Capítulo XV
-Pedro González López!- grité corriendo hacia donde se encontraba el susodicho.
-Uy,te ha llamado por tu nombre completo. Yo que tú correria- dijo Fer riéndose de su hermano.
Vi como Pedri se levantaba del sofá rápidamente y echaba a correr hasta la cocina.
-No huyas cobarde!- dije siguiéndolo hasta la habitación en la que se encontraba.
Una vez allí,el canario se colocó en el lado opuesto al que me encontraba yo de la isla que se situaba en medio de la cocina.
-Por qué me acaba de preguntar Sira que me voy a poner para la cena de esta noche?- pregunté enseñando la pantalla de mi móvil- no,no. Mejor otra pregunta. Por qué no sabía de la existencia de esa cena en la cual, por lo que parece,estoy incluida.
-Estooooooo- intentó responder inocentemente.
Me quedé mirándolo fijamente,esperando su respuesta.
-A ver... Es que...
-Puedes pronunciar más de dos palabras seguidas de una vez!- exclamé nerviosa.
-Vale,vale. Relájate fiera- dijo acercándose a mí.
Bufé y le dí la espalda,cruzandome de brazos como lo haría una niña pequeña cuando está enfadada.
-Estás invitada a esa cena porque cuando me preguntaron si llevaría a algún acompañante te mencioné a ti- dijo mientras se colocaba a mi espalda, cogiendome de la cintura y pegando mi espalda a su pecho.
-Pero Pedri... Es un acto público. Tan solo a nuestra llegada y en cuanto salgamos del coche ya habrán cientos de paparazzis viéndonos, grabandonos y haciéndonos fotos- le expliqué girandome para verlo.
-Y qué pasa?- dijo colocando su mano en mi mejilla y acariciandola con su pulgar- no quieres que nos vean juntos?- preguntó apenado.
Tragué duro y aparté mi mirada de sus ojos.
-No es eso...- respondí en un tono de voz bajo.
-Entonces?- volvió a preguntar agarrándome del mentón y obligándome a verlo de nuevo.
-Pedri... Tengo miedo. Nunca he estado delante de una cámara ni nunca nadie me ha seguido o algo así. Yo solo soy una chica del montón,con una vida de lo más normal y...- iba a seguir hablando cuando el chico que tenía enfrente me interrumpió.
-No quieres que te vean conmigo- aseguró duramente alejando su mano de mi rostro a la par que su mirada.
-Pedri...
-No Antonella,lo has dejado suficientemente claro- dijo separándose por completo de mí.
Su respuesta me dejó inmóvil unos segundos,pero no tardé mucho más tiempo en notar como mi sangre hervía y mi boca se abría para responderle.
-Mira Pedri,sabes perfectamente que te quiero pero debes entender que no estoy preparada para exponerme así!- alcé la voz una vez más.
El canario se frenó en seco y se giró para mirarme de nuevo.
-Exponerte así?- rió irónicamente- claro,porque debe de costar mucho ir a una cena con tu novio y que un par de camaritas estén cerca no?
-Punto número uno. Exacto exponerme así,tu estarás acostumbrado a que miles de cámaras te sigan diariamente y a que muchas fans te besen el culo y te pidan una firma pero mi realidad es que lo más raro que puede pasar un día de mi vida es que se vaya la luz de mi casa. Punto número dos. Sabes perfectamente que esas cosas a las que tú llamas "camaritas"- dije haciendo unas comillas con mis dedos- no están hechas para mí porque una vez más te digo que no soy como tú,no tengo la vida que tienes tú,no tengo el dinero que tienes tú, ni pretendo ser como tú. Y punto número tres- hice una pequeña pausa para coger aire antes volver a hablar- tu y yo no somos novios,no somos nada.
En ese momento pude ver como un pequeño destello de tristeza aparecía en sus ojos,como si esa luz que tanto brillaba en ellos se acabase de ir en apenas unos segundos.
Casi de inmediato, me maldije a mi misma por haber dicho todo eso con tanta dureza pero no había expresado más que la realidad. Desde que nos conocimos, ni Pedri ni yo habíamos aclarado que éramos por lo que,aún con todo lo que ha pasado o hemos hecho,seguimos sin ser nada más que conocidos.
-Sabes qué?- preguntó con los ojos algo aguados- no sé ni para que me molesto en que una niñata de pueblo como tú viva una mejor vida. Si no quieres estar delante de un flash quizás deberías de volver a Italia con tu familia a cual sea el pueblucho en el que vivas.
Pedri había alzado tanto la voz que pequeñas gotas de saliva se habían escapado de su boca hasta llegar a mi rostro.
Las lagrimas hacían fuerza para salir por mis ojos y notaba como mi corazón se había roto tras aquellas palabras.
-Eso es lo que crees que soy? Una simple chica de pueblo que va a una ciudad grande y que se asombra como una niña pequeña porque vé un rascacielos por primera vez en toda su vida?- pregunté con la voz entrecortada.
-Antonella... Yo no quería decir eso...- intentó explicar al darse cuenta de la frialdad de sus palabras.
-Pero lo has hecho- dije alejándome de él- si solo soy una simple chica más a la que te has llevado a la cama creo que puedes buscar a otras muchas que te puedan acompañar a esa estúpida cena. Quizás a ellas les guste más que una cámara las siga día y noche.
Eso fue lo último que dije antes de coger mi bolso y salir corriendo de la casa bajo la apenada mirada de Fer,quién había visto y escuchado todo, y con la sensación de como Pedri trataba de correr detrás de mí para seguirme.
-Antonella espera!- exclamó corriendo a gran velocidad detrás de mí.
Con lagrimas que brotaban de mis ojos sin parar,mis piernas aceleraron su ritmo y se alejaron de la casa de los hermanos González lo más rápido que pudieron.
Al sentir como Pedri había perdido mi rastro,me senté en un pequeño bordillo y dejé que todas las lagrimas que se habían estado acumulando saliesen sin control.
Cogí mi móvil y marqué el teléfono de mi madre.
-Hija, dónde estás? Papá quiere que hagamos un plan en familia hoy por la noche- dijo mi madre al otro lado de la línea.
-Mamá- dije con la voz temblorosa y sin poder hablar apenas.
-Antonella? Qué ha pasado? Estás bien? Dónde estás mi amor?- preguntó preocupándose al instante tras escuchar mi voz.
-Necesito que me vengas a buscar. Por favor- respondí totalmente necesitada de su abrazo.
Podrá parecer la típica imagen de una niña pequeña que se hace daño y que, para consolarse, necesita la ayuda de su madre, pero es que en esos momentos era a mi madre a quien más necesitaba.
-Por supuesto. Mándame la ubicación de donde estás en seguida- dijo rápidamente.
Colgué el teléfono y le mandé la ubicación por mensaje,esperando sentada y llorando hasta que llegase.
_________________________________________________
Llevaba dos días totalmente encerrada en mi habitación.
Tenía cientos de mensajes de Pedri, pidiéndome perdón, y de otros como Sira,Ansu, Ferrán o,incluso Gavi, preguntadome si estaba bien o necesitaba algo.
Sinceramente,lo que menos había estado haciendo durante ese tiempo era coger el móvil.
No podía creer que, en el poco tiempo que llevaba en España, mis propias mejores amigas me habían aislado completamente por un chico del cual me había enamorado en una estúpida fiesta y que pocas semanas después me había dejado lo que se conoce coloquialmente como "hecha mierda".
-Antoooo!!- exclamó el pequeño Mateo entrando a mi habitación de repente.
Cómo malamente pudo,se subió a mi cama y tomó mi cara entre sus pequeñas manos.
-Por qué estás triste?- preguntó apenado al ver mi rostro y notar mi cansancio.
-No es nada peque,solo estoy un poquito cansada y me cuesta dormir- dije sacando fuerzas para sonreír.
Antes de que mi hermano pequeño pudiese responder,mi madre irrumpió en la habitación con una bandeja llena de comida.
-Mateo,hijo,por qué no bajas a estar con tu hermana? Papá y ella están en la piscina jugando- dijo tan gentilmente como siempre hacia.
-Pero mami,Anto está triste. No quiero dejarla sola- dijo agarrando mi brazo y abrazándolo.
Lo miré con ternura y cogí sus pequeñas mejillas para que me viese a los ojos.
-Escuchame peque,estoy bien. Solo necesito comer un poco de eso que trae mamá,después bajaré contigo y con Gia a la piscina- le aseguré sonriendole.
-Me lo prometes?- preguntó extendiendo su pequeño meñique.
-Lo prometo- dije entrelazandolo con el mío.
Mateo sonrió y dejó un pequeño beso en mi mejilla antes de irse.
Mamá se acercó a mí con una sonrisa y dejó la bandeja sobre la cama,sentándose a mi lado en el colchón.
-Cómo estás cariño?- preguntó apartando un mechón de mi rostro.
-Bueno,bien- me encogí de hombros.
Soltó una gran bocanada de aire y me cogió de las manos viéndome fijamente.
-Escuchame mi niña. Sois jóvenes y habéis peleado,es normal- comenzó a hablar con serenidad mientras me acariciaba las manos con su pulgar- por lo que me has contado,ambos os habéis equivocado y ambos os habéis hecho daño. Sé que quieres a ese chico,lo veo en tus ojos cada vez que hablas de él,y estoy segura,por como te miraba cuando vino a casa el otro día, que él está tan enamorado de ti como tú de él. No debes derrumbarte porque hayáis discutido,es normal que sus palabras te hayan hecho daño pero piensa que quizás tú también le hayas hecho ese mismo daño a él con las tuyas.
Una lágrima caía por mi mejilla mientras la escuchaba hablar y ella se apresuró a quitarla de mi rostro con uno de sus dedos.
-Mira Antonella... Tu padre y yo llevábamos casados casi 25 años y te puedo asegurar que,en todo ese tiempo, hemos discutido muchísimo y sobre miles de cosas. Desde cosas absurdas como que color de corbata debería llevar a la boda de tu tía hasta cosas más serias como que debíamos sacrificar para llegar a fin de mes. Gracias a Dios,a día de hoy no tenemos graves problemas económicos y podemos permitirnos estos pequeños lujos de viajar en verano,esos pequeños detalles que otros muchos en el mundo no pueden. A lo que me refiero con todo esto es que en todas las relaciones hay peleas y discusiones y eso no significa que sea el final.
-Lo sé mamá pero es que él y yo no somos pareja- respondí rápidamente- además... Miralo a él y mirame a mí. Él es famoso,tiene una cantidad de privilegios increíbles solo por llamarse por cómo se llama y puede hacer miles de cosas que yo jamás podría. Él es increíble y yo... Yo solo soy yo,una chica más del montón.
-Antonella para- dijo frenandome antes de que alguna palabra más pudiese salir de mi boca- sé que no sois pareja pero también sé que estáis destinados a estar juntos. Tal vez el problema de todo esto está en eso que acabas de decir. No eres una chica del montón,no eres una chica más y se vé que eres la única chica que le importa a Pedri por la manera en la que te mira,en la que te habla, por la manera en la que te ama. Debes dejar de ponerte etiquetas a ti misma o de comparar tu vida con la suya porque si os queréis de verdad van a dar igual las cámaras, los paparazzis,el dinero... Va a dar igual todo porque si de verdad os queréis es porque vuestros corazones han conectado y encajado de alguna manera y no hay nada más importante fuera de eso.
Miré hacia abajo apenada, sabiendo que me había equivocado al decirle todo eso a Pedri y que mi madre tenía toda la razón del mundo.
-Sé que te va a costar y no te pido que sea ahora pero debes hablar con Pedri y solucionar las cosas. Los dos os habéis equivocado y los dos debéis escuchar,perdonar y, sobretodo, corregir. Así como él debe de controlar su ira y lo que dice cuando está enfadado tu debes de hacer un pequeño sacrificio y acostumbrarte,poco a poco, a la vida pública.
Mamá bufó y volvió a mirarme para hacerme la última pregunta.
-De verdad quieres estar con él?- preguntó viéndome fijamente.
Miré hacia otro lado nerviosa,sin saber muy bien que responder.
-Si- contesté tras unos segundos.
-Entonces vé y demuéstrale que de verdad lo quieres- dijo antes de darme un beso en la frente y levantarse para irse.
-Mamá- la llamé antes de que se fuese.
"Gracias"
_________________________________________________
Holaaaaaaa. Hoy capítulo movidito y lleno de moralejas sobre la vida.
Qué opináis de la pelea de Pedri y Antonella? Quién tiene razón?
Y lo mona que es la madre de Anto🥹?? Creéis que está en lo correcto?
Si os ha gustado el capítulo ya sabéis que una estrellita,un comentario y un follow siempre ayudan mucho.
Atte: Alma<3
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro