
Condena
*Se sienta en una cómoda silla al calor del fuego de una chimenea con una taza de té caliente. A continuación, abre un libro grueso de cubierta oscura y comienza recitando con una voz melodiosa y angelical*
Hola niñas y niños. Bienvenidas y bienvenidos una vez más a: El Rincón Mágico del Tío Javi. En esta ocasión retomaremos un nuevo capítulo de esta historia llena de arcoíris... (*Tose* y sangre) Cantos... (*Tose* y muerte) y juegos inocentes entre niños... (*Tose* y lemon) Así que sin más preámbulos, pasemos directamente a lo que esta historia tiene para ofrecernos...
Ok... Soy el peor para crear introducciones... Creo... Ustedes juzgarán... Disfruten del capítulo...
Gravity Falls Es una obra perteneciente a Disney. Todo lo escrito y expresado dentro de este Fanfic tiene como propósito principal el enriquecer al Fandom de la misma. Todos los personajes utilizados dentro de esta historia son una creación y propiedad original de la talentosísima y brillante mente e ingenio del animador estadounidense: Alex Hirsch. Nada será utilizado con fines lucrativos o comerciales. ¡Disfrútenlo!
Reverse Falls Fanfic: Ojos de Demonio
Capítulo 11: "Condena"
—¿Stanford...?
Debido a la impresión, Pacifica dio un pequeño salto hacia atrás, chocando levemente contra el macizo pecho de Dipper, quién inmediatamente trató de controlar la situación.
—Descuida,no hay nada que temer... —Dijo fríamente, adentrándose hacia el interior de labóveda. Pacifica lo siguió, manteniéndose siempre por detrás—. Esta estatua. Esta carcasa, es lo único que quedó de ese infeliz luego de que consiguiéramos borrarlo del interior de la mente de Will. ¡Adelante! ¡Puedes acercarte! Es completamente seguro. Él ya no puede hacerte daño... Su mente, su estado en el mundo astral, así como también su presencia en el escape mental, fueron completamente aniquiladas gracias al esfuerzo de todos. Sin embargo... Por alguna extrañarazón que ni Mabel, ni yo podemos comprender aún; su cuerpo físico aún continúa siendo un constante emisor de energía maligna y situaciones de rareza. —Gruñóen cuanto se detuvo frente a la escultura—. Me pregunto qué es lo que hizo mientras se encontraba con vida... ¿Qué clase de poder oscuro y monstruoso obtuvo para continuar dándonos problemas aún después de muerto? Al menos es reconfortante es saber que cualquier clase de forma de vida está a salvo de su maldito influjo... Pero desgraciadamente los objetos inanimados, aún continúan viéndose seriamente afectados por el aura de emana desde su interior. Convierte a todas las cosas en criaturas vivientes y deformes, tal y como lo vimos durante el Nerdmageddon.
—¿Y es por eso que lo trajiste a este lugar, cierto? —Preguntó la rubia.
—Exactamente. —Afirmó—. Aunque...
—¿Qué sucede?
—Existe otra razón...
—¿Cuál es?
Dipper enmudeció por unos instantes. Acto seguido, giró y se posó frente a Pacifica.
—Necesito tu mano.
—¿Qué...? —Sus mejillas comenzaron a arder—. ¿Mí...? ¿Mí mano...?
—Es vital. —Le extendió la suya—. Necesito comprobar algo con mis propios ojos.
Pacifica se lo pensó por breves momentos, pero a final de cuentas, sucumbió ante la presión cuando Dipper insistió una última vez.
La joven dejó caer sus finos dedos sobre la palma del muchacho. Este la cerró con sobrada delicadeza, como sí no quisiera dejar de sujetarla. A continuación, condujo la temblorosa y sudorosa mano de la chica hacia la estatua. A pesar del pavor que a Pacifica le originaba el hecho de estar tan cerca de una de las mayores calamidades que el universo haya presenciado jamás, Dipper pudo ser capaz de suprimir su miedo tras rodear su cuerpo con su brazo libre. Gracias a este movimiento, logró acercarla y finalmente posarla sobre la figura de Stanford, dándose cuenta así, que había cometido un grave error. Inmediatamente después del primer contacto, Pacifica comenzó a gritar de una manera atroz e inhumana. Acto seguido, sus pupilas desaparecieron y desde las cuencas de sus ojos, así como desde su nariz y boca, comenzó a excretar una cantidad exorbitante de sangre.
—¡MÁTAME...! ¡DIPPER, MÁTAME...! ¡POR FAVOR...! ¡TE LO SUPLICO...! ¡MÁTAME...! ¿QUÉ ESTAS ESPERANDO...? —Gritaba y se retorcía, como si estuviera sufriendo de un ataque de epiléptico—. ¡MÁTAME AHORA...! ¡NO PIERDAS MÁS EL TIEMPO Y MÁTAME...!
—¡PACIFICA! —El rostro de Dipper se arrugó y se desfiguró hasta adoptar una expresión que solo la desesperación y la angustia eran capaces de conseguir. Sin perder más el tiempo, Dipper trató de apartar a Pacifica de la estatua tirando fuertemente de su brazo. Sin embargo, esto le resultó imposible, ya que parecía que su palma se hubiera adherido permanentemente a ella.
—¡MÁTAME YAAAAAAAAAAA...!
—¡Maldita sea! —Retrocedió de un salto—. ¡Magia Reversible Número 24! ¡Deshace!
Dipper apuntó con su mano extendida hacia la estatua. Para desgracia suya, el hechizo no fue efectivo.
—¡DIPPER...! ¡APRESÚRATE...! ¡EL DOLOR...! ¡EL DOLOR ES INSOPORTABLE...! ¡MÁTAME YA...!
—¡Blinder! —Se dirigió hacia el guardián del Almacén 88 2/3, el cual se había mantenido distante, parado junto a la entrada de la bóveda con las manos entrelazadas por detrás de su espalda—. ¡Necesito que me ayudes!
—Lo siento mucho, señor Gleeful. Pero tengo estrictamente prohibido entrometerme en los asuntos personales de mis clientes. —Agachó la mirada—. No puedo hacer nada por ayudarles.
—¡DIPPER...! ¡TERMINA CON ESTO...! ¡ME QUEMA...! ¡MÁTAME...!
—¡No! ¡No! ¡No! ¿Qué he hecho...? No puedo dejar que esto termine así... ¡No puedo...! ¡No puedo...! —Dipper se repetía a sí mismo, negándose a cumplir con la petición de la chica, buscando con frenesí una solución dentro de su larga lista de sorprendentes habilidades, pero sin poder hallar nada útil que pudiera terminar con el sufrimiento de la chica. Sin embargo, una idea cruzó por su mente—. ¡Por supuesto...! Esa es la única salida. —Recobró la compostura y materializó una daga cubierta de fuego azul con un movimiento de su mano—. Lo siento mucho, Pacifica...
Dipper tomó la gran cuchilla con ambas manos y de un solo tajo, cercenó el brazo derecho de Pacifica, lo que le permitió cesar sus sobrecogedores gritos, indicándole a Dipper que su táctica había funcionado y que por fin le había puesto un punto y aparte a aquello tan lúgubre y desconocido que se encontraba perjudicándola. El cuerpo de Pacifica perdió todas sus fuerzas, en conjunto con su capacidad de mantenerse en equilibrio por sí misma, pero fue gracias a la tremenda velocidad de Dipper, que pudo atraparla a tiempo y evitarle así tener un fuerte encontronazo con el suelo.
—Pacifica... No te preocupes por nada... Yo... Yo te curaré enseguida... —Dijo Dipper, sintiendo una profunda frustración y arrepentimiento, recostándola cuidadosamente sobre el piso y usando la daga para cortar y arrancarse una de las mangas de su impecable camisa para limpiar todo rastro de sangre en el rostro de Pacifica. Una vez acabado de limpiarlo, el proceso de curación dio comienzo. No obstante, Blinder se aproximó hacia la pareja con una mejor propuesta—. ¡Magia Reversible Número 27! ¡Reparo!
—Lamento decirle que ese hechizo no servirá de nada, señor Gleeful. Sus heridas van mucho más allá de ser simples daños superficiales. Por desgracia, el daño que la señorita sufrió se encuentra a un nivel celular. En unos pocos minutos, todas las células de su cuerpo comenzarán a descomponerse, hasta finalmente desintegrarse, haciendo que su cuerpo se convierta en un triste cúmulo de cenizas. —Sonrió—. Pero no tiene nada de qué preocuparse. Sí usted lo desea, yo me encargaré de curar a la señorita Southeast.
—Creí que tu trabajo era el de no entrometerte en los asuntos de tus clientes.
—En efecto, señor Gleeful. Pero mis estrictas normas a seguir no tienen relación con el hecho de ayudar a alguien que se encuentra en malas condiciones. De hecho, una de mis funciones como el encargado del Almacén 88 2/3, es la de garantizar el bienestar de todos mis clientes así como de sus acompañantes, siempre y cuando no me entrometa en sus asuntos. Es parte de los beneficios de ser un cliente Premium. ¿Acaso su tío nunca le hablo de todos nuestros beneficios cuando adquirió una de nuestras bóvedas?
—Como podrás darte cuenta, Stanford y yo jamás tuvimos una buena relación. Pero sí puedes ayudar a Pacifica entonces hazlo. —Se apartó, dejando que Blinder dispusiera libremente del cuerpo de Pacifica.
Con la previa autorización de Dipper, Blinder se dispuso a hacer su trabajo, de modo que colocó ambas manos sobre el torso de la chica. Entonces, el cuerpo de Pacifica comenzó a brillar, hasta que de un momento a otro, se transformó en una especie de masa, la cual a simple vista parecía estar elaborada de un material viscoso, de color negro y perfectamente moldeable, como si fuera un vil trozo de plastilina. Dipper miraba estupefacto el extraño procedimiento, sin dar crédito a lo que sus ojos veían. Por su parte, Blinder comenzó a separar el montículo resultante en pequeños pedazos, para así unirlos nuevamente, uno por uno, y así comenzar a darle una forma definida. Cuando el pequeño ser terminó con su trabajo, lo que Dipper pudo presenciar fue una versión exacta de Pacifica elaborada con aquél material, pero antes de que pudiera dar una opinión al respecto, Blinder aplaudió tres veces y la masa comenzó a desquebrajarse, como la cascara de un huevo cocido, revelando que dentro de ella, se encontraba Pacifica sin señal alguna de haber recibido ningún daño.
—¡Pacifica! —Dipper corrió a auxiliarla, sujetándola entre sus brazos—. ¿Estás bien?
—Dipper... —Dijo la rubia, abriendo tibiamente sus ojos, alcanzando a difuminar su rostro—. ¿Eres tú? ¿Qué...? ¿Qué sucedió?
—Sí... Aquí estoy... —Sonrió aliviado, queriendo abrazarla con todas sus fuerzas. Sin embargo, tras percatarse de su comportamiento, decidió cambiar el gesto de sobrada felicidad en su rostro por la ya típica expresión de joven serio, ególatra y orgulloso, el cual le hacía creer a toda la gente que lo veía, que todo lo tenía calculado previamente.
—Tiene mucha suerte de que yo haya estado aquí para ayudarla, señorita Southeast. —Dijo Blinder—. El daño que sufrió su cuerpo no hubiera podido ser sanado con únicamente magia. Requería de un proceso mucho más complejo.
—¿Qué fue lo que hiciste para ayudarla? —Dipper preguntó, consternado.
—Tuve que reconstruir su estructura molecular desde cero. Eso significa que cada átomo, cada célula, cada una de sus cadenas de ADN tuvo que ser reconstruida una por una.
—Eso... Es imposible... —Las palabras de Dipper sonaron entrecortadas.
—En este lugar "casi" no hay imposibles para mí. —Le contestó el hombrecillo, sonriendo orgulloso por haber demostrado sus impresionantes habilidades—. Lamentablemente, no pude hacer nada por reconstruir su brazo derecho. La energía maligna que desprende el cuerpo fosilizado de Stanford fue demasiada, así que su estructura quedó severamente afectada. Inutilizable... No conozco mucho acerca de la magia que se usa en su dimensión, señor Gleeful, pero estoy seguro de que existe un hechizo o algo parecido para hacer aparecer extremidades.
—Sí... De hecho, lo hay. Pero solo Mabel conoce el procedimiento... ¡Vamos! —Ayudó a Pacifica a ponerse de pie, colocando su brazo cercenado por detrás de su cuello—. Debemos ir inmediatamente con Mabel para que te cure.
—Dipper... —Pacifica lo alcanzó a detener—. Dime... ¿Por qué me trajiste aquí...?
—Eso no importa ahora... Debemos apresurarnos y llevarte con mi hermana.
—Por favor... Dipper... Es necesario... Sí no destruimos esta estatua... Millones de mundos sufrirán las consecuencias...
—¿Consecuencias? ¿Qué consecuencias?
—Pude verlo... Pude sentirlo... Cuando toqué la estatua... Pude sentir el dolor... Todo el sufrimiento y toda la agonía por la que atravesaron las personas y los seres en otros planetas que Stanford asesinó a lo largo de todos los años en los que cimbró el terror. Sus almas están tratando de advertírnoslo... El está buscando la manera de regresar... Y ya tiene la mira puesta en nosotros... No sé exactamente como, teniendo en cuenta que él ya debería estar muerto, pero conozco sus intenciones y ahora el vendrá por nosotros.
—De hecho... Te creo...
—¿Cómo dices?
—Es por eso que te traje a este lugar... Tenía la sospecha de que ese maniático intentaba resucitar de algún modo. Tenía que confirmarlo por mí mismo y ahora lo sé... Todo concuerda... Todas mis sospechas han resultado ser ciertas... Lo que ha ocurrido aquí es la mejor prueba de ello...
—¿A qué te refieres? —La joven pregunto.
—Como sabrás... Tu mente fue uno de los últimos lugares que albergó la existencia de Stanford, y por varios momentos llegué a pensar que tal vez aún podrían haber quedado algunos residuos de su ser dentro de ti, pero en el momento en el que tocaste la estatua, su cuerpo petrificado reaccionó ante lo que quedó de él en tu mente. Eso lo confirma... De alguna manera, Stanford sigue vivo dentro de ti... Es por ese motivo que quería que abandonaras el pueblo y te marcharas para siempre, pero tal parece que ahora ya es muy tarde. Ellos te están buscando...
—¿Quienes...?
—Los responsables de la desaparición de todas esas personas en el pueblo... Los súbditos de Ford... Los Exilium.
—¡Están aquí...! —Dijo Blinder.
En ese momento, la puerta del ascensor al final del pasillo estalló en mil pedazos con una fuerza majestuosa. Blinder alcanzó a materializar un campo de energía justo a tiempo, para que los restos de metal que salieron desprendidos no pudieran hacerles daño a ninguno de los dos jóvenes.
—¿Qué demonios fue eso? —Dipper preguntó, mirando hacia adelante y descubriendo como de entre la columna de fuego, emergía una espantosa criatura hecha completamente de huesos humanos, rodeada por un velo de niebla negra que descendía como una cascada desde el cráneo hasta cubrir el resto de su cuerpo. En su mano izquierda, sostenía lo que parecía ser una gigantesca guadaña elaborada de igual manera con restos de huesos y pedazos sanguinolentos de piel humana.
—Todos aquellos que perturben la paz dentro del Almacén 88 2/3 serán juzgados sin remordimiento alguno. —Dijo Blinder—. Joven Gleeful, señorita Southeast, no teman. ¡Yo los protegeré!
Continuará...
¡Uff...! Empieza lo bueno, una nueva batalla nos aguarda en el próximo capítulo, el cual les vuelvo a recordar, será el último que publique por lo que resta de este 2016. Aunque sí leen esto durante los próximos meses o años simplemente pasen al siguiente capítulo.
Les advierto que el final del próximo capítulo los dejará intrigados y con ganas de saber más. Así que ya saben a lo que se atienen sí lo leen, aunque para las personas que llevan siguiéndome desde mis comienzos como fanficker ya estarán más que acostumbradas. *Se sienta tranquilamente a ver como arde el mundo mientras come galletas*.
Dicen que no hay cosas peores que la muerte, pero creo que Pacifica puede decirles un par de cosas al respecto. Les confieso que hasta a mí me dolió tener que escribir esas líneas en las que le suplica a Dipper porque la mate para dejar de seguir sufriendo. Me gustaría decir que todo saldrá bien para Dipper y para Pacifica de ahora en adelante, pero lamentablemente esto apenas está comenzando, así que sí también se encuentran leyendo mi otro fic "La Novia de Dipper" ya sabrán la clase de situaciones que les hago pasar a los personajes. Aunque considerando que este es un fic con una temática un poco más oscura y adulta creo que lo que les haré pasar a sus versiones Reverse será mucho por.
En fin, muchas gracias por haber leído este capítulo y muchas gracias por todos los comentarios que he recibido tanto en fanfiction, como en Wattpad. Sí les gustó denme like y... Bueno no... *Ya se siente youtuber* Sí les gustó y sí les nace del corazón, pueden dejarme su opinión o su voto sí es que están leyendo esto en Wattpad... Nos leeremos hasta el próximo capítulo, el cual estaré subiendo el día 25 de noviembre. ¡Pásenla muy bien en donde quiera que se encuentren! ¡Chao!
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