En la mansión kuran, mas bien en el sótano, estaban los lideres de los vampiros junto a sus dos hijos. Juuri miraba con una sonrisa a su pequeña hija que estaba en sus brazos, su segunda hija, kaname estaba mirando a su nueva hermana con curiosidad, tenia otra princesa por cuidar. Mientras que la pequeña yuki de 1 año estaba en brazos de su padre mirando a su madre y hermana.

-oka san, por qué no habré sus ojos? -pregunto kaname con curiosidad.

-tal ves quiera seguir durmiendo -respondio con una sonrisa- aunque se parece mucho a yuki, solo que su cabello es mas oscuro, como el de haruka -susurro enternecida y acariciando la mejilla de su nueva hija.

-"no me creo que sea su hija, bueno qué se le va a hacer, de seguro es un sueño" - ñpensó queriendo que eso solo sea un sueño.

-a pesar de nacer prematura, es muy sana -se acomodo la vampiresa viendo divertida el ceño fruncido de la bebé.

-es cierto pero, cómo la llamaremos? -pregunto haruka mirando a su segunda hija con suavidad.

-mm estuve pensando combinar nuestros nombres - dijo ante la confusión de su marido e hijo- HA; de haruka, RU; de mi nombre, en ves de ponerle ur le ponemos RU, y finalmente NA de kaname, su nombre sera haruna.

-Haruna kuran, es un hermoso nombre -miro con suavidad que su esposa e hija.

El nacimiento de su hija en tan solo 6 meses fue sorprendente, jamás había pasado algo así entre los vampiros. Naturalmente los embarazos de los vampiros duran entre 4 a 5 años, pero Haruna era un milagro para los kuran.

-"así que haruna...harina?, aunque dijeron que me parezco a yuki, espero no salir plana como ella, bueno las kuran de por si son planas, si una no sale plana es por obra y gracias de dios" -pensó la pequeña kuran, para luego empezar a abrir los ojos, juuri al verla se quedo sorprendida y sus ojos se llenaron de preocupación.

-haruka, sus ojos -susurro con miedo, haruka se acerco y al verlos puso la misma expresión para luego mirar con tristeza a su hija.

-"así que sera lo mismo, aunque renazca miles de veces seré despreciada, solo una ves fui amada no lo seré dos veces".

Luego de su nacimiento, los kuran habían dejado a haruna a cargo de los sirvientes. Tenían miedo de que ella sea igual a rido, a pesar de no querer despreciarla tenían miedo, sin embargo inconscientemente ellos mismo la estaban despreciando y alejando de ellos con su miedo.

Los años pasaron, haruna fue criada por los sirvientes, estaba Mai; una mujer que se encargo de hacerla venir al mundo, ahora era su madre. Su esposo; Kei, quien era el mayordomo de la casa, y su hijo Kaito. Ellos eran su verdadera familia, juuri y haruka de ves en cuando la miraban de lejos, cuando nació la visitaban casi todos los días hasta que eso disminuyo a 1 vez por mes, hasta que se olvidaron de ella.

Haruna ya tenia 5 años, yuki 6 y kaname 9. Aún no ocurrió lo de rido, cosa que extraño a haruna, ella era igual a yuki, solo que tenia una belleza más delicada y sus ojos eran plateados, junto a su cabello que era marrón oscuro como su padre, ella no se vio afectada al ver que su familia se olvido de ella, ahora su familia eran los Giou.

Ella dormía en una habitación mas alejada a la de sus hermanos y padres, estaba al otro lado del sótano, muy rara vez hablaba con sus hermanos, ellos la conocían pero nunca jugaron con ella, vivían juntos, eran del mismo clan, pero parecían desconocidos.

Haruna estaba leyendo un libro en la biblioteca esperando a su madre, que estaba ayudando a kaito a limpiar la mansión, al parecer era el cumpleaños de yuki, ellas se diferenciaban por un año, cuando juuri quedo embrazada yuki tenia 6 meses de edad, pasaron otros 6 meses y haruna nació. Las dos cumplían en el mismo mes; octubre, solo que yuki el 26 y haruna el 31, la pequeña kuran se alimentaba de la energía de su padre o de su madre.

En los niños era distinto, no tenían que beber sangre hasta cumplir los 7 u 8 años, ellos le daban una beso a la gente y absorbían su energía.

La familia giou había tomado como una hija más a haruna, perdieron a un hijo a manos de los cazadores pero ganaron otra y ellos la amaban como si fuera suya, haruna aprendió a leer, hablar y caminar a la edad de 1 año, sus padres estaban orgullosos de ella, era amable, amorosa, inteligente y era muy fuerte, aprendió a usar sus poderes de sangre pura rápidamente.

Mientras la pequeña kuran estaba en la biblioteca, la familia kuran estaba en el living del sótano, hablando entre ellos y riendo, mientras kaname y yuki bailaban sus padres los miraban.

-haruka -lo llamo en un susurro juuri.

-qué sucede? -pregunto preocupado al ver la mirada baja de su amada.

-y si haruna es igual a rido? -susurro con miedo, no quería que sus hijos pasen lo mismo que ellos pasaron.

-...no pasara nada juuri, yo también tengo miedo por nuestros hijos, pero sé que haruna no es así -le sonrio sereno.

-entonces, por qué la desprecian? -pregunto alguien atrás suyo, al darse la vuelta vieron a kaito que los miraba con el ceño fruncido.

-kaito kun? -susurro juuri parándose igual que haruka- nosotros no...

-claro que lo hace! -dijo con enojo haciendo que haruka lo mire con seriedad- seré un sirviente y ustedes son sangre pura, pero no dejare que discriminen a haru, les queda muy poco tiempo con ella, padres horribles.

-kaito! -lo regaño su madre entrando a la sala, su hijo chasqueo la lengua y se fue de ahí -perdonen por eso juuri sama, haruka sama -se disculpó mai con una sonrisa.

-no pasa nada, veo que kaito kun quiere mucho a haruna -sonrio levemente la vampiresa.

-es cierto...disculpe si esto le molesta juuri sama, pero en estos 5 años, queremos a haru como si fuera nuestra hija, dentro de unas horas mi esposo e hijo tendremos que irnos de japón por problemas familiares y.......- dijo cerrando los ojos, sin embargo al ver haruka que sus dos hijos los miraban curiosos por la charla.

-vamos a otro lugar -dijo sonriendo y saliendo los tres de ahí dejando a sus hijos confundidos- bien, puedes continuar.

-...seré directa -dijo con seriedad- ustedes saben que perdí un hijo a manos de los cazadores, sin embargo gane otro hijo y la amo con todo mi ser, como ella nos ama a nosotros... queremos llevarnos con nosotros a haruna y hacerla una giou.

Los dos kuran quedaron en shock y juuri trago saliva nerviosa.

-NO!, es mi hija no se llevaran a mi hija! -grito enojada.

-pero ustedes no la cuidan ni la aman como su hija! -le devolvió el grito mai exaltandolos, ella era reconocida por ser una mujer tranquila- serán nuestros líderes pero yo soy la madre de haru, ustedes bien saben que nunca estuvieron a su lado, siempre le tuvieron miedo y no tendría que haber sido así, solo por sus ojos le tenían miedo, ella es dulce y amable, con todo lo que pasaron tendrían que haber aprendido de eso y saben a lo que me refiero -dijo con enojo ante las miradas de los kuran que miraron a otro lado con culpa.

Mai tenia razón, ellos con todo lo que pasaron tendrían que haber aprendido a no discriminar a su familia solo por sus ojos o su poder, demostrar que los amaban, esta bien que sufrieron con rido, pero haruna era su hija, sangre de su sangre y carne de su carne, no debieron hacer lo que hicieron.

-es cierto haruka sama, juuri sama -dijo kei caminando hacia ellos y poniéndose al lado de su esposa- ustedes no cuidaron como debieron a haru, no los culpo, ustedes tenían miedo, pero no era lo mismo, ella no es rido sama, ella era su hija y ahora es nuestra hija, quieran o no, nos la llevaremos, no queremos que ella sea infeliz y si se queda con ustedes lo sera.

-...quiero verla -susurro juuri con la mirada gacha, los giou se miraron y suspiraron, era horrible ver a los dos kuran que ellos vieron nacer y criaron, ser como eran y más ahora estar en contra de ellos por cómo trataban a su hija.

-esta bien -susurro mai a sorpresa de los kuran y de kei, los cuatro se dirigieron a la biblioteca.

Al abrir un poco la puerta vieron a haruna leyendo sentada en el suelo, tenia un adorable vestido lila junto a unas medias blancas y zapatos lila, su cabello le llegaba a los hombros, era enormemente adorable, era increíble su parecido con yuki pero sus fracciones eran mas delicadas y sus ojos eran plateados.

-haru -la llamo su padre, entrando junto a mai, mientras los kuran miraban todo desde la puerta, haruna al escuchar a su padre dejo el libro en el suelo y corrió a su padre abrazándolo.

-oto san! -lo saludo feliz mientras su padre la abrazo besando su mejilla, mientras que haruka apretó los puños con el ceño fruncido, luego la oji plateada miro con una sonrisa a sus padres.

-haru, te divertiste? -pregunto su madre sonriendo.

-hai!, aprendí muchas cosas, ahora estoy leyendo colmillo blanco -cerro sus ojos sonriendo, mientras sus padres le sonrieron y acariciaron su cabello.

-haru... hay..hay alguien que quiere conocerte -dijo su madre tomando su mano junto a su padre, haruna los miro curiosa hasta que en la puerta vio a los kuran para luego ponerse seria a sorpresa de los ellos dos pero no de los giou.

Ellos sabían que haruna al no conocer a las personas ni tener una amistad con ellas, era seria y fría.

-"y estos qué quieren?, ahora que están por morir quieren que forme parte de su familia, bueno no sé cuándo morirán o si con mi llegada rido atacara en unos años, pero el destino no cambia" -pensó curiosa, ella no les tenia rencor ni nada, aceptaba que sus padres le tenían miedo y ella ya no los veía como su familia, juuri apretó sus manos y se acerco a ella que aún los miraba inexpresiva.

-haruna, no sé si me recuerdas, soy juuri ...tu madre -le sonrio amable a punto de acariciar su cabello pero haruna retrocedió soltando las manos de sus padres.

-...juuri sama, mi madre es mai giou y se quién es usted, mis padres siempre me dijeron que ustedes son mis padre biológicos, pero sin importa la sangre... yo veo a los giou como mis padres no a ustedes -le hablo sin expresión y con madures.

Los kuran estaban sorprendidos en sus ojos no había rencor ni odio, solo verdad y seriedad, ellos habían causado que su propia hija los vea como a unos desconocidos.

-haruna, sé que ....hicimos mal las cosas, pero queremos arreglarlo -susurro haruka poniéndose al lado de juuri que seguía agachada mirando con tristeza a su hija. Mai y Kei al ver el dolor de los kuran suspiraron para luego agacharse ante su hija.

-haru -la llamo mai haciendo que la nombrada los mire- siempre te dijimos que hay que darles a las personas segundas oportunidades, ya que a pesar de no ser humanos, somos personas y nos equivocamos.

-haru, sé que te es difícil confiar en las personas, pero qué tal si les das una oportunidad? -pregunto su padre sonriendo, haruna apretó su vestido y bajo la vista ante el nerviosismo de los kuran.

-...esta bien -susurro haciendo que los sangre pura sonrieran felices- pero yo siempre los veré como mis padres, ustedes me criaron y me dieron amor -dijo con decisión, mientras que los giou solo asintieron y la abrazaron.

-no podrás venir con nosotros a Rusia pero podremos escribirnos todos los días, s6e una buena niña y cuídate -susurro mai a punto de llorar mientras olía el olor de su hija.

Que cerro sus ojos ante sus mimos y asintió.

-siempre se fuerte, recuerda tus valores -susurro su padre acariciando el cabello de su hija, ésta volvió a asentir y los tres se separaron, kei tenia en sus brazos a haruna que estaba mirando al suelo con tristeza, kei miro a los kuran con seriedad- no me importa que sean sangre pura, si hacen llorar a mi hija, los matare aunque me cueste la vida -prometio mientras que haruka asintió y kei dejo en sus brazos a haruna que se tenso al estar en brazos de su padre biológico.

-quédate con ellos haru, nosotros debemos de ir a preparar nuestras cosas -dijo su madre para luego irse al notar que estaba por llorar, kei acaricio la mejilla de su hija para luego ir tras su esposa, al quedar los tres kuran solos los dos mayores miraron a su princesa que estaba tensa en los brazos de haruka, éste la bajo y ella miro al suelo.

-haruna, veo que te gusta leer, qué mas te gusta? -hablo el vampiro con suavidad, ella los miro con curiosidad.

-"se que me descuidaron, pero... debería de darles una oportunidad?, como dijeron mis padres, después de todo las personas siempre se equivocan......aunque sea por el resto de los días que les quedan, les daré una oportunidad" -pensó cerrando sus ojos para luego mirarlos con un poco de confianza aunque su rostro seguía inexpresivo- me gusta dibujar, cocinar y tocar instrumentos.

-sabes cocinar? -pregunto juuri curiosa y asombrada mientras que haruna asintió.

-hai, oka san me enseño, onii chan me quiso enseñar pero casi mas explotamos la cocina -hablo suavemente recordando lo sucedido, ante la sonrisa nerviosa de los kuran, ellos sabían de ante mano que kaito era orgullo y arrogante pero de buen corazón y, que no sabia cocinar.

-tienes algunos dibujos? -pregunto el peli marrón mientras que haruna asintió para luego caminar con tranquilidad a su cuarto seguida de los dos.

Aunque sea por 1 día, ellos disfrutarían del tiempo que no compartieron en esos 5 años, aunque sea ellos dos querían conocer a su hija, después sus otros dos hijos tenían toda una vida para darse cuenta de como era haruna.

Aunque era una pena que ni haruka ni juuri pudieran estar para decirles como era haruna; amable, fuerte y amorosa. Aunque tampoco estarían para decirles que nunca la ignoren y ese seria el más grande error de sus hijos, el ignorar a su hermana, por solo tener ojos plateados.

I'll also show you a sweet dream, next night...