no quería admitirlo pero se había encariñado con ellos y posiblemente ellos con él, así que aunque fuera un cambio para mejor, ellos estarían tristes por tener que dejarlo. —Venga, tenemos todo el día por delante para hacer los cambios.

˖°𓇼🧜🏻‍♀️⋆🫧

Felix regresó a su camarote más tarde, cuando el sol comenzaba a esconderse. Tal como lo esperado, Hyunjin seguía durmiendo en su cama, con la cara tapada entre almohadas y sábanas de terciopelo para que la luz del atardecer no le diera en la cara.

Se acercó sigilosamente sin querer despertarlo. Quería observarlo un poco mientras dormía, para que Hyunjin no pudiera darse cuenta. Las sirenas eran criaturas muy sociales, al igual que los humanos o los delfines. A Felix le gustaba estar rodeado de gente o animales, disfrutaba la compañía. Pero después de volverse capitán de un barco pirata, tuvo que hacerse amigo de la soledad para que ellos no sospecharan, se mantenía bajo la coartada de ser un capitán peculiar, y confiaba en que ellos verían más todo el éxito al cual había llevado a la flota en vez de sus actitudes fuera de lo común, aunque, allí fuera había numerosos piratas locos y extraños, pasar todo el día solo era algo normal en comparación. Debido a esto, se había vuelto demasiado solitario.

Se sentó suavemente en la orilla de la cama. Hyunjin se había vestido con solo unos pantalones viejos y una camisa fea, posiblemente sucia. Jisung y Jeongin, o como la tripulación los llamaba: IN y Han, le habían dado a Hyunjin un poco de ropa, sin preocuparse mucho sobre lo que un chico esclavo tuviera que usar. Felix se hizo la nota mental de conseguirle algo bonito, la ropa humana era linda, también le gustaban las joyas y toda esta especie de muebles y cosas extravagantes, así que incluso sus asistentes vestían bonitos sacos de terciopelo verde y rojo, camisas blancas y botas elegantes.

Se quitó las botas con cuidado de no hacer mucho ruido, y luego gateó hasta estar más cerca de Hyunjin. Sus manos fueron a parar a las sábanas y almohadas que tenía alrededor de la cara. Quería verlo más detenidamente. El chico era guapo, tal vez no tanto como otras sirenas macho, pero para ser un humano ordinario había algo especial en la forma en la que lucía, incluso vistiendo ropas sucias y desgastadas era guapo. Entendía por qué las sirenas dentro de su anterior barco habían decidido llevárselo.

Felix agradecía haber salvado a este chico.

Hundió la mano en su denso cabello negro en cuanto tuvo la oportunidad. Aun así, Hyunjin siguió dormido. Había algo que quería hacer desde un principio. Tal vez era porque las sirenas comían humanos después de matarlos, que el olor a mar y sol en el cuerpo de los piratas lo volvía malditamente loco. Felix acercó su cuerpo al de Hyunjin y trató de acurrucarse junto a él. Apoyó la cabeza sobre su hombro y trató de acercar lo más que pudo su nariz a su cuello, para aspirar su olor humano. Si fuera una sirena hembra, Felix no hubiera podido resistir las ganas de violarlo, luego matarlo y comérselo. Pero como era un macho, más racional que ellas, prefería comerse un pescado crudo y dejar a este chico vivo para disfrutar su presencia.

Felix cerró los ojos, dejando que el olor a mar y sol en el cuerpo del chico lo arrullara. Después de un rato, sintió una mano recorriendo su espalda baja que luego apretó su cintura. Abrió los ojos, había sido capturado acurrucado al lado de un Hyunjin dormido, pero no le importaba. Era la primera vez que podía disfrutar de esto.

Cuando Hyunjin abrió los ojos, ya casi había oscurecido. Había dormido toda la mañana y tarde, había dormido como nunca en su vida. Le sorprendió mucho sentir en su hombro y la mitad de su pecho el peso de alguien, y se sorprendió aún más al ver a Felix acurrucado a su lado, pero no podía quejarse. Entonces, Felix abrió los ojos, y lo miró como si esperara algún tipo de reacción o respuesta de él.

—Tu cama es muy buena, quisiera que me tragara. —Bostezó. —No había podido dormir bien, no te ofendas pero las hamacas sucias del barco pican toda la maldita noche.

Felix rió por lo bajo. —Puedes dormir aquí a partir de ahora si quieres.

Hyunjin parpadeó un par de veces, sorprendido. Luego se llevó las manos a los ojos y los talló como recién despierto. Entonces volvió a mirarlo confundido.

—¿Es en serio? —Felix asintió. —¿Por qué de repente estás siendo tan bueno conmigo? Juraría que ayer casi me matas.

—Porque tú prometiste ser bueno primero. —Felix separó la cabeza del hombro de Hyunjin, reincorporándose en la cama. —¿Recuerdas la tarea de ayer, sobre traer el agua? Lo harás todos los días.

—¿No puedes usar la misma agua de ayer? —Sonaba como mucho trabajo para Hyunjin, quien había sido un flojo toda su vida.

—Me gusta el agua fría y fresca del mar. También lavarás mi ropa, mi piel se torna escamosa apenas toco el agua, así que no puedo hacerlo por mí mismo frente a los otros tripulantes, y es muy molesto esconderme para hacerlo. Jeongin y Jisung ya no serán parte de este barco, así que...

Hyunjin se reincorporó en la cama, sorprendido. —¿Qué dijiste?

—Lavarás mi ropa, también limpiarás mi camarote y...

—No, sobre IN y Han.

Felix se mantuvo callado, luego, dijo bajito: —Ya no formarán parte de este barco. A partir de mañana. —Al parecer, Hyunjin seguía sorprendido, así que siguió explicando. —Mañana serán trasladados a otros barcos de la flota.

Hyunjin suspiró hondo.

Por fin. Se había deshecho de la competencia, y sin esforzarse por ello.

—Levántate, tienes que llenar la bañera de agua otra v...

—Si, sí. Lo haré. No tienes que repetirlo.

Hyunjin se separó de la cama, sorprendiendo a Felix por lo saludable que lucía. Estiró la espalda y los brazos, haciendo que sus huesos truenen, luego recogió sus zapatos viejos y desgastados, se los puso y se fue al baño.

Sin más, Hyunjin había drenado el agua de la tina en el baño siguiendo sus instrucciones. Felix había hecho agujeros a la altura del piso, de forma que el agua que salía de la tina salía directamente al mar. Entonces tomó el cubo que Felix le había dado el día anterior y salió a la cubierta. Se sentó en su escritorio en lo que Hyunjin llenaba su tina, y volvió al trabajo.

Debido a que conocía el mar desde dentro, y que su especie estaba diseñada para orientarse naturalmente, Felix era un capitán excepcional en navegación y exploración. A los piratas poco los importaba por qué su joven capitán parecía tener una experiencia innata en estas áreas, solo les importaba la riqueza y el poder.

Los mapas que Felix usaba eran trazados por sí mismo. También se había hecho rico a base de vender mapas del océano, sus habilidades de sirena, como su buena memoria, su sentido de orientación y muchas otras habían sido la clave de que se haya destacado de otros capitanes piratas.

Hyunjin estuvo saliendo y entrando de su camarote, Felix podía escuchar el ruido del agua en la tina, llenandola cada vez más.

—Asegúrate de dejar el piso seco esta vez. —Felix comentó casualmente. Entonces, Hyunjin se detuvo en la puerta del baño.

—Lo siento por eso. —Sorprendido por la disculpa, Felix giró su silla y encaró a Hyunjin. —Bajé a buscar un trapeador, pero creo que tardé demasiado. Cuando entré, ya estabas dentro de la bañera.

Felix sintió un poco de pena por él. Hyunjin era malditamente sincero y obediente.

—Esta vez te dejaré terminar. —Felix rió por lo bajo y siguió con la tarea de dibujar mapas.

Después de ver cómo Hyunjin dejaba seco el piso, supuso que el baño estaría listo. Entonces abrió la puerta y vio la tina de baño casi llena, a un buen nivel de agua.

Llevó las manos al cinturón en su cintura, y lo deshizo, luego los botones de sus pantalones. Entonces, recordó que no estaba solo en esa habitación, estaba muy acostumbrado a desnudarse dentro de su recóndita habitación, y nunca recibía visitas. Volteó a ver a Hyunjin, quien estaba justo detrás de él, y como sospechó, lo estaba mirando.

Esperó en qué momento Hyunjin le quitaría la vista de encima, entonces siguió bajando el cierre de sus pantalones, y luego se inclinó un poco para bajarlos junto a su ropa interior. Su camisa de botones le tapaba el trasero y la entrepierna, y aunque supiera que Hyunjin ya lo había visto todo antes, era gracioso para él ver lo descarado que era mientras lo veía desnudarse, evadiendo la mirada de vez en cuando, como si no lo hubiera atrapado mirando.

Felix deshizo los botones de su camisa, y cuando estuvo seguro de que Hyunjin lo estaba mirando, dejó caer esta por sus hombros, y se la retiró completamente bajo la mirada de Hyunjin, dejando al descubierto su espalda y trasero.

Abrió la puerta del baño y cuando tuvo la bañera frente a él, levantó las piernas y las metió dentro del agua una por una. Detrás, Hyunjin no podía ver lo que pasaba al momento en que Felix metía las piernas en el agua, sabía que su piel se tornaría escamosa al contacto, pero no podía verlo. Desde su campo periférico, observó cómo metió ambas piernas en la tina, luego se arrodilló y hundió la parte inferior de su cuerpo completamente. Entonces, cuando estuvo sentado en ella, Felix hundió la parte superior de su cuerpo, y del otro lado de la tina, emergió una gran cola azul escamosa.

Esta vez, Hyunjin se propuso observar un poco más sobre su anatomía de sirena, aprovechando que ahora podía ver sin estar en peligro. Unas aletas traslúcidas y azules sobresalieron del agua, chapoteando cuando se movían. Las escamas eran iridiscentes, y de color azul brillante. Al parecer, su cabello también se tornaba azul al contacto con el agua, porque luego de que Felix asomara su cabeza, mojada, pudo notar que su cabello antes rubio ondulado, ahora era azul brillante.

Felix se pasó las manos por su cabello azul, las cuales, eran de un tono azulado de piel, las puntas de sus dedos terminaban en uñas largas y los dedos eran unidos por membranas semi transparentes de un ligero color azul. Luego, estuvo un rato entrando y volviendo a salir del agua. Hyunjin se preguntaba si Felix debía repetir la rutina todos los días, o solo lo hacía porque quería. El capitán lucía como alguien limpio y ordenado, esta podría ser lo equivalente a su "ducha de todos los días", pero con agua de mar.

—Hyunjin. —Escuchó su nombre provenir desde el baño. —Ven aquí.

Sin pensarlo mucho, se dirigió al baño, la puerta ya estaba abierta así que no tuvo que abrirla. Aun así, se sentía extraño acercarse a Felix sabiendo la forma que tenía. Había escuchado historias sobre sirenas y lo malditamente aterradoras que eran, incluso había sido atacado por dos en su anterior barco, pero Hyunjin aún llegaba obedientemente como un perrito a donde su capitán le pedía. Como si estuviera hechizado por él, pero Hyunjin sabía que lo hacía por decisión propia y no por obligación.

Cuando estuvo frente a la tina se arrodilló, para que su rostro quedara más a la altura de el de Felix. Dentro del agua, su larga cola azul se movía de forma serpenteante, las escamas holográficas eran hipnóticas. No pudo evitar recorrer su cuerpo de sirena con su mirada, volviendo rápidamente a verlo a la cara. Su cabello era azul brillante, en algunas zonas de la cara y el cuello sobresalían pequeñas escamas azules, pero eran demasiado pocas para hacerlo lucir extraño.

—Usualmente aplico la crema que te mostré mientras me baño. Ayer me interrumpiste antes de que pudiera seguir con mi rutina, por eso te pedí que me ayudaras con ello en la mañana. —Felix señaló el tarro de crema que estaba en una de las repisas, entonces Hyunjin extendió su mano y lo agarró. La sirena extendió el brazo frente a Hyunjin. —Vamos, empieza.

En la mañana, la única razón por la que Hyunjin no había tenido reacción alguna había sido porque la noche anterior Felix lo había exprimido hasta la muerte. Ahora, después de una siesta reparadora de toda la tarde, y ya que su cuerpo se había mejorado, no se sentía tan fuerte para lo que debía hacer.

Hyunjin tragó hondo. Esto iba a ser malditamente tortuoso y difícil. Cualquiera creería que, al estar Felix en su forma real de sirena, con una maldita cola en vez de piernas, y escamas pequeñas repartidas en otras partes de su cuerpo, no podría encontrarlo atractivo. Pero la realidad era totalmente diferente.

Abrió el tarro y metió la mano para llevarse un poco de la crema, la cual había sido milagrosa para su piel tostada de varios días de trabajo en el barco. Luego puso el tarro en el piso, y tomó la mano que Felix le ofrecía para recubrirla con crema.

Su piel se sentía húmeda y ligeramente viscosa al tacto. Al principio, Hyunjin creyó estar imaginándolo, pero luego comparó la textura con sus propias manos bañadas en crema, y las de Felix se sentían más lisas y resbaladizas en comparación. La sirena mantuvo sus manos relajadas mientras le daba un masaje, tocando suavemente las membranas entre sus dedos que lucían traslúcidas y delicadas, y luego subió por sus brazos para esparcir crema por el resto.

Su pecho había cambiado muy poco, algunas zonas de su piel como sus manos tenían un tono más frío mientras que el resto mantenía el color claro y sonrosado que le había visto en todo el cuerpo mientras tenía forma humana. Al parecer, en ambas formas, él seguía siendo malditamente atractivo, Hyunjin se preguntaba si esta belleza era normal en las sirenas, entonces el precioso capitán delante de él sería considerado ordinario en comparación.

Hyunjin tomó más crema del tarro, luego subió hasta sus hombros con las manos. Felix se acercó más a él para facilitarle la tarea, sentándose casi de espaldas a Hyunjin. Entonces fue pasando ambas manos por sus hombros y espalda. El cuerpo de la sirena era delgado, incluso se le podría llamar pequeño en comparación, pero ya había visto antes lo fuerte que este delgado cuerpo era. Sus brazos eran delgados pero firmes, sus hombros eran rectos y los músculos en su espalda se marcaban ligeramente cuando se movía.

Hyunjin, a quien le gustaban los hombres, estaba teniendo un mal momento tratando de no reaccionar con lo que veía y tocaba. Ahora que había descansado y se había recuperado, parecía que su entrepierna también había recuperado su energía.

Agarró más crema para pasarla por su cuello. Sus escamas pequeñas tenían una textura peculiar, pero no se levantaban como las escamas en los pescados, sino que parecían completamente pegadas a la piel y eran suaves, como las de las serpientes. Luego subió por su cuero cabelludo, Felix le había mencionado antes sobre usar la crema en su cabello, entonces separó su cabello en secciones, para aplicar la cantidad de forma homogénea.

Mientras cuidaba de su cabello, Felix se volteó abruptamente y agarró con fuerza el cuello de su camiseta. Hyunjin sintió un tirón que lo hizo acercar el rostro por la fuerza del agarre, había sido rápido, y no entendía qué pasaba.

Felix se acercó al cuello de Hyunjin, casi rozando la nariz en él. Cerró los ojos, y aspiró el aroma.

—Odio el olor de tu ropa. Huele a tierra.

Hyunjin tembló cuando el aliento de Felix le rozó el cuello. Sintió su respiración en su piel, luego tragó hondo cuando se dió cuenta del giro que había dado la situación. Hyunjin se mantuvo quieto, con la camisa del cuello fuertemente sujetada por las manos membranosas y fuertes de la sirena.

—¿Estás seguro que es la ropa? Creo que huelo un poco mal.

Felix soltó un poco el agarre en su cuello, pero en lugar de eso, sus dedos se desviaron a los botones de su camisa, y uno a uno comenzó a deshacerlos. Cuando tuvo algunos botones abiertos, su nariz se hundió entre su cuello y su hombro.

—No. Me gusta tu olor, me hace sentir hambre...

Hyunjin tragó hondo, luego sintió una húmeda lengua rozándole la piel. Estaba seguro de que era su lengua, porque no era la primera vez que Felix hacía eso. Pero, ahora que lo pensaba...

—¿Q-qué tipo de hambre? —Tembló un poco. Hyunjin no quería asumir algo erróneo de Felix, solo que la idea de estar siendo lamido por una sirena con la fuerza de un elefante mientras hablaba sobre estar hambriento no era del todo reconfortante.

Felix se alejó un poco de él, manteniéndose aún cerca de su rostro, pero lo suficientemente lejos para que pudiera ver el gesto en su cara. Entonces sonrió de lado, un pequeño colmillo se asomó por la comisura de su sonrisa.

—Las sirenas nos comemos a los piratas después de matarlos. —Hyunjin tragó hondo. Luego Felix soltó su cuello por fin, y se alejó de él para devolverse a la bañera. —Pero no voy a comerte, o al menos no de la forma literal.

Hyunjin suspiró. Su corazón bombeaba como un tren dentro de su pecho. Pequeñas gotitas de sudor se acumulaban en su frente. Agradecía que Felix no quisiera comerlo de la forma literal. Espera... ¿cómo había dicho?

—Le pedí a Jeongin que me prestara algo de ropa para ti. Será temporal, luego conseguiremos algo mejor. No es mi intención que mi asistente me acompañe a todos lados vistiendo como un esclavo, aunque sea ese tu origen. —Hyunjin no había terminado de procesar la afirmación anterior, cuando nueva información le fue arrojada. ¿Ropa prestada de Jeongin? ¿Asistente?

Luego, Felix tiró suavemente de su camisa, intentando sacarla. —Ahora, quítate eso y tíralo al mar. El olor es realmente molesto.

Hyunjin olió su ropa. Como Felix había dicho, olía a tierra, mezclada con sal, sol y mar. Luego olió su propia piel y sus axilas, arrepintiéndose con lo último. Su olor corporal sólo podría definirse como agrio.

Entonces, deshizo los botones restantes de su camisa, sacó los brazos por las mangas y luego de sacarla, la tiró detrás de él sin importarle dónde había caído. Luego se encargaría de tirarla. Hyunjin se preparó para seguir con la tarea, pero fue interrumpido por Felix.

—Y también los pantalones. Huelen igual o peor que la camisa.

Hyunjin apretó los labios. Luego echó un vistazo a sus pantalones, doblados hasta mostrar sus talones. Debajo, escondía una dolorosa erección que se había estado formando mientras tallaba el cuerpo de Felix. Su mini yo estaba muy emocionado dentro, pero él no tanto.

Cuando miró a Felix, con cierto pánico, se dio cuenta que la sirena lo miraba de forma divertida, con media sonrisa de lado. Tal vez lo estaba imaginando, pero era como si de nuevo jugara con él.

Felix se separó un poco de la tina, y acercó su cuerpo al de Hyunjin. Su mano membranosa sujetó cara, con su pulgar en su barbilla y el resto de dedos en su mejilla, con la otra mano le agarró el cuello. De nuevo, Felix acercó la nariz a su cuello, lo que le hizo darse cuenta que siempre que acercaba su nariz a él, Felix acercaba mucho sus espeluznantes y filosos colmillos a la vena de su cuello. Hyunjin, sin darse cuenta, se seguía sirviendo en bandeja de plata en caso de que la sirena quiera asesinarlo, y comérselo como había dicho.

—Me gusta tu olor. —Hyunjin tragó hondo de nuevo cuando el aliento de Felix chocó contra su cuello. Pareciera que mientras el miedo crecía en él, el calor también se hacía más fuerte. —Solo por el olor en tu piel, puedo saber lo excitado que estás, también que has intentado ocultarlo desde hace mucho.

Hyunjin sintió la mano en su cuello soltar el agarre, pero descendió por su cuello, pasando lentamente por sus clavículas y llegando hasta su pecho. Mantuvo la respiración, como si su corazón fuera a explotar si no lo hacía. Estaba malditamente aterrado, también malditamente excitado. Incluso si casi había muerto la noche anterior, Hyunjin se sentía listo para volver a enfrentar a la muerte por segunda noche consecutiva.

—Los humanos son graciosos. Ni siquiera te he tocado, pero ya pareces un delfín en celo. —Su mano bajó por su pecho, tocando muy suavemente, con sus dedos lisos y húmedos. Su respiración se sentía en su cuello, una de sus manos sostenía su cara y la otra bajaba tortuosamente por su pecho. —En la mañana parecías muy agotado, pero ahora estás enérgico de nuevo. Justo aquí.

Sus manos palparon tortuosamente cerca de su entrepierna. No solo era como si jugara con él, para este momento, Hyunjin ya sabía que estaba jugando con él. Felix disfrutaba de estar volviéndolo loco, de destruir su cordura. Y malditamente estaba disfrutándolo. Su polla latía dentro de sus pantalones, dolorosamente, exigiéndole algún lugar apretado y caliente para meterla.

—Ayer... me preguntaste si quería tu forma real o tu forma humana. —Felix murmuró un asentimiento, cerca de su cuello. —¿Puedo... elegir tu forma real esta vez?

Entonces, Felix se separó un poco de su rostro, poniendo un gesto ligeramente molesto. —¿Quién te dijo que te dejaré follarme hoy?

Hyunjin parpadeó un par de veces confundido. ¿No era por eso por lo que había jugado con él todo el rato? ¿o Felix realmente solo había estado divirtiéndose con sus reacciones?

—Mírate. Solo estás vivo porque ayer tuve piedad de ti cuando te desmayaste, y hoy vienes a pedirme que lo haga de nuevo. —Felix soltó una risa por lo bajo, burlándose de él. —Por lo visto realmente eres tonto.

Los labios de Hyunjin formaron una línea, se sentía como un pequeño cachorro siendo regañado por su dueño. Pero solo era un tipo caliente al que le habían negado follar.

—Solo una ronda, es todo lo que puedo darte. —Felix levantó un poco la ceja. —Tal vez dos, no lo sé. No he comido bien desde hace mucho tiempo, viví de pan duro y de dormir en una jaula en los barcos en los que he estado. Supongo que eso afectó mi salud. Pero... —Su tono de voz pasó de ser tímido a seguro. —No importa si mi pene se vuelve inútil. Aún tengo manos, una boca y un agujero para usar.

Felix lo miró seriamente durante unos segundos. Luego, estalló en risas, sintiendo pena, verguenza y mucha diversión mezclada por el tipo tonto que estaba frente a él. Si el humano no fuera tan lindo y divertido, lo hubiera matado desde el día anterior cuando lo vio en su forma real.

Felix sostuvo el mentón de Hyunjin y lo miró de cerca, maravillado por su nuevo juguete. —Eres tonto y obediente, me gusta mucho eso. Ahora, quítate los pantalones y entra al agua.

Hyunjin se sorprendió. Su corazón aún bombeaba con fuerza, producto de experimentar el lado más peligroso de Felix, entonces sus manos temblaron cuando deshizo el botón del pantalón y el cierre, para tratar de sacárselo torpemente y desesperado cuando procesó lo que Felix había dicho. Cuando logró quitárselos, los arrojó fuera del cuarto. Alzó una pierna y la metió dentro de la tina, tropezando y cayendo dentro, haciendo que el agua salpicara por todos lados al entrar.

El nivel del agua subió, cubriendo la mitad inferior de su cuerpo. El agua estaba fría, la temperatura corporal de Felix no parecía cálida tampoco. Hyunjin había caído estrepitosamente dentro de la tina y necesitó de un segundo para acomodarse dentro, estabilizándose al lado de Felix, quien se mantenía sentado en la tina, mirando su torpeza divertidamente.

Cuando pudo estabilizarse, Hyunjin puso una mano en la orilla de la tina, al lado de la cara de Felix, para aferrarse mejor a la tina de porcelana resbaladiza. Después de creer que Felix había estado a punto de matarlo y comérselo, su corazón aún latía con fuerza.

La cola azul de Felix era más larga de lo que había esperado. Parecía ser más larga que las piernas de un humano. Las escamas en su cola se sentían resbalosas en contacto con su piel, era una sensación extraña. Mientras miraba su cola, sintió una mano fría tomarle el rostro y voltear su cara. No sabía si era porque Felix era una sirena y su aura tenía algo hipnótico, pero Hyunjin no pudo evitar sentirse atraído por besarlo. Al parecer, Felix estaba esperando lo mismo, así que sus labios chocaron intensamente.

De nuevo, Hyunjin se había topado con la misma sensación de ayer. Tenía la teoría de que algo en la saliva de Felix encendía todos los receptores de su cuerpo, había usado eso un día antes para obligarlo a seguir hasta el límite de su cuerpo. Pero ahora, en vez de negarse, Hyunjin se dejó ir al besarlo, aceptando el intenso calor que sentía con cada uno de sus besos.

La lengua de Felix era larga y recubría cada espacio de su boca. Su saliva tenía un ligero gusto a mar, que en vez de desagradarle, le recordaba que Felix no era humano, lo que era aún mejor para él.

Hyunjin puso una mano en el pecho marcado de Felix, y luego hizo un recorrido hasta su vientre bajo. Más abajo, comenzó a sentir el inicio de la textura escamosa de su cola. Estaba tratando de encontrar algo en concreto, pero se sintió extrañado cuando no pudo hallarlo.

Se separó del beso, sorprendido. —¿Dónde está?

El gesto de Felix le hizo entender que no sabía a lo que se refería. —¿Qué cosa?

—Tu... —Hyunjin hizo señas abajo, apuntando en la zona donde debía estar la entrepierna de Felix, ¿o debería decir entrecola? —No me digas que no tienes... —Hyunjin estaba sorprendido. Aunque haciendo memoria, justo ayer y esa mañana lo había visto claramente mientras tenía forma humana.

Felix rió cuando entendió a lo que se refería. Pero en lugar de darle una respuesta, tomó una de las manos de Hyunjin y la acercó a su abdomen bajo. Entre el agua, Hyunjin sintió la piel de Felix, luego la textura escamosa de su cola que ya había sentido antes. Con los dedos, el contrario se aseguró de que las yemas de sus dedos palparan las texturas correctamente, entonces los guió en un recorrido, hasta que, lo que Hyunjin sintió no fueron solo las escamas duras, sino una zona suave que se hundía cuando ponía presión.

Con sus dedos, Felix presionó los de Hyunjin en esa zona, y estos se hundieron un poco, en una especie de corte profundo. Hyunjin se sorprendió cuando las puntas de sus dedos se hundieron más en ese espacio estrecho y viscoso.

—Está allí dentro. —Felix hizo que los dedos de Hyunjin se hundieran más. Luego de unos segundos, Hyunjin finalmente entendió qué era lo que estaba tocando. Entonces, cuando dos de sus dedos habían entrado hasta tener los nudillos dentro, sintió algo dentro moviéndose. Felix retiró sus dedos antes de que pudiera tocar más profundo. —La mayor parte del tiempo está oculto, sería un estorbo al nadar si estuviera fuera todo el tiempo.

Hyunjin tragó hondo. Su polla palpitaba emocionada después de este nuevo descubrimiento. Con sus dedos, intentó buscar de nuevo la entrada, palpando cuidadosamente. Y cuando la encontró, tuvo la urgencia de querer meter los dedos hasta donde llegaran. Pero luego de intentarlo, Felix sostuvo su mano fuertemente y le dedicó un gesto un poco enojado.

—Si solo vas a durar por una ronda, será mejor que no lo despiertes. —En ese momento, Hyunjin retiró la mano con pánico. Felix ya había aceptado tener piedad con él esa noche, pero si el órgano dentro de esa abertura despertaba, podría estar de nuevo encarando la muerte.

—Entonces... ¿dónde se supone que voy a meterla? —Felix soltó un suspiro fastidiado. Se preguntaba si todos los humanos eran como Hyunjin, como delfines en celo. Aunque, tampoco podía hablar mejor de su especie, sobre todo de las hembras.

Felix giró su cuerpo en el agua, para quedar pecho abajo. Luego dobló la cola, como si estuviera sentado sobre sus rodillas en la tina. Se agarró de la orilla de la tina y luego alzó el trasero.

Cuando Felix estuvo posicionado en la tina, tomó la mano de Hyunjin para indicarle de nuevo dónde debía tocar. La anatomía de las sirenas no era tan diferente a la de los humanos, entonces llevó la mano de Hyunjin a su trasero y comenzó a bajar. El trasero de Felix estaba recubierto con escamas, y aunque no se veía a simple vista, al igual que en la delantera, había una abertura con forma de corte justo en medio.

Cuando puso presión, al igual que la abertura que escondía su miembro, esta se abrió ligeramente, permitiendo que los dedos de Hyunjin entraran al poner presión. El interior era más apretado, caliente y resbaloso. Sintió su entrepierna pulsar enérgicamente cuando sus dedos estuvieron hundidos hasta los nudillos.

Felix soltó su mano y se acomodó con la espalda curvada en la zona inclinada de la tina. Viendo que había permitido que sus dedos se hundan, Hyunjin tomó la iniciativa de hundirlos más. Ambos dedos llegaron hasta el límite que sus nudillos le permitían.

Por dentro se sentía resbaloso, justo como se había sentido la noche anterior, como si hubiera una diferencia en la anatomía de las sirenas macho y los hombres humanos que les permitiera tener esa zona lubricada, como si estuviera lista o hecha para la usarse de esa forma.

Hyunjin movió los dedos de arriba a abajo, luego los abrió en forma de tijeras, y oyó un leve suspiro proveniente de Felix. Sorprendido, se giró para ver a Felix, y continuó moviendo los dedos dentro, aventurándose a entrar y salir de dentro. Queriendo sacarle otro suspiro.

Felix gruñó y giró para verlo con un gesto molesto. —¿Vas a usar los dedos todo el día? Creí que estabas desesperado. —Hyunjin se sorprendió. Era cierto, pero también se sentía curioso sobre la anatomía de la sirena. —Pero no importa, haz lo que quieras.

Fastidiado, Felix cruzó los brazos sobre la curva de la tina, y dejó su cara descansar sobre ellos. Hyunjin tomó esta oportunidad para jugar un poco más. Hundió los dedos en la entrada de la sirena, disfrutando de la sensación extraña y viscosa dentro. Usualmente, la temperatura corporal interior de los humanos era caliente, los agujeros humanos junto a la fricción se podían poner malditamente calientes. Pero el interior de Felix en su forma real no lo era, tampoco era frío, sino fresco. Tibio, pero sin crear demasiado contraste con la temperatura del agua del mar.

Después de follar a Felix en su forma humana, no podía evitar pensar en todas las diferencias y similitudes. Sus dedos se hundían fácilmente, parecían ser tragados por esta abertura en la cola de Felix, y mientras jugaba con ellos, no podía evitar pensar en que serían reemplazados por su polla, que palpitaba emocionada al pensarlo.

Cuando Hyunjin sacó los dedos, parecían bañados en un líquido transparente, no tan diferente del agua. Recuerda que la noche anterior, en alguna de las rondas anteriores a desmayarse, se había percatado de lo húmedo que estaba, atribuyéndolo al hecho de haberse corrido demasiadas veces. Pero ahora, se daba cuenta de que Felix podría tener alguna especie de humedad dentro. Así como su piel y sus manos parecían más húmedas y resbalosas de lo normal, como si una fina mucosa las recubriera.

El olor a mar era fuerte, abrumador y casi embriagante. Entre el agua de mar de la bañera, y la sirena delante de él, no sabía de dónde exactamente provenía el olor, tal vez de ambos.

Hyunjin trató de encontrar cómo aferrarse al cuerpo de Felix, entonces puso una mano en sus caderas y bajó por las escamas hasta encontrar el lugar adecuado.

—Cuidado con mis escamas, son filosas.

Hyunjin retiró la mano con un poco de miedo, pero justo al momento de quitarla, y como si Felix lo hubiera adivinado, uno de sus dedos logró topar la orilla de una y cortarse. Una pequeña herida se formó en sus dedos, que luego comenzó a sangrar. Las manos membranosas de Felix sostuvieron su mano y la atrajeron a su boca, y antes de que Hyunjin pudiera pensar en ello, sus dedos ya habían sido envueltos por los suaves labios de la sirena.

—Esa es la mano que tenía dentro hace un moment... —Al decir esto, Felix sonrió juguetonamente mientras sus dedos estaban dentro de su boca. Por entre los dedos, la larga lengua puntiaguda se encargó de llevarse todo el líquido restante que había quedado después de que Hyunjin jugara con ellos.

Algo pareció fallar en su cerebro. Todo lo que Felix hacía resultaba malditamente caliente para él, no sabía si porque Felix lo era, o porque era una sirena, y ser atractivo estaba en su naturaleza. Hyunjin solo sabía que su mini yo ya no era capaz de soportar no tener atención.

Cuando Felix sacó sus dedos de su boca, la herida había cerrado y ya no estaba sangrando. Luego, lo sostuvo por la muñeca y llevó su mano hasta su cintura, indicándole dónde podía aferrarse.

Ya no podía esperar más. Entonces se aferró a la cintura de Felix con una mano, posicionó sus rodillas a cada lado de su cola, y con la otra mano, tomó su polla para guiar la cabeza hasta su entrada. La punta estaba casi roja, dolía y palpitaba. El nivel del agua le llegaba a la mitad de sus muslos ahora que ninguno de los dos estaba remojado, era molesto pero podría ignorarlo.

La punta rozó la entrada de la sirena. A simple vista, parecía un corte vertical entre donde deberían estar situadas sus nalgas. La punta rosada se movió de arriba a abajo a través del corte, el glande se sumergía un poco mientras rozaba la entrada de Felix.

Al contrario de los hombres humanos, no era tan difícil entrar en Felix. No necesitaba de la molesta preparación con saliva, aceites y tener que dilatar un lugar que no estaba diseñado para eso. Con Felix, solo bastaba con rozar un poco, para que la pequeña abertura pareciera intentar tragarse su polla.

Hyunjin puso presión con la mano para irse hundiendo de poco en poco. No pudo evitar gruñir cuando la longitud se fue resbalando dentro sin necesidad de forzarlo. No había necesitado saliva, ni aceites ni dilatación. Simplemente, los interiores resbalosos de Felix se tragaron todo lo que Hyunjin tenía.

No era tan caliente como estar dentro de un hombre humano, pero era igual de apretado y muy resbaloso. Después de hundirse hasta el fondo, Hyunjin separó las caderas de las de Felix, sintiendo como si su entrada quisiera tragarlo de vuelta cuando salía de él, como si las paredes hambrientas de su interior desearan tenerlo dentro de nuevo.

Por la posición, con las piernas situadas al lado de su cola, Hyunjin no tuvo que hacer mucho esfuerzo para poder controlar la fuerza y velocidad de sus caderas. Tampoco tuvo que hacer mucho esfuerzo para hundirse dentro de Felix, la sirena tenía el trasero en alto, simplemente abriéndole paso a Hyunjin para follarlo.

La noche anterior, Hyunjin se había mantenido recostado en la cama, mientras la sirena se encargaba de marcar la velocidad y el ritmo. Felix lo había obligado a correrse más veces de las que había sido capaz de contar. Pero fuera de parecerle una anécdota terrorífica, Hyunjin se preparaba para volver a repetir la hazaña en algún momento. Afortunadamente para él, esta vez Felix había tenido piedad y le había permitido marcar el ritmo esta vez. Entonces, Hyunjin se dedicó a aferrarse a la cintura de la sirena, y hundirse numerosas veces dentro, en el apretado agujero que se encargaría de matarlo algún día.

Hyunjin continuó aumentando el ritmo. Comenzó a escuchar sonidos de chapoteo, que provenían de la zona donde estaban conectados. Bajó la mirada hasta su polla, que era succionada de vuelta repetidas veces, y se dio cuenta que una ligera capa de líquido transparente la recubría por completo. Suponía que, al ser una criatura acuática, era normal que su entrada estuviera tan malditamente mojada. Esta misma humedad era la que le ponía tan fácil entrar y salir de él.

Por su parte, Felix no se movía mientras él se ocupaba de todo. Al parecer, las sirenas y los humanos tenían una resistencia completamente distinta. Entonces si Hyunjin permitía que Felix tomara control de la situación, podría matarlo. Y si era Hyunjin el que marcaba el ritmo, no sería suficiente para Felix. Hyunjin se propuso mentalmente aumentar su resistencia, en dado caso de que Felix pudiera necesitar a alguien que lo atienda.

Por la humedad dentro de Felix, se preguntaba si las sirenas solían aprovechar esta ventaja para tener sexo entre machos. Si los hombres humanos tuvieran esta ventaja, Hyunjin se habría ahorrado muchos problemas antes de que sus padres lo vendieran como esclavo. Nunca había pensado en lo jodidamente difícil que era follar entre hombres hasta que entró dentro de Felix con solo un poco de presión. Después de esto, poco o nada extrañaría el trasero seco de cualquier otro hombre.

Antes, a pesar de lo suave que era entrar en Felix, aún podía sentir sus paredes firmes alrededor de su polla. En ese momento, luego de golpear y frotarse dentro numerosas veces, el interior comenzaba a suavizarse deliciosamente, y la temperatura dentro aumentaba por la fricción. Se sentía muy bien estar dentro de Felix.

El chapoteo incrementó, el líquido que salía de dentro de Felix se mezclaba con su propio líquido pre-seminal. Las manos de Hyunjin se volvían inquietas, a pesar de que las intercalaban entre la orilla de la tina y la cintura de Felix, aún quería llevar las manos hacia a otro lugar. Hyunjin lo pensó dos veces antes de recorrer sus manos por su cintura, bajando un poco hasta su vientre, tocando peligrosamente.

Sus traviesas manos recorrieron el abdomen de Felix. Su cintura era extremadamente delgada, lo que hacía que una pequeña zona de su vientre bajo se abultara cada vez que Hyunjin golpeaba en fondo.

Entonces, fue bajando por su vientre bajo, cuidadoso de no topar sus escamas por el lado filoso, y evitando que Felix lo notara. Entonces, cuando estuvo cerca del lugar que quería tocar, palpó un poco la zona. Escuchó a Felix gruñir, pero tampoco hizo nada para evitarlo.

Así que, sus dedos subieron y bajaron por la zona en forma de rajadura, acariciando de arriba hacia abajo por el exterior. La forma le recordaba a una vagina humana, una asquerosa y horrible vagina de mujer. Pero dentro, sabía que había un objeto largo y mucho más divertido que una vagina humana.

Sus dedos se abrieron paso dentro, ingresando fácil y suavemente. Posiblemente, Felix ya había notado sus intenciones, pero salvo por su anterior gruñido, seguía sin poner resistencia.

Los dedos se hundieron hasta los nudillos. Mientras Hyunjin se encargaba de darle atención a la parte trasera de Felix, por costumbre deseaba darle atención a la delantera también. Sus finos dedos buscaron por dónde adentrarse, tratando de encontrar a dónde aferrarse. Hyunjin quería verlo, o al menos sentirlo, ¿tendría forma humana? ¿o sería más parecido al de un animal marino?

Hyunjin sintió que sus dedos por fin chocaron contra algo. Dentro del agujero que Felix tenía delante, una longitud viscosa estaba siendo palpada en la punta por Hyunjin. Sintió que la punta era delgada, pero al hundir un poco más los dedos y tratar de apresar la punta entre los que había metido, Hyunjin se dió cuenta que la punta pequeña iba aumentando de grosor mientras más cerca de la base estaba.

Sus dedos dentro estaban resbalando muy fácilmente. El interior delantero era casi tan resbaladizo como el trasero. Hyunjin se pregunta si...

Felix agarró su muñeca con fuerza, y luego lo volteó a ver con el gesto furioso. —¿Quieren morir? Te dije que no intentaras despertarlo a menos que quieras terminar inconsciente de nuevo.

Con la clara amenaza de parte de una sirena bestial y agresiva, cualquiera habría escondido la cola y huido. Pero Hyunjin tragó hondo, ignorando el dolor en su muñeca y sorprendido por lo lindo que era Felix enojado.

—Tal vez sí quiero morir... —Hyunjin tragó hondo de nuevo. —Pero... antes quisiera ponerla dentro. Aquí.

Entonces, Felix escaneó la expresión en su rostro. Estaba aterrado de él, pero también tan jodidamente excitado como un delfín en celo, tampoco tenía mucho aprecio sobre su vida después de los últimos meses que había vivido. Felix sonrió de lado, extrañamente complacido, haciéndolo escalofriante. Hyunjin sabía lo que significaba esa sonrisa.

—Bueno, espero que recuerdes bien lo de dijiste sobre tener una boca, manos y un agujero. Porque los vas a necesitar.

Hyunjin sintió un tirón de su cuerpo antes de darse cuenta. En un segundo, su cuerpo fue apresado contra la curva de la tina, y se encontraba acostado boca abajo en una posición cómoda. Bajó la mirada hasta Felix, y lo vio reptando hasta encontrarse justo encima de su cuerpo. Su cola era pesada, todo su cuerpo de sirena se sentía denso y pesado, Hyunjin sentía como si pudiera morir de la presión si no fuera porque había agua rodeándolos.

Mientras se movía, la cola se frotó sobre él. La superficie de ella se sentía resbaladiza, como si todo su cuerpo estuviera recubierto de algo, al igual que su piel. Felix llegó hasta a él, tuvo la cara cerca de la suya, unos cuantos segundos que se sintieron eternos. Y luego bajó poco a poco, con la cara muy cerca de su pecho y sus manos membranosas acariciando su piel.

El agua le llegaba hasta arriba del estómago, entonces el nivel subió cuando Felix sumergió todo el cuerpo dentro del agua. Lo único que Hyunjin veía, era su cabello intensamente azul dentro del agua. Sin embargo, lo que podía sentir era totalmente diferente.

Felix había recorrido su pecho con caricias. Bajando y bajando tortuosamente. Después de sumergir el agua, las caricias siguieron, acercándose a una zona muy sensible. Hyunjin sintió su cuerpo tensarse cuando las manos tocaron sus muslos, y luego rodearon su polla suavemente debajo del agua.

Mantuvo las piernas abiertas para lo que seguía. No podía ver más que el cabello de Felix, pero si sintió una textura cálida y resbaladiza rodearle toda la extensión. Al igual que la noche anterior, su pene fue engullido por la boca de Felix, como si fuera un dulce fácil de comer. Pudo sentirlo bajando y subiendo con la boca por toda la extensión, aún debajo del agua.

Por un momento, Hyunjin tuvo la tentación de agarrar su cabeza y hundirla. Sin embargo, sus alarmas de peligro le indicaban que si Felix llegara a enojarse, eso podría significar su muerte.

La lengua era cálida, pero a la temperatura humana. Con la presencia de los dos cuerpos, el agua alrededor de ellos había logrado templarse, ya no estaba helada como recién sacada del mar.

De nuevo, la maldita lengua larga de Felix era demasiado buena. Dentro de su boca, podía sentir cómo era rodeado por esta. Cuando se hundía dentro, podía sentir su polla chocando con su garganta. A diferencia de los humanos, Felix no parecía tener el reflejo nauseabundo que surgía segundos después de llegar al fondo de la garganta, entonces cada vez que tragaba todo de nuevo, volvía a salir y repetirlo varias veces, y luego quedarse mucho tiempo tragando todo.

Hyunjin sintió inevitable la necesidad de mover las caderas. Se sentía demasiado bueno. De ahora en adelante, era mejor dejar a Felix marcar el ritmo. Cuando lo hacía él, se sentía tan aburrido como solo meter la polla y sacarla, mientras que el contrario jugaba más con él y con su cordura.

Sintiendo que ya iba a correrse, Hyunjin llevó la mano a su cabeza y la empujó hasta el fondo, levantando un poco las caderas para hundirse lo más que podía. No pasó mucho tiempo para arrepentirse de eso, al recordar que podría molestar a Felix. Pero los chorros de semen ya estaban corriendo dentro de la garganta del contrario, y los espasmos del orgasmo no le permitieron retirar la mano, tampoco pudo evitar que sus caderas intenten hundirse más por el espasmo.

Hyunjin retiró la mano tan pronto como pudo, pero para su sorpresa, Felix chupó más y más, hasta que estuvo seguro que nada más saldría de él. Después de esto, sacó la cabeza del agua. Hyunjin vio cómo se relamía los labios, complacido, sus pequeños colmillitos se podían ver perfectamente, le sorprendía lo hábil que era con la boca al punto de que ni siquiera los había sentido mientras se tragaba todo de él.

Hyunjin se sentía cansado, de repente una sensación de pesadez lo sobrecogió. Por un momento solo quiso cerrar los ojos. Las ventanas del pequeño baño demostraban que afuera ya era de noche. Tampoco había comido, había despertado tarde y luego había hecho lo que Felix le pidió. No había salido para recibir la cena con el resto de tripulantes.

Sintió unas manos húmedas sujetar su rostro. Cuando abrió los ojos, vio lo hermoso que lucía Felix con el cabello azul.

—Creí que habías dicho que querías ponerla dentro.

A pesar de tener sueño, escuchó y entendió claramente lo que Felix decía. Su mente aún era lo suficientemente clara. También sabía cuál era la técnica que él utilizaba para obligarlo a seguir. Entonces no fue sorpresa para él cuando Felix acercó el rostro y hundió la lengua entre sus labios.

El contacto con sus labios era delicioso, aunque Hyunjin nunca hubiera pensado claramente en ello antes. Ahora que estaba consciente de ello, le gustaba la forma en la que Felix apresaba sus labios y marcaba un ritmo. Sorpresivamente, se dejó ir esta vez, siguiendo el ritmo lento y suave, aceptando la lengua que entraba dentro de su boca y que lo hechizaba para obligarlo a seguir.

Hyunjin incluso se dió el lujo de buscar la cintura de la sirena, rodeando su delgadez con sus brazos y permitiendo que Felix haga lo que quisiera con él, incluso si eso significaba ser follado hasta la muerte.

Cuando Felix se separó de él, de nuevo se sentía despierto, en ambos sentidos. Ya no se sentía cansado, sino que su vientre se sentía caliente de nuevo. La sirena había estado frotándose en su entrepierna mientras lo besaba, y él no había podido resistir este frote. De forma no natural, Hyunjin se encontraba duro de nuevo tan rápido.

Felix siguió frotando, pero esta vez, Hyunjin pudo sentir qué parte era la que estaba haciendo contacto con su polla. La pequeña abertura en forma de corte vertical se frotaba en toda la extensión. Parecía tan fácil simplemente ejercer un poco de presión y ponerla dentro.

—Dijiste que solo sale cuando estás excitado. —Felix lo miró y asintió. —Entonces, ¿eso significa que justo ahora no lo estás?

Felix soltó un pequeño suspiro. —Lo estoy, ha estado inquieto dentro desde hace un rato. Pero no es suficiente, no lo suficiente para que sea inevitable que salga. —Una de las manos de Felix recorrió su vientre bajo, y luego bajó hasta su entrepierna. Hyunjin se sorprendió cuando él mismo la rodeó con la mano para empujarla dentro. —Pero es divertido ver cuánto puedo resistir.

De frente, cara a cara, y con Felix apoyado justo sobre su cuerpo, Hyunjin sintió que su mano membranosa puso presión para meter su polla dentro su agujero delantero. La sensación era bastante similar a estar en su trasero. Pero pronto, se dió cuenta de lo que él había dicho sobre estar "inquieto".

Felix suspiró cuando todo estuvo dentro. De nuevo, podía ver la diferencia de aguante entre una sirena y un humano. Mientras él no podía evitar gruñir, el contrario solo emitía suaves suspiros de excitación.

Este espacio era apretado en la abertura, pero el interior se sentía un poco más espacioso, salvo por el largo y puntiagudo órgano que se movía y palpitaba dentro de esa abertura, tal como lo dijo Felix. La sensación de frote entre ambos miembros se sentía increíble, y cuando Felix comenzó a moverse, Hyunjin no pudo evitar gruñir por lo bajo.

La sensación era tan buena. Era apretado y resbaloso. Pero cada vez que entraba, chocaba con el órgano que estaba dentro, que se movía, temblaba y palpitaba cada vez que Felix se separaba de él y volvía a acercarse.

La sirena usó su cola y sus brazos para separarse de él, marcando el ritmo. Hyunjin se limitó a recostarse sobre la tina, y abrir las piernas para darle todo el espacio suficiente.

No podía ver nada debajo del agua, pero podía sentirlo todo. Felix de vez en cuanto soltaba suspiros. Sus mejillas se tiñeron de un leve color sonrosado, lo que puso orgulloso a Hyunjin. Al igual que él, Felix lo estaba disfrutando, y podría apostar que mucho.

Era extraño follar en esta posición, el que se movía era Felix, y el que abría las piernas y se mantenía quieto era Hyunjin. Pero Hyunjin era quien estaba dentro de Felix. Cuando se dio cuenta de esto, rodeó la cintura de la sirena con sus piernas, encerrándolo para no dejarlo salir.

Por su fuerza, Felix era muy preciso moviéndose para que se sintiera bien. Hyunjin se sentía de forma muy placentera. No pudo evitar presionar más las piernas, queriendo obligar a Felix a que lo hiciera llegar más profundo dentro de él.

Normalmente, el que recibía era quien pondría las piernas alrededor de la cintura del contrario. En este caso, era Hyunjin quien rodeaba a Felix con sus piernas, mientras el contrario se movía para que él lo penetrara. Era extraño para él, pero tampoco le desagradaba la idea, como tampoco le desagradaba pensar en que...

—Si logra despertar, ¿tendrás que usarme a mí? —Mientras Felix se movía, Hyunjin había tenido ese pensamiento fugaz. Había mencionado tener una boca, manos y un agujero que podía usar.

—¿Quieres que lo haga?

—No me desagrada la idea.

A través del contacto, Hyunjin podía sentir el órgano palpitante dentro. Se mordió los labios, sintiendo que crecía de poco a poco, y que cada vez parecía más inquieto, intentando salir y haciendo presión contra su polla. No era muy grande en ese momento, incluso delgado, pero el órgano se sentía largo y de tamaño creciente. De un momento a otro, incluso rodeó su polla por la falta de espacio dentro. Hyunjin se preguntaba si crecería más, o solo saldría, parecía que cada vez era más apretado, más resbaladizo y más difícil de entrar.

Su polla también había estado palpitando sin parar. Era doloroso para él, mientras se imaginaba la forma que tendría la de Felix. Estar haciendo esto había sido incluso más interesante que por detrás. La forma en la que sus miembros se frotaban y se volvían cada vez más resbalosos, ambos liberando líquido pre-seminal que se mezclaba dentro.

Hyunjin sintió su orgasmo acercarse, entonces se mantuvo con las piernas alrededor de la cintura de Felix, esperando que esa pequeña abertura mágica ordeñara todo de él. Gruñó cuando sintió que su polla bombeaba de nuevo, logrando que todo quedara dentro del agujero delantero de Felix. Entonces puso más fuerza en las piernas que rodeaban su cintura para evitar que algo se saliera y cayera al agua, quería correrse dentro de Felix, llenarlo y hacer más resbalosa su entrada delantera.

De nuevo, después de correrse se sintió cansado. Esta vez se sintió en paz, complacido por las sensaciones que el cuerpo de la sirena le había ofrecido. Hyunjin se dejó caer en la bañera, sin saber qué hacer o qué decir. No se sentía adormilado del todo, cansado pero sin la molesta pesadez que había sentido la noche anterior. Estaba curioso sobre lo que haría o diría Felix, entonces se dejó caer en la tina, esperando cualquier reacción.

Felix no se apartó hasta después de unos segundos. Había sentido el intenso orgasmo de Hyunjin apretando dentro, pero eso no había sido ni de cerca suficiente para venirse él. Y ahora tenía un problema, al igual que a Hyunjin, a él también le había gustado la idea de haberlo hecho por delante, entonces su polla se sentía más inquieta dentro, amenazando con explotar y salir de su escondite en cualquier momento.

A penas se salió, pudo sentir el semen de Hyunjin explotando hacia el agua, y luego la punta tímida de su miembro comenzó a salir por la abertura. Felix suspiró, desgraciadamente no había logrado contenerlo del todo, eso había sido demasiado bueno, mejor que la noche anterior. Su miembro se sentía feliz por haber sido atendido de esa forma, pero enojado por la forma abrupta en la que la atención se había detenido.

Felix tomó la mano de Hyunjin, sabiendo lo mucho que le gustaba tocar en lugares peligrosos, y la dirigió hacia su abertura delantera, moviendo sus dedos para que pudiera palpar la pequeña punta que sobresalía. Hyunjin se sorprendió mucho al tocar la punta, que ahora estaba asomando curiosa y enérgica.

En vez de retirar la mano, Hyunjin siguió tocando la punta, que parecía emocionarse bajo su toque. Entonces se aventuró a mover los dedos dentro, intentando acariciar la base con sus dos dedos. Felix solo lo miraba expectante, curioso de lo que haría a continuación.

—Aún tengo manos... una boca y... —Antes de que Hyunjin pudiera terminar la frase, algo en su estómago gruñó por él. Felix arrugó el gesto antes de poder entender lo que significaba ese gruñido proveniente del estómago del humano. —Mucha hambre, supongo.

—¿No saliste a comer con el resto?

Hyunjin negó. —Dormí todo el día.

Felix dudó, formando una línea con la boca. De repente se sintió un poco culpable por el hecho de que Hyunjin no haya tenido tiempo de bajar a comer, y mucho menos a cenar.

—Dejemos esto aquí.

Hyunjin suspiró. —Si, creo que eso es lo mejor.

—Termina y ve a preguntar qué es lo que queda de sobras. Si alguien te pregunta por qué llegaste después de la hora de comida, diles que el Capitán te mantuvo trabajando toda la tarde.

Hyunjin asintió. Felix se acomodó al lado de él en la tina, dispuesto a seguir con el baño, ignorando el órgano que dolía dentro de él.

—¿Y tú...? —Hyunjin logró atraer la atención de Felix. —Nunca te he visto salir a comer. ¿No tienes hambre?

Felix lo pensó un momento, luego dijo: —Un poco.

—¿Y qué es lo que comes? —Hyunjin tragó hondo luego de que Felix lo mirara de reojo, evidentemente fastidiado por la intención de su pregunta.

—No carne humana, si a eso te referías. Como pescado, pescado crudo. Y no salgo a comer con el resto porque sería extraño ver cómo su Capitán se devora tres o cuatro pescados crudos, luego de arrancarles la piel y carne con las uñas.

—Entonces, ¿comes aquí solo en tu camarote?

Felix asintió.

Entonces, Hyunjin no siguió preguntando.

✩ 。˚ 𓆝⋆。˚ 𓇼

Después de vestirse con la ropa de IN que Felix le había entregado, Hyunjin había salido del camarote en dirección a la cocina. Para ese momento, su estómago ya se estaba consumiendo a sí mismo luego de no comer en todo el día.

Felix se había quedado solo en su camarote, secándose a sí mismo antes de dormir. Había logrado suprimir su erección, al menos lo suficiente, y luego había buscado despejarse. Entonces después de vestirse ya seco con cómoda ropa humana de algodón y seda, se había sentado en su escritorio, y a la luz de las velas se había dispuesto a revisar algunos documentos y mapas pendientes.

Un tiempo pasó desde que Hyunjin estuvo fuera. De hecho, en algún momento se había preguntado por qué no estaba de nuevo en el camarote. Entonces recordó haberle dicho que podría dormir allí... si quería. Su corazón se estrujó de tristeza al pensar que Hyunjin había decidido cenar y largarse a dormir a otro lado, un lugar de su camarote.

Sin embargo, antes de que Felix pudiera llenarse la cabeza de inseguridades, la puerta sonó y ante su silencio, el contrario la abrió e ingresó sin preguntar.

—Lo siento por la tardanza, tuve que esperar a que la vieja cocinera se vaya a dormir.

—Podías simplemente haberle dicho que yo te mandé.

—Eso no hubiera podido explicar esto. —Hyunjin puso en la mesa dos platos, uno con varias croquetas de pescado, y el otro que fue puesto más cerca de Felix.

Cuando miró el contenido del plato, no pudo evitar sentir sorpresa.

—Me hubiera cuestionado por qué saqué filetes de pescado crudo a medianoche. —Felix lo miró sorprendido, verdaderamente sorprendido y sin saber cómo reaccionar. —Ya están cortados y descamados, supuse que preferirías algo más fresco, pero no pude encontrar nada en la cocina.

—Están en la bodega. —Ante la luz de las velas, Hyunjin se vio nervioso luego de mencionarle su error. —Pero no importa, está bien así. Descamarlos yo mismo es muy molesto.

Felix dejó los papeles amontonados cuidadosamente a un lado, y luego acercó el plato más a él. Aun así, aunque Hyunjin se hubiera sentado al lado suyo a la luz de las velas, y ya estuviera devorando las croquetas fritas de pescado, Felix no era capaz de poder comer.

Nunca había comido frente a un humano.

Hyunjin pareció darse cuenta de que no comía, entonces lo miró, esperando que Felix al menos tocara algo en su plato, decepcionado porque no lo hizo.

—Puedo ir por el fresco si quieres.

Felix de repente se sintió nervioso por su propuesta, sabiendo que internamente Hyunjin creía que lo que le había traído no le había gustado. Entonces, decidió ser honesto.

Felix negó. —Es solo que, no creo que verme comer sea una imagen agradable, supongo que debe ser un shock para los humanos.

Hyunjin se encogió de hombros. —Un par de sirenas intentaron matarme, y luego una me secó hasta casi morirme. Creo que ya he visto lo peor.

Felix sonrió con los labios cerrados. Luego, dudoso, agarró uno de los trozos de carne que Hyunjin le había traído. Antes de comerlo, olió la carne y determinó que aún no estaba pasada de tiempo para su gusto.

Entonces, con sus uñas largas retiró la piel al rededor del corte de carne. Usualmente, comía pescados enteros luego de quitarles las escamas, pero este ya no las tenía y había sido cortado en rebanadas. No era tan fresco, pero era fácil de comer.

Luego de sacarle la piel, Felix dió un vistazo a Hyunjin, y el chico seguía mordiendo una tras otra las croquetas duras de pescado. Sin importarle si hacía un desastre.

Lo dudó, pero finalmente, mordió un pedazo de la piel de la rodaja, cuidadosamente de no hacer un desastre. Si estuviera solo, habría despedazado el pescado fresco, y si estuviera en el mar lo hubiera comido vivo, pero por alguna razón, se sentía muy tímido al comer al lado de Hyunjin.

Después de un par de mordidas más, notó que Hyunjin lo miraba. Entonces, pausó su comida y le regresó la mirada. Hyunjin solo se encogió de hombros y siguió comiendo.

Por primera vez desde que era Capitán, Felix sintió que el silencio no lo hacía sentir solo.

De nuevo, agradecía haber salvado a este chico.


Nota de la autora:

BITCHES I'M BACK

Tardé pero lo terminé, lento pero seguro, y estoy muy feliz con el resultado de esta obra. Para las que no estaban enteradas porque no me seguían en mi canal >:c llevaba un tiempo treabajando en esta historia

En resumen: Hyunjin se quiere morir porque vivir como esclavo le quitó las ganas de vivir, y Felix se siente solo porque él es extrovertido pero tiene que ocultar su verdadera forma, me encanta la dinámica que creé aquí

Como se darán cuenta, es una historia que parece el "inicio de algo" pero personalmente no me veo escribiendo algo largo de esto, los piratas no me gustan así de mucho

Algunos canon de la historia que sentí que pasarían:

—Mi corazón me grita que al final terminarán "casados" (el matelotage es literalmente estar casados, ellos serán matelots en algún momento T.T)

—Hyunjin se enterará de que Felix lo salvó ese día muuuuuuucho tiempo después, pero literalmente casi al final se da cuenta

—Les pasan muchas cosas caóticas después de esto 🤣

Ahora les escribo más acerca del matelotage, de hecho al saber de esta tradición + el cb de piratas es que salió esto

Fue una unión formal y permanente entre dos varones adultos. Ambos unían sus propiedades, luchaban juntos y se cuidaban el uno al otro en caso de enfermedad. A veces el matelotage se expresó a través de un contrato en el que se estipulaba que, en caso de muerte de uno de ellos, su compañero heredaba todos sus bienes.

Es un tema muy interesante, aunque se debate mucho si era homosexual o no homosexual, también leí que los piratas no tenían reglas, al punto en que se conocen casos de piratas que vestían como mujeres 👀

Y ya por último, una escena eliminada que quité porque daba risa en un momento jot:

—¿Solo... la pongo dentro y ya?

Felix gruñó. —¿Ahora tengo que darte instrucciones para follar?

—Me refiero a que... los hombres humanos necesitamos un poco de preparación, o puede llegar a ser muy doloroso. Ayer tú lo hiciste todo, así que no tuve que preocuparme por lastimarte.

Felix lo miró, y entrecerró los ojos. Puff, ¿lastimarlo? era una tontería. Aún así, el chico tonto aún podía pensar en algo sin sentido como lastimarlo.

—No te preocupes mucho por eso.

Y ya con esto vuelvo a desaparecer hasta nuevo aviso, bye bye~ ❤️

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