Despertar
Estoy en plena celebración del día de la independencia, pero eso no evita que esta historia siga su marcha.
¡Hola a todas y a todos! Espero que la estén pasando muy bien y he aquí el nuevo capítulo. Personalmente, este capítulo es uno de mis favoritos, ya que desde que planifiqué la historia había estado deseoso de mostrarles esta parte y finalmente aquí esta.
Ahora tengo poco o prácticamente nada que agregar, así que procederé a dejarlos con la historia. Espero que sea de su agrado. Nos leemos abajo para comentarios finales.
Gravity Falls Es una obra perteneciente a Disney. Todo lo escrito y expresado dentro de este Fanfic tiene como propósito principal el enriquecer al Fandom de la misma. Todos los personajes utilizados dentro de esta historia son una creación y propiedad original de la talentosísima y brillante mente e ingenio del animador estadounidense: Alex Hirsch. Nada será utilizado con fines lucrativos o comerciales. ¡Disfrútenlo!
Reverse Falls Fanfic: Ojos de Demonio
Capítulo 28: "Despertar"
—¡Aléjate de Pacifica, monstruo! —Dipper advirtió, habiendo colocado su última reserva de mana en ese último y devastador ataque. Acto seguido, se desplomó sobre el suelo, cayendo bocabajo.
—¡Dipper! —La preocupación era evidente en la voz de Pacifica, preocupación que la llevó a aproximarse al desahuciado joven—. ¡Oh no! ¡Dipper!
—No te preocupes. —McGucket intervino—. Él estará bien. Solo perdió el conocimiento. Sé que fue imprudente de mi parte utilizar mi habilidad para predecir el futuro y permitirle efectuar ese ataque. Pero si no lo hacía, entonces La Visión ya nos habría puesto las manos encima. ¡Ayúdame, Pacifica! —Tomó a Dipper del torso, para enseguida llevar su brazo derecho por detrás de su cuello y así utilizarlo como un respaldo. Pacifica por su parte, entendió lo que McGucket tenía en mente, de modo que tomó el brazo izquierdo de Dipper para imitar el gesto y comenzar a caminar a paso veloz, llevando al adolescente a cuestas a través del bosque—. No sé por cuánto tiempo La Visión tardará en hacer un nuevo acto de aparición. Si bien es un Exilium de la clase Mortem, incluso si estos llegan a bajar su guardia, pueden ser detenidos e incluso ser heridos por medio de un ataque sorpresivo. Dipper nos consiguió una oportunidad. Debemos aprovecharla y escapar lo antes posible. Lo que aún no comprendo es cómo pudo encontrarnos... Mi cabaña estaba protegida con un hechizo de emancipación terrenal. Lo que significa que se encontraba resguardada dentro de una dimensión apartada de la nuestra...
—Eso ya no importa ahora. La verdadera pregunta es, ¿Hacia dónde iremos? —Cuestionó, angustiada.
—Nos dirigiremos hacia bunker en el bosque. —Indicó.
—¿Al bunker?
—Sí, en ese lugar hay un Transportador que podemos utilizar para llegar al planeta Rakku. Es la sede principal del Tribunal Mágico. Expondremos nuestro caso y pediremos auxilio. Les contaremos todo lo que sabemos hasta ahora. Les diremos que Stanford Gleeful está planeando su resurrección.
—Pero... ¿Y qué hay de Mabel? No podemos abandonarla aquí.
—Ella es más inteligente y mucho más tenaz que nosotros. Estoy seguro de que ella estará bien sin nuestra ayuda.
—¡Aguarda! ¡McGucket! —Pacifica reaccionó de un sobresalto al recordar cierto objeto de gran importancia y que hasta dónde ella tenía entendido, aún se encontraba dentro de la mansión—. ¿Qué pasará con el cuerpo fosilizado de Stanford...!
—No te preocupes. No creas que soy tan tonto como para haberlo dejado tan descuidadamente dentro de la mansión. Es por eso que lo traje conmigo.
—¿Qué dijiste?
—¡Tranquila! Su cuerpo se encuentra de vuelta dentro de la misma Caja de Vacío. Pero aunque nos capturen, solo un encantamiento reversible realizado por un miembro de la familia Gleeful es capaz de abrirla de vuelta. Eso nos da cierta ventaja. Apresuremos el paso. El bunker no se encuentra muy lejos de aquí.
Una vez estipulado el plan a seguir, McGucket y Pacifica se pusieron en marcha. No obstante, tras haber avanzado apenas un escaso par de metros, el hombre sufrió de un agudo dolor de cabeza, cuando la visión formulada por medio de una nueva premonición sacudió su mente. Obligándolo a quedar arrodillado. Llevándose la mano izquierda hacia su frente. Dentro de la misma, McGucket había podido captar imágenes que solo podían ser descritas por él como horripilantes. Imágenes que mostraban un enorme agujero sobre lo que alguna vez hacía sido un hermoso prado cubierto de flores. Dentro del hoyo, se podía contemplar una laguna de sangre y flotando sobre esta, se hallaba el cuerpo desmembrado de Pacifica, mientras que una espantosa criatura, una abominación de piel negra, de aspecto humanoide y de ojos amarillos, se encontraba posada a su lado.
—¿McGucket? ¿Qué te sucede? —Preguntó la rubia, asustada—. Es otra de tus premoniciones, ¿Cierto? ¿De qué se trata esta vez?
—Verás... Yo... Lo que yo vi fue que... —Se detuvo por un momento para recapacitar y pensar en una mejor forma para expresarse. Sin embargo, al final, prefirió mantener toda la información únicamente para sí mismo al negarse a contarle a Pacifica lo que había visto exactamente. Dejándolo con un alto grado de preocupación, puesto que estaba comprobado que sus premoniciones sobre el futuro tenían un elevado grado de efectividad—. No importa... No hay tiempo. Debemos irnos... ¡Ahora! —Se incorporó, sujetando a Dipper una vez más. No obstante, a la hora de querer reanudar el paso, una gruesa columna de humo negro emergió desde un portal que apareció súbitamente desde el cielo, la cual se dividió en trece partes iguales cuando esta descendió hacia la tierra. Moldeándose y adquiriendo la apariencia de trece seres humeantes y amorfos cuyo rostro era inexistente salvo por un par de puntitos luminosos y amarillos en lugar de ojos con una forma bien definida.
—¿Qué son esas cosas? —Pacifica no demoró en hacer la primera pregunta.
—Exilium de primera categoría... Son la escala más baja entre su raza, pero no por ello dejan de ser menos peligrosos. —Apretó los dientes con fuerza cuando los entes comenzaron a rodearlos—. ¡Maldita sea...! Son demasiados... No podremos eludirlos a todos. Me temo que solo hay una cosa que puedo hacer. —Se apartó de Dipper, recostándolo sobre el suelo y dejándolo al cuidado de Pacifica para dar un paso al frente y retraer las mangas de su camisa blanca—. ¡Pacifica! ¡Cubre tus ojos!
—¿Qué dijiste...?
—¡Que te cubras los ojos! ¡Rápido! —Tras haber captado el mensaje, Pacifica obedeció la indicación. Entretanto McGucket, clavó la mirada en cada uno de sus adversarios, quienes avanzaban a paso lento hacia ellos. Entonces, luego de calcular una distancia prudencial, el hombre comenzó a recitar en voz alta—. Luz marchita y sombría. Manto creciente de tinieblas. Dulce oscuridad que regresas a mí, aguardándome con tu frío beso, eterno. Muerte en vida, sin luz, me sumerjo en la soledad, adoptando a la noche como a una fiel compañera. ¡Cúbreme! ¡Abrázame! Recuerdo deslucido de un destello maldito! ¡Mágia Reversible Número 20! ¡Brilla!
En ese momento, los ojos de McGucket se encendieron como un par de faros a la orilla de la costa en medio de una noche tormentosa. Emitiendo una luz incandescente tan radiante y cegadora como la del mismísimo sol, misma que desvió hacia el conjunto de Exilium, desintegrándolos en cuestión de instantes cuanto postró su luz sobre sus humeantes y frágiles cuerpos. A sí mismo, la abundante vegetación a su alrededor quedó reducida a solo cenizas, como si hubieran sido devoradas por las llamas de un incendio forestal. Acto seguido, McGucket cerró sus ojos, cayendo finalmente de rodillas y llevándose las dos manos a la cara tratando de contener el enorme ardor
—Está bien... Ya pasó... Ya puedes abrir los ojos, Pacifica. —Señaló, pero sin poder hacer una pronta disminución de sus propios quejidos, lo que llevó a la chica de los cabellos rubios a socorrerlo de forma inmediata, descubriendo con horror como sus parpados y el contorno alrededor de sus dos ojos habían sufrido de llamativas y sobresalientes quemaduras de tercer grado.
—¡Oh no! ¡McGucket! ¿Qué fue lo que sucedió?
—Ese hechizo... Los Exilium de primera categoría pueden ser destruidos con relativa facilidad si se les apunta directamente con una fuente de luz concentrada, pero no tan dispersa como la del sol. Es por eso que pueden andar sueltos de un lado a otro inclusive a mitad del día. Teniendo esto en mente, no se me ocurrió otra mejor idea que utilizar un hechizo que me permitiera generar una fuente de luz con el poder necesario para destruirlos a todos de una sola vez. Sin embargo, las condiciones para realizar este encantamiento son muy específicas y arriesgadas... Aunque... Perder mi sentido de la vista es un precio bajo si con ello puedo asegurar tu supervivencia y la de Dipper. Pero no te preocupes, solo será algo temporal. No es la primera vez que lo utilizo para librarme de una situación semejante. Con el debido tratamiento, deberé recuperar la vista en unas cuantas semanas o inclusive unos pocos días.
—Menos mal... Pero ahora con mayor razón debemos llevarte al planeta dónde reside el Tribunal para que te atiendan esas heridas.
—El problema es que ahora no solo tendrás que lidiar con Dipper inconsciente, sino con un pobre ciego. Creo que lo mejor será que me dejes aquí. ¡Toma! —Extrajo de los bolsillos de su pantalón la diminuta Caja de Vacío que contenía el cuerpo fosilizado de Stanford, así como aquél dispositivo desconocido para Pacifica dentro del cual Will se hallaba cautivo—. ¡Llévatelos! Solo recuerda no dejar salir a Will en un entorno que no esté controlado por medio de una barrera mágica como lo es la mansión Gleeful. O de lo contrario, su poder escondido podría tener un influjo negativo en nuestro mundo. La última vez que alguien se le ocurrió liberarlo en la tierra, Will lloró por cuarenta días y cuarenta noches seguidas, ocasionando el Gran Diluvio Universal. ¡Ahora vete! Dirígete hacia el bunker. Entra y pasa la trampa cúbica, sigue recta por el pasillo y da vuelta en la tercera puerta. Usa el Transportador y pónganse a salvo. Cuéntenle todo lo que saben al tribunal. No dejen que Stanford recupere su forma física o esta vez será el fin de la vida en el universo tal y como la conocemos.
—¡Ni se te ocurra decir algo como eso de nuevo! Nos salvaste la vida y aunque me lo pidas, yo no pienso abandonarte aquí... —Lo sujetó de los antebrazos para ayudarlo a levantarse. Entonces, Pacifica lo condujo hacia dónde Dipper se encontraba para obligarlo a cargar con él—. Tú vendrás con nosotros. Yo me convertiré en tus ojos. Primero daremos un paso con el pie derecho y luego con el izquierdo. ¿Estás listo? A mi señal. Uno... Dos... Tres...
Estando a punto de encaminarse hacia el lugar señalado, el eco provocado por una siniestra risa fue arrastrada por el viento, indicándoles que la mayor amenaza se encontraba al acecho y lista para llevar a cabo su misión.
—¡Oh no...! —Dijo McGucket tras identificar a la propietaria de aquella diabólica risa—. No puede ser...
—Fue una buena jugada, chicos. Pero arriesgada. —Dijo La Visión, reapareciendo frente a ellos atravesando una brecha mágica en forma de portal, a tan solo unos pocos metros de la ubicación del grupo—. Es el fin del camino. Ninguno de ustedes tiene las cualidades necesarias para batirse en un duelo contra mí. Lo único que les queda es venir conmigo.
—Eso no... Esto no puede terminar así... —Su miedo se intensificó y su corazón latió a un ritmo exageradamente alto. Sus deseos de correr con todas sus fuerzas se anteponían a las acciones de su propio cuerpo al obligarla a paralizarse desde la punta de los pies hasta la punta del último de sus cabellos—. Tiene que haber una forma... Mabel... Por favor... ¡Ayúdanos!
—Para tu infortunio, pequeña. Mabel no podrá ayudarlos en esta ocasión. —Estiró su brazo, consiguiendo generar un segundo portal, flotando a escasos centímetros del suelo, del cual emergió la chica prodigio de la familia Gleeful, azotando su cuerpo contra la tierra como si fuera un costal de papas. Malherida y con múltiples heridas sangrantes alrededor de todo su cuerpo—. Como podrás darte cuenta... Los poderes de aquella que alguna vez ostentó el título de "La Prodigiosa Princesa Celeste", no significa nada para mí. Los treinta minutos que Stanford te dio ya se agotaron y aún te sigues resistiendo. Es una pena. —Se aproximó hacia Pacifica, caminando con plenitud—. Ya que eres la favorita de Stanford, él nos pidió que te diéramos un trato especial, pero ya que te opones aún dándote la opción de un trato justo, no nos queda otra alternativa que adelantar nuestros planes. La resurrección de Stanford tendrá que esperar. Daremos pie al regreso de "El Primero". Así que... ¿Qué me dices si comenzamos?
Sin poder hacer absolutamente nada para defenderse, Pacifica perdió el control de su propio cuerpo cuando este comenzó a levitar en el aire en contra de su voluntad, producto de los abrumadores poderes telequinéticos que La Visión ejercía sobre ella. En ese momento, el brazo izquierdo de Pacifica se quebró espontáneamente como un palillo de dientes, girando sobre sí mismo hasta finalmente desprenderse de su cuerpo. Borbotones de sangre salieron expulsados del área amputada, siendo acompañada de un desgarrador grito por parte de la joven, el cual se intensificó el doble cuando La Visión utilizó el mismo método para despojar a Pacifica de su pierna derecha de igual forma. El eco de dolor provocados por los gritos de Pacifica mezclados con las estruendosas carcajadas de La Visión se alcanzaron a escuchar por todo el bosque, alcanzando así los oídos y el subconsciente de Dipper, obligándolo a despertar. Sin embargo, cuando este recuperó la conciencia, el bosque se hallaba ahora en una calma y una paz absoluta.
—¿Qué...? ¿Qué sucedió...? —Se preguntó a sí mismo, mirando a su alrededor, encontrándose completamente solo. Sin embargo, Dipper pudo contemplar con aberración un fresco rastro de sangre próximo a su posición y que lo conducían hacia el interior del bosque. A pesar de la mala corazonada, Dipper lo siguió hasta ser conducido hacia un prado espacioso, cuya hierba se encontraba cubierta por una gran laguna puramente de sangre. Al acercarse, Dipper descubrió el cuerpo sin vida de Pacifica, completamente desmembrado y a una distancia media de ella, La Visión se hallaba esperando por su llegada, luciendo satisfecha por su atroz cometido.
El shock que Dipper sintió en ese instante fue indescriptible. Sus piernas y sus brazos se volvieron tan rígidos como un par de columnas de concreto, y su capacidad del habla pareció haberse convertido en solo un vago recuerdo veraniego. Las imágenes generadas por las memorias en la cabeza de Dipper relacionadas a los momentos de convivencia que él había construido junto a Pacifica pasaron ante sus ojos, como una vieja película de acetatos. Sus lágrimas comenzaron a descender por sus mejillas como una duela de riachuelos desbordados a causa de un fenómeno natural. Entonces, lo escuchó: Un fuerte crujido similar al de un espejo desquebrajándose en mil pedazos. Cuando Dipper agachó la mirada, su gema del alma ahora yacía ante sus pies, fragmentada en varias partes. A continuación, Dipper se llevó las dos manos a la cabeza, dejando escapar un resonante grito imbuido en cólera, mientras era envuelto dentro de una cúpula de energía de color negro, la cual tras estallar, provocó un gigantesco cráter de decenas de metros de diámetro. Explosión que todos los habitantes del poblado de Reverse Falls alcanzaron a resentir en la forma de un intenso terremoto. Una vez que el polvo levantado por la explosión comenzó a asentarse, este reveló a una abominable criatura de piel negra y ojos amarillos mirando fijamente a La Visión, quien sonreía con una demencia pura fuera de este mundo.
Continuará...
*Respira hondo* Lo sé... Lo sé... Darle un "Power Up" maligno al protagonista cuando algo le pasa a su amada es algo tan cliché y propio de los animes shonen... Pero si les soy sincero, desde que tuve la iniciativa de comenzar a escribir mis historias, siempre había querido hacer algo parecido. Reverse Falls es un cliché viviente, pero la verdad hay ciertos clichés que son mucho de mi agrado. Como el del tipo millonario y engreído que se enamora de la chica humilde e inocente. (Razón por la cual me agrada Reverse Falls) O como en este caso el del Power Up maligno. Sin embargo, desde el inicio de esta historia he justificado su aparición.
Sabíamos que algo terrible sucedería sí la gema de Dipper se llagaba a romper y ahora sabemos cuáles son las consecuencias. Pero lo más importante de todo... ¡A que esa muerte no se la esperaban tan pronto, eh! Aunque la verdadera pregunta aquí es... ¿Pacifica tendrá aún alguna oportunidad para salvarse? Eso lo descubriremos en el siguiente capítulo, el cual estaré subiendo el día 29 de septiembre.
Hasta entonces, cuídense. ¡Pásenla bien! Espero que el capítulo haya sido de su agrado y nos leeremos para la próxima. ¡Chao! y ¡Viva México!
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