17
El rojo que había visto Seonho el día de su muerte había vuelto, se mantuvo en silencio igual que Guanlin durante todo el viaje en la ambulancia. Aún cuando sus padres llegaron y ya tenía el yeso que cubría toda su pantorrilla solo se mantuvo en los brazos del manor en silencio, habían vuelto a ponerse en aquello posición en buscar de algo de consuelo. Lo que ellos consideraron una vez un milagro se volvió una maldición, Pudó sentir las lágrimas del mayor al ver a su madre y él no lo aguanto, también lloro cuando vío a su familia.
— ¿Qué les sucedió? — preguntó Eunbi viendo llorar a su hermano como nunca lo había visto se aferraba a los brazos que lo abrazaban fuerte.
— Al parecer hubo problemas en el bosque, Seonho cayó en una trampa de osos y hubo un enfrentamiento con un cazador mientras los chicos ayudaban al guardabosques Daniel a salvar a unos patos de trian. Por suerte, Daniel supo manejar aquella situación de imprevisto y llevó a los chicos a una cabaña segura. Están en Shock por la situación — explicó el oficial Jang Moonbok — El bosque está muy peligroso en estos días, encontramos los cuerpos medio destrozados de unos cazadores hace una semana y sabemos que varios animales de extinción se han encontrado muertos en la ciudad. Les recomiendo mantenerse alejados.
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Guanlin esta noche abrazó a su madre como nunca lo había hecho, le parecía imposible poder olvidar aquella cara; aunque el abrazo empezó a molestarle cuando se hizo largo. Pero aún así, se escabullo de su casa para ir con el menor a dormir abrazado a él hasta el amanecer y volver a su casa entrando con agilidad por la ventana de su cuarto para fingir que durmió toda la noche en su cama. Le dio un gran beso a su madre en la mejilla y desayuno con ella, antes de irse en la mañana con ella a buscar a Seonho para llevarlo al instituto en su carro.
Lo cargo sin importarle las miradas de los demás cuando lo ayudó a bajar las escaleras de la casa del menor y lo ayudó llevando su bolso mientras el menor se despedía cariñosamente de su madre. Camino con sus muletas al carro y lo ayudó a subirse en el asiento del copiloto y se sentó atrás con la hermana del menor que estaba feliz por ir en un carro al instituto.
— Es trampa, Seonho regalame a Guanlin oppa. Quiero un novio así — se quejó la chica infantilmente sacando una risa de todos en el carro.
— No, yo lo vi primero. Consíguete en uno — le siguió la pelea, amaba pelear con Eunbi. Le parecía imposible olvidarla. Le parecía imposible olvidar aquellas mejillas llenitas y dos colas bien amarradas a su cabeza.
— Espero conseguirme a alguien igual a Guanlin oppa — Dijó con ánimo la chica
— Espero que no — susurró Seonho y Guanlin solo pudó escucharlo, las chicas no sufrían al cambio y viviría viendo como ella envejece y su novio justo como el primer día que lo vio, hasta morir y dejar un corazón destrozado.
Cuando llegaron se despidieron de la madre del mayor y Eunbi y Guanlin ayudaron a bajar a Seonho que no se acostumbraba a las muletas aún. Todos en la entrada se acercaron a ver como el presidente de la clase 3-3-C era ayudado por su novio; Somi cuando los vio se acercó rápido a preguntar que había pasado y prefirieron decir que Seonho se había roto el pie cayendo por una torpeza en las escaleras. Eunbi no desmintió eso recordando ver aquellos chicos destrozados llorando, solo se mantuvo callada y subio las muletas de su hermano cuando Guanlin lo cargo para subir las escaleras, hubo claramente más de un suspiro de una chica cuando vieron eso.
— Son demasiado cute ¿No lo crees, Eunwoonie? — Habló Somi a su amiga viendo como Seonho dejó un beso en la mejilla del Taiwanes cuando termino de subir — Sami nunca haría algo así, me diría algo como 'tengo cara de mula de carga' o algo por el estilo. Esta más concentrado en ir a la ciudad a debutar, que en el hecho que lo quiero más como un amigo.
— ¿Cómo se rompió la pierna? — preguntó con interés Eunwoo, anoche su primo había salido por una emergencia en el bosque y cuando regreso llego con un cazador, con ese extraño nada más en pantalones playeros que nunca habia visto en aquel pequeño pueblo y que su primo parecía conocer. Se fijo de todo aquello mientras cargaba su teléfono en la pequeña comisaría.
— Se cayó por las escaleras, algo torpe. Pero recuerdas la vez que me caí de un tercer escalón por reírme de chiste malo y también me rompí la pierna... Por eso no me burle — la chica caminaba a su salón con una sonrisa.
— Tal vez pase a firmarle el yeso más tarde, es tan triste cuando Seonho iba a participar en el equipo de basquet y es agilidaso — Dijó la chica, no se tragaba eso.
— ¿Cierto ahora quien suplirá a Seonho? — preguntó Somi y vio a Seonho quién iba hablando con el Taiwanes. Entonces se le prendió el foco.
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— Lin ¿Por qué no suples a Seonho en el equipo de basquet? — Habló Somi en el almuerzo llamando la atención de todos en la mesa. — hasta eres más alto que nuestro querido presidente.
— Somi, el basquet no es solo de altura, lo que sirve es la agilidad en el juego. Aunque alguien con la altura de Lai hyung si fuera entrenado, se volveria un buen jugador — Samuel quien estaba en el equipo miraba a Guanlin que sólo se sentía incómodo por las miradas en él.
— No Somi tiene razón, Linlin sería un buen jugador — Estaba vez Guanlin se quedó viendo sin entender a Seonho que empezaba a analizar la situación. — Yo confío en él.
— Bueno, si el presi lo hace, yo también lo hago — Sunghyuk miraba al mayor — Alguien con su altura puede ser de ayuda.
— Bueno más tarde veremos las habilidades de Lai hyung en el cancha y lo decideremos. — sentenció Samuel — gracias por la idea Somi.
— De nada, Sami — Habló con una sonrisa.
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