Así sera la lanza que aparecerá a lo largo de la historia, se parece a la lanza que uso yuuichiro hyakuya de owari no seraph.

La habitación estaba a oscuras, pero eso no era impedimento para que el vampiro consiga lo que más deseo por años, poco a poco la ropa de la princesa fue desapareciendo exponiendo su bella piel, suave como la seda y blanca como la nieve, el vampiro se deleito ante tan placentera vista.

-mi amada juuri -susurro con lujuria en su voz, besando su cuello y hombros.

Ella solo era el remplazo de su madre.

Sus ojos temblaban ante tal acto y no se atrevía a mirarlo, el mayor fue dejando leves mordidas en su piel hasta llegar a sus pechos, ella respiro con fuerza y se estremeció haciéndolo sonreír. Poso su mano grande y fuerte en su seno aun en desarrollo.

-no niegues tus deseos -dijo el hombre mientras la vampiresa trataba de no caer en la lujuria, le era imposible, nunca fue tocada de esa manera en ese mundo, por algún motivo no parecía estar en una violación, sus caricias la hacían sentir bien. 

-ah!~.

Un gemido escapo de sus labios rojos ante la succión en su pezón izquierdo, el vampiro succiono con fuerza ante tal melodiosa voz, ella se sonrojo y removió con inquietud y vergüenza, rido paso su mano libre por su espalda marcando sus uñas hasta llegar a su trasero, apretándolo y pasando sus dedos por su feminidad haciendo que la sangre de haruna se caliente. 

Era una experiencia que nunca antes había vivido.

Trato de no abrir sus ojos, pero le fue imposible, al abrirlos aun sonrojada vio que el mayor la observaba con lujuria, diversión y malicia en sus ojos con heterocromia. Se separo de su pezón apretando su pecho haciendo que ella jadee y él beso su vientre.

-no escaparas de mi -dijo mirándola a los ojos hasta bajar a su feminidad y antes de que pueda decir algo, él empezó a probar su interior haciendo que la oji plata apreté las sabanas arriba de su cabeza, tratando de no gemir haciendo que el vampiro meta su lengua en su interior.

-ri..do -susurro arqueándose.

-gime mi nombre princesa -susurro siguiendo su labor, sintiendo un orgullo extremo en su interior al escuchar su nombre salir de sus labios, su lengua entraba y salia recorría y acariciaba lugares que ella nunca toco.

Sus leves jadeos y gemidos salían de sus finos labios, sus piernas estaban en sus hombros y él estaba hundiéndose en ella.

-no......yo -trataba de hablar ante tal placer, estaba por llegar, el hombre ignoro sus llamados y siguió hasta que ella exploto, bebió su néctar y se separo de ella lamiendo sus labios con seducción.

-tienes un sabor exquisito -dijo pasando su lengua por su labio inferior, ella respiraba con fuerza y lo miraba con el ceño fruncido, aunque sonrojada por tal experiencia, el hombre se saco la ropa y quedo en pantalones, ella se sonrojo y evito su mirada haciéndolo reír con malicia- mi bella juuri.

-no soy mi madre! -grito ya enojada y sin poder aguantar que la llame por otro nombre, su ceño estaba fruncido y rido se puso serio.

-exacto no lo eres, solo eres un inservible remplazo -dijo con maldad haciendo que ella habrá sus ojos sorprendida ante tal mirada.

-AH! -grito de dolor al momento en el que el vampiro entro en ella robando le la virginidad, una lagrima salio de su ojo, ella tembló y el vampiro también ante tal calidez.

-tan cálida...tan estrecha...pequeña princesa -dijo riendo y oliendo su cuello mientras ella respiraba temblando por el dolor y mirando el techo.

-no..te muevas -susurro con dolor.

-no estoy para complacerte -dijo mostrando sus colmillos, comenzó a moverse aún cuando ella gemía de dolor, al pasar los segundos su parte baja le seguía doliendo levemente pero poco a poco pasaba a tener placer y eso no lo quería aceptar, sus manos fuertes iban acariciando cada parte de su cuerpo, sus labios se posaban en su piel dejando marcas, como si quisiera decirle al mundo entero que ella era de él.

Pasaban las horas y él no paraba, era un monstruo, una bestia en la cama. Su miembro era grande, largo y grueso, algo que a la estrecha entrada de haruna la hacia temblar de placer, si fuera una humana se habría desmayado hace mucho pero lamentablemente era vampiro y al parecer el mayor no se iba a detener por mucho tiempo.

Sus muñecas fueron liberadas pero él no se alejo de ella. 

Él la estaba abrazando y ella a él, no le quedaba otra, estaba débil, drogada ante el placer, los dos sentados en medio de la cama y él embistiéndola con fuerza.

-rido...ya -trataba de armar una frase pero su cerebro no funcionaba, su sonrisa maliciosa y lujuriosa la calentaba, sus frentes estaban juntas sus labios y lengua jugaban con ella, su lengua experta jugaba en su boca, queriendo recorrer hasta el ultimo lugar de ella, lo sintió agrandarse, sabia lo que venia, era su novena vez viniéndose, no había vuelta atrás.

Su espalda se arqueo y gimió su nombre haciéndolo gruñir de placer, la mordió nuevamente cayendo los dos a al cama y él bebiendo de su sangre como si fuera única, al separarse la dejo boca abajo, levanto su cadera y entro en su ano.

-maldición!, rido! -maldijo al vampiro calvando sus uñas en la cama.

-hahaha!, esa expresión de rebeldía, aunque me maldigas no te desharás de mi -dijo sin importarle nada y empezando a embestirla, entraba y salia sin detenerse por nada del mundo, su espalda le dolía, sus entradas también, sentía su vientre un tanto hinchado por la cantidad de semen en su interior.

-maldición...ya para...puedo quedar -gemía tratando de levantarse sin embargo sus embestidas no la dejaban.

-no...me importa....te dejare embarazada una y otra, y otra vez!, hasta que el estúpido de tu hermano sepa que eres mía! -grito con sus colmillos largos, ella abrió sus ojos sorprendida y trato de apartarse pero la beso, los dos se miraron a los ojos y se vino nuevamente. 

Los dos estaban en la cama, la cual tenia sangre, sudor y semen, la oji plata estaba boca abajo con su espalda descubierta y trasero cubierto por la sabana blanca, el vampiro a su lado sentado y con una sonrisa arrogante, paso su mano por su cabello alborotado.

-"haruka, desearía que veas esto" -pensó con malicia al pensar como hubiese sido la reacción de su querido hermano al ver tal escena, mientras él pensaba en las maldades que podía llegar a hacer, la bella princesa, la cual tenia su rostro cubierto por su cabello largo y miraba hacia el otro lado, pero nunca al lado del vampiro, mordió su labio inferior y sus mejillas se llenaron de lagrimas.

Su llanto era silencioso, de su boca nunca salio un sollozo.

Cuando abrió sus ojos, aún estaba boca abajo, su cuerpo entero le dolía, no tenia noción del tiempo, no sabia si era de mañana, tarde o noche, tantas horas teniendo sexo que no sabia que hora era. Al acordarse lo sucedido trato de levantarse pero una punzada en la espalda la hizo jadear de dolor y quedarse acostada.

-le sugiero que no se levante -dijo una voz amable y de una mujer, haruna levanto levemente la mirada y vio a una anciana de unos 78 años, cabello gris y ojos verdes- mucho gusto haruna sama, soy kaori, estoy para servirle -dijo amablemente, sin embargo al ver las marcas en el cuerpo de la oji plata la miro con tristeza- la ayudare -susurro acercándose a ella y ayudándole a sentar.

-no se preocupe, me curare -susurro con la garganta herida por tanto gemir y gritar, sus heridas fueron rodeadas por un aura entre verde y celeste hasta que su cuerpo se sano.

-su poder es grandioso -dijo kaori con una sonrisa leve.

-gracias -susurro haruna a punto de levantarse pero se mareo y kaori la agarro del brazo.

-debe de beber sangre haruna sama -dijo preocupada la anciana. Haruna cerro sus ojos tratando de que su mareo pase y luego suspiro para volver a pararse.

-lo tendré en cuenta, gracias kaori san -dijo con una leve sonrisa para luego caminar hacia el baño. Kaori sonrió con tristeza.

-"espero que rido sama salga de su obsesión para darse cuenta de lo que tiene al lado" -pensó con un suspiro para luego empezar a limpiar la habitación.

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La oji plata estaba desnuda en la tina, mirando el techo, se sentía tan encerrada, nunca extraño tanto el exterior como ahora. Cerro los ojos y suspiro dejando relajar sus músculos.

-"fue bueno el renacer en este mundo para cumplir la misión de dios y ayudar a las personas, pero fue malo ya que mi existir hizo cambios drásticos en este mundo, cambio el pensamiento de zero, hice que personas que estaban destinadas a morir vivan, cambie la historia de yuki y kaname, incluso hice que rido fuera más fuerte de lo que ya era" -pensó con el ceño fruncido, antes de la guerra ella tuvo una predicción en donde rido mataba a zero y a todos los demás, menos a ella y a yuki, su poder como ninja y mago no iba a ser suficiente para salvar a todos.

Por eso recurrió al plan de entregarse a rido para que deje a todos en paz, pero si eso no funcionaba estaba el plan B, ella en el tiempo que viva con rido, entrenaría sus habilidades como mago para luego tratar de despertar su sangre como vangetiriergo, arcángel, humana y finalmente convertirse en el ángel plateado.

Aunque luego de recuperarse y pensar en cómo haría para no estar débil, iniciaría su plan B, debía de beber sangre pero no cualquiera, sino la de un sangre pura y el único sangre pura era rido.

Ella estaba segura que rido no le daría su sangre gratis.

-que problemático -susurro con pereza para hundirse en la bañera, con tan solo 15 años y con tantos problemas, sí que era problemático.

Pasaron los minutos y haruna cayo dormida, sus piernas estaban flexionadas en la tina y su cabeza estaba mirando al techo, aún estaba bajo el agua, sin embargo empezó a tener un sueño extraño.

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Ella miro la habitación antigua en la que estaba, hasta que diviso a una mujer embarazada sentada en una cama matrimonial, la habitación era de la realeza. La mujer era hermosa, sus ojos eran plateados. Ella estaba tarareando una canción con los ojos cerrados mientras acariciaba su vientre con suavidad.

-hanami -escucho al voz de un hombre, seria y fría igual que seductora, pero al llamarla era suave y amable, al mirar quién era se sorprendió, parecía un kiryuu, era una rara combinación entre zero e ichiru.

-diamante -dijo la bella mujer con una sonrisa, el albino de ojos amatista se sentó a su lado y poso su mano en el vientre de la mujer.

-pensaste en un nombre? -pregunto el albino mientras la mujer asintió.

-kaname -susurro mujer sonriendo.

"kaname?".

Pensó la oji plata con sorpresa.

-esencia o punto vital...el príncipe kaname, heredero del clan kiryuu y kuran, próximo rey de los demonios -dijo el albino con orgullo mientras la mujer reír ante la actitud de su esposo.

"kiryuu?, kuran?, qué rayos esta pasando?".

-nuestro pequeño kaname kuran kiryuu -dijo la mujer mirando su vientre.

-nuestro amado hijo -dijo el hombre mirando el vientre de su mujer y agachándose a darle un beso, mientras ella le acariciaba el cabello.

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Todo se apago a su alrededor hasta que como si fuera una imagen borrosa vio a una mujer corriendo desesperada, sentía su desesperación.

-Debes despertar.

Alguien le hablo.

-"debo salvarlo".

Pensó la mujer.

-Debes despertar.

Otra voz le hablo.

-"no debo dejar que lo usen como sacrificio".

Pensó con desesperación y preocupación la mujer que corría.

-a quién? -susurro haruna desconcertada, hasta que una imagen borrosa se hizo clara y quedo en shok.

Sombras rodeándolo, sangre, sangre, sangre y más sangre.

Personas a punto de herirlo.

La mujer corriendo mientras lloraba.

Haruna respiraba con fuerza hasta que sintió una opresión en el pecho y no podía respirar. 

Cayo de rodillas viendo en shok la imagen frente a sus ojos.

No podía respirar. 

Con su último aliento grito...

-ZERO!.

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Se sentó de golpe en la tina respirando con fuerza y en estado de shok, su corazón latía con fuerza, su pecho se sentía oprimido, se sentía desesperada y temerosa. Quería hablar pero no le salia nada de su boca, solo el respirar con fuerza.

-vaya -era la voz de rido, ella quiso mirarlo pero seguía agarrada del borde de la tina con la cabeza gacha y sus ojos tapados por su cabello, tratando de controlarse- al parecer la princesa se asusto -dijo con burla.

-rido -susurro tratando de sorprendente mente pedirle ayuda pero su consciencia cayo en la oscuridad.

~Hace unos minutos~.

Rido al despertar miro a haruna en la cama para luego sin decir nada aparecer en su habitación, dejando a haruna en el sótano, su cuarto era bordo con negro, digno de un sangre pura, estaba lleno de oscuridad a pesar de los grandes ventanales, él se sentó en la cama matrimonial con la mirada gacha, para luego irse a dar una ducha. 

Cuando termino al salir habían unas 3 vampiresas esperándolo, sin embargo con sorpresa, él las rechazo y les dijo que se fueran, raramente no quería estar con nadie.

Al pasar 2 minutos volvió a aparecer en la habitación de haruna, encontrando a kaori ordenando la cama.

-rido sama -dijo haciendo una reverencia, éste miro hacia la puerta del baño sin contestar- haruna sama se esta bañando -el vampiro ni siquiera la miro y apareció en el baño.

Miro a haruna, la cual estaba sumergida en la tina, el vampiro se puso serio y chasqueo la lengua.

-"maldición, no paso ni 1 mes y no puedo estar sin ella" -pensó con enojo pero luego cerro los ojos y se acercó unos metros a haruna, antes de tocarla ella se sentó de golpe sorprendiéndole, para luego ver como la oji plata respiraba con fuerza y con desesperación.

El mayor la miro con curiosidad aunque con seriedad para luego decir.

-vaya -ella no lo miro ni le respondió- al parecer la princesa se asusto -dijo con burla.

-rido -susurro como si le quisiera pedir algo pero se quedo callada y sin moverse.

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El vampiro la miro con duda, sin embargo sonrió con malicia y saco los 4 collares de su bolsillo.

-creo que esto es tuyo -dijo acercándolos a la vampiresa, sin embargo ella no lo agarro- no los quieres? -pregunto con malicia- puedo desaparecer los -dijo mientras sus ojos se volvieron rojos, sin embargo se puso serio al ver como el collar de su madre y el que le dio youko a haruna, brillaban color plata- qué rayos..

*BUM!*

Su espalda choco contra la pared y su cuello fue estrangulado por una mano, su respiración se acorto e hizo una mueca de dolor, dos de los collares cayeron al piso y los otros dos desaparecieron. 

Al levantar al vista se quedo sorprendido.

Una lanza color plateado con detalles color dorado, estaba en manos de haruna.

La cual lo miraba con seriedad, frialdad y sin expresión en su rostro, su mirada era asesina.

Su aura era de distintos colores, verde, violeta, celeste, plateado, dorado y rojo. Sus ojos brillaban color plata y su cabello bailaba ante su aura, la lanza la tenia agarrada con una mano y estaba apuntando a rido con ella.

-ha -trato de llamarla pero estrecho los ojos con dolor ante su fuerza y al sentir como apretaba mas su cuello.

La oji plata estrecho sus ojos y el vampiro poso sus manos en la fina mano de ella.

-h-haruna -la llamo con dificultad viendo la pared y piso del baño a punto de romperse por el aura de la oji plata. 

La lanza se hizo cenizas y se convirtieron en los dos collares, su aura desaprecio junto a su fuerza.

-ri...do -susurro desorientada y sus ojos se vaciaron para caer en sus brazos, éste respiro con fuerza y toco su cuello para luego mirar con duda a la vampiro en su regazo.

-...me darás muchos problemas -susurro con neutral y recordando la mirada asesina de la oji plata.

-"no debo dejar que despiertes como ángel o me darás mas problemas" -pensó suspirando con el ceño fruncido y mirando a la oji plata con seriedad.

I'll also show you a sweet dream, next night...