Severus se encontraba sentado debajo de la sobra de un árbol, él viento soplaba levemente su cabello, él cual se encontraba en una media coleta se movía con mucho cuidado, su uniforme estaba desarreglado, su capa estaba a lado de su mochila. Estaba recostado en él árbol mientras leía él libro que le había regalado Regulus por su cumpleaños.

Estaba más que tranquilo, tenia una hora para encontrarse con Lucius para ir a ver a Regulus él cual tenia viruela de Dragón. Todo estaba bien hasta que escucho las risas de las personas que él mas odiaba.

- mira Canuto, Quejicus nos estaba esperando - se escucho la voz de James Potter

- Ya lo creo Cornamenta - y ahí la voz de Sirius Black

Severus suspiro, sabía lo que venía, posiblemente una bromas, burla de los demás y después llegaría McGonagall castigandoló a el y a los leones no. No aparto la vista de su libro, ni mucho menos del separador que este tenía.

- ¡Hola Quejicus! - saludo feliz James Potter

Severus no le hizo caso.

- ¡Que falta de respeto Quejicus! - hablo Sirius - nosotros que te veníamos a saludar cortes mente 

Severus solo alzo la vista, sus ojos Onix miraron por un momento a los cuatro leones que estaba enfrente de el, en menos de unos segundos su vista ya estaba de nuevo en el libro.

- ¡Que modales! - "reprocho" Peter 

- hay que darle una lección - hablo James 

De la nada su libro estaba muy lejos de su alcancé, su mochila estaba en el lago, su capa en manos de James Potter y su varita en la mano de Sirius Black.

- miren nada mas, tienes una carta de Malfoy - se burló James mientras sostenía la carta en el aire

- ¡Eso no es tuyo! - grito Severus - ¡Devuélvemelo!

James en cambio miro la carta pero no la leyó, después saco las foto que había dentro del sobre, la primera era del grupo de serpientes, estaba severus sonriendo y sonrojado, mientras que Regulus le picaba la mejilla, Lucius colocaba su brazo sobre los hombros del azabache, por ultimo ambos besaban las mejillas del de ojos oscuros. La segunda era del rubio con el de ojos oscuros, el de cabello oscuro estaba sentado sobre sus piernas y estaba mas que sonrojado, portaba una camisa blanca y llevaba solo unos short's negros cortos mientras que lucius lo abrazaba por la cintura.

- ¡Miren nada mas! - grito Sirius al ver las fotos - ¡Quejicus es la perra de Malfoy!

James no hizo nada, miro a Severus quien estaba parado enfrente de ellos, noto que estaba nervioso y los demás se reían o lo miraban con asco

Severus se maldijo, debió de haber guardado la carta con las demás al igual que las fotos, Lucius Malfoy era su mejor amigo, aquel que lo había sacado a el y a su madre de la "casa" de su "padre". Miro por todos lados, buscando algún Slytherin, pero sabía que a esa hora todos estaban en la sala común.

Antes de que alguien se percatara, Severus estaba en el suelo, su ropa estaba sucia, de su nariz salia sangre, portaba rasguños en su rostro.

- para que tengas educación - se burló Peter

- ya basta - hablo Remus por primera vez 

- es una asquerosa serpiente Lunatico - hablo Sirius

- ¡Idiota! - grito Severus 

 Todo se quedaron estáticos cuando vieron como las lagrimas bajaban por las mejillas de Severus, después esta salia corriendo sin importar haber dejado sus cosas atrás.

Después de la huida de la serpiente todos se quedaron callados, después poco a poco se comenzaron a ir hasta que quedaron solos los merodeadores.

- Que nena - hablo Peter - hubiera sido genial que el hechizo que lanzaste Canuto lo hubiera herido mas

- Peter - advirtió Remus - guarda silencio

- pero es la verdad colega - lo miro el gordo - se merecía lo mismo que le paso a su madre

- ¿Que? - preguntaron los otros tres

- si ya saben, la madre de Snape fue golpeada por su padre hasta que al parecer fue llevada a San Mungo pero murió ahí - hablo como si nada la rata - que pena que Quejicus sobreviviera a los golpes 

James se quedo callado, mientras que los demás hablaban con Peter sobre lo que dijo, miro a donde había caído el libro del Slytherin, así que se acerco y lo agarro, ahí había un separador muy peculiar.

Recuerda sonreír aunque la vida no te de las mejores pruebas. Recuerda que siempre estaré ahí. Con amor Eileen Prince 

Abajo estaba una foto de una hermosa mujer de cabello azabache y ojos negros como los de Snape, piel de porcelana, muy hermosa y portaba un vestido, mientras que en sus pierdas habían un pequeño niño de no mas de 5 años parecido a ella mientras alzaba sus brazos a un adolescente que estaba a lado de el.

Al voltear el separados vio otra frase.

Dulce serpiente de ojos onix, eres lo mas importante que nos ha pasado, prometemos cuidarte hasta que la muerte nos reclame. Lucius Malfoy, Regulus Black

La foto se parecía un poco a la de antes solo que ahora Severus portaba una corona de plata en su cabeza, mientras que los otros dos lo abrazaban. 

[...]

Severus llego a los baños, le dolía todo su cuerpo, jamas había notado cuando Black había lanzado aquel hechizo, las lagrimas seguían saliendo, extrañaba a su "hermano" mayor el cual era Lucius, no quería alertar a Regulus pues sabía el carácter del mas chico de los black, a su hermano menor tampoco no quería preocuparle y mucho menos podía mandarle una carta a su padrino, no quería que el mismo Lord Voldemort llegara al castillo a matar a los merodeadores.

Se apoyo en el lavabo, suspiro cansado y después se sentó en el suelo, su mirada no estaba clavada en algo, solo miraba a un punto infinito como si no estuviera en la habitación.

- Sev - se escucho la voz de alguien - Sevie 

Al mirar a la puerta  fue que lo vio, Regulus estaba asomado por la puerta de los baños para después entrar rápidamente a abrazar a su amigo de cabello azabache.

- ¿Me quieres decir que paso? - pregunto Regulus

- no - sollozo Severus 

- ¿Quieres ir a nuestra sala? - 

Asintió.

Regulus asintió y con cuidado comenzó a ayudar a Severus, apenas había iniciado el año escolar y su hermano junto con amigos ya estaban con sus cosas. Tendría que mandarle una carta a ellos.